-
LibroPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
de que por biblía se estuviese refiriendo a los rollos judíos y por membranai, a los códices escritos por los cristianos: los evangelios y las epístolas de Pablo. La explicación del profesor Sanders insiste en la idea de que al N. del Mediterráneo al principio los códices se hicieron de pergamino”.
Palimpsestos. Debido al coste o a la escasez del material para escribir, a veces se borraban los manuscritos parcialmente raspándoles la tinta, usando una esponja húmeda o mediante diversos preparados, a fin de escribir de nuevo sobre ellos. En el caso del papiro, se borraba con una esponja si la tinta era bastante fresca; en otros casos, la escritura se tachaba, o se usaba el reverso del material como superficie para escribir. Debido a la acción atmosférica o a otras razones, en algunos palimpsestos la escritura original aún puede aparecer lo suficientemente clara como para descifrarla. Esto ocurre en el caso de varios manuscritos de la Biblia, de los que se destaca el Códice Ephraemi, que bajo lo que probablemente fue una escritura del siglo XII, contiene una parte de las Escrituras Hebreas y Griegas que, según se cree, data del siglo V E.C.
Otros libros mencionados en la Biblia. En la Biblia se habla de varios libros no inspirados. Algunos sirvieron de fuente de información para los escritores inspirados. Otros parecen ser crónicas compiladas de los registros de Estado. Entre ellos están los siguientes:
El libro de las Guerras de Jehová. Citado por Moisés en Números 21:14, 15. Pudo haberse tratado de un registro o historia fidedigna de las guerras del pueblo de Jehová, cuya crónica comenzara con la triunfante guerra de Abrahán contra los cuatro reyes aliados que capturaron a Lot y su familia. (Gé 14:1-16.)
El libro de Jasar. Se cita en Josué 10:12, 13, cuando Josué pide que el Sol y la Luna se detengan durante su lucha contra los amorreos, y en 2 Samuel 1:18-27, donde se registra un poema llamado “El arco”, que era una endecha sobre Saúl y Jonatán. Por lo tanto, se cree que se trataba de una colección de poemas, cánticos y otros escritos, que debieron ser de considerable interés histórico y que recibieron amplia circulación en el mundo hebreo.
Otros escritos históricos. En los libros de los Reyes y de las Crónicas se mencionan otros escritos históricos no inspirados: “el libro de los asuntos de los días de los reyes de Israel” (1Re 14:19; 2Re 15:31) y “el libro de los asuntos de los tiempos de los reyes de Judá”, al que se hace referencia unas quince veces y que trata sobre los reyes del reino meridional a partir de Rehoboam, el hijo de Salomón. (1Re 14:29; 2Re 24:5.) En 1 Reyes 11:41 se menciona otro registro de la gobernación de Salomón: “el libro de los asuntos de Salomón”.
Cuando Esdras compiló y escribió los libros de las Crónicas después del cautiverio, hizo referencia por lo menos catorce veces a otras fuentes, como: el “Libro de los Reyes de Israel”, la “relación de los asuntos de los días del rey David” y el “Libro de los Reyes de Judá y de Israel”. (1Cr 9:1; 27:24; 2Cr 16:11; 20:34; 24:27; 27:7; 33:18.) También mencionó libros de escritores inspirados anteriores (1Cr 29:29; 2Cr 26:22; 32:32) y registros escritos de otros profetas de Jehová que no están en las Santas Escrituras inspiradas. (2Cr 9:29; 12:15; 13:22.) Nehemías, por su parte, se remitió al “libro de los asuntos de los tiempos”. (Ne 12:23.) También se hace mención en la Biblia de los registros gubernamentales persas, en los que aparecían relatos de servicios que se habían rendido al rey, como la revelación que hizo Mardoqueo de un complot de asesinato. (Esd 4:15; Est 2:23; 6:1, 2; 10:2.)
El sabio escritor de Eclesiastés previene contra la cantidad interminable de libros que no inculcan el temor al Dios verdadero ni animan a guardar sus mandamientos. (Ec 12:12, 13.) Ejemplo de ello es lo que ocurrió en Éfeso, donde el espiritismo y el demonismo estaban muy difundidos. Después de predicarse las buenas nuevas acerca de Cristo, los que se hicieron creyentes llevaron sus libros de magia y los quemaron públicamente, un conjunto de obras cuyo valor se calculó en 50.000 piezas de plata (si eran denarios, 37.200 dólares [E.U.A.]). (Hch 19:19.)
En Éxodo 17:14 se registra el mandato de Jehová de escribir su juicio contra Amaleq en “el libro”, lo que indica que ya en 1513 a. E.C. había comenzado la compilación de los escritos de Moisés, los primeros que se conocen como inspirados.
Otras maneras de hacer referencia a la Biblia o a partes de ella son: “el libro del pacto”, al parecer la legislación contenida en Éxodo 20:22 a 23:33 (Éx 24:7), y “el rollo del libro”, las Escrituras Hebreas. (Heb 10:7.)
Uso figurado. En varias ocasiones el término “libro” se emplea en la Biblia en sentido figurado, en expresiones como ‘el libro [de Dios]’ (Éx 32:32), “libro de recuerdo” (Mal 3:16) y “libro de la vida” (Flp 4:3; Rev 3:5; 20:15). Parece ser que todas estas expresiones se refieren a lo mismo: el “libro” de la memoria que Dios guarda con el fin de recompensar con vida eterna, en el cielo o en la Tierra, a aquellos cuyos nombres estén escritos en él. El registro de un nombre en el “libro” de Dios es provisional, pues las Escrituras muestran que el nombre de una persona puede ‘borrarse’ de él. (Éx 32:32, 33; Rev 3:5.) Por consiguiente, solo si una persona permanece fiel a Dios puede mantener su nombre escrito en el “libro” del Altísimo. (Véase VIDA.)
-
-
LicaoniaPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
LICAONIA
(Licaonia).
Región de Asia Menor donde se hablaba la lengua licaónica. (Hch 14:6-11.) No se
-