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  • ¿Tiene usted “fe que resulta en conservar viva el alma”?
    La Atalaya 1970 | 15 de octubre
    • ¿Tiene usted “fe que resulta en conservar viva el alma”?

      “Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.”—Heb. 10:39.

      1. ¿Por qué creen los cristianos en la resurrección de Jesucristo?

      TERTULIANO, que fue convertido al cristianismo hacia fines del segundo siglo de nuestra era común, escribió en una ocasión acerca de Jesucristo: “Enterrado, fue levantado de entre los muertos; esto es cierto debido a que es imposible.” A juzgar por lo que el hombre puede hacer, la resurrección de Cristo es exactamente eso... “imposible.” No obstante, las Santas Escrituras nos aseguran que es una realidad. Por ejemplo, en ellas están registradas estas palabras del apóstol cristiano Pedro acerca de “Jesús el nazareno”: “Dios lo resucitó desatando los dolores de la muerte, porque no era posible que él continuara retenido por ella.” (Hech. 2:22-24) Los discípulos primitivos de Cristo realmente vieron al resucitado Jesús, y algunos de ellos hasta comieron, bebieron y conversaron con él. (Mat. 28:5-10, 16-20; Hech. 10:40, 41; 1 Cor. 15:3-8) Hoy los cristianos creen en la resurrección de Jesucristo porque es asunto que consta en la Palabra inspirada de Dios. Además, disciernen, por el cumplimiento de las profecías bíblicas en los acontecimientos actuales, que Jesucristo vive y ahora está gobernando en el reino celestial de Dios.—2 Tim. 3:16, 17; Mt capítulos 24 y 25 de Mateo.

      2. ¿Cuán importante es la fe?

      2 De los siervos de Dios, se requiere fe. Jesucristo dijo: “Tengan fe en Dios.” (Mar. 11:22) Jehová mismo dijo, según lo citó el profeta hebreo Habacuc: “Pero en cuanto al justo, por su fidelidad seguirá viviendo.” (Hab. 2:2, 4) Se nos asegura que “el que ejerce fe en el Hijo [de Dios, Jesucristo] tiene vida eterna.” (Juan 3:36) Por eso, todas las personas que desean el favor divino y la vida eterna tienen que exhibir fe verdadera.

      3. ¿Qué es fe?

      3 Se ha citado la declaración de Tertuliano acerca de la resurrección de Jesucristo como ejemplo de la “forma más extremada” de fe. Pero, ¿qué es fe? Se ha definido como “el estado de la mente que trata determinada proposición como verdadera, independientemente de que esté demostrada completamente su veracidad.” (The Encyclopedia Americana, edición de 1956, tomo X, pág. 723) El apóstol Pablo, que llegó a ser cristiano después que se le apareció milagrosamente Jesucristo resucitado y glorificado (Hech. 9:1-19), dio esta definición de fe, la cual definición es inspirada divinamente: “Fe es la expectativa segura de cosas esperadas, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplan.” Por la fe de ellos “se dio testimonio de los hombres de tiempos antiguos” de que habían agradado a Jehová.—Heb. 11:1, 2.

      4. ¿Qué hizo que Abel tuviera una “expectativa segura” de que las palabras de Dios acerca de la ‘descendencia de la mujer’ se realizarían?

      4 La fe bíblica es una expectativa bien fundada, no una esperanza infundada. Abel, el segundo hijo de la primera pareja humana, Adán y Eva, exhibió fe. Abel comprendió que lo que Dios había dicho acerca de que vendría muerte como resultado de comer en desobediencia del fruto del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” estaba resultando cierto. (Gén. 2:16, 17) Él podía discernir en sí mismo los efectos mortíferos del pecado que había heredado. (Rom. 5:12) También observaba el cumplimiento del decreto de Dios que trajo afán laborioso a su padre desobediente, Adán. Además, en armonía con la sentencia de Jehová a Eva, ésta estaba sufriendo dolor aumentado durante la preñez. (Gén. 3:16-19) Estos hechos probaban la veracidad de Dios y le daban a Abel la convicción, la “expectativa segura,” de que otras cosas que Dios había dicho se cumplirían, como las palabras proféticas que Jehová le dirigió al Diablo, cuando Dios le habló a la serpiente que ese inicuo usó para producir el pecado humano: “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.”—Gén. 3:15.

      5. (a) ¿Cómo exhibió Abel su fe en la venida de la Descendencia de la “mujer” de Dios? (b) ¿De qué manera dio testimonio Dios respecto a los dones de Abel?

      5 Abel exhibió su fe en la venida de aquella Descendencia de la “mujer” de Dios ofreciéndole a Jehová un sacrificio animal que podía sustituir ilustrativamente por su propia vida. Su hermano mayor, Caín, sin fe, solo ofreció legumbres que no tenían sangre. Después de eso Caín derramó como asesino la sangre de su hermano, pero Abel murió sabiendo que había agradado a Jehová, “dando Dios testimonio respecto a sus dones” al aceptar el sacrificio que Abel había ofrecido con fe. (Heb. 11:4; Gén. 4:1-8) ¿Puede compararse la fe que usted tiene en el sacrificio de rescate de Jesucristo con la fe que se expresó en el sacrificio que ofreció Abel?

      6. Explique cómo la fe es “la demostración evidente de realidades aunque no se contemplan.”

      6 La fe también es “la demostración evidente de realidades aunque [estas realidades] no se contemplan.” Por ejemplo, la existencia de las cosas creadas —el Sol, la Luna, las estrellas y la Tierra misma— hacen manifiesto para los cristianos el hecho de que hay un Creador, que Éste es real, aunque no se le pueda ver con los ojos humanos porque es un Espíritu invisible. (Juan 4:24; Rom. 1:20-23) Por consiguiente, los cristianos tienen evidencia de que Dios existe, y por fe perciben “que los sistemas de cosas fueron puestos en orden por la palabra de Dios, de modo que lo que se contempla ha venido a ser de cosas que no aparecen.”—Heb. 11:3.

      FE CONSERVA VIVA EL ALMA

      7. ¿Qué es el alma, y qué puede sucederle?

      7 Antes de definir fe, Pablo había declarado respecto a los cristianos: “Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.” (Heb. 10:39) Pero, ¿qué es el alma que puede ser conservada viva por medio de tener fe? Usted mismo es un alma viviente. Las Escrituras declaran: “Procedió Jehová Dios a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.” (Gén. 2:7) No se dice aquí ni en ninguna otra parte de la Biblia que el hombre tenga un alma inmortal que pueda continuar existiendo después de la muerte del cuerpo. De hecho, Jehová declaró por medio de su profeta Ezequiel: “El alma que esté pecando... ella misma morirá.” (Eze. 18:4) Eso no excluye a ningún humano imperfecto, “porque no hay hombre que no peque,” y “si hacemos la declaración: ‘No tenemos pecado,’ a nosotros mismos nos estamos extraviando y la verdad no está en nosotros.”—1 Rey. 8:46; 1 Juan 1:8.

      8. ¿Qué expectativas en cuanto a vida hay para los siervos fieles de Jehová que ya han estado muertos por mucho tiempo y para los que exhiben fe hoy?

      8 Sin embargo, los siervos fieles de Jehová que ya han estado muertos por mucho tiempo en el polvo de la tierra viven desde el punto de vista de Dios. Él los resucitará de entre los muertos, usando a su Hijo Jesucristo para restaurarlos a la vida como almas vivientes. (Juan 5:28, 29) Abrahán, Isaac y Jacob están incluidos entre ellos. (Luc. 20:37, 38) Hoy por obras de fe una persona puede ser como ellos. Y puesto que los acontecimientos en cumplimiento de las profecías bíblicas muestran que vivimos en los “últimos días” de este sistema de cosas, ahora es posible exhibir fe que conserve viva eternamente su alma. (2 Tim. 3:1-5) Otros ejemplos pasados de fe en Dios le ayudarán a usted a cultivar la “fe que resulta en conservar viva el alma.”

      FE EN TIEMPOS PATRIARCALES

      9. ¿Cómo fue Enoc “transferido para que no viese la muerte”?

      9 Como Abel, Enoc, “el séptimo hombre en línea desde Adán,” manifestó fe en Jehová. Enoc profetizó acerca de la ejecución de juicio de Dios sobre los impíos. (Jud. 14, 15) ¡Cómo deben haber plagado sus palabras a los enemigos religiosos de Enoc! Sin duda hasta trataron de matarlo por proclamar el juicio de Jehová. Pero Dios “lo tomó” de modo que Enoc no sufriera los dolores de la muerte. (Gén. 5:24) Así Enoc fue “transferido para que no viese la muerte,” pero primero “tuvo el testimonio de que había agradado bien a Dios.” (Heb. 11:5) ¿Cómo? La palabra griega que se vierte “transferido” en Hebreos 11:5 significa “transferir,” “transportar” o “cambiar el lugar de” y sugiere lo que le sucedió a Pablo. Él fue transferido o arrebatado al “tercer cielo” milagrosamente, recibiendo una visión del paraíso espiritual futuro de la congregación cristiana. (2 Cor. 12:1-4) Enoc, que no sabía nada acerca de un paraíso espiritual, evidentemente estuvo en una condición comparable de arrobamiento, teniendo una visión del paraíso terrestre venidero, cuando Dios lo puso a dormir en la muerte, a salvo de manos enemigas. A usted no se le ha concedido divinamente una visión del paraíso restaurado en la Tierra. Pero, si usted es cristiano, ¿cree usted que existirá? Debe creerlo.—2 Ped. 3:13; Heb. 11:6.

      10. Al ejercer fe, ¿qué hizo Noé en lo que tocaba al mundo de su tiempo?

      10 Con fe, Noé “mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa.” Al ejercer tal fe, al ejecutar obras justas y obedientes, Noé condenó al mundo incrédulo por las obras inicuas de éste y demostró que merecía destrucción. (Heb. 11:7; Gén. 6:13-22) Pero, ¿exhibe usted personalmente fe como la de Noé? Hoy, como en el día de Noé antes del diluvio global, las masas de la humanidad comen, beben, se casan y se ocupan en las actividades normales de la vida sin prestar atención a los propósitos divinos. No hacen caso del hecho de que la prometida segunda presencia del Hijo del hombre, Jesucristo, es una realidad. Pero usted no tiene que ser como ellos. En cambio, sea vigilante espiritualmente, exhibiendo fe. ¡Su vida depende de ello!—Mat. 24:36-42.

      11, 12. Aunque la adquisición de la Tierra Prometida era una expectativa grandiosa, ¿qué cosa mayor esperaba Abrahán?

      11 Abrahán (Abrán) también tuvo gran fe. Su ciudad natal, Ur de los Caldeos, tenía mucho que ofrecer materialmente. Pero Abrahán salió de Ur y se puso a morar en tiendas en la tierra de Canaán. Hizo esto porque tenía fe en Jehová. Abrahán prestó atención al mandato de Dios y creyó en Su promesa de hacerlo una gran nación que significara bendición a la humanidad. Jehová también prometió darle a la descendencia o posteridad de Abrahán una tierra. El hijo de Abrahán Isaac y su nieto Jacob fueron “herederos con él de la mismísima promesa.”—Heb. 11:9; Gén. 12:1-9; 15:18-21.

      12 La adquisición de aquella Tierra Prometida era una expectativa grandiosa. Pero en fe Abrahán esperaba con placer algo aun mayor. “Esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y creador es Dios.” Este patriarca fiel, guardador de fe, esperaba un gobierno celestial, bajo el cual viviría en el futuro. Abrahán, Isaac y Jacob no abandonaron con muestra de falta de fe su relación con Jehová y regresaron a Ur, lo cual habría resultado en la destrucción de sus almas. De modo que Jehová “no se avergüenza de ellos, de ser invocado como Dios de ellos.” Mantuvieron fe en Dios hasta la muerte, y dentro de poco serán resucitados a la vida aquí en la Tierra, parte del dominio de esa “ciudad” o gobierno celestial, el reino mesiánico de Dios. (Heb. 11:10, 13-16, 20, 21) Dios no le está mandando a usted que emprenda exactamente la clase de vida nómada que llevaron Abrahán, Isaac y Jacob. No obstante, ¿es la fe de usted lo suficientemente fuerte como para impelerlo a dejar atrás las comodidades materiales si una asignación en el ministerio cristiano requiriera eso? ¿Es la fe de usted de tal calidad que la posible pérdida de cosas materiales a manos de perseguidores violentos no le haría abandonar a Jehová?

      13. Debido a su fe, ¿qué sucedió en el caso de Sara?

      13 Noé, Abrahán, Isaac, Jacob y otros hombres fieles de tiempos antiguos tuvieron esposas que también mantuvieron fe en Jehová. Considere a la esposa de Abrahán, Sara, por ejemplo. Aunque fue estéril hasta que llegó a tener unos noventa años de edad y “había pasado más allá del límite de la edad,” habiéndole cesado su ciclo menstrual, por fe “recibió poder para concebir descendencia, . . . puesto que estimó fiel [a Dios] que había prometido.” De Abrahán, él mismo “como si estuviese muerto” en lo que tocaba a la función reproductora, resultó prole. Ella dio a luz un hijo, Isaac, y por medio de él con el tiempo se produjeron hijos “como las estrellas del cielo en multitud y como las arenas que están a la orilla del mar, innumerables.”—Heb. 11:11, 12; Gén. 17:15-17; 18:11; 21:1-7.

      14. ¿Qué hizo posible que Abrahán casi ofreciera a Isaac?

      14 Abrahán fue probado de modo que “ofreció, por decirlo así, a Isaac,” su “hijo unigénito,” es decir, el único hijo que tuvo por Sara. (Heb. 11:17, 18) ¿Qué hizo posible que Abrahán hiciera esto? La fe en Jehová. Es interesante que aunque no se menciona la resurrección de los muertos en el relato de Génesis, Abrahán tenía conocimiento de ella y fe en que Jehová podía resucitar a Isaac, pues el apóstol Pablo declara: “Pero estimó que Dios podía levantarlo aun de entre los muertos; y de allí lo recibió también a manera de ilustración.” (Heb. 11:19) En solo un momento el cuchillo de degüello que Abrahán tenía en la mano hubiera terminado con la vida de Isaac, pero la voz de un ángel impidió esto, de modo que, de hecho, Abrahán recibió a su hijo de la muerte.—Gén. 22:1-19.

      15. ¿En qué expresó fe José estando ya para morir?

      15 Muchos años después, en Egipto, José, hijo de Jacob, dijo a sus hermanos: “Me estoy muriendo; pero Dios sin falta dirigirá su atención a ustedes, y ciertamente los hará subir de esta tierra a la tierra acerca de la cual les juró a Abrahán, a Isaac y a Jacob.” (Gén. 50:24-26) José tenía fe en que habría un éxodo de los israelitas de Egipto, de modo que lo mencionó cuando se acercaba su fin. (Heb. 11:22) Tuvo una fe indisputable en Jehová hasta la muerte. ¿Tiene usted fe comparable en Dios?

      FE EN JEHOVÁ COMO LIBERTADOR

      16, 17. (a) Por fe, ¿qué decisión tomó Moisés? (b) ¿Hacia el pago de qué galardón miraba atentamente?

      16 Moisés fue el hombre que Jehová usó en 1513 a. de la E.C., cuando liberó a Israel de la esclavitud egipcia. (Éxo. 3:1-10; 12:37, 38) Obrando con fe, los padres de Moisés lo habían ocultado durante tres meses después de su nacimiento, finalmente poniéndolo a flote en el río Nilo en un arca de papiro. Esto resultó en que la hija de Faraón lo descubriera, y ésta “lo crió como hijo suyo,” de modo que “fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios.” También llegó a ser “poderoso en sus palabras y hechos.” (Éxo. 2:1-10; Hech. 7:21, 22; Heb. 11:23) Pero la educación egipcia y el materialismo de las cámaras reales no convirtieron a Moisés en un adorador de los muchos dioses falsos de Egipto. ¡De ninguna manera! “Por fe Moisés, ya crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios [los israelitas] más bien que disfrutar temporalmente del pecado.” ¿Por qué? “Porque estimó el vituperio del Cristo [el privilegio de ser el ungido de Dios] como riqueza más grande que los tesoros de Egipto.” (Heb. 11:24-26) Como miembro de la casa real, Moisés pudo haber buscado fama en Egipto. Pero si hubiera hecho esto, probablemente hubiera sido olvidado, como las veintenas de faraones egipcios cuyo título principal a notoriedad quizás sea su tumba adornada, una simple curiosidad recobrada del polvo de la tierra por la pala del arqueólogo. Diferente de ellos, se recuerda a Moisés como hombre de fe a quien Dios le dio un maravilloso privilegio.

      17 Moisés ejerció fe y “miraba atentamente hacia el pago del galardón,” la vida humana eterna por medio de la resurrección en la Tierra en el nuevo orden de Dios. (Heb. 11:26) Con fe, Moisés salió de Egipto y regresó años después, celebrando allí la primera pascua con sus compañeros israelitas y luego partiendo junto con ellos de Egipto. “Por fe pasaron por el mar Rojo como en tierra seca, pero los egipcios al aventurarse sobre ella fueron tragados.” Después de la muerte de Moisés, la fe produjo a Israel victoria tras victoria en Canaán, incluso la conquista de Jericó, donde Rahab la ramera no pereció porque había recibido a los espías israelitas de manera pacífica. (Heb. 11:27-31) ¿Tiene usted fe permanente en Jehová y en el poder que él tiene para efectuar liberación?

      OTROS EJEMPLOS DE FE

      18. Debido a su fe, ¿a hacer qué capacitó Jehová a Gedeón y Barac?

      18 Pablo reconoció que le faltaría tiempo si considerara otros ejemplos de fe (Heb. 11:32), como el de Gedeón, quien, por el poder de Jehová y con un grupo de solo trescientos hombres, hizo huir a los madianitas opresores y aplastó su poder militar. (Jueces, capítulo 7) Y, ¿qué hay de Barac, que fue animado por la profetisa Débora? Con fe, se enfrentó a la fuerza militar muy superior de Sísara, y Jehová le dio la victoria a Barac, celebrada en el cántico conmovedor de Débora y Barac.—Jueces, capítulos 4, 5.

      19. ¿Cuál fue el último acto de fe de Sansón?

      19 Hubo, también, Sansón, poderoso enemigo de los filisteos. Aunque finalmente llegó a ser el cautivo de ellos a quien cegaron, causó la destrucción a muchos de ellos al tiempo de su propia muerte, derribando las columnas de la casa donde se habían reunido para hacer sacrificios al dios falso Dagón. Pero Sansón no fue un suicida cualquiera, no fue un individuo encogido de temor, dado a lo mórbido. No causó el desplome de la casa en desesperación, deseando así ponerle fin a una vida desdichada y pensando que había sido un completo fracaso. No. Exigió fe de parte de él pedirle a Dios suficiente fuerza para tomar venganza sobre los filisteos congregados, enemigos de Jehová y Su pueblo.—Jue. 16:18-30.

      20, 21. (a) ¿Cómo exhibieron fe Jefté y su hija? (b) Cite otros ejemplos precristianos de fe.

      20 Jefté, a quien Jehová le concedió la victoria sobre los amonitas opresores, también exhibió gran fe. Por ejemplo, lo hizo cuando cumplió el voto que había hecho a Dios, dedicando su hija al servicio de Jehová como virgen perpetua. (Jue. 11:29-40) ¿Es usted fuerte en fe como Barac, Débora, Sansón y otros testigos precristianos de Jehová? Y, como Jefté y su hija, ¿está usted cumpliendo fielmente su voto de servir a Dios?—Sal. 50:14; Ecl. 5:4, 5.

      21 David, con fe en Jehová, venció al gigante filisteo Goliat y llegó a ser un valiente rey-guerrero que combatió en los intereses del pueblo de Jehová. Debido a su fe, fue un hombre agradable al corazón de Dios. (1 Sam. 17:4, 45-51; Hech. 13:22) Samuel sirvió a Jehová desde la niñez, nunca abandonando su fe en Dios. (1 Sam. 1:19-28; 7:15-17) Por supuesto, hubo otros profetas que exhibieron gran fe en Jehová. Refiriéndose a diversos hechos de fe, Pablo habló de los “que por fe derrotaron reinos en conflicto, efectuaron justicia, obtuvieron promesas, taparon las bocas de leones, detuvieron la fuerza del fuego, escaparon del filo de la espada, de un estado débil fueron hechos poderosos, se hicieron valientes en guerra, pusieron en fuga a los ejércitos de extranjeros.”—Heb. 11:33, 34.

      22. (a) Puesto que algunos testigos precristianos de Jehová tenían como mira alcanzar una “resurrección mejor,” ¿por qué será una “resurrección mejor”? (b) Pero, ¿de qué manera es que no son “hechos perfectos” aparte de los cristianos ungidos?

      22 Los fieles profetas Elías y Eliseo recibieron poder de Jehová para restaurar la vida a los hijos muertos de dos mujeres (1 Rey. 17:17-24; 2 Rey. 4:17-37), y Pablo habló de mujeres que recibieron a sus muertos por resurrección. “Pero,” siguió diciendo él, “otros fueron atormentados porque rehusaron aceptar la liberación por algún rescate, con el fin de alcanzar una resurrección mejor.” (Heb. 11:35) Es una “resurrección mejor” que aquellas efectuadas por Dios por medio de Elías y Eliseo. ¿Por qué? Porque los individuos revivificados tuvieron que morir una vez más, mientras que los testigos precristianos fieles de Jehová serán resucitados en la Tierra en el nuevo orden prometido de Dios y nunca tendrán que morir de nuevo. En cuanto a estos testigos, mostró Pablo subsecuentemente, “aunque se dio testimonio de ellos por su fe, no obtuvieron el cumplimiento de la promesa, puesto que Dios previó algo mejor para nosotros [los seguidores ungidos de Cristo], para que ellos no fueran hechos perfectos aparte de nosotros.” (Heb. 11:39, 40) La resurrección de los cristianos ungidos, los cuales ascienden a 144.000, es a la vida como espíritus en el cielo y comenzó a suceder en 1918 E.C., después del establecimiento del Reino celestial en 1914. (Rev. 12:1-5; 14:1, 4; 20:4-6; 1 Cor. 15:50-55) Los cristianos de esta clase son “hechos perfectos” en los cielos antes de la resurrección terrestre de los testigos precristianos fieles de Jehová.

      23. ¿Cuáles son algunos de los otros ejemplos de fe que da Pablo?

      23 Recordando otros ejemplos de fe que estos testigos habían suministrado, Pablo escribió: “Sí, otros recibieron su prueba por mofas y azotes, en verdad, más que eso, por cadenas y prisiones. Fueron apedreados, fueron probados, fueron aserrados en pedazos [Isaías, según tradición judía incierta, sufrió esa muerte por orden del rey Manasés], murieron asesinados a espada, anduvieron de acá para allá en pieles de oveja, en pieles de cabra, hallándose en necesidad, en tribulación, bajo maltratamiento; . . . Anduvieron vagando por los desiertos áridos y las montañas y en las cavernas y cuevas de la tierra.” Reflexionando en sus muchos actos de fe, sin duda usted concordará con Pablo, que dijo: “Y el mundo no era digno de ellos.”—Heb. 11:36-38.

      24, 25. (a) ¿Exhibieron fe los cristianos primitivos? (b) ¿Existe todavía fe comparable en Jehová?

      24 Es fortalecedor de la fe considerar la fidelidad de esta ‘nube grande’ de testigos precristianos de Jehová. (Heb. 12:1) Pero los cristianos primitivos exhibieron fe semejante, como se muestra en las Escrituras Griegas Cristianas. También con respecto a los cristianos primitivos, se ha declarado: “A veces fueron atormentados y arrojados a fieras hambrientas en la arena para divertir al populacho. Pero la persecución solo servía para fortalecer su fe y traer muchos conversos a su causa.”—From the Old World to the New, por Eugene A. Colligan y Maxwell F. Littwin, 1932, páginas 90, 91.

      25 Pero todavía existe fe de esa clase en Jehová Dios. Los testigos de Jehová la exhiben intrépidamente. (Mat. 10:28) Tocante a mujeres Testigos en el campo de concentración nazi de Ravensbrück, la Srta. Genevieve de Gaulle, sobrina de Charles de Gaulle de Francia, declaró: “Todas ellas mostraron gran valor y su actitud atrajo con el tiempo aun el respeto de los S.S. Pudieron haber sido puestas en libertad inmediatamente si hubieran renunciado a su fe. Pero, al contrario, no cesaron de resistir, hasta teniendo éxito en introducir libros y tratados en el campo, los cuales escritos causaron que varias entre ellas fueran ahorcadas.” Eugen Kogan escribió en su libro The Theory and Practice of Hell: “No puede uno menos que formarse la impresión de que, hablando psicológicamente, los SS nunca fueron quienes pudieran hacer frente con éxito al desafío que les presentaban los testigos de Jehová.” (Página 43) Y el profesor Ebenstein de la Universidad de Princeton declaró: “Los sufrimientos de los Testigos de Jehová en los campos fueron aun peores que los que padecieron los judíos, pacifistas o comunistas. Prescindiendo de cuán pequeña es la secta, cada miembro parece ser una fortaleza que puede ser destruida pero jamás tomada.”—The Nazi State.

      26. ¿En qué resultará la fe cristiana?

      26 Si usted tiene y mantiene fe semejante en Dios, esto le traerá vida eterna. El apóstol Pedro escribió acerca de los cristianos que reciben “el fin de su fe, la salvación de sus almas.” (1 Ped. 1:9) Pero quizás usted pregunte: “¿Qué puedo hacer para tener una fe saludable, sustentadora?” Esté seguro de que, con la ayuda de Jehová, mucho puede efectuarse.

  • Permanezca ‘saludable en fe’
    La Atalaya 1970 | 15 de octubre
    • Permanezca ‘saludable en fe’

      “Que los hombres ancianos sean... saludables en fe.”—Tito 2:2.

      1. ¿A qué puede asemejarse la fe? Pero, ¿cuánta fe necesita un siervo de Dios?

      LA FE, debido a su relación vital con la condición espiritual de uno, pudiera asemejarse en cierto sentido a un microelemento, un mineral esencial para la vida. Los humanos, los animales y las plantas necesitan cantidades pequeñas de minerales como cobalto, cobre y cinc para mantener funciones normales y permanecer en buena salud. Por ejemplo, el cobalto se necesita para proteger al individuo de la anemia perniciosa. Diariamente, solo la quincemillonésima parte de una onza de vitamina B⁠12, con su contenido de cobalto, significa la diferencia entre salud y enfermedad en lo que toca a esta enfermedad de la sangre. Menos de esa cantidad no es suficiente. De manera semejante, la fe (así como la virtud, el conocimiento, el gobierno de uno mismo, el aguante, la devoción piadosa, el cariño fraternal y el amor) es esencial para la salud y la vida espirituales del cristiano. (2 Ped. 1:5-7) Por supuesto, el solo tener alguna fe no basta. El cristiano necesita más que una cantidad pequeña de fe. Es verdad, el tener en demasía cierto microelemento puede producir enfermedad en el hombre y en los animales. Pero uno nunca puede tener demasiada fe en Dios. El desarrollo y posesión de fe grande, fe fuerte y saludable en Jehová es vitalmente importante para el siervo de Dios.

      2, 3. ¿Cómo puede permanecer ‘saludable en fe’ el cristiano?

      2 El apóstol cristiano Pablo le escribió esto a Tito: “Tú, sin embargo, sigue hablando las cosas que son apropiadas para enseñanza sana. Que los hombres ancianos sean moderados en los hábitos, serios, de juicio sano, saludables en fe, en amor, en perseverancia.” (Tito 2:1, 2) El permanecer “saludables en fe” es importante no solo para los hombres cristianos ancianos sino para todos los cristianos, porque “sin fe es imposible agradarle [a Dios] bien, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente.”—Heb. 11:6.

      3 Pero, ¿cómo puede el cristiano permanecer ‘saludable en fe’? Los factores que se necesitan incluyen: (1) Estudiar con regularidad la Palabra de Dios; (2) persistencia en la oración a Jehová; (3) asistencia habitual a las reuniones cristianas; (4) desempeño continuo de obras piadosas que manifiestan su fe.

      SU FE Y LA PALABRA DE DIOS

      4. En gran parte, ¿de qué manera se desarrolla y se mantiene la fe del cristiano?

      4 Los microelementos esenciales para la salud y la vida continuas de una persona por lo general se suministran en cantidades suficientes por medio de una dieta equilibrada de alimento físico. Comparablemente, la fe es un elemento vital en el caso del cristiano que se desarrolla y mantiene en gran parte por medio de una dieta equilibrada de alimento espiritual. A los griegos de Listra, Pablo y Bernabé describieron al Dios vivo como Aquel que ‘les da lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando sus corazones por completo de alimento y de alegría.’ (Hech. 14:14-17) Pero Jehová también es el Proveedor de sustento espiritual, como declaró Jesucristo correctamente: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová.’”—Mat. 4:4; Deu. 8:3.

      5, 6. (a) ¿Qué relación tuvo la Palabra de Dios con la fe de Josué? (b) ¿Cómo puede usted aumentar su fe?

      5 Jehová dio a los israelitas bajo la dirección de Josué muchas victorias en la tierra de Canaán. (Jos. 12:7-24) Pero Josué no era un líder militar que simplemente citara la Escritura Sagrada para causar efecto en algunas ocasiones públicas. Era estudiante de la Palabra de Dios y esto le ayudó a ser un hombre de inclinación espiritual, un hombre de fe en Jehová. Tomó a pechos el consejo dado por Dios: “Solo sé animoso y muy fuerte para cuidar de hacer conforme a toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvías de ella a la derecha ni a la izquierda, para que actúes sabiamente adondequiera que vayas. Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en tono bajo, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente.”—Jos. 1:7, 8.

      6 La consideración de requisitos e instrucciones divinos “día y noche” era imprescindible en el caso de Josué. Por consiguiente, ¿no debería usted arreglar sus asuntos para leer y estudiar la Palabra de Dios con regularidad? Ciertamente que debería hacerlo. Si usted hace esto y aplica las Escrituras en su vida, estará aumentando su fe. Entonces usted, también, ‘actuará sabiamente adondequiera que vaya.’ Además, su salud y vida espirituales dependen del estudio y la aplicación de las Escrituras. Aptamente, Pablo exhortó de este modo a Timoteo: “Sigue reteniendo el modelo de sanas palabras que oíste de mí con la fe y amor que están relacionados con Cristo Jesús.”—2 Tim. 1:13.

      SU FE Y ORACIÓN

      7. ¿Qué hacía David cuando lo acosaban los perseguidores, y por qué lo hacía?

      7 David fue un hombre de fe, pero no trató de subsistir por sí mismo. Con regularidad se dirigía en oración a Jehová. Cuando lo perseguían, David no procuraba frustrar a sus enemigos por simple ingeniosidad ni trataba de enfrentarse a ellos solo con una exhibición de poderío humano. En cambio, acudía a Jehová por ayuda. Por ejemplo, en un salmo, se expresó de esta manera: “Clamé a ti, oh Jehová, por socorro. Dije: ‘Tú eres mi refugio, la parte que me corresponde en la tierra de los vivientes.’ De veras presta atención a mi clamor rogativo, porque he quedado muy empobrecido. Líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo. Saca mi alma, sí, del calabozo mismo para elogiar tu nombre.” (Sal. 142:5-7) David oró por la ayuda de Jehová, buscando liberación, no por razones egoístas, sino para poder elogiar el nombre de Dios. Jehová oye esas oraciones de personas dedicadas a él. ¡Cuán necesario es, entonces, que los siervos del día moderno de Dios “persistan en la oración”!—Rom. 12:12.

      8. (a) ¿Es la fe un tema adecuado para la oración del cristiano? (b) ¿Qué puede hacer uno, aunque literalmente no pueda tenderles la mano a sus compañeros de creencia perseguidos y ayudarlos?

      8 La fe es un tema adecuado para la oración del cristiano. Es un fruto del espíritu de Dios, y los cristianos pueden pedir apropiadamente a Jehová su espíritu que se manifiesta en fe. (Luc. 11:13; Gál. 5:22) Los apóstoles le dijeron al Señor Jesucristo: “Danos más fe.” (Luc. 17:5) Reconocieron que necesitaban mayor fe. La petición que ellos hicieron bien puede incluirse, fundamentalmente, en las oraciones fervorosas de los cristianos hoy día. También pueden orar adecuadamente que sus compañeros que sirven a Jehová mantengan fe saludable y duradera. Es posible que compañeros de creencia de ellos que sirvan en un lugar lejano estén sufriendo persecución intensa, probados severamente en la fe. Uno no puede literalmente tenderles la mano y ayudarlos. Pero puede ayudarlos orando que la fe de ellos no desfallezca. Jesús lo hizo a favor de Simón Pedro, como se revela en sus palabras: “Simón, Simón, ¡mira! Satanás ha demandado tener a ustedes para zarandearlos como a trigo. Mas yo he hecho ruego a favor de ti para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez que hayas vuelto, fortalece a tus hermanos.”—Luc. 22:31, 32.

      9. Además de orar por los compañeros adoradores de Dios, ¿qué puede hacer uno para ayudarlos a permanecer fuertes en la fe?

      9 Las palabras de Jesucristo, que se acaban de citar, sugieren que, además de orar por que los compañeros creyentes tengan fe duradera, uno debe darles estímulo, si es posible, tratando así de fortalecerlos espiritualmente. Pablo anhelaba asociarse con sus hermanos y hermanas cristianos en Roma, diciéndoles: “Anhelo verlos, para impartirles algún don espiritual a fin de que sean hechos firmes; o, más bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.” (Rom. 1:11, 12) Por consiguiente, cada cristiano puede orar por que sus compañeros en la adoración de Dios sean fortalecidos por Jehová para permanecer fuertes en la fe. Además, puede edificarlos espiritualmente por medio de conversación que manifieste su propia fe. La presencia en las reuniones cristianas suministra una oportunidad espléndida para asociarse con compañeros creyentes y animarlos.

      SU FE Y LAS REUNIONES CRISTIANAS

      10. ¿Qué relación hay entre la fe y las reuniones cristianas?

      10 La alimentación apropiada es vitalmente importante para el cuerpo humano. Entre otras cosas, al comer con regularidad alimento bueno, una persona asimila los microelementos que pueden significar la diferencia entre padecer enfermedad y gozar de salud. De manera semejante, por medio de asistir con regularidad a las reuniones cristianas y otros banquetes espirituales que Dios provee, y participar en ellos, el individuo acrecienta su fe. Así agrada a Dios y tendrá este elemento necesario de la fe cuando afronte pruebas de su integridad a Jehová.

      11. ¿Es preciso que los cristianos tengan fe firme?

      11 Pablo demostró que Jesucristo, por su muerte en fidelidad, abrió el camino a la vida celestial para sus seguidores ungidos. Sin embargo, para conseguirla, tienen que ‘acercarse con corazón sincero en la plena seguridad de fe’ y se les exhorta a ‘tener firmemente asida la declaración pública de su esperanza sin titubear,’ “porque fiel es el que prometió.” (Heb. 10:19-23) Los cristianos saben que las cosas que Dios asegura en su Palabra son certezas. Ellos no son como los individuos inconstantes, indecisos, que no reciben cosa alguna de Jehová. (Sant. 1:5-8) Recuerdan que Abrahán “no titubeó con falta de fe,” sino que estuvo “plenamente convencido de que lo que [Dios] había prometido también lo podía hacer” en relación con hacer al anciano patriarca el “padre de muchas naciones.”—Rom. 4:16-22.

      12, 13. (a) ¿Por qué hay gran necesidad de que los cristianos se reúnan con regularidad? (b) Cuando se reunían los cristianos primitivos, ¿qué efecto tenía esto en su fe? (c) El estar atento en las reuniones de los siervos de Dios, ¿qué otro buen efecto tiene?

      12 En las reuniones cristianas es posible hacer expresión verbal, declaración pública, de la fe de uno y también ayudar a otros. Hoy, cuando los puntos de vista impíos cunden, hay gran necesidad de que los cristianos se reúnan con regularidad para ayudarse los unos a los otros e impedir que apostaten de la fe. Aptamente, Pablo escribió: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, no abandonando el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.” (Heb. 10:24, 25) Cuando los cristianos primitivos se reunían, edificaban su fe, como declara Tertuliano: “Nos reunimos para leer los libros de Dios . . . con esas palabras santas alimentamos nuestra fe, vigorizamos nuestra esperanza, confirmamos nuestra confianza.”—Apology, XXXIX, 3.

      13 Los israelitas tenían tres fiestas nacionales espiritualmente edificantes cada año. (Éxo. 23:14-17; Deu. 16:16) Una de éstas era la fiesta de las cabañas, en la cual, cada siete años (en el año sabático), los adultos y los niños por igual se reunían para escuchar la lectura de la ley de Dios. (Deu. 31:10-13) Esdras el sacerdote y sus auxiliares leyeron y explicaron la ley de Jehová en aquel tiempo del año (durante el séptimo mes judío) en una ocasión que se menciona especialmente, haciéndolo delante de los hombres, las mujeres y “de todos los de inteligencia suficiente para escuchar.” El resultado fue que la gente atenta, que recientemente había vuelto del destierro en Babilonia, se regocijó grandemente porque entendió. En aquella ocasión la fiesta de las cabañas que celebraron fue sumamente gozosa. (Nehemías, capítulo 8) De modo semejante hoy, los siervos de Jehová que están atentos en las reuniones y asambleas cristianas reciben en estas reuniones mucha instrucción espiritual que los regocija, especialmente a medida que la aplican en su vida.

      14. Mencione maneras en las cuales las reuniones cristianas ayudan a uno a permanecer ‘saludable en fe.’

      14 Las reuniones cristianas edifican fe en Jehová y ayudan a uno a permanecer ‘saludable en fe.’ Proporcionan estímulo y fortalecen espiritualmente a la persona. En la antigua Antioquía de Siria, Judas y Silas “animaron a los hermanos con muchos discursos y los fortalecieron.” (Hech. 15:30-32) ‘Fe sin hipocresía’ se engendra en las reuniones cristianas, tal como la presencia en estas reuniones debe haber ayudado a Timoteo, a su madre Eunice y a su abuela Loida a adquirir fe de esa clase. (2 Tim. 1:5) En gran parte en las reuniones cristianas se suministra instrucción que capacita a la persona a hacerse ‘saludable en fe’ y permanecer así, porque en estas reuniones el superintendente cristiano, por ejemplo, “sigue hablando las cosas que son apropiadas para enseñanza sana.”—Tito 2:1; 1:5, 9.

      15. ¿Qué puede suceder si una persona en un tiempo iluminada con conocimiento exacto de la verdad abandona deliberadamente las reuniones cristianas?

      15 Aunque el asistir con regularidad a las reuniones cristianas le ayudará a permanecer ‘saludable en fe,’ el estar ausente persistente, deliberada e innecesariamente de estas reuniones debilita la fe y puede ser un paso en dirección a la pérdida de la fe y hasta en dirección a pecado voluntarioso, pecado imperdonable contra el espíritu santo. (Mat. 12:31, 32) Personas que en un tiempo han sido iluminadas con conocimiento exacto de la verdad de Dios pero que pecan voluntariosamente, repudian al Hijo de Dios, lo pisotean. Pablo dijo, después de instar a los cristianos a no abandonar el reunirse: “Porque si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectativa de juicio y hay celo ardiente que va a consumir a los que se oponen.” El apóstol también declaró: “Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres ¿De cuánto más severo castigo piensan ustedes que será considerado digno el que ha pisoteado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu de bondad inmerecida?” (Heb. 10:26-29; Deu. 19:15) Por eso, no corra el riesgo de perder su fe y repudiar al Hijo de Dios, lo cual resulta en destrucción eterna. Con aprecio, asista con regularidad a las reuniones cristianas, reconociendo la importancia que tienen en mantenerlo a usted ‘saludable en fe.’

      SU FE Y OBRAS

      16. ¿Qué relación hay entre la fe y las obras? Ilustre esto.

      16 La fe, como los músculos del cuerpo humano, tiene que ser alimentada y también ejercitada, si ha de evitarse la atrofia espiritual. Santiago notablemente recalcó la necesidad de exhibir fe por medio de obras piadosas. Escribió: “En verdad, como el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Sant. 2:26) Estas no son obras de la Ley dada por Jehová a los israelitas, sino que son actividades que muestran que una persona posee fe. (Gál. 2:15, 16) Abrahán ciertamente probó que tenía fe al estar dispuesto a ofrecer a su hijo Isaac como sacrificio. La fe de Abrahán “obró junto con sus obras y . . . por sus obras su fe fue perfeccionada.” Por cifrar su fe en Jehová, Dios le atribuyó justicia a Abrahán, llegando el patriarca a ser llamado “amigo de Jehová.” Rahab, que ocultó a los espías israelitas, también tuvo así obras que respaldaran su fe y fue declarada justa por esas obras.—Sant. 2:18-25; Josué, capítulo 2.

      17. ¿Por cuáles obras puede usted demostrar que está ‘saludable en fe’?

      17 Pero, ¿por cuáles obras puede usted demostrar que está ‘saludable en fe’? Hay muchas obras. Por ejemplo, usted exhibe fe saludable cuando acepta las decisiones de Jehová en los asuntos gobernados por sus leyes y principios: Cuando obra de acuerdo con las palabras de Isaías 2:4 acerca de batir las espadas en rejas de arado; cuando se abstiene de comer sangre o aceptar una transfusión de sangre (Hech. 15:28, 29); cuando se adhiere a requisitos divinos que tienen que ver con la moralidad sexual y moralidad en otros aspectos (1 Cor. 6:18; Sal. 15:1-5; Heb. 13:18); cuando mantiene neutralidad cristiana en lo que toca a asuntos mundanos (Juan 17:16)... en realidad cuando usted acepta y se adhiere voluntariamente a lo que Jehová le dice que haga en su Palabra inspirada. (Sal. 119:105) También muestra que está ‘saludable en fe’ cuando asiste a las reuniones cristianas y participa en ellas. (Sal. 26:12) Y ciertamente demuestra tener fe saludable cuando declara con regularidad de casa en casa, y de otras maneras, las buenas nuevas del reino celestial de Dios ya establecido.—Mat. 24:14; 28:19, 20.

      18. ¿Es posible aumentar en fe?

      18 ¿Está respaldada su creencia en Dios por obras de fe como ésas? ¿Puede usted ver posibilidades de desarrollar más su fe? ¿Podría ser una fe más sana? Si es así, no se desespere. Es verdad que el tiempo que le queda a este inicuo sistema de cosas es muy poco (1 Cor. 7:29-31), pero todavía hay un período limitado durante el cual aumentar en fe antes de que acontezca la destrucción de este sistema de cosas. Su fe aumentará mientras más la cultive y la ejerza.—2 Tes. 1:3.

      19. La fe verdadera en Jehová llevará a uno a evitar ¿qué obras?

      19 Tal como hay obras apropiadas que demuestran su fe, hay obras inicuas que la fe verdadera en Jehová le llevará a evitar. Estos son tiempos apremiantes. Este ciertamente no es el día para envolverse en obras incorrectas, inicuas. Hace diecinueve siglos, Pablo dijo que era hora de despertar del sueño, “porque ahora está más cerca nuestra salvación que al tiempo en que nos hicimos creyentes.” Luego continuó: “La noche está muy avanzada; el día se ha acercado. Por lo tanto, quitémonos las obras que pertenecen a la oscuridad y vistámonos las armas de la luz. Como de día andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada, no en contienda y celos. Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no estén haciendo planes con anticipación para los deseos de la carne.” (Rom. 13:11-14) Quédese muy alejado de las obras de la carne caída y cultive el fruto del espíritu de Dios, permaneciendo así ‘saludable en fe.’—Gál. 5:19-26.

      ¿ESTÁ RETRAYÉNDOSE CON FALTA DE FE?

      20. ¿Qué se requiere para que uno mantenga su posición como cristiano?

      20 Uno tiene que ejercer vigilancia constante para mantener su posición como testigo cristiano de Jehová. El cristiano no puede permitir un retraerse con falta de fe de su parte a grado alguno, porque con el tiempo esto podría resultar en pecado voluntarioso y en sus consecuencias deplorables. Pablo advirtió apropiadamente: “Porque conocemos al que dijo: ‘Mía es la venganza; yo recompensaré’; y otra vez: ‘Jehová juzgará a su pueblo.’ Es cosa horrenda caer en las manos del Dios vivo.”—Heb. 10:30, 31.

      21, 22. (a) ¿Qué experiencias duras pueden esperar tener los seguidores de Jesucristo? (b) Los cristianos jamás deben permitir que la persecución los lleve a hacer ¿qué, y por qué?

      21 Para permanecer ‘saludable en fe’ le hará bien recordar su primer amor a la verdad de Dios. ¡Cómo apreció usted el verse ahora libre de los puntos de vista religiosos falsos y otros puntos de vista incorrectos! (Juan 8:32) Jamás olvide ese primer amor. Por supuesto, usted puede esperar oposición, hasta persecución violenta, pues Jesucristo dijo que sus seguidores sufrirían esas cosas. (Mat. 10:34-36; Juan 15:18-20) Pero no permita que estas experiencias destruyan el amor que le tiene a la verdad de Dios y su fe en Jehová. Recuerde lo que usted ya ha aguantado como cristiano, reconociendo también que la tribulación que se padezca ahora es temporal. Cuando ésta pase, usted reflexionará y verá que el aguante le ha traído la aprobación de Dios, con la cual usted se regocijará.—Heb. 10:32-34.

      22 Nunca deseche su franqueza de expresión cristiana acerca de las buenas nuevas del reino de Dios por causa de la persecución, porque esa franqueza de expresión “tiene un gran galardón que se le ha de pagar.” Pablo también dijo: “Porque ustedes tienen necesidad de perseverancia, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban el cumplimiento de la promesa. Porque aún ‘un poquito de tiempo,’ y ‘el que viene llegará y no tardará.’” (Heb. 10:35-37) ¡Desde el establecimiento del reino celestial de Dios en 1914 E.C. la segunda presencia de Jesucristo ha sido una realidad! También, pronto multitudes de personas que han exhibido fe duradera en Dios disfrutarán de vida en el nuevo orden de Jehová tal como se promete en la Biblia.—Juan 17:3.

      23, 24. (a) ¿Por qué evitar hasta el más leve retraimiento por falta de fe? (b) ¿Cuál es la actitud de Jehová para con la persona justa, y para con la que se retrae?

      23 Por eso, evite hasta el más leve retraimiento por falta de fe... ese casi imperceptible retraerse inicial de privilegios y responsabilidades cristianos. Es especialmente peligroso porque es muy sutil. Puede comenzar, por ejemplo, con esa ausencia innecesaria, de vez en cuando, de las reuniones cristianas que con el tiempo resulta en ausencia habitual. Por eso, ¡cuídese! El simplemente asociarse con una congregación de testigos de Jehová no resultará en salvación. Lo que se requiere es ejercer fe sincera. (Rom. 10:10) David dijo: “A los fieles Jehová los está salvaguardando.” (Sal. 31:23) Para tener el favor y la protección de Dios y conseguir vida eterna, los cristianos tienen que correr con aguante infalible la carrera por la vida, teniendo la vista fija en el gran Dechado, Jesucristo, “para que no vayan a cansarse y a desfallecer en sus almas.”—Heb. 12:1-3.

      24 Por lo tanto, no se retraiga, sino permanezca ‘saludable en fe.’ En cuanto a la actitud de Jehová para con la persona justa y para con la que se retrae, Pablo escribió: “‘Pero mi justo vivirá a causa de la fe,’ y, ‘si se retrae, mi alma no se complace en él.’ Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.”—Heb. 10:38, 39.

      25, 26. (a) ¿Qué cosas asombrosas acontecerán pronto? (b) Por eso, ahora es el tiempo para hacer ¿qué, acerca de su fe? (c) La fe inflexible, saludable, resulta en que uno reciba ¿qué don?

      25 Muy pronto el imperio mundial de la religión falsa, Babilonia la Grande, llegará a su fin en destrucción. (Rev. 17:16–18:8) Los cristianos no tendrán que esperar mucho después de eso antes que venga la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” el Armagedón, cuando “los reyes de la tierra y los de primer rango y los comandantes militares y los ricos y los fuertes” y otros que se oponen al reino de Dios buscarán en vano refugio del “que está sentado en el trono [Jehová Dios] y de la ira del Cordero,” Jesucristo. Entonces los inicuos recibirán derrota aplastante en su encuentro desesperanzado con el “Rey de reyes y Señor de señores,” Jesucristo, que cabalga en el simbólico caballo blanco a victoria segura y eterna sobre ellos. (Rev. 16:14, 16; 6:15-17; 19:11-21) Enseguida, sin demora, acontecerá el por largo tiempo esperado abismamiento de Satanás el Diablo y sus demonios.—Rev. 20:1-3.

      26 Sí, cosas asombrosas sucederán en el futuro cercano. Por eso, ahora es el tiempo para que usted aproveche plenamente las oportunidades de asegurarse del elemento esencial: la fe firme. Equípese para las venideras pruebas de fe y determínese a permanecer ‘saludable en fe,’ a pesar de las circunstancias desfavorables o de la penalidad. Alborócese en Jehová, como lo hizo Habacuc, que dijo en oración: “Aunque la higuera misma no florezca, y no haya fruto en las vides; la obra del olivo realmente resulte un fracaso, y los terraplenes mismos realmente no produzcan alimento; el rebaño realmente sea cortado del aprisco, y no haya vacada en los cercados; sin embargo, en cuanto a mí, ciertamente me alborozaré en Jehová mismo; ciertamente estaré gozoso en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor Soberano es mi energía vital; y él hará mis pies como los de ciervas, y sobre mis lugares altos me hará pisar.” (Hab. 3:17-19) De veras, una fe inflexible y saludable como ésa le traerá a usted vida eterna, un don del Dios fiel, el Dios que guarda fe, Jehová.—1 Tim. 6:11, 12; Efe. 2:8; Deu. 32:4.

      [Ilustración de la página 621]

      El buen éxito de Josué dependía de leer con regularidad la Palabra de Dios. Para permanecer saludable en fe, ¿no debería usted hacer lo mismo?

      [Ilustración de la página 622]

      David demostró fe orándole a Jehová. ¿Persiste usted en la oración?

      [Ilustración de la página 624]

      El asistir con regularidad a las reuniones cristianas le ayuda a uno a permanecer ‘saludable en fe’

      [Ilustración de la página 625]

      Puesto que la fe sin obras está muerta, uno demuestra fe saludable declarando las buenas nuevas de casa en casa

  • Extenso descreimiento
    La Atalaya 1970 | 15 de octubre
    • Extenso descreimiento

      ● Lentamente los Estados Unidos están llegando a ser un país de descreídos. Un grupo de expertos de diferentes creencias religiosas aseguró que el abandonar premisas religiosas clásicas ha llegado a ser un fenómeno creciente en los Estados Unidos. “Estamos ante un diluvio de descreimiento, particularmente entre nuestra generación joven,” dijo el Dr. Dumont F. Kenny, presidente del Colegio Universitario York. “El problema de lo que causa este descreimiento no es remoto o marginal. Nos rodea por todas partes,” dijo él. El rabino Arthur Schneier, de Nueva York, dijo, según se le cita: “Una gran parte de los estadounidenses, que jamás se han interesado en Marx, se han hecho totalmente apáticos al punto de vista religioso.” Añadió que esto incluía “a miles y miles de hombres y mujeres en las universidades.”

  • Un nuevo orden del hombre
    La Atalaya 1970 | 15 de octubre
    • Un nuevo orden del hombre

      ● La procreación sin relaciones sexuales, la eutanasia, control de la natalidad obligatorio, esterilización obligatoria de la gente que no alcanza la norma económica aceptada, el uso de humanos como conejillos de Indias en experimentos quirúrgicos peligrosos son solo unos cuantos de los asuntos en el programa científico que se proyecta para un nuevo orden hecho por el hombre, según un escritor del Daily Colonist, Victoria, B.C., hace unos años. Se proyecta hacer todo esto para el bienestar de la humanidad. Esto le trae a uno a la memoria el esfuerzo para mejorar la raza humana que hicieron los ángeles desobedientes de la antigüedad que abandonaron su lugar apropiado y se materializaron como hombres. El resultado: Un reinado de inmoralidad, violencia y terror.—Gén. 6:1-12; Jud. 6.

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