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Impreso oportuno Noticias del Reino que se distribuirá por toda la TierraMinisterio del Reino 1995 | marzo
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Impreso oportuno Noticias del Reino que se distribuirá por toda la Tierra
1 El domingo 23 de abril se pronunciará un discurso especial que llevará el interesante título “El fin de la religión falsa está cerca”. Al terminar la reunión se presentará un impreso de cuatro páginas Noticias del Reino que invita a la reflexión. Su mensaje oportuno se difundirá por todo el mundo durante tres semanas, del 24 de abril al 14 de mayo.
2 En todo lugar de la Tierra hay personas angustiadas. Prescindiendo de donde vivan, están plagadas de problemas. El impreso Noticias del Reino será de verdadero interés para la gente que se preocupa sinceramente por los sucesos actuales, pues la dirigirá a la Palabra de Dios como la única fuente infalible de guía para el hombre. (Sal. 119:105.) Todos esperamos con anhelo recibir un ejemplar de Noticias del Reino cuando se presente el 23 de abril. Entretanto, debemos prepararnos para esta campaña intensiva de tres semanas.
3 Animemos a todos a participar con empeño: ¿Quiénes pueden participar en esta obra? Está claro que todos los que ya son publicadores querrán participar. Pero ¿qué se puede decir de las personas que están estudiando la Biblia con regularidad y que asisten a las reuniones de la congregación? Algunas nos acompañan desde hace algún tiempo y han demostrado un progreso constante. Si han armonizado su vida con los principios bíblicos, cabe preguntar: ¿satisfacen los requisitos para que se les cuente como publicadores del Reino? El publicador que dirige el estudio debe analizar este asunto con el estudiante y, si este desea participar en el servicio del campo, dos ancianos deben repasar con él la información de las páginas 98 y 99 del libro Organizados para efectuar nuestro ministerio. Estos pasos se deben dar cuanto antes, a fin de que los que satisfacen los requisitos para ser publicadores no bautizados puedan participar de lleno en la campaña. Hasta podemos animar a los estudiantes que todavía no pueden ser publicadores a distribuir este oportuno impreso Noticias del Reino entre sus conocidos y familiares. (Véase La Atalaya del 15 de noviembre de 1988, página 17, párrafo 8.)
4 No será un trabajo difícil; todos podrán participar. Los padres pueden incluir en su estudio familiar sesiones de ensayo con el impreso Noticias del Reino a fin de que todos estén preparados para presentarlo de casa en casa. Las presentaciones sencillas por lo general son mejores. Tras una breve introducción, ofrezca Noticias del Reino al amo de casa, y anímelo a leerlo. Cuando alguien se interese, apúntelo para que pueda regresar a cultivar el interés. (1 Cor. 3:6, 7.) Una presentación sencilla y bien preparada producirá buenos resultados.
5 Tendremos “mucho que hacer” durante abril y mayo. Se suministrará más información en el suplemento titulado “Mucho que hacer en la obra del Señor” del próximo número de Nuestro Ministerio del Reino. (1 Cor. 15:58.)
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Al que mucho se le ha dado, mucho se le exigiráMinisterio del Reino 1995 | marzo
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Al que mucho se le ha dado, mucho se le exigirá
1 ¡Qué favorecidos somos por tener la verdad! Estamos dedicados a Jehová, y por ello se nos han ‘encomendado las buenas nuevas’. (1 Tes. 2:4.) Tenemos una seria responsabilidad. Jesús dijo: “A todo aquel a quien se dio mucho, mucho se le exigirá”. (Luc. 12:48b.)
2 ¡Qué ciertas son esas palabras! Puesto que todos hemos sido bendecidos con el conocimiento de la Palabra de Dios, una maravillosa hermandad y una magnífica esperanza, puede decirse, en honor a la verdad, que se nos ha dado mucho. Es razonable, entonces, que se espere mucho de nosotros.
3 Mantengamos un punto de vista apropiado de lo que se nos pide: A algunos les ha parecido que se espera demasiado de ellos. Como cabeza de la congregación cristiana, Jesucristo determina “lo que se necesita” para que funcione correctamente. (Efe. 4:15, 16.) Nos asegura que ‘su yugo es suave y su carga es ligera’. (Mat. 11:28-30.) Hace concesiones amorosas a los que tienen limitaciones. (Luc. 21:1-4.) Prescindiendo de cuanto hagamos, seremos bendecidos si eso es todo lo que podemos hacer. (Col. 3:23, 24.)
4 Preguntémonos: ‘¿Pongo los intereses del Reino en primer lugar en la vida? ¿Utilizo mi tiempo y mis recursos de modo que resulte en alabanza para el nombre de Dios y beneficio para mi semejante? ¿Prefiero la satisfacción de servir a Jehová que el disfrute egoísta de cosas materiales?’. Las respuestas sinceras que demos a estas preguntas revelarán los motivos de nuestro corazón. (Luc. 6:45.)
5 Evitemos la tentación de hacer lo malo: Nunca antes ha habido tantas tentaciones y presiones para buscar el interés egoísta, la avidez y el placer sensual. Todos los días se pone a prueba nuestra moralidad con tentaciones que tienen el objetivo de hacernos transigir. Para enfrentarnos con éxito a tales retos, debemos pedir la ayuda de Jehová. (Mat. 26:41.) Él puede darnos fortaleza mediante su espíritu santo. (Isa. 40:29.) Leer la Palabra de Dios diariamente es de gran ayuda. (Sal. 1:2, 3.) La autodisciplina y el autodominio desempeñan asimismo un papel importante. (1 Cor. 9:27.)
6 No basta con que amemos lo que es bueno; también tenemos que odiar lo que es malo. (Sal. 97:10.) En otras palabras, no debemos anhelar las cosas malas. Proverbios 6:16-19 menciona siete cosas que Jehová odia. Es obvio que los que deseamos agradar a Jehová debemos odiarlas también. Ya que hemos sido bendecidos con el conocimiento exacto de la verdad, obremos en armonía con dicho conocimiento, fijando nuestra atención en las cosas buenas.
7 Es correcto pedir en oración que se nos presenten las circunstancias que nos permitan tener ‘siempre mucho que hacer en la obra del Señor’. (1 Cor. 15:58.) Muchos se han dado cuenta de que mantenerse ocupados en el servicio a Jehová es una protección, pues deja poco tiempo para ir en pos de cosas vanas.
8 En realidad lo que Jehová requiere de nosotros es muy razonable. (Miq. 6:8.) Tenemos motivos para estar agradecidos por los privilegios de servicio que hemos recibido. (Efe. 5:20.) Por lo tanto, continuemos “trabajando duro y esforzándonos”, confiando en que el galardón que obtendremos será infinitamente mayor que lo que se exige de nosotros. (1 Tim. 4:10.)
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