Presentando las buenas nuevas... con el nuevo Tema de Conversación
1 Para que la gente responda a las promesas de Dios, ésta tiene que entender claramente el verdadero significado de esas promesas. Podemos ayudarla a entender si nosotros mismos comprendemos claramente lo que dicen las Escrituras y las explicamos de manera sencilla. Esto significa que tenemos que estar preparados para razonar sobre textos bíblicos con las personas. (Hech. 17:2, 3) Para hacer eso, tenemos que preparar cuidadosamente preguntas sencillas que se basen en ciertas palabras claves del texto mismo que le ayuden a captar el sentido. Por ejemplo, pudiéramos decir al amo de casa que la “nueva tierra” quiere decir una sociedad humana justa, pero es mucho más eficaz utilizar preguntas sencillas que ayuden a que él mismo llegue a esta conclusión. Debemos estar preparados para aislar las palabras que abarcan el pensamiento del versículo y hacer preguntas sencillas que muevan al amo de casa a expresar las ideas claves. (Vea sgS, págs. 128, 129.) Nosotros mismos tenemos que estar preparados para contestar las preguntas, si es necesario, para no poner en un aprieto a nadie. Consideremos cómo podemos hacer esto por medio de usar el bien conocido texto de 2 Pedro 3:13.
2 Después de una introducción apropiada, diga: “Ciertamente hoy existen condiciones que nos causan mucha preocupación en cuanto al futuro, ¿no es cierto? (Permita que la persona conteste; dé ejemplos.) ¿Cree usted que algún día las condiciones mejorarán y la gente podrá vivir en la Tierra en paz y seguridad? (Permítale que conteste.) Note esta promesa de cosas mejores que la Biblia presenta en 2 Pedro 3:13. (Lea y luego considere el texto.) Dios promete una ‘nueva tierra.’ ¿Qué cree usted que Dios quiere decir por una ‘nueva tierra’? ¿Significa esto que él creará otro planeta, un nuevo suelo bajo nuestros pies, y que lo llamará una ‘nueva tierra’? ¿Necesitamos nuevos suelos, montañas, lagos y árboles? Observe que el versículo dice que ‘la justicia habrá de morar’ en la ‘nueva tierra.’ (Recalque esta porción del versículo.) La justicia es la cualidad que tiene que desplegar la gente que hace lo correcto, de modo que la ‘nueva tierra’ se refiere a gente restaurada o justa que vivirá en paz y unidad con su semejante. Realmente no necesitamos un nuevo globo terráqueo. Lo que necesitamos es que la gente cambie.”
3 Dependiendo de cómo responda el amo de casa, usted pudiera pasar a considerar otros aspectos del mismo versículo. Llame a la atención del amo de casa que “su promesa” también incluye “nuevos cielos.” Usted pudiera preguntar: “¿Necesitamos un nuevo cielo o universo?” (Permita que el amo de casa responda.) Señale de nuevo en el texto que la “justicia” habrá de morar también en los “nuevos cielos,” de modo que éstos tienen que referirse a gobernantes celestiales justos que hermosearán la Tierra y restaurarán a la sociedad humana.
4 Si el tiempo lo permite, puede mostrarle los cambios que se efectuarán, según Revelación 21:3, 4 ó Isaías 65:17, 22, 23. Al hacer su transición para presentar el libro, puede abrirlo en la historia 115 y considerar el párrafo dos y la ilustración.
5 Queremos que la gente nos escuche, entienda y reaccione. Todo esto requiere preparación diligente, pero vale la pena. Planee cuidadosamente las cosas, acuda a Jehová por Su bendición y usted continuará progresando en su habilidad para razonar con la gente. Esto lleva a la meta final de hacer discípulos para Jesucristo.