Presentando las buenas nuevas... en la escuela
1 Millones de jóvenes asisten a la escuela. Allí los estudiantes pasan muchas horas de cada día escolar adquiriendo conocimiento y aprendiendo oficios que los ayudarán más tarde cuando sean adultos. Sin embargo, puede que a estos jóvenes también se los exponga a filosofías antibíblicas, a vanas teorías y a ideas que apoyan tácitamente o fomentan normas morales relajadas. Se pide que tomen decisiones importantes tocante a su futuro sin que se les dé alguna guía espiritual. Aunque este amplio territorio está casi fuera del alcance de los adultos, hay muchos publicadores jóvenes que asisten a la escuela y que pueden compartir las buenas nuevas con los de corazón honrado.
MODOS DE TESTIFICAR EN LA ESCUELA
2 Mientras están en la escuela, algunos jóvenes Testigos han hallado que es práctico tener consigo el libro Vivir para siempre o Mi libro de historias bíblicas. Cierto hermanito deja un ejemplar de este libro sobre su pupitre. Cuando sus compañeros de clase le preguntan en cuanto al libro, esto da paso a una consideración. Así, se da un buen testimonio a los alumnos y a los profesores, y hasta ha iniciado varios estudios bíblicos.
3 Cierta joven Testigo aprovecha las oportunidades que se presentan durante la hora de almuerzo para hablar con diferentes alumnos sobre el Reino. Ella dice que halla que es muy fácil entablar una conversación por medio de hablar acerca de cierto tema que se esté considerando actualmente en una de sus clases. Entonces dirige la atención a un artículo sobre un tema parecido que se haya publicado en uno de los últimos números de ¡Despertad! Esta joven también ha podido hacer revisitas y comenzar estudios bíblicos allí mismo en la escuela.
4 Además, a los Testigos jóvenes quizás les surjan oportunidades para presentar las buenas nuevas cuando tengan que preparar informes y proyectos escolares. En un aula se asignó a los estudiantes a presentar información científica que probara la evolución. Cierto hermano joven abordó al profesor después de la clase y preguntó si pudiera presentar información científica que apoyara la creación. El profesor accedió. El resultado fue que el joven dio un informe oral tan sobresaliente que sus condiscípulos aplaudieron. Esto impresionó tanto al profesor que él hizo planes para que se diera el informe en otras clases.
5 En varios casos se han hecho arreglos para que ancianos capacitados hablen a los estudiantes en las escuelas. Han explicado más acerca de nuestras enseñanzas y actividades y hasta han mostrado un juego de las diapositivas de la Sociedad. Se han beneficiado no solo los estudiantes sino también los maestros y los directores de escuela.
TU CONDUCTA COMO TESTIGO
6 Los jóvenes también hacen bien en reflexionar sobre el efecto que la conducta personal de ellos pueda tener para con la verdad, ya sea en recomendar las buenas nuevas o en menoscabarlas. Varios maestros han llegado a conocer la verdad a consecuencia de la buena conducta de los Testigos jóvenes en las escuelas. Por contraste, la actitud y el comportamiento de los alumnos mundanos a menudo son irrespetuosos. Son perezosos y descuidados en cuanto a sus tareas y son desobedientes en la clase. A menudo se meten en problemas serios. Usualmente, quienes observan este proceder no señalan ni critican la religión de éstos. Pero ¿qué sucede si el alumno es testigo de Jehová? Debido a las altas normas que sostenemos, y por las cuales se conoce a la organización, siempre debemos tener cuidado de mantener buena conducta. Que nuestra conducta siempre esté en armonía con los reglamentos de Jehová para que así le demos honra. (Sal. 119:9.)
7 Los padres pueden desempeñar un papel importante en obtener la cooperación de los profesores. Cierta hermana vacilaba en abordar al nuevo profesor de su hija porque había oído que él no estaba dispuesto a cooperar y era difícil de tratar con él. Por fin, la hermana abordó al profesor de manera prudente y bondadosa y expresó su deseo de cooperar con él en su tarea difícil. La hermana concluyó por medio de ofrecer al maestro el folleto La escuela y los testigos de Jehová. Él aceptó el folleto, y después dijo que lo había leído de principio a fin. Durante ese año escolar la actitud de él para con la joven Testigo demostró que apreciaba lo que había leído en el folleto.
8 Si eres un Testigo joven y todavía estás en la escuela y sinceramente deseas ayudar a tus condiscípulos de corazón honrado, habla con franqueza acerca de las buenas nuevas, y podrás contar con la aprobación y la bendición de Jehová. (Sal. 148:12, 13.)