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  • Ande como instruye Jehová
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
w91 15/6 págs. 13-18

Ande como instruye Jehová

“Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino. Andaré en tu verdad. Unifica mi corazón para que tema tu nombre.” (SALMO 86:11.)

1, 2. ¿Por qué no aceptan transfusiones de sangre los testigos de Jehová?

“QUIZÁS los testigos de Jehová tienen razón al negarse a usar productos sanguíneos, pues es cierto que se pueden transmitir muchos agentes patógenos mediante una transfusión de sangre” (Periódico médico francés Le Quotidien du Médecin del 15 de diciembre de 1987).

2 Puede ser que personas que leyeran ese comentario opinaran que fue simple casualidad el que los testigos de Jehová se negaran a aceptar transfusiones de sangre mucho antes de que se llegara a conocer generalmente lo peligrosas, y hasta mortíferas, que pueden ser. Pero los testigos de Jehová no han adoptado esa postura por accidente, ni es una regla inventada por alguna secta extraña ni una posición a que se haya llegado por el temor a que la sangre no sea segura. Más bien, los Testigos rehúsan las transfusiones de sangre porque están resueltos a andar como personas obedientes delante de su Magnífico Instructor, Dios.

3. a) ¿Qué reconocía David sobre el depender de Jehová? b) ¿Qué esperaba David por confiar en Dios?

3 El rey David, quien reconocía que dependía de Dios, estaba resuelto a dejarse instruir por él y a ‘andar en Su verdad’. (Salmo 86:11.) En cierta ocasión a David se le aconsejó que si evitaba hacerse culpable de derramamiento de sangre a los ojos de Dios su ‘alma resultaría estar envuelta en la bolsa de la vida con Jehová’. (1 Samuel 25:21, 22, 25, 29.) Tal como la gente metía en envolturas cosas valiosas para protegerlas y conservarlas, así también Dios podía proteger y conservar la vida de David. Él aceptó el sabio consejo y no procuró salvarse mediante sus propios esfuerzos, sino que confió en Aquel a quien debía la vida: “Me harás conocer la senda de la vida. El regocijo hasta la satisfacción está con tu rostro; hay agradabilidad a tu diestra para siempre”. (Salmo 16:11.)

4. ¿Por qué quería David que Jehová lo instruyera?

4 Esa actitud de David lo llevaba a no pensar que él personalmente podía decidir qué leyes divinas eran válidas o tenían que obedecerse. Su actitud era la del que dice: “Instrúyeme, oh Jehová, en tu camino, y guíame en la senda de la rectitud”. “Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino. Andaré en tu verdad. Unifica mi corazón para que tema tu nombre. Te elogio, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón.” (Salmo 27:11; 86:11, 12.) A veces el andar en la verdad delante de Dios pudiera parecer inconveniente o significar gran sacrificio; no obstante, David quería instruirse en el camino correcto y andar en él.

Instrucción sobre la sangre

5. ¿Qué debe haber sabido David tocante al punto de vista de Dios sobre la sangre?

5 Debe notarse que a David se le había enseñado desde la niñez el punto de vista de Dios sobre la sangre, algo que no era un misterio religioso. Cuando al pueblo se le leía de la Ley, necesariamente David oyó esto: “El alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus almas, porque la sangre es lo que hace expiación en virtud del alma en ella. Por eso he dicho a los hijos de Israel: ‘Ninguna alma de ustedes debe comer sangre, y ningún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes debe comer sangre’”. (Levítico 17:11, 12; Deuteronomio 4:10; 31:11.)

6. ¿Por qué es importante que sigan recibiendo instrucción en cuanto al uso de la sangre los siervos de Dios?

6 Mientras Dios utilizara a Israel como su pueblo congregado, los que quisieran agradarle tenían que recibir instrucción respecto a la sangre. Esa instrucción, pues, se pasaba a generación tras generación de niños y niñas israelitas. Pero ¿seguiría aquella instrucción cuando Dios aceptara a la congregación cristiana e hiciera de ella “el Israel de Dios”? (Gálatas 6:16.) ¡Claro que sí! Dios no cambió de punto de vista con relación a la sangre. (Malaquías 3:6.) Su posición declarada sobre el que no se diera mal uso a la sangre existía antes de que el pacto de la Ley entrara en vigor, y siguió después que la Ley fue abolida. (Génesis 9:3, 4; Hechos 15:28, 29.)

7. ¿Por qué consideramos importante la instrucción divina respecto a la sangre?

7 El respeto a la sangre es de importancia central en el cristianismo. ‘¿No es una exageración decir eso?’, quizás pregunten algunos. Sin embargo, ¿cuál es el punto central del cristianismo si no es el sacrificio de Jesús? Y el apóstol Pablo escribió: “Por medio de [Jesús] tenemos la liberación por rescate mediante la sangre de ese, sí, el perdón de nuestras ofensas, según las riquezas de su bondad inmerecida”. (Efesios 1:7.) Una traducción en inglés, The Inspired Letters (Las epístolas inspiradas), de Frank C. Laubach, vierte este versículo Ef 1:7 así: “La sangre de Cristo pagó por nosotros y ahora pertenecemos a Él”.

8. ¿En qué sentido depende de la sangre la “gran muchedumbre” para alcanzar la vida?

8 Todo el que espera ser sobreviviente de la inminente “gran tribulación” y disfrutar de las bendiciones divinas en un paraíso terrestre depende de la sangre derramada de Jesús. Revelación 7:9-14 describe a estas personas y dice de ellas en retrospección: “Estos son los que salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. Note las palabras que se usan aquí. No dice que los que se salvan a través de la tribulación habían ‘aceptado a Jesús’ ni ‘puesto fe en él’, aunque estos ciertamente son aspectos de vital importancia. Se va más allá y se dice que “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre” de Jesús. Esto se debe a que la sangre de Jesús encierra valor de rescate.

9. ¿Por qué es tan serio obedecer a Jehová en la cuestión de la sangre?

9 El aprecio de los testigos de Jehová a ese valor les ayuda a estar resueltos a no usar mal la sangre, aunque algún médico afirme sinceramente que una transfusión es vital. Quizás él opine que los posibles beneficios de una transfusión contrapesan los riesgos que presenta la misma sangre. Pero el cristiano no puede pasar por alto un riesgo aún mayor: el de perder la aprobación de Dios al concordar en que se dé mal uso a la sangre. En cierta ocasión Pablo mencionó a los que ‘voluntariosamente practican el pecado después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad’. ¿Por qué era tan grave esa clase de pecado? Porque el que así peca “ha hollado al Hijo de Dios y [...] ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fue santificado”. (Hebreos 9:16-24; 10:26-29.)

Ayude a instruir a otros

10. ¿Qué motivo hay tras nuestra resolución de abstenernos de la sangre?

10 Los que apreciamos el sacrificio de rescate de Jesús ejercemos cuidado para no practicar el pecado, pues eso sería rechazar el valor de salvar vidas de su sangre. Después de meditar cuidadosamente sobre el asunto, comprendemos que el hecho mismo de que agradecemos a Dios la vida debe movernos a no transigir en cuanto a ninguna de sus justas leyes, pues confiamos en que se nos han dado teniendo en mira lo mejor para nosotros... lo que a largo plazo nos resultará mejor. (Deuteronomio 6:24; Proverbios 14:27; Eclesiastés 8:12.) Pero ¿qué podemos decir en cuanto a nuestros hijos?

11-13. ¿Qué punto de vista equivocado en cuanto a sus hijos y la cuestión de la sangre tienen algunos padres, y por qué?

11 Mientras nuestros hijos sean bebés o demasiado jóvenes para entender ciertos asuntos, Jehová Dios puede verlos como limpios y aceptables sobre la base de nuestra devoción. (1 Corintios 7:14.) De modo que es cierto que los niños de tierna edad de un hogar cristiano quizás no hayan entendido hasta el presente lo que encierra obedecer la ley de Dios sobre la sangre ni hayan tomado una decisión al respecto. Con todo, ¿estamos esforzándonos al máximo para instruirlos en este asunto de tanta importancia? Los padres cristianos deben considerar esto seriamente, pues parece que algunos padres despliegan una actitud equivocada en lo relacionado con sus hijos y la cuestión de la sangre. Parece que algunos creen que en realidad no pueden ejercer mucho control en lo que toca a impedir que sus hijos menores reciban transfusiones. ¿A qué se debe este punto de vista equivocado?

12 Muchos países tienen leyes o agencias gubernamentales para proteger a menores a quienes se descuida y de quienes se abusa. Los testigos de Jehová no descuidan a sus amados hijos ni abusan de ellos cuando deciden en contra de que se les administre sangre y a la misma vez solicitan otros tratamientos que la medicina moderna puede suministrar. Hasta desde el punto de vista médico eso no sería descuido ni abuso si se toman en consideración los peligros reconocidos de las transfusiones de sangre. Tal proceder es un ejercicio del derecho de pesar los riesgos implicados y entonces escoger el tratamientoa. No obstante, hay personal médico que ha recurrido a medios jurídicos en busca de autoridad para administrar por fuerza una transfusión de sangre.

13 Algunos padres, conscientes de que al personal médico se le pudiera hacer fácil conseguir apoyo judicial para imponer una transfusión de sangre a un menor, quizás piensen que este asunto está fuera de su control, que no pueden ni tienen que hacer nada al respecto. ¡Cuán equivocado es ese punto de vista! (Proverbios 22:3.)

14. ¿Qué instrucción recibieron David y Timoteo cuando eran jóvenes?

14 Hemos indicado que a David se le instruyó en el camino de Dios desde joven. Eso lo equipó para ver la vida como un don divino y saber que la sangre representa la vida. (Compárese con 2 Samuel 23:14-17.) A Timoteo se le instruyó en los pensamientos de Dios “desde la infancia”. (2 Timoteo 3:14, 15.) ¿No concuerda usted en que, aun antes de alcanzar lo que hoy se considera legalmente la mayoría de edad, David y Timoteo deben haber podido expresarse bien sobre cuestiones relacionadas con la voluntad de Dios? De igual manera, hoy hay que instruir a los jóvenes cristianos en el camino de Dios mucho antes de que alcancen la mayoría de edad.

15, 16. a) ¿Qué punto de vista se ha desarrollado en algunos lugares respecto a los derechos de menores? b) ¿Por qué se le impuso una transfusión de sangre a un joven?

15 En algunos lugares a los menores a quienes se considera maduros se les conceden derechos similares a los de los adultos. Sobre la base de su edad o de su pensar maduro, o de ambas cosas, se pudiera considerar que un joven es lo suficientemente maduro como para decidir sobre su propio tratamiento médico. Aun en lugares donde no existe esta ley puede que haya jueces o funcionarios que den mucho peso a los deseos de un joven que pueda expresar claramente su firme decisión sobre la sangre. Por otro lado, cuando un joven no puede explicar sus creencias con claridad y madurez, puede que el tribunal opine que tiene que tomar la responsabilidad de decidir lo que aparentemente es mejor hacer, tal como en el caso de un bebé.

16 Por años cierto joven había estudiado la Biblia de cuando en cuando, pero no se había bautizado. A pesar de que solo le faltaban siete semanas para cumplir la edad que le daría “derecho a rehusar personalmente el tratamiento médico que quisiera dársele”, el hospital que le daba tratamiento contra el cáncer buscó apoyo de un tribunal para ponerle transfusiones de sangre en contra de su voluntad y de la voluntad de sus padres. El concienzudo juez lo interrogó en cuanto a sus creencias respecto a la sangre y le hizo preguntas básicas, como la de que mencionara los primeros cinco libros de la Biblia. El joven no pudo mencionarlos ni pudo dar testimonio convincente que indicara que entendía por qué rehusaba la sangre. Lamentablemente, el juez autorizó las transfusiones y comentó: “Su rechazamiento de las transfusiones de sangre no se basa en un entendimiento maduro de sus propias creencias religiosas”.

17. ¿Qué postura adoptó una joven de 14 años en cuanto a que le pusieran sangre, y con qué resultado?

17 La situación pudiera resultar diferente en el caso de un menor que estuviera bien instruido en los caminos de Dios y anduviera activamente en Su verdad. Una cristiana menor que el joven que ya hemos mencionado tenía el mismo tipo raro de cáncer. Esta jovencita y sus padres entendían lo que implicaba la quimioterapia modificada y aceptaron que un especialista le diera ese tratamiento en un hospital bien conocido. Con todo, el caso fue llevado al tribunal. El juez escribió: “D.P. testificó que resistiría de toda manera posible todo intento de ponerle sangre. Para ella una transfusión es una invasión de su cuerpo, y la comparó al ultraje sexual. Pidió al Tribunal que respetara su decisión y le permitiera permanecer en [el hospital] sin que el Tribunal autorizara las transfusiones de sangre”. La instrucción cristiana que había recibido le fue muy útil en aquel momento difícil. (Véase el recuadro.)

18. a) ¿Qué postura firme adoptó una joven enferma tocante a que le pusieran sangre? b) ¿Qué opinión dictó el juez en cuanto al tratamiento de ella?

18 Una niña de 12 años estaba recibiendo tratamiento contra la leucemia. Una agencia para la protección infantil llevó el caso a un tribunal para que le pusieran sangre a la fuerza. El juez concluyó: “L. ha dicho claramente y con convicción a este tribunal que, si se intentara una transfusión, lucharía contra ella con todas sus fuerzas. Ha dicho —y yo le creo— que va a gritar, que resistirá con vigor, que se va a quitar la aguja que le pongan en el brazo y va a tratar de destruir la bolsa de sangre que pongan sobre la cama. Me niego a emitir una orden que haga pasar por tal sufrimiento a esta jovencita [...] El tratamiento que el hospital propone en el caso de esta paciente considera solo el aspecto físico de la enfermedad. No toma en cuenta las necesidades emocionales ni las creencias religiosas de ella”.

Padres: Den buena instrucción

19. ¿Con qué obligación especial para con sus hijos deben cumplir los padres?

19 Esas experiencias transmiten un importante mensaje a los padres que desean que todos los miembros de su familia vivan con arreglo a la ley de Dios sobre la sangre. Una razón por la cual Abrahán era amigo de Dios fue porque Dios sabía que el patriarca daría el ‘mandato a sus hijos y a su casa después de él de modo que verdaderamente guardaran el camino de Jehová para hacer justicia’. (Génesis 18:19.) ¿No debe ser cierto esto también en el caso de los padres cristianos hoy? Si usted es padre o madre, ¿está instruyendo a sus amados hijos para que anden en el camino de Jehová a fin de que siempre estén “listos para presentar una defensa ante todo el que [...] exija razón de la esperanza que hay en [ellos], pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo respeto”? (1 Pedro 3:15.)

20. ¿Qué queremos principalmente que nuestros hijos sepan y crean en cuanto a la sangre? (Daniel 1:3-14.)

20 Aunque sería bueno que informáramos a nuestros hijos de las enfermedades y otros riesgos que están asociados con las transfusiones de sangre, el darles instrucción sobre la perfecta ley divina respecto a la sangre no significa principalmente tratar de inculcar en ellos temor a la sangre. Por ejemplo, si un juez le preguntara a una niña por qué no quiere que se le ponga sangre y la contestación de ella fuera fundamentalmente que cree que la sangre es muy peligrosa o que le tiene miedo, ¿qué efecto pudiera tener esto? Puede que el juez concluya que la joven sencillamente no es madura y está muy asustada, tal como quizás le tendría miedo a una apendectomía y lloraría y la resistiría aunque sus padres pensaran que fuera lo mejor para ella. Además, ya hemos mencionado que la razón fundamental por la cual los cristianos objetan a las transfusiones no es porque la sangre esté contaminada, sino porque la sangre es preciosa para nuestro Dios y Dador de Vida. Nuestros hijos deben saber esto, además de que los posibles peligros médicos relacionados con el uso de la sangre añaden peso a nuestra postura religiosa.

21. a) ¿Qué deben saber los padres acerca de sus hijos y del punto de vista bíblico sobre la sangre? b) ¿Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos con relación a la sangre?

21 Si usted tiene hijos, ¿está seguro de que ellos concuerdan con el punto de vista bíblico respecto a las transfusiones de sangre, y de que pueden explicarlo? ¿Creen de veras que esa postura es la voluntad de Dios? ¿Están convencidos de que el violar la ley de Dios sería una ofensa tan grave que pondría en peligro la perspectiva de vida eterna del cristiano? Los padres sabios repasan estos asuntos con sus hijos, sean estos de edad tierna o casi adultos. Los padres pudieran tener sesiones de ensayo en las que a cada joven se le hagan preguntas que un juez o un funcionario de algún hospital pudiera hacerles. La meta no es que el joven repita de memoria ciertos datos o respuestas. Es más importante que entiendan lo que ellos creen y por qué. Por supuesto, en una audiencia los padres u otras personas pudieran presentar información sobre los riesgos que presenta la sangre y sobre otros tratamientos que haya disponibles. Pero lo que un juez o un funcionario probablemente quiera saber al hablar con nuestros hijos es si son lo suficientemente maduros como para entender su situación y las opciones que hay y si tienen sus propios valores y convicciones firmes. (Compárese con 2 Reyes 5:1-4.)

22. ¿Cuál pudiera ser el resultado permanente de aceptar la instrucción divina sobre la sangre?

22 Es necesario que todos entendamos el punto de vista de Dios respecto a la sangre y nos apeguemos resueltamente a él. Revelación 1:5 describe a Cristo como aquel “que nos ama y que nos desató de nuestros pecados por medio de su propia sangre”. Solo si aceptamos el valor de la sangre de Jesús obtendremos perdón completo y duradero de nuestros pecados. Romanos 5:9 dice claramente: “Mucho más, pues, dado que hemos sido declarados justos ahora por su sangre, seremos salvados mediante él de la ira”. Por eso, ¡qué sabio es que tanto nosotros como nuestros hijos hayamos sido instruidos por Jehová en este asunto y que estemos resueltos a andar en su camino para siempre!

[Nota a pie de página]

a Véase ¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?, publicado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., páginas 21, 22, 28-31.

Puntos clave de instrucción

◻ ¿Cómo debemos considerar el asunto de recibir instrucción de Jehová?

◻ ¿Por qué es tan importante obedecer la ley de Dios sobre la sangre?

◻ ¿Por qué es de importancia vital que los jóvenes puedan explicar clara y firmemente sus convicciones respecto a la sangre?

◻ ¿Cómo pueden los padres cristianos ayudar a sus hijos a estar bien instruidos en la ley de Jehová sobre la sangre?

[Fotografía en la página 16]

Puede que un juez o un administrador de hospital quiera saber lo que un joven cristiano de veras cree, y por qué

[Recuadro en la página 17]

EL TRIBUNAL QUEDÓ IMPRESIONADO

¿Qué decisión emitió el tribunal respecto a D.P., mencionada en el párrafo 17?

“El Tribunal quedó muy impresionado por la inteligencia, el aplomo, la dignidad y el vigor de esta joven de catorce años y medio. Puede que a ella la haya agobiado el enterarse de que tenía una forma maligna de cáncer [...] Sin embargo, fue una joven madura la que compareció ante el Tribunal. Parece que tenía un concepto claro de la difícil tarea que afrontaba. Había ido a todas las sesiones de asesoramiento, había aceptado un tratamiento, había desarrollado una filosofía coherente sobre cómo, como ser humano, se encararía con aquel desafío médico, y compareció ante el Tribunal con la conmovedora petición: Respeten mi decisión [...]

”Además de ser madura, D.P. ha expresado tan aptamente la base para su decisión que el Tribunal la ha respetado. Se le haría daño en sentido espiritual, sicológico, moral y emocional si se le diera un tratamiento que incluyera transfusiones de sangre. El Tribunal respetará su selección de tratamiento.”

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