La Biblia... un libro que se debe leer
LA BIBLIA es el libro de mayor circulación de toda la historia. Es el que más se ha traducido y el más que se cita de entre los libros antiguos. Sí, y también es el libro que ha sobrevivido a la oposición más violenta que se haya desatado contra un libro. Sin embargo, lamentablemente, es poco probable que la Biblia sea el libro que más se lea en el mundo.
No obstante, la Biblia es un libro que se debe leer. Considere algunos hechos al respecto.
¿Por qué leerla con regularidad?
La palabra española Biblia viene del término griego biblía, que significa “libritos”. Esto nos recuerda que la Biblia se compone de cierta cantidad de libros... ¡aunque algunos de ellos no son tan “pequeños”! Éstos fueron escritos durante un período que duró más de mil años. Aunque los escribieron hombres, fueron inspirados por una Fuente superior. Incluso hoy día, hay millones de personas que reconocen que “toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa” (2 Timoteo 3:16). Sí, estos “libritos” están llenos de pensamientos del mismísimo Jehová Dios (Isaías 55:9). Por eso, ¡no nos debe sorprender que hayan durado tanto tiempo!
Desde tiempos pasados, la práctica de leer las Escrituras con regularidad ciertamente ha sido provechosa. Los reyes de Israel tenían que escribir a mano copias personales de la Ley, la cual ahora es parte importante de la Biblia. Tenían que leerla diariamente, como recordatorio constante de que tenían que servir humildemente a Dios y adherirse a Sus mandamientos (Deuteronomio 17:18-20). Sin duda, podemos derivar beneficios similares de leer la Biblia con regularidad.
¡Y qué importante es prestar atención a las profecías bíblicas! Debido a su estudio personal de las Escrituras, Daniel pudo discernir que estaba a punto de cumplirse una profecía importante del libro de Jeremías. (Daniel 9:1, 2; Jeremías 29:10.)
Cuando Juan el Bautizante estaba predicando, ‘el pueblo estaba en expectativa’ del Mesías (Lucas 3:15). Esto sugiere que muchos de ellos estaban familiarizados con las profecías acerca del Cristo, registradas en las Escrituras. Esto es muy interesante, puesto que no era fácil conseguir libros en aquellos días. Las copias de los libros bíblicos se tenían que hacer cuidadosamente a mano. Por lo tanto, ¿cómo se familiarizaba la gente con aquellos libros?
En muchos casos, por medio de la lectura pública. El discípulo Santiago dijo: “Desde tiempos antiguos Moisés ha tenido en ciudad tras ciudad quienes lo prediquen, porque es leído en voz alta en las sinagogas todos los sábados”. (Hechos 15:21.)
Hoy día, la gente puede conseguir fácilmente un ejemplar de la Biblia, y, por lo menos, algunos “libritos” están disponibles en los idiomas del 97 por 100 de la población mundial. Por eso, es lamentable el que muchas personas no estén interesadas en investigar lo que la Biblia contiene para ellas.
Se anima a leerla
Una parte importante de la obra de los testigos de Jehová es promover la lectura de la Biblia con regularidad. En una de las plantas impresoras de su central mundial, ubicada en Brooklyn, Nueva York, aparece escrita en letras grandes la declaración: “LEA DIARIAMENTE LA PALABRA DE DIOS, LA SANTA BIBLIA”.
Todas las semanas, en las más de 46.000 congregaciones de los testigos de Jehová por todo el mundo, se celebra la Escuela del Ministerio Teocrático. La lectura pública semanal de una porción escogida de la Biblia constituye parte del curso. Todos los que asisten a esta reunión tienen la asignación de leer semanalmente en su hogar varios capítulos de la Biblia, y, con el tiempo, los que se mantienen al día con el programa de lectura llegan a leer toda la Biblia.
Esto está en armonía con lo que dice el libro Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático, uno de los libros de texto que se usan en este curso. Éste declara: “Su horario personal debe incluir tiempo para leer la Biblia misma. Es muy valioso leerla completamente de principio a fin. [...] Sin embargo, su meta al leer nunca debe ser abarcar material, sino obtener el punto de vista general del material con la intención de recordar. Dése tiempo para meditar en lo que la Biblia dice”. (Página 21.)
Los testigos de Jehová opinan que los cristianos del día moderno deben tener conocimiento de la Biblia. Con esto presente, han promovido la lectura de una versión del siglo XX. Han grabado en casetes la lectura de muchos “libritos” de la Biblia. Por lo tanto, las personas a quienes les parece que no disponen del tiempo para sentarse a leer por largo rato la Biblia, ahora pueden escuchar las grabaciones de libros bíblicos mientras trabajan en el hogar, van de viaje en su auto o hacen muchas otras cosas. Por supuesto, las grabaciones son una excelente ayuda también cuando sí nos sentamos a leer la Biblia. Es una experiencia deleitable escuchar la lectura de las Escrituras a la vez que leemos nuestro propio ejemplar de la Biblia.
Sin falta, procure beneficiarse completamente de la guía espiritual que se provee en las publicaciones cristianas que Dios suministra por medio del “esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47). Pero ¿por qué no cultiva el hábito de leer la Biblia diariamente? Obtendrá muchos beneficios, como se hizo notar en el mandamiento que se dio hace mucho tiempo a Josué, líder israelita: “Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en tono bajo, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente”. (Josué 1:8.)
[Fotografía en la página 31]
Por años, la planta impresora de la Sociedad Watchtower que está ubicada en el 117 de la calle Adams, en Brooklyn, Nueva York, ha tenido un letrero que insta a los transeúntes a leer las Sagradas Escrituras