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  • Ayes finales para los enemigos de la paz con Dios
    La Atalaya 1970 | 1 de junio
    • 9:20) El apóstol Juan vio que se necesitaba un tercer ay para tratar con todas estas personas que no se arrepentían. Al momento apropiado informó: “El segundo ay pasó. ¡Miren! El tercer ay viene pronto.” (Rev. 11:14) ¿Qué sería este tercer ay? Se vería después que el séptimo ángel lo anunciara.

      46. ¿Qué describe Juan que vino inmediatamente después del toque de la séptima trompeta?

      46 Juan escribe: “Y el séptimo ángel tocó su trompeta. Y ocurrieron voces fuertes en el cielo, diciendo: ‘El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.’ Y las veinticuatro personas de mayor edad que estaban sentadas sobre sus tronos delante de Dios cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: ‘Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a gobernar como rey. Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos fuesen juzgados, y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra.’”—Rev. 11:15-18.

      47. (a) Así, ¿qué se ve que es el “tercer ay”? (b) ¿Cuándo tomó el Señor Dios su poder y comenzó a reinar, y cómo?

      47 ¿Qué se ve aquí que es el “tercer ay”? Es el “reino de nuestro Señor y de su Cristo.” Es la gobernación real conjunta del Señor Dios Jehová y de su Mesías o Cristo. Es el reino mesiánico de Dios sobre todo el mundo de la humanidad. Jehová Dios el Todopoderoso ha tomado él mismo su gran poder y comenzado a reinar, y apropiadamente, porque toda la Tierra es de él y él la hizo e hizo a sus habitantes. Él esperó hasta que el permiso de gobernación que él les había otorgado a las naciones no judías o gentiles terminara en el año 1914 E.C. En ese tiempo las naciones gentiles rehusaron reconocer el fin de los “tiempos de los gentiles,” y rehusaron sentar al Mesías o Cristo de Jehová como rey sobre ellos. ¿Dejó Jehová Dios que las naciones gentiles decidieran los asuntos con respecto a la Tierra? No, sino que él en su omnipotencia tomó su gran poder y lo ejerció. ¿Cómo? Entronizando a su propio Hijo, Jesús, como el Mesías o Cristo, en los cielos. Por esta acción gubernamental estableció su reino mesiánico.—Luc. 21:24.

      48. (a) ¿Qué preguntas surgen en cuanto a si este reino mesiánico es un “ay”? (b) ¿Cómo probaron las naciones terrestres que eran enemigas de la paz con Dios?

      48 ¿Cómo puede decirse, sin embargo, que el reino mesiánico de Dios es un “ay,” el ay más enfático? ¿No está asignado este reino para bendecir a todo el mundo de la humanidad? ¿No ofrecen los seguidores de Cristo la oración que él les enseñó: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra”? (Mat. 6:9, 10) Sí, todo esto es verdad. Pero al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 las naciones mundanas no vieron a sus gobernantes imitar el proceder de las “veinticuatro personas de mayor edad que estaban sentadas . . . delante de Dios.” Los reyes mundanos no cayeron de sus tronos y adoraron a Dios y dijeron: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a gobernar como rey.” (Rev. 11:16, 17) Precisamente al contrario: “las naciones se airaron,” y expresaron su ira persiguiendo a los ungidos ‘embajadores que sustituían por Cristo,’ que estaban predicando las buenas nuevas del reino mesiánico de Dios. Al airarse contra el reino mesiánico de Dios, aquellas naciones probaron que eran enemigas de la paz con Dios.

      49. (a) Por lo tanto, ¿qué tiene que llegar a ser para las naciones el reino mesiánico de Dios? (b) ¿Tan solo por qué proceder merecen ser arruinadas esas naciones?

      49 Sobre esa base, el “reino de nuestro Señor y de su Cristo” tiene que llegar a ser Ay para las naciones. La ira de Dios tiene que venir sobre las naciones hostiles. Ellas son las que verdaderamente están “arruinando la tierra.” En sentido muy real están arruinando la Tierra literal por la manera en que están explotando la Tierra y haciéndola inhabitable para la humanidad y amenazando arruinarla todavía más por su guerrear nuclear, bacteriológico y radiológico en un tercer conflicto mundial. Tan solo por esta obra arruinadora merecen ser arruinadas ellas mismas, aun si Dios el Todopoderoso no tomara en cuenta el que airadamente persiguen a los embajadores ungidos de su reino mesiánico.

      50. ¿Cuál será la gran culminación de este “tercer ay” sobre las naciones?

      50 Que las naciones arruinadoras no se equivoquen en cuanto a este asunto: Tendrán que rendir cuentas a Jehová Dios el Todopoderoso contra el cual están airadas por haber tomado él para sí el “reino del mundo.” Él las arruinará en la guerra de todas las guerras, a saber, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en el Har-Magedón. (Rev. 16:14-16) Esta será la gran culminación de este ay tercero y último. El reino de Dios en manos de su Mesías es el medio que Dios usa para traer este ay contra las naciones airadas. Después de ése no se necesitará otro ay.

      51. (a) ¿Para quiénes será un gozo ese reino mesiánico? (b) ¿Por qué no podrán las naciones acusar a Dios de cometer la falta de no haberles dado notificación y advertencia de antemano?

      51 Lo que es un ay para las naciones mundanas y para su gobernante invisible y dios, Satanás el Diablo, será un gozo que no conoce límite para todos los que en el cielo y en la Tierra dan gracias a Jehová Dios el Todopoderoso porque él tomó su gran poder al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 y comenzó a gobernar como Rey para siempre por medio de su Mesías que entonces fue entronizado. El que ese Reino adopte la naturaleza de un ay desastroso para las naciones airadas, arruinadoras en el Har-Magedón es lo que estos agradecidos piden en la oración que enseñó Jesucristo: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.” (Mat. 6:9, 10) Las naciones han sido notificadas. No se puede acusar a Dios de haber faltado a la justicia no dándoles notificación y advertencia de antemano. Sus siete ángeles celestiales han tocado sus trompetas en este “tiempo del fin.” Los acontecimientos anunciados y presentados por esos toques de trompeta se han realizado en cumplimiento de las cosas que vio en visión el apóstol Juan hace casi diecinueve siglos. El efecto de esas cosas pronto alcanzará su culminación en el “día de la venganza de parte de nuestro Dios” sobre todos los enemigos de la paz con Dios.

      52. (a) ¿Cuándo será el tiempo debido para que se realice esta profecía acerca de Dios: “Vino tu propia ira”? (b) ¿Cómo traerá Dios paz así a la tierra, y en armonía con el deseo encarecido de quiénes?

      52 Al rayar ese día, las naciones expresarán su ira hasta el límite. Entonces llegará a ser el tiempo apropiado para que Jehová Dios, de larga paciencia, les dé su recompensa. Como lo expresa Revelación 11:18: “Vino tu propia ira.” Él no retendrá para siempre su ira, sino que la expresará a su tiempo contra las naciones que desafían su derecho de gobernar como Rey del mundo. Desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 esas naciones han sido intrusas en la Tierra. Desde aquel tiempo Jehová Dios el Rey legítimo ha tenido derecho legal para echarlas. Ahora habrá venido su tiempo para hacerlo. El que él tenga que hacerlo en ira significará la destrucción de ellas. Solo por aniquilar así a estos enemigos de la paz con Dios traerá él paz a esta Tierra, la paz duradera que las personas que están reconciliadas con Dios tan encarecidamente desean. Solo a esos amadores de la paz que estén reconciliados con Él por medio de su Mesías o Cristo se les perdonará con vida durante ese tiempo de ay catastrófico para las naciones airadas.

      53. (a) Por lo tanto, ¿con quiénes comenzará Dios el nuevo sistema de cosas pacífico? (b) ¿Qué se les hará a los más grandes perturbadores de la paz, y qué hará entonces toda la creación terrestre?

      53 La ira de Dios no es contra los que pacíficamente han buscado reconciliación con él. Estos reconciliados serán los súbditos terrestres con quienes él comenzará su pacífico nuevo sistema de cosas para toda la humanidad redimida. Satanás el Diablo y sus demonios, los más grandes perturbadores de la paz, serán encadenados en el abismo completamente cerrado de aislamiento y restricción, de modo que ya no serán unos “cielos” inicuos sobre el mundo de la humanidad. Los “nuevos cielos” del reino de Dios en manos de su Mesías regirán. Toda la creación terrestre, la cual ya no estará siendo arruinada ni contaminada, se regocijará en paz y amor fraternal y dará alabanza y gracias a Dios.

      [Al concluir el discurso anterior, “Ayes finales para los enemigos de la paz con Dios,” en las Asambleas Internacionales “Paz en la Tierra” de los Testigos de Jehová de 1969, la siguiente Declaración se presentó al auditorio para adopción:]

  • Declaración
    La Atalaya 1970 | 1 de junio
    • Declaración

      1. ¿Para hacer qué públicamente aprovecharon como la ocasión favorecida los testigos de Jehová su reunión en la Asamblea “Paz en la Tierra”?

      NOSOTROS, testigos cristianos de Jehová, reunidos en la Asamblea “Paz en la Tierra” de (nombre de la ciudad y país), en este día (fecha), aprovechamos esta ocasión favorable para exponer nuestra posición y actitud en este período tan turbulento y peligroso de la historia humana:

      2. (a) ¿Qué es la clave para paz duradera para la humanidad, y qué se requiere para que seamos hijos de Dios? (b) ¿Con quiénes negamos tener conexión alguna, y por qué?

      2 PAZ CON el Creador del cielo y la Tierra, por medio del reino de su Mesías por largo tiempo prometido... esto es lo que sostenemos que es la clave para una paz duradera para todo el mundo de la humanidad. Cuando mantenemos nuestra paz con Dios, nunca podemos estar en guerra con nuestro prójimo que es criatura de Dios como nosotros; la paz con Dios y la paz con nuestro semejante van juntas. Para ser hijos de Dios y súbditos leales de su reino mesiánico estamos obligados a ser pacificadores. (Mat. 5:9) Por lo tanto negamos tener conexión alguna con la región que afirma ser cristiana y que se conoce como la cristiandad, porque la historia de ella prueba que es fomentadora de guerra carnal aun entre miembros de las mismas religiones, y tiene manchadas sus faldas con la sangre de ellos. Ella ha perseguido con tortura y muerte violenta a los que han diferido de ella en cuanto a conciencia religiosa. Ella no ha promovido los intereses del reino mesiánico de Dios, y notoriamente ha fallado respecto a esto desde que estalló la I Guerra Mundial en 1914. No podemos tener nada que ver con ella, porque ahora está claramente manifiesto que los juicios de Dios según están expresados en la Santa Biblia están contra la cristiandad y pronto serán ejecutados en ella.

      3. (a) Desde la I Guerra Mundial ha habido revolución mundial a favor de ¿qué, y por qué y cómo? (b) ¿Qué posición continuaremos manteniendo, mostrando al mismo tiempo qué con las Escrituras?

      3 Los tipos de gobierno político que prevalecieron anteriormente hasta el conflicto mundial de 1914-1918 no han mantenido la estabilidad del mundo de la humanidad. Desde entonces la revolución mundial a favor de formas radicales de gobierno se ha intentado y todavía se sigue. Mucha de la población de la Tierra ha sido puesta bajo dominio comunista, a gran grado involuntariamente y no por voto popular libre. La cuestión de si se debe tener una revolución y establecer un gobierno radical ha sido arrojada entre la gente inquieta. Nosotros, no obstante, todavía mantenemos, como lo hemos hecho hasta ahora, nuestra estricta neutralidad cristiana en cuanto a las controversias políticas de este mundo. Desde el principio hemos señalado

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