La disertación de Jessica
JESSICA, una joven estadounidense de 13 años, recibió, al igual que sus compañeros de clase, la tarea de presentar una disertación sobre el tema “Dios, la bandera y el país”. Consciente de que sus compañeros querían saber por qué ella, como testigo de Jehová, no saludaba la bandera, aprovechó la ocasión para explicar con aplomo sus creencias. He aquí algunas porciones de su discurso.
“Al comenzar el día de clases, se pide a los estudiantes que reciten un juramento de lealtad, pero por mis creencias y mi religión, yo no lo repito. Muchos me preguntan por qué me niego a hacerlo. Esta es mi respuesta.
”Las primeras palabras de la jura de bandera dicen: ‘Juro lealtad a la bandera’. Pues bien, ¿qué es lealtad? Es un compromiso de apoyo, fidelidad y devoción. Y puesto que yo la he jurado a Dios, no puedo ni podré jurar lealtad a la bandera. No obstante, el hecho de que no adore al emblema ni le jure lealtad no significa que le falte al respeto.
”En mi vida, Dios es lo más importante, y me esfuerzo por obedecer, lo mejor posible sus mandamientos, contenidos en la Biblia. Todos los días le oro, y también cuando necesito más de su ayuda y estímulo. Siempre recibo su ayuda y aliento en el momento preciso. Me he dado cuenta de que cuando lo pongo en primer lugar y hago lo que nos manda, soy más feliz.
”Por consiguiente, aunque no saludo a la bandera, no la trato con falta de respeto ni la deshonro de forma alguna. Sin embargo, mi lealtad es para Dios, y creo que así debe ser, por cuanto él me creó y merece mi fidelidad.”
Luego se pidió a los estudiantes de la clase que evaluaran las disertaciones presentadas. ¡Jessica se sintió muy feliz al ver que había conseguido que sus compañeros comprendieran mejor sus creencias! Pero lo más importante es que los jóvenes como ella, que defienden valerosamente los principios bíblicos, regocijan el corazón de Jehová. (Proverbios 27:11.)