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“¡Babilonia la Grande ha caído!”Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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21. ¿Qué nos dice Juan acerca de “la mies de la tierra”?
21 Otras personas también se han de beneficiar en este día de juicio, como pasa a decirnos Juan: “Y vi, y, ¡miren!, una nube blanca, y sobre la nube alguien sentado semejante a un hijo del hombre, con una corona de oro sobre su cabeza y una hoz aguda en su mano. Y otro ángel [el cuarto] salió del santuario del templo, clamando con voz fuerte al que estaba sentado sobre la nube: ‘Pon dentro tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, porque la mies de la tierra está cabalmente madura’. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada”. (Revelación 14:14-16.)
22. a) ¿Quién es el que está sentado sobre una nube blanca y lleva una corona de oro sobre la cabeza? b) ¿Cuándo culmina la cosecha, y cómo?
22 No hay duda de quién es el que está sentado sobre la nube blanca. Puesto que está sentado sobre una nube blanca, y es semejante a un hijo del hombre y lleva una corona de oro, está claro que es Jesús, el Rey Mesiánico a quien Daniel también contempló en una visión. (Daniel 7:13, 14; Marcos 14:61, 62.) Pero ¿qué es la mies o cosecha que aquí se profetiza? Cuando estuvo en la Tierra, Jesús asemejó la obra de hacer discípulos a la siega del campo mundial de la humanidad. (Mateo 9:37, 38; Juan 4:35, 36.) La culminación de esta recolección o cosecha viene en el día del Señor, cuando se corona a Jesús como Rey y él ejecuta juicio para su Padre. Así, su tiempo de gobernar, desde 1914, es también el tiempo gozoso de la recolección. (Compárese con Deuteronomio 16:13-15.)
23. a) ¿De quién viene la indicación de empezar la siega? b) ¿Qué recolección se ha efectuado desde 1919 hasta ahora?
23 Antes de empezar la siega, Jesús, aunque es Rey y Juez, espera que Jehová su Dios le diga cuándo actuar. Esa palabra de dirección viene del “santuario del templo” mediante un ángel. Inmediatamente Jesús obedece. Primero, desde 1919 en adelante hace que sus ángeles completen la siega de los 144.000. (Mateo 13:39, 43; Juan 15:1, 5, 16.) Después se efectúa la recolección de la gran muchedumbre de otras ovejas. (Juan 10:16; Revelación 7:9.) La historia muestra que entre 1931 y 1935 empezó a aparecer una buena cantidad de estas otras ovejas. En 1935 Jehová abrió el entendimiento de la clase Juan respecto a quiénes realmente componían la gran muchedumbre de Revelación 7:9-17. Desde entonces se dio mucho énfasis al recogimiento de esta muchedumbre. Para el año 2005, la cantidad de estas personas había excedido por mucho la cifra de seis millones, y sigue aumentando. De seguro el que es semejante a un hijo del hombre ha segado una abundante y gozosa cosecha durante este tiempo del fin. (Compárese con Éxodo 23:16; 34:22.)
Se pisa la vid de la tierra
24. ¿Qué hay en las manos del quinto ángel, y qué clama el sexto ángel?
24 Completada la cosecha de salvación, es tiempo para otra cosecha. Juan informa: “Y otro ángel [el quinto] salió del santuario del templo que está en el cielo, y él, también, tenía una hoz aguda. Y otro ángel [el sexto] salió del altar, y tenía autoridad sobre el fuego. Y clamó con voz fuerte al que tenía la hoz aguda, y dijo: ‘Pon dentro tu hoz aguda y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas se han madurado’”. (Revelación 14:17, 18.) ¡A las huestes angelicales se les confía mucha recolección durante el día del Señor, cuando se separa de los malos a los buenos!
25. a) ¿Qué indica el que el quinto ángel saliera del santuario del templo? b) ¿Por qué es apropiado que el mandato de empezar la siega venga de un ángel que “salió del altar”?
25 El quinto ángel viene de la presencia de Jehová en el santuario del templo; por eso, la cosecha final también se efectúa según la voluntad de Jehová. Se ordena al ángel que comience su trabajo por un mensaje que le comunica otro ángel que “salió del altar”. Este hecho es muy significativo, puesto que almas fieles que estaban debajo del altar habían preguntado: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. (Revelación 6:9, 10.) Cuando se cosecha la vid de la tierra, este clamor por venganza queda satisfecho.
26. ¿Qué es “la vid de la tierra”?
26 Pero ¿qué es “la vid de la tierra”? En las Escrituras Hebreas se llama a la nación judía la vid de Jehová. (Isaías 5:7; Jeremías 2:21.) También se llama una vid a Jesucristo y a los que servirán con él en el Reino de Dios. (Juan 15:1-8.) En este escenario, la característica significativa de una vid es que produce fruto, y la verdadera vid cristiana ha producido una abundancia de fruto para la alabanza de Jehová. (Mateo 21:43.) Por lo tanto, “la vid de la tierra” tiene que ser, no esta vid genuina, sino la imitación que Satanás ha hecho de ella, su corrupto sistema visible de gobierno sobre la humanidad, con sus diversos “racimos” de fruto demoníaco producido en el transcurso de los siglos. Babilonia la Grande, en la cual el cristianismo apóstata es tan prominente, ha ejercido gran influencia sobre esta vid venenosa. (Compárese con Deuteronomio 32:32-35.)
27. a) ¿Qué sucede cuando el ángel que tiene la hoz recoge la vid de la tierra? b) ¿Qué profecías de las Escrituras Hebreas indican lo extensa que es la siega?
27 ¡El juicio tiene que ejecutarse! “Y el ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la vid de la tierra, y la arrojó en el gran lagar de la cólera de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y salió sangre del lagar hasta la altura de los frenos de los caballos, por una distancia de mil seiscientos estadios.” (Revelación 14:19, 20.) La indignación de Jehová contra esta vid se ha anunciado desde mucho tiempo atrás. (Sofonías 3:8.) Una profecía del libro de Isaías no deja duda alguna de que naciones enteras serán destruidas cuando se pise el lagar. (Isaías 63:3-6.) Joel, también, profetizó que enormes “muchedumbres”, naciones enteras, serían pisoteadas hasta la destrucción en “el lagar”, en “la llanura baja de la decisión”. (Joel 3:12-14.) Verdaderamente, ¡una vendimia estupenda como la cual nunca más habrá otra! Según la visión de Juan, no solo se recogen las uvas, sino que toda la vid simbólica es cortada y echada en el lagar para ser pisoteada. Por eso, la vid de la tierra será eliminada y nunca podrá crecer de nuevo.
28. ¿Quiénes pisan la vid de la tierra, y qué significa el que el lagar sea “pisado [...] fuera de la ciudad”?
28 En la visión, el pisoteo lo efectúan caballos, porque la sangre que sale de la vid llega hasta “los frenos de los caballos”. Puesto que el término “caballos” por lo general se refiere a operaciones de guerra, este debe ser un tiempo de guerra. Se dice que los ejércitos de los cielos que siguen a Jesús a la guerra final contra el sistema de cosas de Satanás pisan “el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso”. (Revelación 19:11-16.) Está claro que estos son los que pisan la vid de la tierra. El lagar es “pisado [...] fuera de la ciudad”, es decir, fuera de la Sión celestial. Ciertamente es apropiado que la vid de la tierra sea pisada en la Tierra. Pero también será ‘pisada fuera de la ciudad’ por el hecho de que no le ocurrirá ningún daño a los que quedan de la descendencia de la mujer, que representan en la Tierra a la Sión celestial. Estos, junto con la gran muchedumbre, serán escondidos con seguridad dentro del arreglo de organización de Jehová en la Tierra. (Isaías 26:20, 21.)
29. ¿Qué profundidad tiene la sangre que fluye del lagar, hasta dónde se extiende, y qué indica todo esto?
29 Esta vívida visión tiene un paralelo en la trituración de los reinos de la Tierra por la piedra del Reino descrita en Daniel 2:34, 44. Habrá un exterminio. El río de sangre que fluye del lagar tiene gran profundidad, hasta los frenos de los caballos, y se extiende por una distancia de 1.600 estadiosa. Esta enorme cifra, producida multiplicando el cuadrado de cuatro por el cuadrado de diez (4 x 4 x 10 x 10), comunica enfáticamente el mensaje de que por toda la Tierra habrá evidencia de la destrucción. (Isaías 66:15, 16.) La destrucción será completa e irreversible. ¡Jamás, nunca jamás, podrá arraigarse de nuevo la vid de la tierra de Satanás! (Salmo 83:17, 18.)
30. ¿Qué frutos produce la vid de Satanás, y cuál debe ser nuestra resolución?
30 Puesto que vivimos en época tan adelantada en el tiempo del fin, la visión de estas dos cosechas es muy significativa. Basta con mirar a nuestro alrededor para notar los frutos de la vid de Satanás. Abortos y otras formas de asesinato; homosexualidad, adulterio y otras formas de inmoralidad, falta de honradez, carencia de afecto natural... todo esto hace vil a este mundo a la vista de Jehová. La vid de Satanás lleva “el fruto de una planta venenosa y ajenjo”. Su derrotero ruinoso, idólatra, deshonra al Magnífico Creador de la humanidad. (Deuteronomio 29:18; 32:5; Isaías 42:5, 8.) ¡Qué privilegio es estar asociados activamente con la clase Juan en recolectar fruto sano que Jesús produce para la alabanza de Jehová! (Lucas 10:2.) Resolvámonos todos a nunca dejarnos contaminar por la vid de este mundo, y evitemos así que se nos pise junto con la vid de la tierra cuando se ejecute el juicio adverso de Jehová.
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Las obras de Jehová... grandes y maravillosasApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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1, 2. a) ¿De qué tercera señal informa Juan? b) ¿Qué papel de los ángeles han conocido por mucho tiempo los siervos de Jehová?
¡UNA mujer que da a luz un hijo varón! ¡Un gran dragón que procura devorar a ese hijo! Esas dos señales celestiales, tan vívidamente pintadas en el capítulo 12 de Revelación, nos hicieron comprender que la larguísima contienda que implica a la Descendencia de la mujer de Dios y a Satanás y su descendencia demoníaca se acerca a su culminación. Juan da realce a estos símbolos diciendo: “Y se vio en el cielo una gran señal [...] Y se vio otra señal”. (Revelación 12:1, 3, 7-12.) Ahora Juan informa una tercera señal: “Y vi en el cielo otra señal, grande y maravillosa: siete ángeles con siete plagas. Estas son las últimas, porque por medio de ellas la cólera de Dios queda terminada”. (Revelación 15:1.) Esta tercera señal también tiene significado vital para los siervos de Jehová.
2 Note los papeles importantes que los ángeles desempeñan de nuevo en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Los siervos de Jehová han conocido por mucho tiempo este hecho. Sí, ¡bajo inspiración el salmista de la antigüedad hasta habló a aquellos ángeles y los exhortó de esta manera: “Bendigan a Jehová, oh ángeles suyos, poderosos en potencia, que llevan a cabo su palabra, mediante escuchar la voz de su palabra”! (Salmo 103:20.) Ahora, en esta nueva escena, se asigna a ángeles para que derramen las últimas siete plagas.
3. ¿Qué son las siete plagas, y qué denota su derramamiento?
3 ¿Qué son estas plagas? Como los siete toques de trompeta, son candentes declaraciones formales de juicio que publican el punto de vista de Jehová sobre varios aspectos de este mundo, y que advierten sobre el resultado final de Sus decisiones judiciales. (Revelación 8:1–9:21.) El derramamiento de estas plagas señala a la ejecución de esos juicios, al destruirse los objetos de la ira divina en el día de la cólera ardiente de Jehová. (Isaías 13:9-13; Revelación 6:16, 17.) Así, mediante ellas “la cólera de Dios queda terminada”. Pero antes de describir el derramamiento de las plagas Juan nos informa sobre ciertos humanos que no serán damnificados por ellas. Estos leales han rehusado recibir la marca de la bestia salvaje, y cantan alabanzas a Jehová mientras proclaman Su día de venganza. (Revelación 13:15-17.)
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