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TogarmáPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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de Gog de Magog y ubica la región en “las partes más remotas del norte”. (Eze 38:6.)
Varios comentaristas relacionan Togarmá con los armenios. La propia tradición armenia asegura que descendieron de “Haik, hijo de Thorgom”. Según algunos escritores de la antigua Grecia, los armenios alcanzaron renombre por sus caballos y sus mulos.
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Toi, TouPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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TOI, TOU
(Toi, Tou).
Rey de Hamat. Al tener noticias de que David había vencido a Hadadézer, el rey de Zobá, de quien también era enemigo, Toi envió inmediatamente a su hijo para felicitar a David y hacerle entrega de algunos regalos, que David santificó junto con el despojo de la batalla. (2Sa 8:9-12; 1Cr 18:9-11.)
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TokenPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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TOKEN
(Cantidad Determinada).
Ciudad de Simeón. (1Cr 4:24, 32.) Al parecer se la llama Éter en Josué 19:7. (Véase ÉTER.)
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ToláPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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TOLÁ
(Paño Carmesí [Escarlata]).
1. Primer hijo de Isacar mencionado por nombre que acompañó a la casa de Jacob cuando entró en Egipto en 1728 a. E.C. (Gé 46:8, 13.) Los hijos de Tolá y algunos de sus nietos fundaron familias tribales populosas en Isacar, a las que se conocía colectivamente como tolaítas. (Nú 26:23; 1Cr 7:1-4.)
2. Juez de Israel que era hijo de Puá. Era descendiente de Isacar, pero vivió en la región montañosa de Efraín, donde posteriormente fue enterrado. No hay registro de nada de lo que hizo durante los veintitrés años de su judicatura. (Jue 10:1, 2.)
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TomásPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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TOMÁS
(del arameo, significa: “Gemelo”).
Apóstol de Jesucristo al que se llamaba “El Gemelo”, o Dídimo. (Mt 10:3; Mr 3:18; Lu 6:15; Jn 11:16, nota.) Parece ser que era algo impetuoso al expresar sus sentimientos o sus dudas. Sin embargo, cuando estas quedaban aclaradas, no vacilaba en confesar su creencia.
Cuando Jesús propuso regresar a Judea para despertar a Lázaro de la muerte, Tomás dijo: “Vamos nosotros también, para que muramos con él”. (Jn 11:16.) Como los judeos habían intentado apedrear a Jesús poco antes (Jn 11:7, 8), Tomás quizás intentaba animar a los otros discípulos a acompañar a Jesús aunque esto pudiera suponer unirse a Lázaro o a Jesús mismo en la muerte.
Cuando Jesús comentó que iba a preparar un lugar para los apóstoles, Tomás mostró que tenía dudas, pues dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas. ¿Cómo sabemos el camino?”. (Jn 14:2-6.) De manera similar, después de oír que Jesús había resucitado, declaró: “A menos que vea en sus manos la impresión de los clavos y meta mi dedo en la impresión de los clavos y meta mi mano en su costado, de ninguna manera creeré”. Ocho días después, cuando Jesús se apareció de nuevo a los discípulos, tuvo la oportunidad de hacer lo que había dicho. Sin embargo, no se especifica si realmente tocó las heridas en aquella ocasión. De todos modos, se convenció, y exclamó: “¡Mi Señor y mi Dios!”. Luego Cristo lo reprendió apaciblemente, diciendo: “Felices son los que no ven y sin embargo creen”. (Jn 20:24-29.)
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Tonto, insensato, necioPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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TONTO, INSENSATO, NECIO
En la Biblia, las palabras “tonto”, “insensato” o “necio” no se refieren a la persona que carece de capacidad mental, sino por lo general al que desprecia la razón y sigue un proceder de insensatez moral contrario a las normas justas de Dios. Algunos términos hebreos utilizados con este significado son kesíl (‘estúpido’; Pr 1:22), ʼewíl (“tonto”; Pr 12:15), na·vál (“insensato”; Pr 17:7) y lets (“burlador”; Pr 13:1). La voz griega á·frōn significa “irrazonable” (Lu 12:20); a·nó·ē·tos, ‘insensato’ (Gál 3:1), y mō·rós, ‘necio’ (Mt 23:17; 25:2).
El modo de obrar de Nabal ilustra el comportamiento de un tonto (1Sa 25) y también lo ilustra la manera de actuar de la gente que conoce al Dios verdadero y adora a la creación. (Ro 1:20-25.) Isaías dijo que un tonto o insensato hablará “pura insensatez, y su corazón mismo se ocupará en lo que es perjudicial, para ocuparse en apostasía y para hablar contra Jehová lo que es descarriado, para hacer que el alma del hambriento lo pase vacía; y hace que hasta el sediento lo pase sin bebida misma”. (Isa 32:6.) El insensato desprecia la sabiduría y la disciplina. (Pr 1:7.) En vez de prestar atención al consejo, el necio sigue andando en un camino que considera “recto a sus propios ojos”. (Pr 12:15.) Además, está presto a ofenderse y estalla en disputas. (Ec 7:9; Pr 20:3.) Dice en su corazón
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