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No desista de hacer lo excelenteLa Atalaya 1988 | 15 de julio
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No desista de hacer lo excelente
“No desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos.” (GÁLATAS 6:9.)
1. ¿Qué comisión dio Jesús a sus seguidores?
¡QUÉ magnífica actividad tienen los cristianos como parte de su adoración! Está incorporada en el claro mandato: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos [...], enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. (Mateo 28:19, 20.) Fue Jesucristo mismo quien comisionó a sus discípulos para esa obra docente mundial.
2. a) ¿Por qué podemos decir que la obra de hacer discípulos era importante y excelente? b) ¿Qué propósitos tiene la obra de hacer discípulos?
2 Puesto que la comisión de hacer discípulos fue una de las últimas declaraciones de Jesús a sus primeros discípulos antes de ascender al cielo, ¿no sería esa asignación sumamente importante? Sí; porque el cumplir con ella salvaría vidas. (1 Timoteo 4:16.) Eso la hace una obra excelente. Suministra sana educación bíblica a los que prestan atención al mensaje del Reino, y la predicación sirve de advertencia a los que nos vuelven un oído sordo. (Lucas 10:10, 11.) Por eso, el hacer esta obra es tan definitiva identificación del verdadero cristiano como el cumplir con toda otra enseñanza de Jesús. (Juan 8:31.)
3. a) ¿Cómo respondieron los discípulos de Jesús a Su ejemplo personal y su mandato? b) ¿Qué actitud edificó Jesús en sus discípulos?
3 Jesús dio excelente ejemplo a sus seguidores en su carácter de Gran Maestro. Enseñó públicamente e hizo discípulos mediante ‘predicar las buenas nuevas del reino’. (Mateo 9:35.) Al imitar a Jesús, los nuevos seguidores también se hicieron hacedores de discípulos, porque el verdadero discípulo es “uno que acepta y ayuda a difundir las doctrinas de otro”. Al principio su obra de hacer discípulos se limitó a judíos y prosélitos. A pesar de la reacción adversa en aquel campo, ¿‘fueron continuamente’, “sin cesar”, los seguidores de Jesús en obediencia a Su mandato? Sí, fueron “a las ovejas perdidas de la casa de Israel” hasta el tiempo en que los primeros gentiles se hicieron creyentes en 36 E.C. (Mateo 10:5, 6; Hechos 5:42.) De los discípulos se dijo que ‘habían llenado a Jerusalén de su enseñanza’. (Hechos 5:28.) No desistieron de su excelente obra. En vez de eso, la llevaron a cabo con fidelidad.
“El campo es el mundo”
4. ¿Con qué actitud ejecutaron su asignación ampliada los seguidores de Jesús?
4 Jesús indicó que el campo abarcaría a “gente de todas las naciones”. (Mateo 28:19.) En una parábola acerca de sembrar la semilla del Reino, había dicho: “El campo es el mundo”. (Mateo 13:38.) Por eso, los cristianos serían “testigos” suyos que proclamarían el Reino por todas partes. De nuevo ‘irían continuamente’, esta vez “hasta la parte más distante de la tierra”. (Hechos 1:8.) El apóstol Pablo estuvo “intensamente ocupado con la palabra”, y podemos estar seguros de que otros cristianos lo estuvieron también. (Hechos 18:5.)
5. ¿Cómo mostró Jesús que esperaba que sus discípulos estuvieran intensamente ocupados en la obra de testificar hasta el fin del sistema actual?
5 Jesús esperaba que la actividad de testificar mantendría intensamente ocupados a los cristianos hasta el fin del sistema de cosas actual. Esto lo muestra lo que predijo sobre el ministerio cristiano y el territorio que abarcaría. Jesús dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.)
6. ¿Hasta cuándo se efectuará la obra de predicar el Reino, y cómo debe afectar esto nuestra actitud hacia esa obra?
6 Cuando Jesús dio el mandato de predicar el Reino y hacer discípulos por toda la Tierra, sabía que algún día aquella excelente obra llegaría a su culminación, como había sucedido respecto al campo judío. Pero lograría su propósito. “Entonces —como dijo él—, vendrá el fin.” Por eso, hasta que llegue el fin los testigos de Jehová continúan haciendo con confianza y gozo la obra asignada. Eso los ayuda a seguir haciéndola en nuestro día hasta que quede terminada.
Cómo hacer la obra
7. ¿Qué tema caracterizó al ministerio de Jesús y de sus discípulos?
7 Jesús dio a sus primeros discípulos instrucciones sobre cómo efectuar su ministerio público. Ellos respondieron con celo a su orden de ‘ir’. Adiestrándolos para que testificaran, Jesús dijo: “Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’”. (Mateo 10:7.) Eso dio al mensaje que llevaban el mismo tema del Reino que había caracterizado al ministerio de Jesús. Estas serían buenas nuevas para las personas de corazón sincero. Una vez que sus seguidores empezaron a hacer su obra, ¿dejó Jesús de hacer la suya? De ninguna manera, porque “cuando Jesús hubo acabado de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades”. (Mateo 11:1.)
8. a) ¿Dónde y cómo abordarían a la gente los proclamadores del Reino? b) ¿Por qué es apropiado llevar las buenas nuevas a las casas de la gente? c) ¿Qué ventajas tiene el saludar debidamente al amo de casa?
8 ¿Dónde y cómo abordarían a la gente estos proclamadores del Reino? Jesús les dijo: “Al entrar en la casa, salúdenla”. (Mateo 10:12.) El llevar las buenas nuevas a la casa de una persona dignifica al amo de casa, pues le da la oportunidad de escuchar el mensaje del Reino en su propio hogar. Las formas acostumbradas y aceptadas de saludo no solo son el modo cortés y considerado de comenzar una conversación; también es ventajoso que el saludo amigable y alegre convierta en visita agradable una visita que hacemos sin que se nos haya invitado. (Compárese con Mateo 28:9; Lucas 1:28.) El tono de la voz y la respuesta del amo de casa también nos dicen mucho sobre la actitud de esa persona. Es necesario notar cuál es esa actitud antes de continuar, porque el saberlo facilita el que adaptemos a las necesidades del amo de casa lo que decimos. (Compárese con Hechos 22:1, 2; 23:6.)
9. ¿Qué muestra que no toda persona escucharía el mensaje del Reino con aprecio, y cómo se habría de reaccionar a los que no mostraran interés en el mensaje?
9 Jesús dijo a sus discípulos que no toda la gente de su territorio respondería con favor. Dijo: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor”. Si todos fueran a aceptar el mensaje del Reino, no habría motivo para usar la expresión “busquen”. ¿Cómo habrían de reaccionar los discípulos cuando no se mostrara interés en el mensaje? “Dondequiera que alguien no los reciba ni escuche sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies”, partiendo en paz y dejando las consecuencias al juicio de Jehová. (Mateo 10:11, 14.)
La situación hoy
10. ¿Qué se ha dicho sobre la actividad de predicar el Reino por los testigos de Jehová?
10 En obediencia fiel a la comisión cristiana, los testigos de Jehová cubren la Tierra con el mensaje del Reino. Por eso, A. P. Wisse, un periodista de los Países Bajos, comentó: “Difieren de las demás personas. Parte de esa diferencia se debe a que son evangelizadores celosos. Para ellos el verdadero cristianismo no es una religión con catedrales, en la que cada feligrés tiene su propio lugar fijo y cuya religión solo le exige que esté dispuesto a escuchar. Ellos hablan con la franqueza de Pablo a cualquiera que escuche”. Ciertamente Jehová Dios ha bendecido ese celo por el ministerio.
11, 12. a) En los últimos años, ¿qué resultados ha tenido el ministerio? b) Mientras crecemos en número, ¿qué le está sucediendo al territorio donde predicamos? c) ¿Qué preguntas surgen?
11 Más de 3.000.000 de publicadores del Reino trabajan ahora celosamente en 210 países. Vemos un excelente aumento en la cantidad de nuevos discípulos: 1.246.204 se han bautizado en los últimos siete años. Es obvia la bendición de Jehová sobre el esfuerzo diligente. (Isaías 60:8-10, 22.) ¡Sí, en por lo menos 40 países e islas hay un Testigo por cada 300 habitantes o menos, o uno por cada 100 hogares! Además, en zonas de países como Canadá y Guadalupe la proporción es de un Testigo por cada 45 ó 50 personas en el territorio que atiende una congregación... ¡lo que significa que hay solo unos 15 hogares o menos para que cada publicador los visite! Muchos de esos territorios se cubren cada mes. Hasta en países donde no hay tantos Testigos, en algunas zonas urbanas se testifica con gran frecuencia a la gente. ¡En Seúl, República de Corea, hay territorios urbanos que reciben una testificación completa cada cinco días! A medida que crezcamos en número, y más Testigos emprendan la obra de precursor y de precursor auxiliar, aumentará la frecuencia de nuestras visitas a los hogares de nuestro prójimo. ¿Presenta esto problemas?
12 Hay que reconocer que en algunos lugares hay problemas, tanto para nosotros los testigos de Jehová como para las personas a quienes visitamos. Un factor que complica los problemas es que en muchos países la gente se va haciendo cada vez más apática. Pues bien, mientras crecemos en número, ¿vamos poco a poco desistiendo de nuestro excelente trabajo? ¿Concluimos que el trabajo casi ha terminado y que ya hemos ‘buscado’ a todos los que responderán y se harán discípulos? ¿Está usted mismo cansándose, y quizás hasta se siente frustrado porque visita a la misma gente que no responde? ¿Qué podemos hacer para mantenernos en nuestro excelente nivel de actividad?
Cómo mantener la actitud correcta
13, 14. a) ¿Cómo debemos ver la situación que se está desarrollando en los territorios que se trabajan con frecuencia? b) ¿Por qué no nos desaniman los que están ‘indispuestos a responder’? c) ¿Cómo podemos seguir el ejemplo apostólico al enfrentarnos a los que se resienten por nuestras visitas?
13 La solución tiene que ver principalmente con nuestra actitud como testigos de Jehová. Para empezar, siempre veamos el lado positivo. En muchos lugares, por necesidad el territorio se abarcaría con mayor frecuencia una vez que hubiera más publicadores por población al adelantar la obra hacia el fin. Pero ¿no hemos orado por eso? (2 Tesalonicenses 3:1.) ¡Lo que ahora vemos debería regocijarnos y convencernos de que estamos en las etapas finales de la obra de hacer discípulos! Se está predicando el Reino, como predijo Jesús. Y hasta en los lugares donde la gente ‘no escucha nuestras palabras’, el que estemos activos predicando el Reino les sirve de advertencia. Recuerde que, además de hacer discípulos, proclamamos las buenas nuevas “para testimonio”. (Mateo 10:14; 24:14.)
14 Además, es de esperarse que sean más las personas que rechacen el mensaje del Reino a medida que se acerque el fin. Las predicciones lo muestran claramente, y las experiencias de Jesús y Pablo nos aseguran que habría quienes estarían indispuestos a responder y tendrían el corazón ‘indispuesto a recibir’. Por eso, en este tiempo debemos vigilar que nosotros no nos hagamos indispuestos a responder a nuestra comisión. Hasta a los que no están dispuestos a responder debemos ir “vez tras vez”. (Isaías 6:9-11; Mateo 13:14, 15; Proverbios 10:21.) Es verdad que requiere valor ir y volver a ir a personas que se resienten por nuestras visitas. Sin embargo, ninguna situación territorial de ningún lugar debería jamás decirnos: ‘Dejen de hablar’. Más bien, como los apóstoles, debemos orar por denuedo para ‘seguir hablando’ —a pesar del resentimiento o la hostilidad con que se nos reciba— hasta que la obra esté hecha. (Hechos 4:18-20, 24-31.)
15. ¿Qué estímulo se nos da en Gálatas 6:9, y cómo debería afectar nuestro punto de vista sobre visitar a nuestro prójimo con las buenas nuevas?
15 Básicamente hay solo dos clases de personas en todos nuestros territorios: las que actualmente se interesan en el mensaje y las que no se interesan. Por lo tanto, tenemos que seguir esforzándonos por ‘buscar a los merecedores’. Esta es una de las muchas obras excelentes que debemos hacer como cristianos en muestra de que amamos a Jehová y le somos leales. Por eso, “no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos”. (Gálatas 6:9.) Puesto que ahora estamos tan cerca del fin de este sistema, no es tiempo para que desistamos o nos cansemos de visitar a nuestro prójimo para llevarle las buenas nuevas del Reino. Jehová todavía no ha dicho que el trabajo esté hecho.
Por qué tenemos que ‘seguir hablando’
16. a) ¿Qué circunstancias pudieran cambiar la recepción que se nos dé en un territorio? b) ¿Qué ejemplos locales puede dar usted respecto a cambios en el modo de responder de la gente?
16 Algo que también nos ayudará a mantener una buena actitud es recordar que desplegamos lealtad a Jehová por el celo en las actividades de predicar el Reino. Además, los territorios siguen cambiando de diversas maneras. Las personas se mudan a otros lugares, o puede que sus circunstancias cambien. Puede ser que en nuestra última visita no estuvieran interesadas en el mensaje, pero la pérdida de un empleo, la muerte de una persona amada, un cambio significativo en la lucha entre las superpotencias, una enfermedad seria... estos cambios, y otros, pueden significar que en la siguiente visita estén dispuestas a responder. También puede suceder que algunos se enteren de que un amigo o un pariente se ha hecho testigo de Jehová, y ahora nos quieran hablar para saber qué creencias nuestras pudieran haber causado ese cambio.
17. ¿Cómo reaccionan algunos ahora al mensaje del Reino? Dé ejemplos locales.
17 Recuerde, también, que los que han alcanzado mayoría de edad en los últimos años ahora tienen familias, y toman la vida en serio y se hacen preguntas que solo la Palabra de Dios puede contestar. Por ejemplo, una joven madre invitó a dos Testigos a entrar en su hogar y les dijo: ‘Como niñita nunca pude entender por qué mi madre rechazaba a los Testigos y les decía que no les interesaba su mensaje, cuando todo lo que ustedes querían hacer era conversar sobre la Biblia. En aquel tiempo me resolví a que cuando creciera y me casara y tuviera mi propia casa les pediría a los testigos de Jehová que entraran en mi hogar y me explicaran la Biblia’.
18. ¿Cómo afectan al territorio donde predicamos y enseñamos los cambios que ocurren en el escenario religioso?
18 ¿Ha notado usted que personas que por años no nos hablaban y se creían ‘salvas’ ahora nos hacen preguntas sinceras? ¿Por qué? Les ha venido un cambio en su manera de pensar sobre los asuntos religiosos. Dicen que las han desilusionado y sorprendido mucho las denuncias de conducta inmoral, actividades políticas y malgasto de fondos eclesiásticos por evangelizadores prominentes de la televisión en quienes confiaban. Puede que haya más casos como estos a medida que continúa el deterioro de las condiciones dentro de Babilonia la Grande hasta que le llegue la destrucción. (Revelación 18:1-8.)
19, 20. ¿Qué demuestra que no debemos desanimarnos de ir vez tras vez a gente que rechaza el mensaje?
19 De todos modos, no debemos desanimarnos cuando la mayoría de la gente esté indispuesta a recibirnos. Puede que todavía quedemos en su memoria después que nos hayamos ido. En Canadá, un ama de casa a quien visitaron dos Testigos dijo claramente que no le interesaba el mensaje. Después empezó a pensar en lo que ellos le habían dicho y quiso hallarlos para que le contestaran unas preguntas que le vinieron a la mente. Se metió en su auto y los buscó por las calles de su vecindario, pero no pudo hallarlos. ¿Se dio por vencida? No; se detuvo en la casa de una amiga y le preguntó si los Testigos habían pasado por allí. La amiga le dijo que no, pero que la comunicaría con una Testigo que era compañera de trabajo suya. El resultado fue una serie de visitas al hogar de la persona que ahora mostraba interés, a las cuales ella invitaba a amigos, vecinos, parientes y compañeros de trabajo. Hasta 15 personas han estado presentes a veces, y estas han obtenido unos 430 libros y Biblias además de 2.015 revistas.
20 Muchas personas aprecian las visitas que les hacemos. Una sucursal de la Sociedad Watch Tower recibió una carta de cierta señora que dijo: “Gracias por la devoción que han puesto en el corazón de las personas de su fe. Gracias por venir a visitarnos [...] y por compartir el amor del Señor con otros. Ese acto sencillo hace muchísimo bien a otras personas. [...] Aunque algunas sean crueles, otras indiferentes y otras estén dispuestas a oír, [...] en verdad ayuda mucho el que alguien venga a recordarle a uno las cosas espirituales. Esto me parece bueno, el que hablemos del Señor unos con otros”. En otra carta, un ama de casa nos pidió que ‘no nos demos por vencidos en cuanto a la gente’, sin importar cómo nos trate. “Así es que no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos.” (Gálatas 6:9.) Esta obra tiene la aprobación y bendición de Jehová, y cuando participamos en ella demostramos que lo amamos a él y a nuestro prójimo. (Mateo 22:37-39.) Por eso, hagamos la obra hasta que quede terminada. (Compárese con Filipenses 1:6.)
21. a) ¿Dónde, quizás, está por lo menos parte del desafío de regresar a territorios que se abarcan con frecuencia? b) ¿Qué consideraremos en el artículo siguiente?
21 Tenemos que reconocer que quizás no sea siempre la gente lo que haga que parezca difícil trabajar con frecuencia en el territorio. A veces somos nosotros. ¿Empezamos con ideas negativas, pensando que ya conocemos a todas las personas y sabemos cómo van a reaccionar? Eso puede afectar la actitud con que hagamos la obra y quizás nuestro modo de hablar y nuestra expresión facial. ¿Usamos todavía los mismos métodos y la misma fraseología que hemos usado por años? Ahora que el territorio está cambiando, lo que en el pasado tenía éxito quizás no atraiga a los ‘merecedores’. Puede que necesitemos un nuevo enfoque de nuestra obra, y reexaminarla. A continuación, veamos qué podemos hacer para ‘no desistir, sino segar al debido tiempo’.
¿Puede explicar lo siguiente?
◻ ¿Por qué no debemos ‘desistir’ de ir a nuestro prójimo y llevarle las buenas nuevas?
◻ ¿Quién nos dijo que hiciéramos discípulos como lo hacemos, y qué características básicas tiene ese método?
◻ ¿Qué situación se ha presentado en muchos territorios, y qué nos ayudará a mantener la actitud correcta sobre esa situación?
◻ ¿Por qué debemos ‘seguir hablando’ las buenas nuevas “sin cesar”?
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Preste constante atención a su enseñanzaLa Atalaya 1988 | 15 de julio
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Preste constante atención a su enseñanza
“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.” (1 TIMOTEO 4:16.)
1. ¿Por qué no es tiempo para que aflojemos el paso en nuestra obra de predicar el Reino?
JEHOVÁ está acelerando ahora la obra de traer a su organización a las personas mansas como ovejas. Por eso, de seguro no es tiempo para que su pueblo afloje el paso en cuanto a predicar el Reino y hacer discípulos. (Isaías 60:8, 22; Mateo 24:14; 28:19, 20.) Tenemos que amoldarnos al espíritu de lo que Dios hace ahora. Mientras más se acerca el fin, con más frecuencia visitaremos a nuestro prójimo. Sí, el campo mundial se agita por el aumento en la actividad de predicar por parte de una cantidad siempre creciente de publicadores y precursores. Y esta gozosa recolección todavía manifestará más empuje. (Isaías 60:11; compárese con Salmo 126:5, 6.)
2. a) Según Isaías 40:28-31, ¿a qué fuente de energía podemos acudir por la fortaleza que necesitamos para terminar la obra de predicar el Reino? b) ¿Qué buena razón hay para prestar mayor atención a la calidad de nuestro ministerio en este tiempo?
2 En vez de sucumbir a un sentimiento de ‘cansancio’ porque cierto territorio se cubre o abarca con frecuencia, debemos reconocer que este es el tiempo en que debemos orar a Jehová pidiéndole la “energía dinámica” necesaria para terminar la obra. (Isaías 40:28-31; 1 Juan 5:14.) Es verdad que ya se ha juntado a millones de la “gran muchedumbre” de “otras ovejas”. Pero puede que lo que antes fue eficaz y útil para ayudar a ciertas personas ya no lo sea para ayudar a otras en nuestros territorios. (Revelación 7:9, 10; Juan 10:16.) Por lo tanto, tenemos que dar más atención a la calidad de nuestro ministerio.
3. ¿Cómo podemos poner nuevo entusiasmo en nuestro ministerio del campo?
3 Con resolución renovada, podemos concentrarnos en hacernos más eficientes en el ministerio. Esto puede llenarnos de nuevo entusiasmo mientras servimos en el campo. Pero ¿cómo hacer esto? Mediante ‘prestar constante atención a nosotros mismos y a nuestra enseñanza’, y no limitarnos simplemente a efectuar el ministerio de manera rutinaria. (1 Timoteo 4:16.) De nuestros labios debe salir más que solo un “sacrificio de alabanza” mecánico. (Hebreos 13:15.) Debemos hacernos hábiles en la obra. (Proverbios 22:29.) Por eso, lo que se necesita es trabajar con eficacia en el territorio. He aquí algunos aspectos de nuestro ministerio a los que queremos ‘prestar constante atención’.
Cómo desarrollar territorio “nuevo”
4. ¿De qué manera podemos desarrollar territorio “nuevo” dentro de la misma asignación que tenemos como congregación?
4 Consideremos la situación de modo práctico. En muchos lugares no hay territorio nuevo ni territorio que rara vez se trabaje. Por eso, ¿por qué no crear territorio “nuevo” dentro de la asignación de la congregación? ¿Cómo? Pues, cuando nuestras visitas son frecuentes, no podemos actuar como si nunca hubiéramos visitado la casa antes, por decir solo lo que por lo general acostumbramos decir. De todos modos, es probable que el amo de casa nos reconozca si hemos trabajado en el territorio muchas veces. El libro Razonamiento a partir de las Escrituras da más de 40 introducciones que podemos usar en el ministerio. Debemos prepararlas bien como algo nuevo y atractivo, enlazándolas con asuntos de interés local y de actualidad. En vez de ir con el espíritu de disculparnos por visitar con frecuencia, tenemos que ir con una actitud positiva y hacer “nuevo” el territorio mediante presentaciones de buena calidad. Pero ¿será útil esto si los amos de casa no son amigables?
5. a) ¿Cómo podemos aprovechar la actitud poco amigable con que se nos haya recibido antes? b) ¿Qué le ha parecido que ha dado buenos resultados en su localidad? c) ¿Por qué es útil escuchar y dar encomio sincero?
5 El saber cómo ha reaccionado el amo de casa en el pasado puede crear en nosotros una actitud negativa en cuanto a visitarlo de nuevo. Pero ¿por qué no utiliza provechosamente ese conocimiento? ¿Cómo? Quizás aludiendo primero a lo que usted ya sabe, y entonces edificando sobre lo que se haya dicho en la visita anterior. Pudiera decir: “¡Buenos días, señor González!”. Si parece apropiado, pudiera añadir: “¿Cómo le ha ido?”. Entonces pudiera decir: “Cuando hablé con usted la semana pasada, me dijo que su iglesia lo satisfacía espiritualmente y que era miembro activo de ella. Como vecino suyo que también toma en serio la religión, ¿pudiera preguntarle qué dice su iglesia sobre si hay esperanza de sobrevivir a esta era nuclear?”. Entonces deje que él se exprese. Dé encomio al amo de casa cuando honradamente pueda. Quizás el escucharle y el darle encomio le hagan cambiar de actitud. A menudo la gente permite otra visita si dejamos que se exprese. Por supuesto, usted querrá adaptar su mensaje a lo que dice el amo de casa.
6. a) ¿Cómo podemos hacer que los amos de casa esperen que los visitemos con regularidad? b) ¿Qué expresiones clave pueden ayudarnos a tener éxito? c) ¿Qué da buenos resultados en el territorio local?
6 Por lo que usted diga puede hacer que los amos de casa esperen que los visitemos con regularidad. Haga la prueba diciendo: “¡Buenos días, Sra. Rodríguez! ¿Cómo está usted hoy? En esta visita a nuestros vecinos estamos considerando...”. O pudiera decir: “¡Buenos días! Estamos haciendo nuestras visitas semanales. Me alegra verla de nuevo. A sus vecinos les ha interesado el nuevo tema que estamos considerando en esta visita”. Entonces continúe. Esto también le hace el territorio “nuevo” a usted. Las palabras que usted use pudieran diferir hasta cierto grado en su país, pero esto le da la idea. ¿Por qué no utilizar bien esta sugerencia, que le será ventajosa?
7. a) Al partir, ¿cómo preparan al amo de casa para otra visita algunos Testigos? b) A este respecto, ¿qué da buenos resultados en el territorio local?
7 Para preparar al amo de casa para la siguiente visita, a algunos Testigos les ha sido útil una conclusión como esta: “Esperamos visitarlo pronto”. A los que al principio han titubeado en cuanto a hablar con usted, pudiera decirles: “Ha sido un placer haber conversado con usted. Me interesaron algunos de los puntos que mencionó. Solo hemos usado unos minutos, pero por lo menos no hemos pasado el tiempo hablando de malas noticias, que podemos oír en cualquier momento. Hablamos de cosas sanas”. No hay duda de que usted ideará otras maneras apropiadas de hablar con los amos de casa. En todo caso, por expresiones positivas, presentaciones de buena calidad y un espíritu amigable, esfuércese por ayudar al público a no resentirse porque lo visitemos con regularidad.
Dé testimonio cabal
8, 9. ¿Qué sugerencias se dan para buscar más cuidadosamente a los merecedores?
8 Otra cosa a que podemos dar atención, y que nos permitirá seguir haciendo la obra con entusiasmo, es ser concienzudos al buscar a los merecedores. (Hechos 8:25; 20:24.) Por ejemplo, un hermano pudiera preguntar por el señor de la casa si la persona que viene a la puerta en los fines de semana o por las noches es una señora o un niño. Probablemente sea a la esposa a quien hayamos hablado en la mayoría de los casos. Por eso, si hablamos con el cabeza de la familia es como si de nuevo empezáramos a visitar aquel hogar. Entonces podemos adaptar el mensaje a esa persona, quizás diciendo: “¿Qué cree usted que le dará a su familia un futuro feliz?” o: “Note cómo la Biblia promueve la unidad familiar”. Encomie al amo de casa por las buenas ideas que exprese.
9 Otra manera de hallar territorio “nuevo” es buscar a otros miembros de la familia que vivan en la misma casa: una abuela, un sobrino o primo que vaya a la escuela, una cuñada que trabaje durante la semana. También ha sido práctico notar cuántos contadores de electricidad o buzones hay en una vivienda. Estos pudieran indicar si se ha renovado un sótano, un desván u otro lugar para alquilarlo a otras personas. Trate de comunicarse con los nuevos inquilinos: estudiantes, trabajadores solteros, viudas y otras personas. Esto también ayuda a “estirar” el territorio de uno.
10. ¿De qué otra manera se puede “estirar” el territorio de nuestra obra de casa en casa, y qué han hecho algunos para hablar con los que trabajan de noche?
10 Otra manera de “estirar” el territorio donde trabajamos de casa en casa es darle a veces un descanso mientras participamos en otros rasgos de nuestro ministerio. Para variar, al trabajar pudiéramos ofrecer directamente un estudio bíblico familiar gratis en los hogares del territorio. Pudiéramos hallar en los negocios o lugares de empleo a personas a quienes no hallamos en sus hogares cuando visitamos. Y el testificar en zonas de negocios puede ser muy fructífero. También podemos hablar con algunas de estas personas si testificamos en las calles en horas apropiadas y productivas. En Canadá, los precursores han obtenido buenos resultados al visitar por las noches a empleados de gasolineras, de tiendas que están abiertas toda la noche y de hoteles donde los recepcionistas por lo general no están ocupados a esas horas y a menudo aprecian obtener algo para leer. Por supuesto, sería sabio, especialmente en el caso de hermanas, que evitaran ciertas áreas durante horas avanzadas.
11. a) ¿Qué están haciendo algunos Testigos cuando no encuentran a muchas personas en casa en la primera visita? b) ¿Qué efecto puede tener en nuestro territorio, y qué resultados en el ministerio, el que nos esforcemos por comunicarnos con las personas que no hayamos visto en una visita anterior?
11 ¿Qué hay de los que no están en su hogar cuando visitamos? De nuevo, nuestro trabajo debe ser concienzudo. Algunos Testigos usan su buen registro de la obra de casa en casa y vuelven a los lugares donde, antes el mismo día, no encontraron a nadie en casa. Muchas veces sucede que para entonces los amos de casa han regresado, o los que trabajan de noche han despertado. En muchos lugares el 50% o más de la gente no está en su hogar durante el día. Por eso, en realidad podemos hacer que el territorio se duplique si visitamos a diferentes horas los hogares donde no hayamos encontrado a la gente, hasta que hallemos a alguien en casa. Precursores y publicadores de experiencia concuerdan en que muchas veces la diligencia en volver a visitar los hogares donde no se ha encontrado a nadie da mejores resultados que las primeras visitas que hacemos en el territorio. Si prestamos atención a este aspecto de nuestro ministerio, puede ser que recibamos muchas bendiciones. (Proverbios 10:22.)
Los que se quejan
12. ¿Cómo debemos reaccionar cuando la gente se queja de que la visitamos demasiado? ¿Por qué?
12 ¿Qué se puede decir a los que se quejan de que los visitamos con demasiada frecuencia? Sobre todo, tenemos que ser comprensivos. (Mateo 7:12.) A esas personas les parece que hemos regresado demasiado pronto. Pero es bueno recordar que hasta años atrás la gente decía: ‘Estuvieron aquí la semana pasada’, cuando nosotros sabíamos muy bien que habían pasado seis meses o más desde la última visita que habíamos hecho. Además, las visitas frecuentes pueden despertar interés. En Guadalupe un hombre corrió detrás de un Testigo para decirle: “Por semanas lo he estado observando. No acostumbro oír a los Testigos, ¡pero tengo que saber por qué visitan tanto a la gente!”. El resultado de esto fue un nuevo estudio bíblico.
13, 14. ¿Cómo están tratando con la situación algunos compañeros de creencia cuando los amos de casa se quejan?
13 Algunos hermanos han informado bondadosamente a los que se quejan la fecha exacta de la visita anterior, y les han ofrecido las últimas revistas después de haberles aclarado que los artículos difieren de los de las revistas anteriores. Pudiéramos razonar con esos amos de casa diciéndoles que tal vez ellos hayan recibido muchos periódicos y revistas desde nuestra última visita, pero que esos no siempre han contenido buenas noticias. Pudiéramos explicar que nosotros llevamos buenas noticias y que nuestras visitas no duran mucho. Pero si el amo de casa está demasiado ocupado pudiéramos decir: “Si este no es el mejor tiempo para hablar con usted, podemos verlo en nuestra siguiente visita, dentro de más o menos una semana”.
14 ¿Qué más se pudiera decir? Eso depende de la actitud del amo de casa y lo que se espere como cortesía usual donde vivamos. En el Japón, una hermana explica así por qué visitamos tanto: ‘Las noticias de la televisión nos informan vez tras vez por dónde va un tifón que nos amenaza, y repiten la información muchas veces para bien de los que quizás no hayan oído los primeros informes. Hacen esto porque hay vidas implicadas. Mientras más se acerca la tormenta, más frecuentes son los avisos. Por eso, puesto que la tormenta de Armagedón se acerca, tenemos que declarar el aviso con tanta frecuencia como sea posible, para salvar vidas’. Por supuesto, diríamos eso con bondad y sinceridad, esperando llegar al corazón del que escucha.
Cómo afrontar el reto de la apatía
15. a) ¿Qué puede ser un reto creciente cuando abarcamos con frecuencia el territorio? b) ¿Qué lleva a algunos a la apatía?
15 Al aumentar la cantidad de visitas que hacemos, un reto que se va haciendo mayor es la apatía de la gente. Pero un examen de las causas de la apatía puede animarnos cuando notamos posibilidades de llegar al corazón de algunos apáticos. Es posible que su apatía refleje su frustración y desesperanza. Puede que no vean manera de salir de la situación del mundo hoy día, y por eso razonen que van a seguir viviendo como mejor puedan. A otros les asquea ver a líderes religiosos metidos en la política, o enterarse de que son culpables de actos inmorales o notar que no se expresan contra la inmoralidad sexual. Esto causa desilusión a esos amos de casa, y entonces viven solo para el día de hoy.
16. ¿Cómo se puede llegar al corazón del apático?
16 Sabemos que los ministros cristianos del primer siglo supieron enfrentarse a esta misma actitud, porque en aquel tiempo algunas personas decían: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir”. (1 Corintios 15:32.) Por eso, sabemos que tenemos precisamente lo que esas personas necesitan escuchar. Sin embargo, ¿cómo podemos llegar a su corazón? Una manera de hacerlo es poniendo a un lado, por el momento, toda la literatura bíblica que llevemos, dejando que vean lo que hacemos. Entonces podemos hacerles preguntas bien pensadas como las siguientes: “¿Cree usted que hay solución para los problemas de la gente hoy día? ¿No será que la mayoría de la gente no ha dado con las soluciones todavía? ¿Cree usted que debemos tener una actitud positiva y seguir buscando la solución?”. A otros pudiéramos decir: “De seguro usted concuerda en que es mejor vivir con esperanza que pensando que nunca habrá nada mejor. ¿Qué espera ver usted?”. Pudiéramos preguntar: “¿Cuál cree usted que es el obstáculo más grande a la paz y unidad mundial?”. A otros pudiéramos preguntarles: “¿Cree usted que todas las religiones son como las que usted ha descrito?”. Muchas veces preguntas como esas hacen que los amos de casa nos den sus puntos de vista. Entonces, cuando respondan, asegúrese de escuchar. Sí, deje que expresen con toda libertad lo que las aflige. Muchas de esas personas están “suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo”. (Ezequiel 9:4.)
17. ¿Cómo pudiéramos usar nuestras publicaciones para llegar al corazón de algunos hasta cuando al principio insistan en que no están interesados?
17 Otra manera de tratar con la apatía es notar un punto o una objeción que haya presentado el amo de casa y regresar con una revista u otra publicación de la Watch Tower que considere ese asunto. Al principio pudiera tratarse hasta de materia no religiosa, como un artículo sobre la muerte súbita de infantes o por qué están desapareciendo los bosques. Explique que estuvo pensando en lo que le interesaba al amo de casa y recordó este artículo. Entonces señale ideas clave en la información. Cierta señora que acababa de rechazar nuestra literatura aceptó una revista solo unos segundos después. ¿Por qué? Porque la Testigo le preguntó si ella sabía que cada año se efectúan 55.000.000 de abortos. Esto la sacudió, y pidió la revista que contenía aquella información.
Haga la obra cumplidamente
18, 19. a) ¿A qué otros puntos debemos ‘prestar atención’ mientras efectuamos nuestro ministerio? b) ¿Qué prejuicios tienen algunos sobre nosotros y lo que creemos, y cómo podemos responderles?
18 Sobre todo, tenemos que ser pacientes con la gente. Hable despacio, reflejando afecto. Manifieste amor y bondad. (Gálatas 5:22, 23.) Antes de pasar a la siguiente puerta, repase lo que haya sucedido en el hogar visitado para ver si puede mejorar su presentación. Sea comprensivo, pues muchas personas tienen ideas equivocadas acerca de los testigos de Jehová. Puede que digan: ‘Ustedes evitan la política y los deberes cívicos’, ‘Ustedes rechazan el servicio militar’ o ‘Ustedes desbaratan las familias’. Pero esa actitud es como la del mundo para con nuestros compañeros de creencia del primer siglo. Muestre eso a los amos de casa, quizás usando citas que se dan bajo “Neutralidad” en el libro Razonamiento.
19 Acerca de los cristianos primitivos, el historiador Will Durant escribió: “Para el cristiano su religión era algo separado de la sociedad política y superior a ella; daban su lealtad principal, no a César, sino a Cristo. [...] Para el pagano, el que el cristiano se mantuviera separado de los asuntos terrestres era huir del deber cívico, algo que debilitaba la fibra y la voluntad nacionales. Tertuliano aconsejaba a los cristianos que rehusaran rendir servicio militar; [...] Los líderes de los cristianos los exhortaban a evitar a los que no eran cristianos, a no envolverse en los juegos de sus festividades, que eran bárbaros para ellos, y a evitar sus teatros como lugares donde hervía la obscenidad. [...] Al cristianismo [cuando hacía conversos] se le acusaba de desbaratar el hogar”. (Ceasar and Christ, página 647.)
20, 21. a) ¿De qué queremos estar seguros cuando la gente no responde? b) ¿Por qué ‘no debemos desistir’, sino continuar nuestra excelente obra de predicar el Reino?
20 Hay personas que jamás escucharán, prescindiendo de lo que digamos. Pero eso debería ser porque rechazan el mensaje del Reino, no porque nosotros no podamos presentar hábilmente nuestro mensaje en el ministerio. (Lucas 10:8-11; Hechos 17:32; Ezequiel 3:17-19.) Con la ayuda de Dios debemos hacer lo mejor que podamos, y Jehová se encargará de que la obra se haga cumplidamente. (Compárese con Filipenses 1:6.)
21 Con plena confianza, pues, siga teniendo “mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano”. (1 Corintios 15:58.) ‘Preste constante atención a sí mismo y a su enseñanza. Persista en estas cosas, pues haciendo eso se salvará a sí mismo y también a los que le escuchen.’ (1 Timoteo 4:16.) Sobre todo, “no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos”. (Gálatas 6:9.)
¿Recuerda usted?
◻ ¿Cómo podemos ver con actitud positiva el territorio que abarcamos con frecuencia?
◻ ¿Cómo podemos buscar con más cuidado a los merecedores?
◻ ¿Cómo podemos tratar con los que se quejan de que visitamos demasiado?
◻ ¿Cómo podemos enfrentarnos
al reto de la apatía?
◻ ¿Qué mejorará la calidad de nuestro ministerio?
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