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EvangelizadorAyuda para entender la Biblia
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predicar. No obstante, todos los cristianos están comisionados y obligados a ser evangelizadores donde sea que se encuentren, predicando las buenas nuevas a hombres de toda clase. (Rom. 10:9, 10.)
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Evil-merodacAyuda para entender la Biblia
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EVIL-MERODAC
(“Hombre de Marduk”; llamado también Awel-Marduk).
El hijo mayor del rey babilonio Nabucodonosor, quien le sucedió en el trono en 581 a. E.C. En la Biblia se hace mención de Evil-merodac por la bondad que le mostró a Joaquín, rey de Judá, cuando este último se encontraba en el trigésimo séptimo año de su exilio en Babilonia. En el año en que llegó a ser rey, el monarca babilonio sacó al rey de Judá de la casa de detención y le otorgó una posición de favor por encima de los demás reyes que estaban en cautiverio en Babilonia. (2 Rey. 25:27-30; Jer. 52:31-34.) Según la opinión de Josefo, Evil-merodac consideraba a Joaquín como uno de sus amigos más íntimos.
También hay testimonio arqueológico concerniente a Evil-merodac. Por ejemplo, un jarrón encontrado cerca de Susa lleva la siguiente inscripción: “Palacio de Awil-Marduk, rey de Babilonia, hijo de Nabucodonosor, rey de Babilonia”. Basándose en una declaración de Beroso, citada por Josefo, los historiadores le atribuyen un reinado de dos años, en tanto que el propio Josefo le concede dieciocho años de reinado. Supuestamente muerto como resultado de una conspiración, Evil-merodac fue reemplazado por su cuñado Neriglisar (Nergal-sarézer). No obstante, estos detalles carecen de confirmación confiable.
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ExecrarAyuda para entender la Biblia
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EXECRAR
Denunciar severa e incluso violentamente aquello que se considera detestable y merecedor de maldición. La palabra qa·váv transmite en hebreo esta idea. Este término literalmente significa “cortar”, pero en sentido figurado quiere decir “calumniar” o “hablar con palabras cortantes” y, en consecuencia, “execrar”. (Núm. 22:11, 17; 23:11, 13, 25, 27; 24:10.)
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ÉxodoAyuda para entender la Biblia
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ÉXODO
Nombre que recibe la liberación que experimentó la nación de Israel de la esclavitud a Egipto. Después de haberle prometido que su descendencia heredaría la tierra, Jehová le dijo a Abrahán (a. 1933 a. E.C.) las siguientes palabras: “Puedes saber con seguridad que tu descendencia llegará a ser residente forastera en tierra ajena, y tendrá que servirles, y estos ciertamente la afligirán por cuatrocientos años. Pero a la nación que ellos servirán yo la voy a juzgar, y después de aquello saldrán con muchos bienes [...]. Pero a la cuarta generación ellos volverán acá, porque todavía no ha quedado completo el error de los amorreos”. (Gén. 15:13-16.)
TIEMPO DEL ÉXODO
¿Cuándo, por lo tanto, comenzaron los cuatrocientos años de aflicción? La tradición judía los calcula a partir del nacimiento de Isaac. No obstante, la aflicción se manifestó en realidad por primera vez el día en que Isaac fue destetado. Por consiguiente, todo parece indicar que comenzó en 1913 a. E.C., cuando Isaac tenía cinco años de edad e Ismael diecinueve. Fue entonces cuando Ismael, ‘quien nació a la manera de la carne’, “se puso a perseguir al que nació a la manera del espíritu”. (Gál. 4:29.) Ismael, quien en parte tenía sangre egipcia, mostró celos y odio hacia Isaac, que entonces era un niño muy pequeño, y comenzó a ‘burlarse’ de él. Todo esto supuso algo más que una mera riña infantil. (Gén. 21:9.) Y esta es la idea que transmiten muchas traducciones de la Biblia. La aflicción de la descendencia de Abrahán continuó durante toda la vida de Isaac. A pesar de que Jehová bendijo a Isaac en su vida como adulto, sin embargo fue perseguido por los cananeos y se vio obligado a ir de lugar en lugar debido a las dificultades que estos le acarrearon. (Gén. 26:19-24, 27.) Por último, cuando tocaba a su fin la vida de Jacob, hijo de Isaac, la predicha “descendencia” entró en Egipto para residir allí. Con el tiempo, esta descendencia llegó a estar en esclavitud. Por lo tanto, el período de cuatrocientos años de aflicción se extendió desde 1913 a. E.C. hasta 1513 a. E.C. Asimismo, fue un “período de gracia” o de tolerancia divina concedida a los cananeos, una de cuyas tribus principales eran los amorreos. Para cuando acabase este período, su error se habría completado. Entonces ellos claramente merecerían ser expulsados por completo de la tierra. El primer paso que Dios daría en este sentido sería volver su atención a su pueblo que estaba en Egipto, liberándolo de la esclavitud y poniéndolo en camino a la Tierra Prometida.
El período de cuatrocientos treinta años
Otro modo de hacer el cálculo se basa en la declaración que se encuentra en Éxodo 12:40, 41: “Y la morada de los hijos de Israel, que habían morado en Egipto, fue de cuatrocientos treinta años. Y aconteció al cabo de los cuatrocientos treinta años, sí, aconteció en este mismo día, que todos los ejércitos de Jehová salieron de la tierra de Egipto”. La nota al pie de la página sobre Éxodo 12:40 dice concerniente a la expresión “que habían morado”: “En heb. este verbo está en pl. El pronombre relativo ’aschér, ‘que’, puede aplicar a los ‘hijos de Israel’ más bien que a la ‘morada’”. La Versión de los Setenta vierte el versículo 40 como sigue: “Pero la morada de los hijos de Israel que ellos moraron en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán [fue de] cuatrocientos treinta años”. El Pentateuco Samaritano dice: “En la tierra de Canaán y en la tierra de Egipto”. Todas estas versiones dan a entender que el período de cuatrocientos treinta años no abarca únicamente el tiempo en que los israelitas residieron en Egipto.
El apóstol Pablo muestra que este período de cuatrocientos treinta años (mencionado en Éxodo 12:40) comenzó cuando se validó el pacto abrahámico y finalizó con el éxodo. Pablo explica: “Además, digo esto: En cuanto al pacto [abrahámico] previamente validado por Dios, la Ley que vino a existir cuatrocientos treinta años después [en el mismo año del éxodo] no lo invalida, para así abolir la promesa [...]; mientras que Dios bondadosamente la ha dado a Abrahán mediante una promesa”. (Gál. 3:16-18.)
¿Cuánto tiempo pasó entonces desde que fue validado el pacto abrahámico hasta que los israelitas se mudaron a Egipto? Según Génesis 12:4, 5, Abrahán tenía setenta y cinco años de edad cuando se mudó a Canaán, y fue entonces cuando el pacto abrahámico, la promesa que le había sido hecha anteriormente en Ur de los caldeos, entró en vigor. Por las referencias genealógicas de Génesis 12:4; 21:5; 25:26, así como la declaración de Jacob en Génesis 47:9, se puede deducir que pasaron doscientos quince años desde que fue validado el pacto abrahámico hasta la mudanza de Jacob con su familia a Egipto. De este modo los israelitas vivieron en realidad en Egipto doscientos quince años (1728-1513 a. E.C.). Esta cifra armoniza con otros datos cronológicos.
Desde el éxodo hasta la edificación del templo
Otros dos datos cronológicos concuerdan con este punto de vista y vienen a corroborarlo. Salomón comenzó la edificación del templo en el cuarto año de su gobernación (1034 a. E.C.), que, según 1 Reyes 6:1, correspondía con “el año cuatrocientos ochenta” después del éxodo (1513 a. E.C.).
“Unos cuatrocientos cincuenta años”
Luego está el discurso de Pablo ante un auditorio en Antioquía de Pisidia, registrado en Hechos 13:17-20. En este discurso se hace referencia a un período de “unos cuatrocientos cincuenta años”. Al considerar la historia israelita, comienza con el tiempo en que Dios “escogió a nuestros antepasados”, es decir, desde el tiempo en que Isaac nació para ser la descendencia prometida (1918 a. E.C.). (El nacimiento de Isaac estableció definitivamente a quién iba a reconocer Dios como la descendencia, algo que había estado en duda debido a la esterilidad de Sara.) Desde este punto de partida, Pablo pasa a referir los hechos de Dios en favor de su nación escogida, hasta el tiempo en que “les dio jueces hasta Samuel el profeta”. Por lo tanto, el período de “unos cuatrocientos cincuenta años” debió extenderse desde el nacimiento de Isaac en 1918 a. E.C. hasta el año 1467 a. E.C., es decir, cuarenta y seis años después del éxodo de 1513 a. E.C. (Cuarenta de esos años los pasaron vagando por el desierto y seis conquistando la tierra de Canaán.) (Deu. 2:7; Núm. 9:1; 13:1, 2, 6; Jos. 14:6, 7, 10.) El total corresponde con la cifra que da el apóstol, “unos cuatrocientos cincuenta años”. Así, estas dos referencias cronológicas apoyan 1513 a. E.C. como el año en que tuvo lugar el éxodo y ambas armonizan también con la cronología bíblica concerniente a los reyes y a los jueces de Israel.
CUÁNTAS PERSONAS SALIERON EN EL ÉXODO
En Éxodo 12:37 se da el número redondo de 600.000 “hombres físicamente capacitados a pie”, además de los “pequeñuelos”. En el censo real que se tomó alrededor de un año después del éxodo, tal como se registra en Números 1:2, 3, 45, 46, la cantidad ascendió a 603.550 varones de más de veinte años de edad, además de los levitas (Núm. 2:32, 33), quienes contaban con 22.000 varones de más de un mes. (Núm. 3:39.) La palabra que se usa aquí en hebreo para “hombres físicamente capacitados” es gueva·rím, que significa “fuertes” y que aplica a los hombres y nunca a las mujeres. (Compárese con Jeremías 30:6.) La palabra “pequeñuelos” traduce el término hebreo taf y hace referencia a los pequeños que andan con pasos rápidos y menudos, a trompicones, con un golpeteo característico. La mayor parte de estos niños tendrían que ser llevados, ya que ellos no podrían hacer todo el trayecto andando.
“En la cuarta generación”
Debemos recordar que Jehová le dijo a Abrahán que en la cuarta generación sus descendientes regresarían a Canaán. (Gén. 15:16.) En el transcurso de los cuatrocientos treinta años desde que entró en vigencia el pacto abrahámico hasta el éxodo hubo más de cuatro generaciones, incluso considerando, según el registro, la longevidad de los hombres en aquellos tiempos. No obstante, los israelitas no estuvieron realmente en Egipto más que doscientos quince años. Las ‘cuatro generaciones’ que siguieron a su entrada en Egipto pueden calcularse de dos maneras usando como ejemplo a una de las tribus de Israel, la tribu de Leví, tal como sigue: 1) Leví, 2) Jokébed, la hija de Leví, 3) Aarón y 4) Eleazar, que entró en la Tierra Prometida; o: a) Leví, b) Qohat, c) Amram y d) Moisés. (Éxo. 6:16, 18, 20, 23; véase JOKÉBED.)
El hecho de que saliesen 600.000 hombres físicamente capacitados de Egipto, sin contar las mujeres y los niños, puede ser una indicación de que el número total quizás haya sobrepasado los tres millones de personas. Esta conclusión, a pesar de que hay quien la discute, no es de ningún modo irrazonable. Si bien tan solo transcurrieron cuatro generaciones desde Leví hasta Eleazar, o desde Leví hasta Moisés, cuando se toma en consideración la longevidad de estos hombres, cada uno de ellos pudo haber visto nacer varias generaciones a lo largo de su vida. Aun en nuestros días, un hombre de sesenta o setenta años a menudo tiene nietos y puede incluso tener bisnietos (lo que haría que cuatro generaciones fuesen contemporáneas).
Una “vasta compañía mixta” salió de Egipto junto con Israel. (Éxo. 12:38.) Todos ellos eran adoradores de Jehová, puesto que tenían que haber estado preparados para salir con los israelitas mientras los egipcios estaban enterrando a sus muertos. Habían observado la Pascua, y no habían estado ocupados con el duelo de Egipto y sus ritos de entierro. Esta compañía pudo haber estado compuesta en buena medida por aquellos que, de alguna forma, estaban emparentados con los israelitas por matrimonio. Tanto hombres como mujeres israelitas tomaron cónyuges egipcios. Un ejemplo es el del hombre que fue ejecutado en el desierto por abusar del nombre de Jehová. Era hijo de un hombre egipcio y su madre era Selomit, de la tribu de Dan. (Lev. 24:10, 11.) Cabe notar también que Jehová dio instrucciones permanentes en lo que tiene que ver con los requisitos para que los residentes forasteros y los esclavos pudieran comer la Pascua cuando Israel entrara en la Tierra Prometida. (Éxo. 12:25, 43-49.)
RUTA DEL ÉXODO
Parece ser que los israelitas se hallaban en diversos lugares desde los cuales iniciaron la marcha para salir de Egipto, y es posible que en un principio no formasen un único grupo centralizado. Tal vez algunos se hayan unido al grupo principal a medida que este avanzaba. Ramesés, ya sea que este nombre aplique a una ciudad o a un distrito, fue el punto de partida, y en el primer trecho del viaje llegaron hasta Sucot. (Éxo. 12:37.) Algunos doctos opinan que, si bien Moisés comenzó la marcha desde Ramesés, los israelitas llegaron desde toda la tierra de Gosén y se encontraron en Sucot como punto de reunión. Hoy no
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