34 EZEQUÍAS
“Se aferró a Jehová”
EZEQUÍAS fue uno de los pocos reyes buenos de Judá. De hecho, fue uno de los mejores. Pero curiosamente su padre, Acaz, fue uno de los peores. Acaz era tan malo que promovía la adoración a dioses falsos y hasta llegó a sacrificar al menos a uno de sus hijos (2 Rey. 16:2-4; 2 Crón. 28:1, 3). ¿Se imagina la infancia que tuvo Ezequías? ¡Debió haber sido traumática! A pesar de eso, cuando creció, se negó a seguir los pasos de su padre. Cuando Ezequías tenía 25 años, su padre murió y él empezó a gobernar. Este joven puso manos a la obra y, con mucho valor, luchó contra la adoración falsa.
Para empezar, Ezequías reabrió y reparó el templo de Jehová en Jerusalén, quitó todos los ídolos que había allí y se encargó de que los sacerdotes y levitas volvieran a hacer su trabajo. Al poco tiempo, envió mensajeros para invitar a todos los israelitas a celebrar la Pascua. Hasta invitó a los que no eran de Judá, sino del reino de 10 tribus de Israel. Aunque algunos se burlaron de los mensajeros, muchos sí aceptaron la invitación. Gracias al ejemplo de Ezequías, gente de ambos reinos demolió los lugares altos y destrozó los ídolos. Él también trituró la serpiente de cobre que siglos antes Jehová le había dicho a Moisés que hiciera. Y es que los israelitas la adoraban.
Pero, por muchos años, Ezequías también vio cómo se iba acercando una terrible tormenta. Jehová llevaba mucho tiempo advirtiéndole al reino de 10 tribus de Israel que sería destruido. Poco tiempo después de que Ezequías empezó a gobernar, los asirios —que arrasaban con todo como una tormenta— invadieron Israel y se llevaron cautiva a la mayoría de la gente. ¿Qué pasaría con Judá? ¿Sería su siguiente objetivo? Después de todo, Judá había hecho cosas igual de malas que Israel, o incluso peores. Jehová le había dado advertencias a Judá mediante sus profetas, y él siempre cumple con su palabra.
A medida que los asirios se iban acercando y acorralando a Judá, la amenaza era cada vez más evidente. El ejército asirio, dirigido por el temible rey Senaquerib, no tardó en llegar a Judá. Las ciudades del reino de Ezequías fueron cayendo una tras otra. Para colmo, parece que durante esta época tan estresante Ezequías se enfrentó a otra amenaza: una enfermedad mortal. Y, como aún no tenía ningún hijo que heredara el trono, el linaje de David estaba en peligro. Ezequías le rogó a Jehová que lo ayudara, y él lo escuchó y lo curó. Le demostró su amor concediéndole 15 años más de vida. Aun así, la amenaza del ejército asirio seguía latente.
¿Qué haría Ezequías? Le mandó mucho dinero a Senaquerib para impedir que los atacara y así proteger a Jerusalén, la santa ciudad de Jehová. El rey de Asiria se quedó con el dinero, pero seguía empeñado en atacarlos. Para fortificar Jerusalén, Ezequías hizo otra muralla y construyó un acueducto que abasteciera de agua a la ciudad por si los asirios la sitiaban. Y, para fortalecer al pueblo, le recordó que Jehová es infinitamente más poderoso que cualquier ejército humano.
Ezequías hizo frente a un temible enemigo que quiso meter miedo en Jerusalén
Senaquerib se puso todavía más furioso. A fin de intimidar al rey Ezequías y a los israelitas, envió a Jerusalén a un alto funcionario —el rabsaqué—, que se burló cruelmente del rey y de su Dios, Jehová. Ezequías no dejó que los asirios lo asustaran ni perdió el valor, más bien animó al pueblo. Como Senaquerib no lograba meterle miedo, le envió unas cartas para amenazarlo. Entonces Ezequías fue al templo y presentó esas cartas ante Jehová para dejar el asunto en las manos del Dios todopoderoso. ¿Cómo le respondió él? Mediante el profeta Isaías, le envió un mensaje que debió animarlo mucho: Senaquerib no entraría en Jerusalén y sus hombres no dispararían ninguna flecha contra ella.
Aquella misma noche, Jehová envió a un ángel al campamento asirio. En un abrir y cerrar de ojos, el ángel mató a 185.000 soldados. ¿Se imagina a Senaquerib al levantarse por la mañana y encontrarse con todos esos cadáveres? Humillado, volvió a su tierra y, tiempo después, sus hijos lo asesinaron cuando estaba en el templo de su dios Nisroc.
¡La victoria de Ezequías fue impresionante! Además, después de este triunfo y de haber recuperado la salud, Ezequías tuvo un hijo. Tristemente, en cierto momento Ezequías se volvió arrogante. Pero, cuando Jehová lo corrigió, reconoció con humildad su error. Sin duda, Ezequías fue uno de los mejores reyes del pueblo de Dios: todo un ejemplo de valor y lealtad en medio de situaciones difíciles.
Lea el relato bíblico
¿Qué diría?
¿De qué maneras demostró valor Ezequías?
Investigue un poco más
1. ¿Qué descubrimientos arqueológicos apoyan lo que la Biblia dice sobre Ezequías? (w11 1/5 15 párrs. 1-3). A
Zev Radovan/Alamy Stock Photo
Imagen A: Sello de arcilla del siglo octavo a. e. c. que dice: “Perteneciente a Ezequías [hijo de] Acaz, rey de Judá”.
2. ¿Cómo se cumplió en Ezequías la profecía de Isaías sobre “una serpiente venenosa y veloz”? (Isa. 14:28, 29; ip-1 190, 191 párrs. 4-6).
3. En un relato escrito por Senaquerib que se encontró en Nínive, se dan ciertos detalles pero se omiten otros. ¿Por qué es esto interesante? (g 12/10 27 párrs. 3-5). B
© The Trustees of the British Museum. Licensed under CC BY-NC-SA 4.0. Source
Imagen B: El prisma de Taylor, que cuenta las conquistas de Senaquerib.
4. En el 2003, unos científicos publicaron los resultados de una investigación sobre si el acueducto o túnel de Ezequías se construyó realmente durante el gobierno de ese rey. ¿A qué conclusión llegaron? (w09 1/5 27 párrs. 3-5).
Piense en las lecciones
¿Cómo puede animarle el ejemplo de Ezequías a un cristiano si su padre o su madre no adora a Jehová? C
Imagen C
¿Cuál era la principal preocupación de Ezequías cuando Jerusalén estaba en peligro? (2 Rey. 19:15-19). ¿En qué situaciones podríamos imitarlo?
¿De qué maneras puede usted copiar el ejemplo de valor de Ezequías?
Vea el cuadro completo
¿Qué me enseña este relato sobre Jehová?
¿Cómo se relaciona este relato con el propósito de Jehová y el tema principal de la Biblia?
¿Qué me gustaría preguntarle a Ezequías cuando resucite?
Para saber más
Vea cómo el emocionante relato de 2 Reyes 19:14-36 cobra vida en el siguiente video.
¿Cómo se cumplió la profecía de Miqueas 5:5 en los días de Ezequías, y cómo se cumple en nuestros días?
“¿Quiénes son hoy los siete pastores y ocho adalides?” (w13 15/11 18-20 párrs. 9-18)