Alabemos a Jah por medio de obtener suscripciones
1 ¡Qué gozo es recibir cada nuevo número de ¡Despertad! Esta excelente revista nos ayuda a estar al día con los sucesos mundiales y a ver cómo se relacionan con la profecía bíblica. De modo que, podemos apreciar mejor las oportunidades que tenemos de alabar a Jehová. (Amós 3:7; Heb. 13:15.)
2 En lo que va del año 1989, la revista ¡Despertad! ha considerado temas como “¿Quiénes heredarán la Tierra?”, “¿Qué ha sucedido con los valores?” y “La violencia. ¿Se puede evitar?”. Esa información realza el aprecio que le tenemos a La Atalaya, que por más de un siglo ha proclamado el Reino de Dios como la verdadera solución a los problemas de la humanidad. Estas revistas han señalado a sus lectores que los sucesos actuales indican que estamos en “los últimos días” de este viejo sistema. (2 Tim. 3:1-5.) Los números históricos de La Atalaya de abril y mayo de este año desenmascararon intrépidamente a la inicua Babilonia la Grande.
LAS SUSCRIPCIONES SUMINISTRAN ALIMENTO ESPIRITUAL
3 En octubre tendremos el privilegio de ofrecer la suscripción a ¡Despertad! o a La Atalaya, o a ambas. ¿Tiene cada miembro de su familia su suscripción personal? Si así es, entonces podrán recomendar a otros que se suscriban también. Como lector regular de La Atalaya y ¡Despertad!, usted puede ser tan entusiasta al ofrecer las suscripciones como lo es al presentar los ejemplares sueltos durante los días de revista.
4 No prejuzgue a alguien en cuanto a si se suscribirá o no. Más bien, deje que la persona responda a la presentación sincera y entusiasta que usted haga. Lo que ayudó a cierta hermana a desarrollar una actitud más positiva fue el reflexionar en el hecho de que no debemos juzgar a los demás por las apariencias. Aprendió a parecerse más a Jehová, quien no es parcial. (Hech. 10:34.) Además de hacerlo en el ministerio de casa en casa, ¿ha ofrecido suscripciones a los que estudian la Biblia con usted, a las personas de su ruta de revistas, a sus compañeros de trabajo, a sus vecinos, a sus familiares y mientras testifica en las calles?
5 En muchos casos los amos de casa dicen que en ese momento no tienen dinero. O puede que no les convenga suscribirse por alguna otra razón. Cuando eso suceda, y si la persona está de acuerdo, llene las hojas de suscripción ahí mismo, en la visita inicial, y luego vuelva por la contribución. Asegúrese de regresar al tiempo convenido. Esto enfatiza la importancia de llevar buenos registros de casa en casa.
TESTIFICACIÓN INFORMAL
6 Aunque la obra de casa en casa sigue siendo nuestra principal forma de predicar, reconocemos que en estos días la testificación informal recibe cada vez mayor énfasis. Es un excelente medio para hablar con los que no se hallan en su hogar cuando predicamos de casa en casa. ¿Y qué hay de los que trabajan con usted? Durante un mes de campaña de suscripción un hermano decidió testificar discretamente a sus compañeros de trabajo. Al principio se puso la meta de conseguir diez suscripciones ese mes. Sin embargo, le sorprendió alcanzar su meta en solo dos días. ¡Imagínese su gozo al informar 68 suscripciones ese mes!
7 En octubre podemos ofrecer las suscripciones al predicar de casa en casa, al hacer revisitas y al testificar informalmente. Cuando no se acepte la oferta, pudiéramos decir algo como: “Aunque no desea suscribirse en este momento, estoy seguro de que le agradaría quedarse con este número de la revista. La ofrecemos junto con su revista compañera por la contribución de $0,50”. Así se colocan muchas revistas.
8 El salmista nos insta: “Alaben a Jah”. (Sal. 147:1.) ¡Cuán apropiado es que en octubre alabemos a Jehová por medio de ofrecer suscripciones a La Atalaya y ¡Despertad!