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¿Tienen que ser ministros todos los cristianos verdaderos?La Atalaya 1984 | 15 de agosto
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por sí mismos. En 1931, cuando aceptaron su singular nombre, había unos 50.000 Testigos predicando en todo el mundo. El informe de 1983 muestra que hubo un máximo de más de 2.652.000 ministros que participaron en la obra de predicar las buenas nuevas del Reino y que se asociaron con 46.235 congregaciones. Sí, ¡ahora hay casi tantas congregaciones como había Testigos en 1931! La verdad ciertamente se ha escrito en el corazón de millones de personas en las pasadas décadas... y esto es prueba irrefutable del ministerio de los testigos de Jehová. (Isaías 43:10-12.)
20. Como ministros cristianos, ¿qué necesitamos hoy día? ¿Qué preguntas quedan por contestar?
20 Ahora, más que nunca antes, se necesitan urgentemente ministros cristianos. El tiempo que queda es corto y la cosecha es grande. Por eso, hay mayor razón para que seamos ministros capacitados que prediquemos y enseñemos de manera productiva. ¿Cómo podemos hacer esto? ¿Cómo podemos ser ministros más eficientes? ¿Tienen valor práctico para nosotros hoy día los ejemplos de Cristo y los apóstoles? (Efesios 5:15, 16; Mateo 9:37, 38.)
Puntos de repaso
◻ ¿Cómo sabemos que todos los seguidores ungidos de Cristo tenían que ser ministros?
◻ ¿Qué papel ha desempeñado la “grande muchedumbre” en el ministerio de tiempos modernos?
◻ ¿En qué se basa la vocación cristiana del ministerio?
◻ ¿Qué prueba tienen los testigos de Jehová de su ministerio?
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Cómo llegar a ser ministros eficientesLa Atalaya 1984 | 15 de agosto
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Cómo llegar a ser ministros eficientes
“Por eso es que envío a Timoteo a ustedes, [pues] él les recordará mis métodos relacionados con Cristo Jesús, así como yo estoy enseñando en todas partes en toda congregación.” (1 CORINTIOS 4:17.)
1, 2. Para atraer a la verdad a una persona, ¿cuál es uno de los factores necesarios? (Hechos 8:12.)
A PARTIR del derramamiento del espíritu santo en el Pentecostés de 33 E.C., la congregación cristiana creció y se extendió rápidamente (Hechos 2:40-42; 4:4; 6:7; 11:19-21). ¿Cuál fue la clave de su éxito? ¿Por qué hubo tantos judíos y luego samaritanos y gentiles que aceptaron a Cristo y el mensaje del Reino de Dios? (Hechos 8:4-8; 10:44-48.)
2 Ciertos factores tienen que entrar en juego para que una persona acepte las buenas nuevas cristianas. En primer lugar, tiene que apreciar la bondad inmerecida de Dios para con la humanidad al haber tomado Él la iniciativa y haber enviado a su Hijo a la Tierra como sacrificio de rescate. Como lo expresó el escritor bíblico llamado Juan: “En esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiésemos la vida por medio de él. El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados”. (1 Juan 4:9, 10.)
3. ¿Por qué es necesario que uno esté consciente de su necesidad espiritual?
3 Otro factor vital es la actitud de cada uno hacia los valores espirituales. Jesús dijo: “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos. Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que ellos serán saciados” (Mateo 5:3, 6). La persona satisfecha de sí misma y farisaica no está generalmente consciente de ninguna necesidad espiritual, y por eso no está dispuesta a recibir la verdad. Cuando los testigos de Jehová le presentan el mensaje del Reino, una persona de ese tipo a menudo contesta: ‘No me interesa. Tengo mi propia religión’. De igual manera, la persona sumida de lleno en búsquedas materialistas no tiene tiempo para tratar asuntos espirituales. (Mateo 6:33, 34; 7:7, 8; Lucas 12:16-21.)
4. ¿Qué preguntas se considerarán ahora?
4 Pero ¿qué hay de los que están “conscientes de su necesidad espiritual” y están dispuestos a buscar a Dios y su Reino? ¿Cómo se puede hallar y reconocer a tales personas? ¿Hay algo que podamos hacer como ministros de la Palabra de Dios para que nuestro mensaje sea más comprensible? ¿Cómo podemos ser ministros más eficientes?
¿Qué métodos debemos usar?
5. Según Pablo, ¿qué enseñaría Timoteo a los corintios?
5 Cuando el apóstol Pablo escribió su primera carta a los cristianos de Corinto, les dijo que les enviaba a Timoteo, quien ‘les recordaría sus métodos [los de Pablo] relacionados con Cristo Jesús’. En lugar de “métodos”, algunas traducciones hablan de “normas de conducta”, “conducta” o “manera de vivir”. Sin embargo, el Greek-English Lexicon of the New Testament, del profesor Thayer, ofrece esta interpretación de ese texto: “Los métodos que yo, como ministro y apóstol de Cristo, sigo en el desempeño de mi cargo”. Puesto que Pablo terminó la oración diciendo: “Así como yo estoy enseñando en todas partes en toda congregación”, es razonable concluir que sus comentarios abarcaban su ministerio activo y no solamente su conducta personal cristiana. (1 Corintios 4:17.)
6. ¿Por qué fue eficaz el ministerio de Jesús?
6 Jesús no efectuó su ministerio al azar. Él también empleó método en su predicación. Para ilustrarlo: Enseñó cuidadosamente a sus apóstoles, y más tarde a los 70 evangelistas, a predicar eficazmente. Su uso constante de ilustraciones, preguntas y citas bíblicas fue un ejemplo para ellos. Éste continúa siendo el mejor método hoy día. (Lucas 9:1-6; 10:1-11.)
7. ¿Cómo podemos transmitir las buenas nuevas a la mayor cantidad de personas posible?
7 Puesto que el ministerio cristiano es asunto de vida eterna o muerte, ¿cómo podemos transmitir las buenas nuevas a la mayor cantidad de personas posible? Sí, ¿cómo podemos estar ‘limpios de la sangre de todo hombre’? Utilizando toda vía de servicio, lo que incluye, como declaró el apóstol Pablo, el ministerio “de casa en casa”. El comentario que aparece en una traducción hispana acerca de Hechos 20:20 declara: “Aquí tenemos el método de predicación que siguió Pablo en Éfeso”. (Hechos 20:20-27.)
El primer obstáculo
8, 9. a) ¿Cuál es a menudo el primer obstáculo en el ministerio? b) ¿Por qué pudo hablar Jesús con denuedo?
8 Muchísimas veces el primer obstáculo que hay que superar en el ministerio es uno mismo. Algunos tienden a sentirse cohibidos, ineptos y faltos de educación en comparación con las personas que encuentran al predicar. Pero ¿cómo se sintió Jesús? ¿Asistió él a las escuelas de enseñanza rabínica? ¿Recibió enseñanza superior? No obstante, ¿cómo reaccionaron los de su propio pueblo cuando él predicó? Mateo nos dice: “Quedaron atónitos y dijeron: ‘¿De dónde consiguió este hombre esta sabiduría y estas obras poderosas?’”. Es cierto que Jesús era perfecto, el Hijo de Dios. Pero sus métodos eran también prácticos para sus discípulos que en su mayoría eran “incultos” y habían de ser imitadores de él. ¿Qué reacción causaron ellos, incluso entre sus enemigos religiosos? “Ahora bien, al contemplar la franqueza de Pedro y de Juan, y al percibir que eran hombres iletrados y del vulgo, se admiraban. Y empezaron a reconocer acerca de ellos que solían estar con Jesús.” (Mateo 13:54; Hechos 4:13.)
9 Pero ¿de dónde consiguió Jesús todas aquellas cosas que enseñó? ¿Por qué tuvo tanto éxito en su ministerio? ¿Se valió de emociones exageradas, como lo hacen los predicadores modernos de la TV, para convencer a su auditorio? No. La base de Jesús era la sencillez misma... hablaba en el lenguaje de la gente común, estaba al tanto de las necesidades espirituales de la gente y, lo más importante de todo, Jesús sabía que tenía el apoyo de su Padre. Explicó esto claramente en la sinagoga del pueblo donde se crió, en Nazaret de Galilea, cuando anunció la comisión ministerial que tenía. Leyó esta porción del rollo del profeta Isaías: “‘El espíritu de Jehová está sobre mí, porque me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, para predicar el año acepto de Jehová.’ [...] Entonces comenzó a decirles: ‘Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír’”. (Lucas 4:16-21.)
10, 11. a) ¿Cómo nos debemos sentir en cuanto a nuestro ministerio? b) ¿Cómo contesta Pablo esta pregunta?
10 Hoy día nosotros tenemos el mismo apoyo en nuestro ministerio... el de Jehová Dios, el Señor Soberano del universo. Predicamos Su mensaje, Su sabiduría. Nos basamos en su Palabra y la utilizamos abundantemente en nuestras conversaciones. Por consiguiente, ¿deberíamos tener algún complejo en cuanto a predicar incluso a personas más cultas o más ricas?
11 Pablo contesta: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de este sistema de cosas? ¿No hizo Dios necedad la sabiduría del mundo? [...] Pues ustedes contemplan su llamamiento por él, hermanos, que no muchos sabios según la carne fueron llamados, no muchos poderosos, no muchos de nacimiento noble; sino que Dios escogió las cosas necias del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios escogió las cosas débiles del mundo, para avergonzar las cosas fuertes; y Dios escogió las cosas innobles del mundo y las cosas menospreciadas, las cosas que no son, para reducir a la nada las cosas que son, a fin de que ninguna carne se jacte a la vista de Dios”. (1 Corintios 1:18-29.)
12. ¿De qué se deriva el éxito en nuestro ministerio? (Santiago 4:8.)
12 El éxito en el ministerio no depende de nuestra educación o nuestro linaje. Es el resultado del mensaje del Reino mismo, que toca una fibra sensible del corazón de la persona que está consciente de su necesidad espiritual. Otro factor es la buena voluntad de Jehová hacia tal persona, pues como dijo Jesús: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga”. (Juan 6:44.)
13. a) ¿Cómo respondieron Pablo y Bernabé a la oposición? b) ¿Cómo podemos tener gozo en el ministerio siempre?
13 Por lo tanto, al confiar en el apoyo de Jehová, podemos efectuar nuestro ministerio con convicción, tal como lo hicieron Pablo y Bernabé en el primer siglo. Cuando ellos predicaron en Iconio, su ministerio causó una marcada división de opiniones y alguna oposición. ¿Se echaron ellos atrás por eso? El registro de Lucas nos dice: “Pasaron bastante tiempo hablando con denuedo por la autoridad de Jehová, quien daba testimonio a la palabra de su bondad inmerecida, concediendo que mediante las manos de ellos ocurrieran señales y portentos”. Si nosotros tenemos igualmente una actitud positiva para con la gente de nuestro territorio, y dejamos los resultados en las manos de Jehová, el ministerio siempre será un gozo, no una carga. (Hechos 14:1-3; Santiago 1:2, 3.)
Cómo responde la gente
14. ¿Cómo reaccionó la gente a la predicación de Pablo?
14 Durante su predicación, ni Jesús ni Pablo lograron que la gente respondiera siempre de modo favorable. Por ejemplo, ¿cómo reaccionó el público cuando Pablo predicó en Atenas? El registro nos dice: “Ciertos individuos, filósofos de los epicúreos así como de los estoicos entablaban conversación polémica con él, y algunos decían: ‘¿Qué es lo que este charlatán quisiera contar?’ Otros: ‘Parece ser publicador de deidades extranjeras.’ Esto se debió a que declaraba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección. De modo que se apoderaron de él y lo condujeron al Areópago, diciendo: ‘¿Podemos llegar a saber lo que es esta nueva enseñanza que es hablada por ti? Porque presentas algunas cosas que son extrañas a nuestros oídos’”. (Hechos 17:18-20.)
15. ¿Cómo reacciona la gente al ministerio de usted? Pero ¿qué debemos recordar?
15 Tenemos que reconocer que nuestro mensaje y la versión de éste que publican los medios de información y los opositores podrían también sonar extraños a nuestro público moderno. Como resultado, muchas personas, predispuestas debido a rumores, prejuzgan el asunto y nos rechazan sin habernos oído antes. Otras, como aquéllas de Atenas, aceptan más información antes de tomar una decisión. Por supuesto, una vez han escuchado, puede que todavía se mofen de la esperanza del Reino como algo increíble. Sin embargo, recuerde que ellas rechazan a Cristo y su mensaje, no a usted. (Hechos 17:32-34; Mateo 12:30.)
Desconocidos se convierten en amigos
16. a) ¿Cómo pudiéramos reaccionar cuando personas desconocidas visitan nuestro hogar? b) ¿Qué debe lograr nuestra introducción?
16 ¿Cómo se siente usted cuando personas desconocidas van a su hogar? ¿Qué preguntas pudieran venirle de súbito a la mente? Pudieran ser éstas: ¿Quiénes son? ¿Qué quieren? ¿Irán a causarme dificultades? Por consiguiente, cuando nos presentemos como ministros ante la puerta de otra persona, debemos recordar que nuestra introducción debe tranquilizarla en lo que toca a esas preguntas. Pero ¿cómo? Pues bien, ¿qué sugirió Jesús como introducción? Dijo: “Al entrar en la casa, salúdenla; y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean; mas si no lo merece, vuelva sobre ustedes la paz de ustedes”. (Mateo 10:12, 13.)
17. ¿Cómo podemos tranquilizar a una persona durante nuestra introducción?
17 “Venga sobre ella la paz que le desean.” ¿Qué significa eso? Que en nuestro ministerio le deseamos nuestra paz a cada persona y familia. Así que nuestras primeras palabras deben mostrar que somos ministros de Dios y amadores de la paz. Hasta el día de hoy, los judíos y los musulmanes emplean el saludo: “La paz sea con vosotros” o “Que tengan paz” (“Shalom aleichem”, o: “Shalom”, en hebreo, y: “Assalām ‘alaikum”, o: “Salām”, en árabe). Claro, nuestro saludo varía de país en país, según la costumbre de la localidad. Pero el objetivo es el mismo... tranquilizar a la persona para que ésta escuche el mensaje del Reino. El dar primero el nombre, y hasta mencionar dónde vive uno, tal vez sea útil en dicha situación. Esto muestra que usted no tiene nada que ocultar. Su propósito y honradez son patentes a la vista de todos. Entonces usted está haciendo lo que aconsejó Pablo: “Procurad la buena reputación entre la gente. En cuanto sea posible, por parte vuestra, estad en paz con todo el mundo”. (Romanos 12:17, 18, J. M. González Ruiz.)
18. ¿Con qué norma debemos cumplir siempre en nuestro ministerio?
18 Sea que estemos en el ministerio de casa en casa o en la calle, estamos a la vista del público. Nuestra conversación y nuestro comportamiento siempre deben ser irreprochables e inofensivos. No obstante, aunque nuestra presentación debe ser apacible y pacífica, no debemos estar ofreciendo disculpas. No nos avergonzamos de ser ministros públicos de Dios. (Marcos 8:38.)
19, 20. a) ¿Cómo puede uno abordar en la calle a personas más reservadas de lo normal? b) ¿Por qué fue eficiente Jesús en el modo informal de abordar?
19 En algunas naciones, las personas son más reservadas y conservadoras que en otras. Algunas se molestan si alguien se les acerca en la calle y les muestra unas revistas. Si ése es el caso, ¿por qué no utiliza usted un método de abordar más discreto? Con tacto uno puede entablar una conversación con una persona que no tenga prisa, y luego sacar la literatura bíblica de modo natural.
20 Ciertamente Jesús fue apto en un tipo similar de predicación. Puesto que los judíos generalmente menospreciaban a los samaritanos y a las mujeres, Jesús fue discreto al abordar a la samaritana inmoral en la fuente de Jacob. Su conversación es un modelo para la testificación informal y en las calles. También es un ejemplo excelente de un modo de enseñar compasivo y constructivo. (Juan 4:5-30.)
21. ¿Qué otro factor vital se ilustra en el ministerio de Pablo?
21 Hay que tomar en cuenta otro factor vital cuando presentamos las buenas nuevas del Reino. Pablo fue maestro a este respecto. Vea si puede reconocer ese factor en algunas de sus introducciones, que se hallan en Hechos 13:16-20; 17:22 y Hch 22:1-3. Note que en cada ocasión él buscó un tema de interés mutuo con relación a los de su auditorio. Se identificó con ellos y sus antecedentes. El resultado fue que ellos escucharon aunque no estuvieran de acuerdo con él. De igual manera, nuestra introducción puede llegar a dar con el toque humano, el punto de identidad entre nosotros y el amo de casa. Quizás usted note que en la casa hay niños, y puede que usted también sea padre o madre. Entonces ustedes tienen cosas en común, una base amigable. ¡Usted tiene un asunto de qué hablar que puede conducir al mensaje del Reino! (Mateo 18:1-6.)
22. ¿Qué preguntas requieren respuesta ahora?
22 Pero estas sugerencias son solo el comienzo. ¿Qué otros pasos hay que dar para, finalmente, producir otro discípulo? Sí, ¿qué más es necesario para ayudar a otra persona a entrar en una relación con Dios mediante Cristo? ¿Qué cualidades harán que su ministerio sea más eficaz?
¿Cómo contestaría usted?
◻ ¿Cuáles son algunos de los factores envueltos en que una persona acepte el mensaje del Reino?
◻ ¿Cómo se pueden superar la timidez y el ser cohibidos en el ministerio?
◻ ¿Cuál debe ser el objetivo de nuestras introducciones en el servicio del campo?
◻ ¿Cómo pueden ayudarnos en nuestro modo de abordar a la gente el ejemplo de Jesús y el de Pablo?
[Ilustración en la página 17]
Jesús enseñó a sus discípulos métodos eficaces para el ministerio
[Ilustración en la página 19]
¿Qué preguntas le vienen a la mente cuando un desconocido se presenta ante su puerta?
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El ministerio eficaz que resulta en más discípulosLa Atalaya 1984 | 15 de agosto
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El ministerio eficaz que resulta en más discípulos
“Éstos fueron sus dones: algunos para que fueran [...] evangelizadores; otros, pastores y maestros, para equipar al pueblo de Dios para el trabajo en Su servicio.” (EFESIOS 4:11, 12, The New English Bible, en inglés.)
1. ¿Qué sentía Cristo para con las personas?
CRISTO JESÚS no fue un ermitaño. Su ministerio estaba totalmente dirigido a la gente. En los relatos de los cuatro Evangelios, Jesús casi siempre está ocupado con personas. Durante sus viajes él vio la verdadera condición de éstas y sintió profunda compasión para con ellas. Si usted es ministro cristiano, ¿siente compasión para con las personas que encuentra? (Mateo 9:35, 36.)
2. ¿Cómo imitan los testigos de Jehová el ejemplo de Jesús?
2 Hoy también el ministerio cristiano tiene que ver con la gente. Puesto que están conscientes de este hecho, los testigos de Jehová son flexibles en su manera de abordar a las personas al rendir servicio a Dios. Por todo el mundo se les puede ver hablando con la gente... en las calles, ante las puertas, en zonas comerciales bien transitadas, cerca de estaciones de autobuses, de trenes subterráneos y de ferrocarriles, en fábricas, oficinas y distritos de negocios. Dondequiera que se halle la gente, allí están los Testigos sirviendo de evangelizadores. ¿Por qué? Porque la palabra “evangelio” se deriva de la palabra griega euaggelion, que significa “buenas noticias” o “buenas nuevas”. Todo testigo cristiano de Jehová tiene que ser ministro de las buenas nuevas, un evangelizador, tal como Cristo lo fue. Por lo tanto, todo Testigo también tiene que estar ocupado con la gente. (2 Timoteo 4:5; Efesios 4:11, 12.)
3. ¿Cuál es el método más eficaz de efectuar el ministerio cristiano?
3 ¿Cómo se puede efectuar de manera eficaz esta obra de evangelizar? ¿Por medio de usar la radio y televisión, como lo hacen muchísimas religiones? Bueno, simplemente hágase la siguiente pregunta: ¿Pueden la radio y la televisión contestar sus preguntas con espontaneidad? No... éstos, en cierto sentido, son medios de comunicación impersonales. El medio más eficaz de llevar a cabo el ministerio sigue siendo el que Jesucristo y sus discípulos utilizaron, el de hablar cara a cara con los que buscan la verdad. Pero esto requiere tiempo y esfuerzo, lo cual Pablo indicó mediante una ilustración sencilla: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer; de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer”. (1 Corintios 3:5-7.)
4. ¿Cuáles son las tres etapas del ministerio eficaz?
4 Estas palabras dan a entender que el ministerio cristiano está compuesto de tres etapas... el plantar, el cultivar y el cosechar. ¿En qué sentido puede decirse esto? Primero, se planta cuando la persona oye por primera vez las buenas nuevas del Reino. Entonces se cultiva, lo cual incluye regar lo que se plantó. ¿Cómo se hace esto? Mediante conversaciones adicionales en las que se contestan preguntas y se aclaran dudas. En muchos casos esto resulta en que se conduzca un estudio de la Biblia con regularidad, lo cual implanta profundamente la verdad bíblica en la mente y el corazón de la persona; con la bendición de Dios, se efectúa el crecimiento. El resultado final es otro discípulo activo de Cristo Jesús, otro ministro. Ahora bien, ¿cómo podemos todos nosotros como ministros tener la feliz bendición de cosechar un discípulo?
5. ¿Qué nos ayuda a ser ministros eficientes?
5 Como lo declara nuestro artículo anterior, Jesús enseñó a sus discípulos a llevar a cabo su ministerio de manera práctica. Además, Pablo habló acerca de sus “métodos relacionados con Cristo Jesús” (1 Corintios 4:17). La serie de congregaciones que él ayudó a establecer alrededor de Asia Menor y Grecia da testimonio elocuente de su éxito. Ya hemos considerado algunos de los métodos de Pablo (y de Jesús), pero ¿hay otros que puedan utilizarse eficazmente hoy?
¿Cuál es la base, y en qué consiste el mensaje?
6. ¿Cuál tiene que ser la piedra angular de nuestro ministerio?
6 ¿En qué debe basarse el mensaje cristiano? ¿En sabiduría y filosofía humanas? La carta de Pablo a Timoteo da una respuesta clara: “Tú, sin embargo, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer, sabiendo [...] que desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la salvación por medio de la fe relacionada con Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar”. Queda claro que la Biblia, la Palabra de Dios, tiene que ser la piedra angular de nuestro ministerio. (2 Timoteo 3:14-17.)
7, 8. ¿Cómo dieron el ejemplo Jesús y Pablo respecto al uso de las Escrituras?
7 En cuanto a esto, Cristo Jesús tomó la delantera... constantemente citó de las Escrituras; también lo hizo el apóstol Pablo. Por ejemplo, ¿se presentó en Tesalónica enseñando la filosofía griega? No, pues el relato nos dice: “Así es que según tenía por costumbre Pablo, pasó adentro a ellos, y por tres sábados razonó con ellos sacando sus argumentos de las Escrituras, explicando y probando por referencias que era necesario que el Cristo sufriese y se levantase de entre los muertos”. (Hechos 17:1-3.)
8 ¿En qué resultó aquello? “Algunos de ellos se hicieron creyentes.” Por lo tanto, conforme al método de Pablo, nuestra predicación hoy tiene que basarse en la Palabra de Dios. Por eso se sugiere un tema bíblico de conversación para nuestro ministerio. De esta manera la verdad de la Palabra de Dios puede conmover a los que estén conscientes de su necesidad espiritual. (Hechos 17:4.)
9, 10. a) ¿Cuál tiene que ser el tema de nuestra predicación hoy? b) Cite ejemplos de esto en el ministerio de Pablo.
9 Ahora bien, la siguiente pregunta es: ¿Qué mensaje debemos predicar? Pues bien, ¿cuál fue el tema del ministerio de Cristo? Jesús estaba muy consciente de su comisión, pues dijo: “También a las otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”. Al referirse a los últimos días de nuestro presente sistema, él dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Lucas 4:43; Mateo 24:14.)
10 Hallamos que en la predicación de Pablo se hace hincapié en lo mismo. Por ejemplo, a los judíos de una sinagoga él “habló con denuedo por tres meses, pronunciando discursos y usando persuasión respecto al reino de Dios”. A los de Roma, “explicó el asunto dando testimonio cabal respecto al reino de Dios”. Por lo tanto, “el reino de Dios” tiene que ser el punto principal de nuestro ministerio cristiano hoy. (Hechos 19:8; 28:23, 31.)
¿Ataca usted, o atrae?
11. A menudo, ¿cómo responden las personas cuando las aborda un Testigo, y cómo podemos contrarrestar esto? (Hechos 17:17, 18.)
11 En el primer siglo, la gente estaba dividida por razones de religión, raza y nacionalidad, tal como lo está hoy día (Hechos 2:7-11). Esto significa que la mayoría de las personas tienen sus propias ideas preconcebidas en cuanto a religión. En muchos casos se sienten amenazadas y se ponen a la defensiva al encontrarse con un Testigo. ¿Cómo podemos cambiar esta situación? Por medio de desplegar bondad y tacto y ser adaptables.
12, 13. ¿Cómo habló Pablo a los adoradores de ídolos de Atenas? ¿Cómo respondieron ellos?
12 Note cómo Pablo se entendió con tal situación en Atenas, donde se adoraban ídolos. Inicialmente, al ver tantos ídolos, se sintió irritado. Cuando se puso de pie para hablar en el Areópago, ¿atacó inmediatamente la práctica de ellos de adorar ídolos? Dijo a manera de introducción: “Varones de Atenas, contemplo que en todas las cosas ustedes parecen estar más entregados que otros al temor de las deidades. Por ejemplo, al ir pasando y observando cuidadosamente sus objetos de veneración, también hallé un altar sobre el cual se había inscrito ‘A un Dios Desconocido’. Por lo tanto a lo que ustedes sin conocer dan devoción piadosa, esto les estoy publicando”. (Hechos 17:16-23.)
13 Con estas palabras de apertura, ¿hizo Pablo que sus oyentes se alejaran de él? De ninguna manera. Usó tacto al abordarlos, no fue dogmático. No los condenó, aunque desde el punto de vista de Dios la adoración que ellos practicaban era inútil. Él estaba allí para predicar el mensaje del Reino, no para atacarlos. Reconocía que ellos tenían fuertes sentimientos religiosos y se valió de éstos como base para introducir su tema, que tenía que ver con el Dios verdadero y Su representante, el resucitado Jesús. ¿Cuál fue el resultado de abordarlos con tacto? Bueno, aunque algunos de ellos se mofaron de él, “otros dijeron: ‘Te oiremos acerca de esto aun otra vez’”. ¡Sí, lo invitaron a hacerles una revisita! (Hechos 17:22-32.)
14. ¿Cómo podemos aplicar el ejemplo de Pablo a nuestro ministerio?
14 ¿Cómo podemos aplicar este método a nuestro ministerio hoy? En primer lugar, debemos estar listos para observar las cosas que indiquen cuál es el parecer religioso de la persona... tal vez se trate de alguna prenda religiosa que ella lleve puesta, o de algún artículo religioso que esté a la vista en la puerta o a la entrada del hogar. Así, al igual que Pablo, en muchos casos podemos tener una buena idea del punto de vista religioso de la otra persona. Esto nos proporciona una ventaja para una introducción amistosa que despierte el interés, pero que no produzca una controversia. Recuerde que estamos visitando a la persona principalmente para hablar acerca del Reino de Dios... no para vernos inmediatamente envueltos en una discusión doctrinal. Queremos ganar personas, no simplemente ganar discusiones. (Compárese con 2 Timoteo 2:23-26.)
15. ¿Qué otras lecciones excelentes podemos aprender del ministerio de Jesús? (Lucas 10:38-42.)
15 ¿Qué más podemos aprender del ejemplo de Cristo? Al examinar su ministerio, inevitablemente notamos su convicción y sencillez. Él no quedaba desconcertado ante ninguna situación, sino que hablaba con denuedo a favor del Reino de Dios en toda clase de circunstancias, fueran favorables o desfavorables. Podía predicar en la intimidad de un hogar o pararse ante una multitud y pronunciar un sermón... ¡sin usar notas, la Biblia, ni equipo sonoro! También sabía cómo atraer a la gente común. Las personas humildes lo abordaban con confianza. Él hablaba el lenguaje de ellas, lenguaje relacionado con los campos y cultivos, las redes y la pesca. Sus ilustraciones tenían que ver con asuntos comunes, aunque su significado era profundo. ¿Manifestamos nosotros estas mismas cualidades excelentes en nuestro ministerio? (Mateo 4:18-25; 13:1-33; Lucas 5:1-3.)
Cómo llegar al corazón
16. ¿Por qué tenemos que ser maestros capacitados?
16 Usualmente se requiere tiempo y estudio cuidadoso para que la persona se sienta convencida del mensaje bíblico acerca del Reino de Dios. Por eso tenemos el arreglo de conducir con regularidad estudios de la Biblia en los hogares, gratis y sin obligación alguna, con cualquiera que desee investigar lo que Dios promete realizar mediante Cristo. Dichos estudios abarcan un período bastante largo, y en ellos se considera una gran cantidad de temas y preguntas. Esto ciertamente significa que tenemos que ser maestros capacitados. Pero ¿cuál es, realmente, la esencia del impartir enseñanza? (1 Timoteo 4:16.)
17. ¿Cuál fue un método que Jesús utilizó para llegar al corazón?
17 De nuevo acudimos a Jesús para la respuesta. ¿Cómo enseñó él? Sírvase examinar los siguientes textos y vea si reconoce el sistema sencillo que usó Jesús para enseñar a otros: Lucas 6:9, 32-34, 39-42. ¿En qué consistía? Hacía preguntas escrutadoras. ¿Por qué hacía esto? Para ayudar a sus oyentes a razonar y a examinarse a sí mismos a la luz de lo que él enseñaba. Mediante sus preguntas llegaba con prudencia al corazón de las personas. Éstas tenían que demostrar si genuinamente querían seguirlo o si le escuchaban por motivos superficiales. (Mateo 13:10-17; Marcos 8:34-38.)
18. a) ¿Por qué utilizan preguntas muy a menudo los testigos de Jehová en sus publicaciones? b) ¿Qué método no debemos usar con frecuencia al enseñar a otros?
18 Casi todas las ayudas para el estudio de la Biblia que los testigos de Jehová utilizan en su ministerio contienen preguntas para cada párrafo de texto explicatorio. Ésta es una ayuda docente que facilita el que los estudiantes de la Biblia se expresen en sus propias palabras. Así se puede ver claramente si la persona comprende el material o no. Sin embargo, aunque Jesús hizo preguntas en muchas ocasiones, nunca permitió que esta práctica se convirtiera en un juego de adivinanzas, en el que él supliera la primera palabra o sílaba de una respuesta. ¿Ha notado usted que algunas veces ha seguido este método con algunos estudiantes de la Biblia? ¿Por qué no es bueno usar este método con regularidad? Porque el conocimiento de Dios y de Cristo que conduce a la salvación debe estar basado en la razón y la lógica, no en adivinanzas triviales. (Juan 17:3; 1 Juan 5:20.)
¿Discípulos de quién?
19, 20. ¿Qué palabras de advertencia se dan aquí? ¿Por qué?
19 He aquí unas palabras de advertencia al respecto. Si predicamos y enseñamos eficazmente en territorio fructífero, con el tiempo hacemos discípulos. Pero ¿de quién son estos discípulos? ¿Deberíamos pensar: “son mis ovejas”? Además, ¿deberíamos permitir que a nosotros como ministros se nos ponga en un pedestal de adulación? Note cómo Pablo y Bernabé respondieron cuando la gente de Listra quiso tratarlos como dioses. Gritaron a la multitud: “Varones, ¿por qué hacen estas cosas? Nosotros también somos humanos que tenemos sufrimientos igual que ustedes, y les estamos declarando las buenas nuevas, para que se vuelvan de estas cosas vanas al Dios vivo”. (Hechos 14:14, 15.)
20 Pablo y Bernabé no trataron de llamar la atención hacia sí. Aunque Pablo aconsejó a los cristianos que lo imitaran a él, como él imitaba a Cristo, Pablo no quería que ellos fueran seguidores de él. El ministerio que efectuamos tiene que ser siempre para la gloria de Dios, no de los hombres. (1 Corintios 3:6, 7; 11:1.)
21. ¿Por qué llegan los discípulos a ser ministros también?
21 Con el tiempo, los discípulos llegan a ser ministros. ¿Por qué sucede esto? Bueno, ¿qué sucede cuando tenemos noticias realmente buenas que relatar? ¿Podemos guardárnoslas? Al contrario, estamos deseosos de compartirlas con otras personas. Por eso Jesús dijo: “El hombre bueno del buen tesoro de su corazón produce lo bueno, [...] porque de la abundancia del corazón habla su boca”. Así es en el caso de las buenas nuevas del Reino. El discípulo que se siente conmovido quiere enseñar a otros y participar voluntariamente y con regularidad en el ministerio. Esto va seguido de la dedicación a Dios y el bautismo. Así continúa creciendo la cadena de ministros, en conformidad con el principio que declaró Pablo al aconsejar a Timoteo: “Estas cosas encárgaselas a los hombres fieles, quienes, a su vez, estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros”. (Lucas 6:45; 2 Timoteo 2:2.)
22. a) ¿Por qué ha producido Jehová una organización de maestros y evangelizadores? b) ¿Qué obra futura aún queda por efectuarse?
22 Hoy, alrededor del mundo, Jehová Dios tiene una organización que se compone de los más adiestrados educadores, evangelizadores y ministros del siglo XX. Más de 2.600.000 de ellos están participando en dar el testimonio final antes que llegue el fin de este sistema inicuo. Pero este grupo de personas que va en aumento está siendo preparado para un desafío aun mayor... el de educar a miles de millones de personas que volverán a vivir mediante la resurrección. ¿Está usted preparado para participar en dicho privilegio maravilloso? ¿Es productivo su ministerio ahora? A medida que sirvamos como ministros eficientes, oremos por que nuestra luz brille para la gloria de Dios. (Mateo 5:16; Juan 5:28, 29.)
Puntos que se han considerado
◻ ¿Cuál es el método más eficaz de predicar las buenas nuevas?
◻ ¿En qué tiene que basarse nuestra enseñanza? ¿En qué consiste el mensaje?
◻ ¿Qué cualidades tenemos que desplegar para que las personas nos escuchen?
◻ ¿Cómo llegó Jesús al corazón de sus oyentes?
◻ ¿Qué cuidado tenemos que ejercer al enseñar a otros?
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