Referencias para la “Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos”
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3-9 DE NOVIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA EL CANTAR DE LOS CANTARES 1, 2
Una historia de amor verdadero
w15 15/1 30 párrs. 9, 10
¿Puede el amor durar toda la vida?
9 El matrimonio no es un simple contrato, frío y formal. Tiene que estar caracterizado por el amor. Pero ¿qué clase de amor? ¿El amor basado en principios bíblicos que debemos tenerles a todas las personas? (1 Juan 4:8.) ¿El que sentimos de manera natural por nuestra familia? ¿El cariño especial que nos une a nuestros amigos? (Juan 11:3.) ¿O, quizás, el amor romántico que surge entre un hombre y una mujer? (Prov. 5:15-20.) En realidad, el amor en el matrimonio debe incluir todos estos sentimientos. Y es importante que el esposo y la esposa se demuestren ese amor con palabras y hechos. ¡Nunca deben permitir que los quehaceres del día a día los priven de hacer eso! Las muestras de cariño contribuyen mucho a que sean felices y estén unidos. Esto es muy cierto también en las culturas en que los matrimonios son concertados. En ocasiones, los novios apenas han podido conocerse antes de la boda. A medida que se van conociendo y su amor crece, tienen que confirmarse lo que sienten. Así su matrimonio se fortalecerá y se acercarán más el uno al otro.
10 Las muestras de cariño en el matrimonio tienen, además, otro efecto positivo. En la canción, el rey Salomón le ofreció a la sulamita “adornos circulares de oro [...] con tachones de plata” y la inundó de piropos. Le dijo que era “hermosa como la luna llena, pura como el sol relumbrante” (Cant. de Cant. 1:9-11; 6:10). Pero la joven siguió fiel a su amado pastor, aunque estaban separados. ¿Qué la ayudó a no dejarse cautivar? Ella misma lo explica (lea El Cantar de los Cantares 1:2, 3). La consolaba recordar las “expresiones de cariño” de él. Sus palabras le habían parecido “mejores que el vino” que alegra el corazón, y pensar en ellas le era más agradable que aceite perfumado sobre la cabeza (Sal. 23:5; 104:15). Es muy importante que el esposo y la esposa se confirmen su cariño con frecuencia. Recordar las cosas bonitas que se han dicho o los detalles que han tenido el uno con el otro puede fortalecer mucho su amor y hacer que dure.
10-16 DE NOVIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA EL CANTAR DE LOS CANTARES 3-5
La belleza interior es la más importante
w15 15/1 30 párr. 8
¿Puede el amor durar toda la vida?
8 Pero no pensemos que todo lo que se decían giraba en torno a lo físico. Fijémonos, por ejemplo, en cómo el pastor describe la amabilidad con que ella les habla a otras personas (lea El Cantar de los Cantares 4:7, 11). “Tus labios siguen goteando miel del panal, oh novia mía. Leche y miel hay debajo de tu lengua”, le dice. La miel del panal tiene un sabor más intenso y dulce que la miel que ha estado expuesta al aire. Para él, las palabras de su novia eran tan agradables y buenas como esa miel y como la leche. Está claro que, cuando le dijo: “Eres del todo hermosa, [...] y no hay defecto en ti”, se estaba refiriendo también a sus cualidades.
w00 1/11 11 párr. 17
Veamos la pureza moral como Dios la ve
17 Un tercer personaje que se mantuvo íntegro fue una sulamita soltera. De esta hermosa muchacha no solo se enamoró un joven pastor, sino el propio Salomón, el opulento rey de Israel. El Cantar de los Cantares cuenta la historia de esta sulamita que conservó su virtud y se ganó así el respeto de cuantos la rodeaban. Aunque ella rechazó al rey, este puso por escrito el relato inspirado. El pastor al que ella amaba también respetó su castidad. En cierta ocasión la comparó a “un jardín cerrado con barras” (El Cantar de los Cantares 4:12). En el antiguo Israel había bellos huertos y jardines —con una agradable variedad de plantas, flores de exquisita fragancia y árboles majestuosos— que se solían cercar con un seto o un muro cuya única entrada era una puerta con cerradura (Isaías 5:5). A los ojos del pastor, la pureza moral y el encanto de la sulamita la hacían parecerse a un jardín de singular belleza. Era totalmente casta. Solo él, cuando fuera su esposo, disfrutaría de sus más tiernas muestras de cariño.
g04 22/12 9 párrs. 2-5
La belleza más importante
¿Les resulta atractiva a los demás la belleza interior? Georgina, quien lleva casada casi diez años, declara: “Con el paso del tiempo, la honradez y la sinceridad que mi esposo demuestra conmigo me han acercado más a él. Como lo más importante en su vida es agradar a Dios, se esfuerza por ser considerado y amoroso. Me tiene en cuenta al tomar decisiones y hace que me sienta valorada. Sé que me ama de verdad”.
Daniel, que se casó en 1987, dice: “Para mí, mi esposa es encantadora. No solo me atrae físicamente, sino que su personalidad contribuye a que la quiera todavía más. Siempre piensa en los demás y procura que se sientan bien. Sus valiosas cualidades cristianas han hecho que me resulte un placer tenerla a mi lado”.
En medio de este mundo superficial hemos de mirar más allá de lo exterior y entender que conseguir el aspecto físico “ideal” resulta difícil, si no imposible, y es de muy poco valor. Sin embargo, podemos cultivar cualidades atrayentes que nos permitan alcanzar la verdadera belleza interior. Las Santas Escrituras indican: “El encanto puede ser falso, y la belleza puede ser vana; pero la mujer que teme a Jehová es la que se procura alabanza”. Y, por el contrario, advierten: “Como nariguera de oro en el hocico de un cerdo, así es la mujer que es bella, pero que está apartándose de la sensatez” (Proverbios 11:22; 31:30).
La Palabra de Dios nos ayuda a valorar “la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios” (1 Pedro 3:4). Así es, esa belleza interior es mucho más importante que la física. Y está al alcance de todos.
Busquemos perlas escondidas
w06 15/11 18 párr. 4
Puntos sobresalientes del libro de El Cantar de los Cantares
2:7; 3:5. ¿Por qué se hace jurar a las damas de la corte “por las gacelas o por las ciervas del campo”? Las gacelas y las ciervas se caracterizan por su gracia y belleza. Así pues, la joven sulamita les está pidiendo a las damas de la corte que le juren por todo lo que es bello y grácil que no intentarán despertar el amor en ella.
17-23 DE NOVIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA EL CANTAR DE LOS CANTARES 6-8
Sea una muralla, no una puerta
it “Cantar de los Cantares, El” párr. 11
Cantar de los Cantares, El
Al parecer, Salomón por fin permitió que la sulamita regresara a su hogar. Cuando sus hermanos la vieron acercarse, preguntaron: “¿Quién es esta mujer que viene subiendo del desierto, apoyada en su amado?”. (Can 8:5a.) Los hermanos de la sulamita no se habían apercibido de la constancia del amor de su hermana. Años atrás, uno de ellos había dicho con respecto a ella: “Tenemos una hermana pequeña que no tiene pechos. ¿Qué haremos por nuestra hermana en el día que la pidan?” (8:8). Otro hermano respondió: “Si ella es un muro, edificaremos sobre ella un almenaje de plata; pero si es una puerta, la atrancaremos con un tablón de cedro” (8:9). Como la sulamita resistió todas las tentaciones, estuvo satisfecha con su propia viña y permaneció leal en su afecto a su amado (8:6, 7, 11, 12), pudo decir con propiedad: “Soy un muro, y mis pechos son como torres. En este caso he llegado a ser a los ojos de él como la que está hallando paz” (8:10).
yp 188 párr. 2
¿Qué hay de las relaciones sexuales antes del matrimonio?
Sin embargo, el mantener la castidad hace más que solo ayudar al joven a evitar terribles consecuencias. La Biblia habla de una joven que permaneció casta, pura, a pesar del amor intenso que le tenía a su novio. Como resultado, pudo decir con orgullo: “Soy un muro, y mis pechos son como torres”. No era como una ‘puerta giratoria’ que fácilmente cediera a la presión de la inmoralidad. En sentido moral era como el inescalable muro de una fortaleza de torres inaccesibles. Merecía que la llamaran “pura”, y podía decir de su futuro esposo: “He llegado a ser a los ojos de él como la que está hallando paz”. Su propia tranquilidad mental contribuía al contentamiento que ambos sentían. (El Cantar de los Cantares 6:9, 10; 8:9, 10.)
yp2 33
Buenos ejemplos: La sulamita
La joven sulamita sabe que, en cuestiones de amor, debe tener las cosas claras. Por eso les dice a sus compañeras: “Las he puesto bajo juramento [...] de que no traten de despertar ni excitar amor en mí hasta que este se sienta inclinado”. Ella es consciente de que el corazón puede jugarle una mala pasada. Sabe que podría ceder ante la presión de los demás y terminar aceptando a la persona equivocada. También sabe que sus sentimientos podrían nublarle el juicio. Por eso, decide ser tan firme como “un muro” (El Cantar de los Cantares 8:4, 10).
Y tú, ¿ves las relaciones románticas con la misma madurez que la sulamita? ¿Eres capaz de pensar con la cabeza y no con el corazón? (Proverbios 2:10, 11.) Puede que otras personas te presionen para que inicies una relación antes de estar preparado. O puede que seas tú quien esté alimentando ese deseo. Por ejemplo, cuando ves a un chico y una chica paseando agarrados de la mano, ¿sientes unas ganas locas de tener pareja? ¿Llegarías al punto de salir con una persona que no tiene tus mismas creencias religiosas? La sulamita actuó con madurez, y tú también puedes hacerlo.
24-30 DE NOVIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ISAÍAS 1, 2
Una esperanza para quien está “cargado de culpa”
ip-1 14 párr. 8
Un padre con hijos rebeldes
8 Isaías prosigue su mensaje con palabras contundentes dirigidas a la nación de Judá: “¡Ay de la nación pecadora, el pueblo cargado de error, descendencia malhechora, hijos ruinosos! Han dejado a Jehová, han tratado con falta de respeto al Santo de Israel, se han vuelto hacia atrás” (Isaías 1:4). Los actos de maldad pueden acumularse hasta el punto de convertirse en una carga aplastante. En los días de Abrahán, Jehová calificó los pecados de Sodoma y Gomorra de “muy grave[s]” (Génesis 18:20). Algo parecido ocurre con el pueblo de Judá, pues Isaías dice que está “cargado de error”. Además, los llama “descendencia malhechora, hijos ruinosos”. En efecto, los habitantes de Judá son como hijos delincuentes. Se han “vuelto hacia atrás”, o como lo expresa la versión de la Casa de la Biblia (1992), le han “vuelto la espalda” a su Padre.
1-7 DE DICIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ISAÍAS 3-5
Jehová tenía derecho a esperar más de su pueblo
w06 15/6 18 párr. 1
“Cuida de esta vid”
Isaías asemejó a “la casa de Israel” a una viña que gradualmente produjo “uvas silvestres”, o “bayas podridas” (Isaías 5:2, 7; nota). Las uvas silvestres son mucho más pequeñas que las cultivadas y tienen muy poca pulpa, pues las semillas ocupan casi todo el espacio de la uva. Como no sirven para hacer vino ni para comer, son un símbolo apropiado de la nación apóstata, cuyo fruto era el desafuero en vez de la justicia. Dicho fruto inservible no era culpa del Cultivador de la vid. Jehová hizo cuanto pudo para que la nación fuera productiva. “¿Qué hay que hacerle todavía a mi viña que yo no haya hecho ya en ella?”, preguntó él (Isaías 5:4).
w06 15/6 18 párr. 2
“Cuida de esta vid”
Ya que la vid de Israel demostró ser infructífera, Jehová le advirtió a su pueblo que derribaría el muro protector que le había colocado alrededor. Ya no podaría su vid simbólica, ni limpiaría su tierra con la azada. No llegarían las lluvias primaverales de las que dependía la cosecha, y los espinos y las malas hierbas se apoderarían de la viña (Isaías 5:5, 6).
8-14 DE DICIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ISAÍAS 6-8
“¡Aquí estoy yo! ¡Envíame a mí!”
ip-1 95 párrs. 15, 16
Jehová Dios está en su santo templo
15 Jehová pasa a exponer lo que Isaías debe decir y la respuesta que hallará: “Ve, y tienes que decir a este pueblo: ‘Oigan vez tras vez, pero no entiendan; y vean vez tras vez, pero no consigan conocimiento’. Haz el corazón de este pueblo indispuesto a recibir, y haz sus mismísimos oídos indispuestos a responder, y pégales los mismísimos ojos, para que no vean con los ojos y no oigan con los oídos, y para que su propio corazón no entienda, y para que realmente no se vuelvan y consigan curación para sí” (Isaías 6:9, 10). ¿Significan estas palabras que Isaías ha de ser rudo y desconsiderado, ahuyentando de ese modo a los judíos para que sigan enfrentados con Jehová? ¡Ni mucho menos! Son su propia gente, a quienes se siente vinculado. Sin embargo, las palabras de Jehová revelan cómo responderán a su mensaje, prescindiendo de la fidelidad con que Isaías lleve a cabo su misión.
16 La culpa es del pueblo. Isaías les hablará “vez tras vez”, pero ellos no aceptarán el mensaje ni lo entenderán. En su mayoría serán tercos e indiferentes, como si estuvieran completamente ciegos y sordos. Al dirigirse a ellos una y otra vez, Isaías dejará que “este pueblo” demuestre que no quiere comprender, que cierra su mente y corazón al mensaje que les lleva, sí, al mensaje de Dios. ¡Qué parecida es la situación hoy en día! Muchas personas rehúsan escuchar a los testigos de Jehová cuando estos predican las buenas nuevas del venidero Reino de Dios.
ip-1 99 párr. 23
Jehová Dios está en su santo templo
23 Al citar de Isaías, Jesús indicó que la profecía tenía un cumplimiento en su tiempo. La gente en general demostró la misma actitud de corazón que los judíos de la época de Isaías. Se hicieron ciegos y sordos a su mensaje, y también a ellos les sobrevino la destrucción (Mateo 23:35-38; 24:1, 2). En 70 E.C., las fuerzas romanas comandadas por el general Tito atacaron Jerusalén y demolieron la ciudad y su templo. No obstante, algunas personas habían escuchado a Jesús y se habían hecho sus discípulos. Jesús las declaró “felices” (Mateo 13:16-23, 51). Les había dicho que cuando vieran “a Jerusalén cercada de ejércitos acampados”, deberían “ech[ar] a huir a las montañas” (Lucas 21:20-22). De modo que la “descendencia santa”, que había tenido fe y formado una nación espiritual, “el Israel de Dios”, se salvó (Gálatas 6:16).
15-21 DE DICIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ISAÍAS 9, 10
Se profetizó “una gran luz”
ip-1 126-128 párrs. 18, 19
La promesa de un Príncipe de Paz
18 Los que acogieron favorablemente la luz tuvieron mucha razón para regocijarse. Isaías prosigue así: “Has hecho populosa la nación; para ella has hecho grande el regocijo. Se han regocijado delante de ti como con el regocijo del tiempo de la siega, como los que se regocijan al dividir el despojo” (Isaías 9:3). La predicación de Jesús y sus discípulos sacó a la luz a los que eran sinceros, pues estos se mostraron muy dispuestos a adorar a Jehová con espíritu y verdad (Juan 4:24). En menos de cuatro años, multitudes de personas abrazaron el cristianismo. El día de Pentecostés de 33 E.C. se bautizaron 3.000. Poco después, “el número de los varones llegó a ser como de cinco mil” (Hechos 2:41; 4:4). A medida que los cristianos reflejaban celosamente la luz, “el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe” (Hechos 6:7).
19 Tal como quienes se regocijan por una cosecha abundante o al repartirse un botín valioso tras una gran victoria militar, los discípulos de Jesús se alborozaron por el aumento (Hechos 2:46, 47). Con el tiempo, Jehová hizo que la luz resplandeciera entre las naciones (Hechos 14:27). De ese modo, personas de todas las razas se alegraron de que se les hubiera abierto el camino para acercarse a Jehová (Hechos 13:48).
ip-1 128, 129 párrs. 20, 21
La promesa de un Príncipe de Paz
20 Los efectos de la labor del Mesías son permanentes, como se desprende de las palabras siguientes de Isaías: “El yugo de su carga y la vara sobre sus hombros, el bastón del que los obligaba a trabajar, los has hecho añicos como en el día de Madián” (Isaías 9:4). Siglos antes de la época de Isaías, los madianitas conspiraron con los moabitas para inducir a Israel al pecado (Números 25:1-9, 14-18; 31:15, 16). Posteriormente, Madián sembró el terror entre los israelitas atacando y saqueando pueblos y granjas durante siete años (Jueces 6:1-6). Pero entonces Jehová, por medio de su siervo Gedeón, derrotó por completo a los ejércitos madianitas. Después de aquel “día de Madián”, no hay constancia de que aquella nación causara más sufrimiento al pueblo de Jehová (Jueces 6:7-16; 8:28). El Gedeón Mayor, Jesucristo, asestará dentro de poco un golpe mortal a los enemigos modernos del pueblo de Jehová (Revelación 17:14; 19:11-21). “Como en el día de Madián”, la victoria será completa y duradera, no debido a la pericia de los hombres, sino al poder de Jehová (Jueces 7:2-22). El pueblo de Dios jamás volverá a sufrir bajo el yugo de la opresión.
21 Las manifestaciones del poder divino no exaltan la guerra. El resucitado Jesús es el Príncipe de Paz, y al aniquilar a sus enemigos traerá una paz que será eterna. Isaías pasa a referirse al equipo bélico como algo que el fuego devora por completo: “Toda bota del que pisoteaba con estremecimientos y el manto revolcado en sangre hasta han llegado a ser para quemazón, como alimento para el fuego” (Isaías 9:5). Nunca volverá nadie a estremecerse por el golpeteo de las botas de los soldados al marchar. Nunca más se verán los uniformes ensangrentados de guerreros curtidos en el combate. Nunca más habrá guerra (Salmo 46:9).
22-28 DE DICIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ISAÍAS 11-13
¿Cómo sería el Mesías?
ip-1 159 párrs. 4, 5
El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijo
4 Siglos antes del tiempo de Isaías, otros escritores bíblicos hebreos se habían referido a la llegada del Mesías, el auténtico Caudillo que Jehová enviaría a Israel (Génesis 49:10; Deuteronomio 18:18; Salmo 118:22, 26). Ahora, por medio de Isaías, Jehová aporta más detalles: “Tiene que salir una ramita del tocón de Jesé; y procedente de sus raíces un brote será fructífero” (Isaías 11:1; compárese con Salmo 132:11). Las expresiones “ramita” y “brote” indican que el Mesías sería descendiente de Jesé a través de su hijo David, a quien se ungió con aceite como rey de Israel (1 Samuel 16:13; Jeremías 23:5; Revelación [Apocalipsis] 22:16). Cuando llegara el verdadero Mesías, este “brote” de la casa de David produciría buen fruto.
5 El Mesías prometido es Jesús. El evangelista Mateo aludió a Isaías 11:1 al decir que, en cumplimiento de los mensajes de los profetas, se le llamó “Nazareno”. Este nombre, aplicado a Jesús por haber crecido en Nazaret, se relaciona, al parecer, con la palabra hebrea para “brote” utilizada en dicho versículo (Mateo 2:23, nota; Lucas 2:39, 40).
ip-1 159 párr. 6
El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijo
6 ¿Qué clase de gobernante será el Mesías? ¿Será como el cruel y obstinado asirio que destruye el norteño reino de diez tribus de Israel? Claro que no. Isaías dice al respecto: “Sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová; y habrá disfrute por él en el temor de Jehová” (Isaías 11:2, 3a). Al Mesías no se le unge con aceite, sino con el espíritu santo de Dios, que Juan el Bautista ve descender en forma de paloma sobre Jesús en el momento de su bautismo (Lucas 3:22). Es obvio que el espíritu de Jehová ‘se asienta sobre’ Jesús, pues este manifiesta sabiduría, entendimiento, habilidad para aconsejar, poderío y conocimiento. ¡Qué espléndidas cualidades para un gobernante!
ip-1 160 párr. 8
El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijo
8 ¿Qué significa que el Mesías sienta temor de Jehová? Está claro que Jesús no vive aterrorizado, con miedo a que Dios lo condene. Más bien, le tiene un temor respetuoso, una reverencia amorosa. La persona temerosa de Dios siempre desea efectuar “las cosas que le agradan”, igual que Jesús (Juan 8:29). Este nos enseña, de palabra y obra, que no existe mayor gozo que el de andar día tras día en el sano temor de Jehová.
29 DE DICIEMBRE A 4 DE ENERO
TESOROS DE LA BIBLIA ISAÍAS 14-16
Los enemigos del pueblo de Dios no se quedan sin castigo
ip-1 189 párr. 1
El consejo de Jehová contra las naciones
AUNQUE Jehová puede valerse de las naciones para disciplinar a su pueblo por su maldad, de ningún modo excusa la crueldad gratuita, el orgullo y la animosidad de estas hacia la adoración verdadera. De ahí que, con mucha antelación, inspire a Isaías a escribir “la declaración formal contra Babilonia” (Isaías 13:1). No obstante, Babilonia es una amenaza aún futura. En tiempos de Isaías, la nación que oprime al pueblo en pacto con Dios es Asiria, la cual destruye el norteño reino de Israel y asola gran parte de Judá. Pero el triunfo asirio es limitado. Isaías escribe: “Jehová de los ejércitos ha jurado, y dicho: ‘De seguro tal como he calculado, así tiene que suceder [...] a fin de quebrar al asirio en mi tierra, y para que lo pisotee en mis propias montañas; y para que su yugo realmente se aparte de sobre ellos, y para que su mismísima carga se aparte de sobre el hombro de ellos’” (Isaías 14:24, 25). No mucho después de que Isaías pronuncia esta profecía, se hace desaparecer la amenaza asiria contra Judá.
ip-1 194 párr. 12
El consejo de Jehová contra las naciones
12 ¿Cuándo se cumplirá esta profecía? Pronto. “Esta es la palabra que habló Jehová respecto a Moab anteriormente. Y ahora Jehová ha hablado, y dicho: ‘Dentro de tres años, conforme a los años de un trabajador asalariado, a la gloria de Moab también se tiene que deshonrar con mucha conmoción de toda suerte, y los que queden serán muy pocos, no poderosos’.” (Isaías 16:13, 14.) En armonía con estas palabras, los hallazgos arqueológicos indican que en el siglo VIII a.E.C., Moab atravesó un período de intenso sufrimiento y que muchos sectores quedaron deshabitados. Tiglat-piléser III mencionó a Salamanu de Moab entre los gobernantes que le pagaron tributo. Senaquerib recibió tributo de Kammusunadbi, rey de Moab. Los monarcas asirios Esar-hadón y Asurbanipal dijeron que los reyes moabitas Musuri y Kamashaltu estaban sometidos a ellos. Hace siglos que los moabitas dejaron de existir como pueblo. Aunque se han hallado ruinas de ciudades supuestamente moabitas, hasta ahora se han desenterrado pocos indicios de esta antigua y poderosa nación enemiga de Israel.