Ministros coreanos de tiempo cabal
UN CABALLERO de apariencia distinguida se acerca a la entrada principal de una residencia coreana. Busca el timbre. Oprimiendo el botón, echa un vistazo a la placa y nota que el apellido del amo de casa es Kim. Al responder la sirvienta desde adentro, él pregunta si está en casa el Sr. Kim. La sirvienta cautelosamente abre la puerta pequeña colocada dentro de la entrada grande. Puesto que el visitante le parece un maestro de escuela o alguien igualmente distinguido, lo deja entrar. Se tiene que agachar para entrar por la diminuta puerta. El visitante saluda al amo de casa, se presenta como ministro y da a conocer su mensaje bíblico. El visitante es uno de más de mil ministros de tiempo cabal de los testigos de Jehová en Corea del Sur.
En Corea un elevado porcentaje de los Testigos emprende el ministerio de tiempo cabal. Algunos dedican entre 75 y 100 horas a la enseñanza pública de la Biblia durante un mes que apartan con ese propósito; otros, como ministros precursores regulares, emplean 100 ó más horas en esta actividad con regularidad cada mes; y otros más, como ministros precursores especiales, dedican 150 horas. En 1969 un promedio de 1.304 ministros estuvieron en estos servicios cada mes. En enero de 1970 se alcanzó un nuevo máximo de 2.326 ministros de tiempo cabal entre los 11.380 Testigos que estuvieron activos predicando durante ese mes.
¿Qué impele a estos hombres y mujeres a ofrecerse de buena gana al servicio de su Creador? Es su deseo de obedecer la comisión que Jesucristo dio a sus discípulos: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones.”—Mat. 28:19.
SUS ANTECEDENTES
Estos ministros de tiempo cabal son personas de variados antecedentes. Algunos pertenecían a una secta de la cristiandad, pero en el caso de la mayoría tenían antecedentes paganos y por eso eran adoradores de antepasados. Después de haber obtenido conocimiento de la verdad de Dios, quisieron ayudar a otros a disfrutar de la clase de libertad que viene con la verdad bíblica.
Hay una familia que, como muchas otras, huyó a Corea del Sur desde Corea del Norte. Habían sido budistas y adoradores de antepasados. Poco después de la Guerra Coreana, la madre estudió la Biblia con los Testigos. Y con el tiempo los cuatro miembros de la familia llegaron a predicar la Palabra de Dios como ministros de tiempo cabal.
Una joven que predica la Palabra de Dios como ministra de tiempo cabal provino de un hogar donde la madre era hechicera. Su padre también es aficionado a lo oculto. Cuando esta hija se hizo testigo cristiana de Jehová, la persiguieron. Después que se puso a predicar la Palabra de Dios como ministra de tiempo cabal la echaron de la casa. Ahora ella usa su tiempo ayudando a otros a librarse de la superstición y la religión falsa.
Un joven de la isla de Cheju, cerca de la costa meridional de Corea, es el único cristiano de su familia. Siendo el hijo mayor, tenía la responsabilidad tradicional de llevar la delantera en la familia en la adoración de los antepasados. También era el señalado para recibir la herencia principal. Este joven decidió hacerse ministro de tiempo cabal de Jehová Dios. Por esto y por rehusar adorar a sus antepasados, fue golpeado severamente, echado de su casa y desheredado. Su familia pensaba que renunciaría a su fe. Pero no; todavía trabaja fielmente de tiempo cabal en el servicio de Jehová. Y hay señas de que la actitud de su familia está ablandándose para con él.
Antes de aprender la verdad de Dios, uno de estos ministros de tiempo cabal peleó contra la ocupación japonesa de Corea. También había sido campeón en el deporte de judo. Ahora sus conocidos le preguntan por qué trabaja tan duro en el ministerio. Él contesta que trabajó duro en sus esfuerzos previos que no le trajeron ninguna satisfacción verdadera. Ahora tiene esperanza verdadera en cuanto al futuro, y su trabajo le trae provecho verdadero a él mismo y a aquellos a quienes sirve.
SE EXIGIERON CAMBIOS EN SU VIDA
Estos ministros de tiempo cabal no están empleando su tiempo cabal en el servicio de Dios por no tener otra cosa que hacer. Muchos de ellos tenían carreras u otras ocupaciones que se tienen en alta estima. Sin embargo hicieron cambios en su vida para efectuar la obra de Dios como ministros de tiempo cabal. Por ejemplo, un ministro joven en la isla de Cheju tenía un trabajo codiciado como empleado en la oficina gubernamental local. Queriendo servir de tiempo cabal como ministro, estuvo dispuesto a efectuar un cambio, sí, a renunciar a su carrera seglar. Trató de presentar su renuncia. Dos veces fue rechazada su carta de renuncia. Sus compañeros de trabajo influyeron en su madre incrédula para que ejerciera presión en él para que no renunciara a una carrera que la mayoría de los jóvenes estarían ansiosos de tener. Pero él ya se había decidido. Envió su tercera renuncia y no esperó a que fuera aceptada, sino que se despidió de sus compañeros de trabajo. Ahora se siente feliz como ministro especial de tiempo cabal.
Para efectuar los cambios necesarios a fin de participar a grado tan cabal en predicar la Palabra de Dios se requiere mucha fe, mucho esfuerzo y mucha perseverancia. Considere el ejemplo de la esposa de un médico (él es ateo) y madre de cuatro hijos. Ella efectuó cambios en su vida para dedicar cien horas a la predicación cada mes. Es enfermera recibida, pero ahora se aplica a la curación espiritual usando las “sanas palabras” de la Biblia. (2 Tim. 1:13) La oposición inicial de su esposo no la abrumó; y ella ha podido equilibrar todas las demandas de su tiempo, atendiendo bien a sus cuatro hijos, su esposo y quehaceres domésticos, así como su horario pleno de predicación.
Para llegar a ser ministros de tiempo cabal, algunos han tenido que efectuar cambios grandes en su vida para ajustarse a las elevadas normas morales de la Biblia. Por ejemplo, hay un ministro de tiempo cabal que sirve en una de las aldehuelas de Corea. Se le había considerado el agricultor más fuerte de la comunidad, capaz de hacer más que sus vecinos físicamente, para obtener ingresos adicionales. También había sido un bebedor. Después de aprender la verdad de la Biblia, comenzó a cambiar. Su entero modo de vivir cambió tanto que renunció a sus partidas de beber. Emprendió el ministerio de tiempo cabal y ayudó a organizar una congregación cristiana de la cual su propia familia es el núcleo.
CÓMO SE SOSTIENEN
El sostenerse en el ministerio de tiempo cabal puede ser un verdadero problema. Esto se debe a la elevada proporción de desempleo, que hace difícil encontrar trabajos de tiempo parcial. ¿Cómo resuelven el problema? A continuación se dan unos cuantos ejemplos:
Un ministro de los testigos de Jehová que vive en una aldehuela cultiva su terreno para suministrar las cosas materiales que su familia necesita. Usando prudentemente el tiempo que le queda puede dedicar por lo menos cien horas al ministerio. Por supuesto, toda la familia coopera. Por ejemplo, compran becerros seis meses antes de una asamblea grande de los Testigos. Los engordan y luego los venden precisamente antes de la asamblea y las ganancias sufragan sus gastos de viaje.
Un ministro sostiene a su familia con su trabajo de maestro escolar. Del tiempo disponible en las últimas horas de la tarde, en las noches y en los fines de semana, aparta cien horas cada mes para predicar acerca del reino de Dios.
Otro Testigo se sostiene a sí mismo y a su esposa como artista, mientras da prioridad al ministerio. Participa en el ministerio por la mañana, vende sus pinturas en los comercios por la tarde y pinta por la noche. Tiene un horario muy ajustado, pero está bien organizado.
Al ministro presidente de una congregación que está cerca de la Zona Desmilitarizada que divide a Corea del Sur de Corea del Norte le gustaría ser ministro de tiempo cabal regular. Pero, en vez de eso, él y su esposa han concordado en el arreglo de servir como ministros temporales de tiempo cabal, él un mes y ella el siguiente, alternándose todo el año. Mientras uno está en el ministerio, el otro atiende a los niños y la tiendita que tienen.
MINISTROS DE TODA EDAD CONTRIBUYEN AL AUMENTO
Estos predicadores de tiempo cabal de la Palabra de Dios son personas de toda edad; entre ellos hay algunas abuelas. Una abuela de cincuenta y ocho años de edad, antes de aprender la verdad de Dios, no tenía esperanza alguna salvo, como ella lo expresa, de cuidar a los nietos y esperar la muerte. Había sido presbiteriana durante treinta años, pero no tenía esperanza alguna en cuanto al futuro. ¡Qué cambio hubo en su vida cuando llegó a ser Testigo! Emprendió la predicación de tiempo cabal. Ahora tiene setenta y un años de edad y ha ayudado a veintenas de personas a aprender la verdad de la Biblia. Tuvo poliomielitis en su juventud, y el andar es un problema para ella. No obstante, en 1969 dedicó como promedio 130 horas al ministerio cada mes, conduciendo estudios bíblicos de casa con doce grupos cada semana y colocando más de 100 revistas bíblicas en los hogares de la gente cada mes. En una asamblea reciente trece de sus estudiantes se bautizaron. Siempre está sonriendo y alerta y animando a los que están a su alrededor.
Otra de las predicadoras de tiempo cabal de la Palabra de Dios en Corea es una abuela que anda en setenta años de edad. Tiene casi veinte años en el servicio de tiempo cabal. Cuando se le preguntó a cuántos ha ayudado a hacerse cristianos dedicados, ella dijo que el número pasa de cien. Dondequiera que va, parece que hay personas que podrían ser consideradas como fruto de su trabajo; invariablemente se refieren a ella en términos cariñosos como lo harían con sus propias abuelas carnales.
¿Por qué hay muchos ministros de tiempo cabal entre los testigos de Jehová en Corea del Sur? Una razón es que muchos padres cristianos inculcan en sus hijos el deseo de efectuar este servicio. Considere el ejemplo de un superintendente en una de las cincuenta y dos congregaciones de Seúl. Él y su esposa habían sido famosos artistas cantantes por décadas. La familia había sido budista y adoradora de antepasados. Animaron a sus hijos a progresar en el ministerio. Ahora disfrutan del gozo de ver a dos de sus hijas mayores en el servicio de tiempo cabal especial y a un hijo en el servicio de tiempo cabal regular.
Estos ministros de tiempo cabal de toda edad han contribuido en gran manera al notable aumento que se ha patentizado entre los testigos de Jehová de Corea en años recientes. Por ejemplo, en 1965 había 5.936 ministros activos de los testigos de Jehová en Corea del Sur. ¡En 1970, antes de terminar el año de servicio, se había duplicado, a 11.744!
De variados antecedentes y de toda edad, estos ministros de tiempo cabal coreanos abrigan sentimientos sinceros y afectuosos para con las personas a quienes enseñan la Biblia. Y esto produce una respuesta muy excelente a medida que ayudan a otros a servir a su Creador como discípulos de Jesucristo.