Un objetivo razonable
1 “¡Oh, no, no ese territorio! ¡Apenas colocamos literatura la última vez que trabajamos ahí! ¿No hay algún otro territorio donde podamos trabajar en vez de ése?” ¿Ha respondido usted de ese modo alguna vez al enterarse del lugar donde iba a trabajar? Probablemente todos hayamos respondido así... por lo menos en nuestros adentros, si no es que en voz alta. Aunque puede que algunos territorios sean más productivos que otros desde el punto de vista de la colocación de literatura, nosotros ciertamente no queremos dejar de trabajar en ninguno de nuestros territorios. Tal como se requieren diferentes métodos agrícolas para que ciertos tipos de suelo produzcan fruto, así también, si se manejan apropiadamente las diferentes situaciones, se pueden obtener buenos resultados.
2 Cuando hallamos que es difícil colocar literatura, no debemos pensar que estamos perdiendo el tiempo. En realidad, ¿cuál es nuestro objetivo principal? Es dar testimonio del Reino; la colocación de literatura es solo algo secundario a esa meta. Así que, si podemos hablar con la gente acerca de la Biblia, ciertamente hemos logrado algo. ¿Ha podido usted ayudar a algunas personas a aprender algo que ellas desconocían antes, o a aumentar el entendimiento de la información bíblica que quizás ya tenían y ver cómo aplica ésta a la vida de cada una de ellas? Si su respuesta es Sí, entonces usted ha estado haciendo una obra excelente. Con bastante frecuencia hallamos a personas que tienen conceptos erróneos sobre la organización de Jehová. Si podemos aclarar algunos puntos que quizás estén haciendo tropezar a alguien, ¡excelente! Entonces, verdaderamente podemos lograr mucho bien aunque quizás no coloquemos literatura.
3 Pero quizás usted diga: “En algunos territorios casi no es posible hablar con la gente durante toda una mañana, mucho menos colocar literatura.” Esto verdaderamente presenta un desafío. No obstante, aunque algunos quizás no aprecien nuestro mensaje, es bueno tener presente que Jehová se complace en lo que hacemos. Hay que recordar que la predicación de Jeremías fue rechazada por cuarenta años, pero esto no hizo que él dejara de hacer la obra que se le había asignado. Es posible que a algunas de las personas que no quieren oír el mensaje se les pueda ayudar a tener una actitud más favorable hacia nuestra obra. Por lo tanto, una meta razonable que podemos tener al hallar a personas que están sumamente opuestas al mensaje es dejarlas en un mejor estado de ánimo. Al enfrentarnos a oposición intensa es bueno recordar que “una respuesta, cuando es apacible, aparta la furia.” (Pro. 15:1) Por ejemplo, cierta hermana se encontró con una mujer que fue muy descortés. La publicadora le respondió bondadosamente y siguió visitando a otras personas del mismo edificio de apartamentos. Unos quince minutos más tarde, la mujer que había sido poco amable se le acercó y le dijo: “Dispénseme. Quiero disculparme por haber sido tan descortés.” Luego pasó a explicar que constantemente estaba recibiendo visitas de vendedores y esto le había puesto los nervios de punta. La bondad que desplegó la hermana abrió el camino para que se diera testimonio del Reino. Siempre es bueno ser amigables y mostrar empatía. Dé al amo de casa el beneficio de la duda. Aun si usted no tiene la oportunidad de decir mucho pero puede dejar al individuo en un mejor estado de ánimo, eso ciertamente es un logro excelente. Esto suministrará un buen fundamento sobre el cual edificar en una ocasión futura.
4 El mantener un punto de vista equilibrado y fijarnos una meta razonable nos ayudará a enfrentarnos con éxito a diferentes situaciones y a ser una verdadera bendición para las personas que encontramos en el ministerio del campo. Quizás haya ocasiones en que nos enfrentemos a situaciones difíciles que requieran gran paciencia. El usar discernimiento nos ayudará a conocer la clase de personas con la que tratamos y la mejor manera de abordar a la gente. No podemos esperar que todas las personas respondan favorablemente al mensaje del Reino. Hay que recordar que nuestra obra resulta en una separación y la meta no es convertir al mundo. La mayoría de la gente seguirá rechazando el mensaje del Reino, pero las personas de cualidades de oveja lo escucharán y dirán que es la verdad. Al mantener claramente enfocado nuestro objetivo y contar con que Jehová nos suministre la fortaleza que necesitamos, disfrutaremos de nuestra asignación ministerial como Jesús disfrutó de la suya.—Sal. 40:8.