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w25 mayo págs. 14-19

ZHINZHOMA SHINDZEGA 21

MAIAKUAGA 21 Busquemos primero el Reino

Saka ukuzhi shka bʉgui kuageku skumún nantka

“Sakuzhi mʉlajki [shka bʉgui kuageku] nakʉnka” (HEB. 13:14).

TEMA

Cómo nos ayuda ahora el capítulo 13 de Hebreos y cómo lo hará en el futuro.

1. ¿Inzhina Jesúga guakantka inzhina kʉnzhanekʉnka Jerusalén siglo shkua?

UNOS pocos días antes de morir, Jesús les dio una profecía a sus discípulos. Esta profecía se cumplió por primera vez en el siglo primero cuando Jerusalén y su templo fueron destruidos. Él les advirtió que un día verían “a Jerusalén rodeada de ejércitos acampados” (Luc. 21:20). Les dijo que, cuando eso sucediera, huyeran de inmediato. Y las palabras de Jesús se cumplieron cuando los ejércitos romanos rodearon Jerusalén (Luc. 21:21, 22).

2. ¿Inzhina kakaiantka apóstol Pabluga Kunkujshina gagunga nunkuandzina Judeanzhana, Jerusalénzhanawin?

2 Cuando solo faltaban unos años para que los ejércitos romanos rodearan Jerusalén, el apóstol Pablo les escribió a los cristianos de esa ciudad y de toda Judea una carta con un mensaje muy importante. Hoy la conocemos como la Carta a los Hebreos. En ella les dio consejos para ayudarlos a prepararse para lo que se les venía encima: la destrucción de Jerusalén. Si aquellos cristianos querían sobrevivir, tendrían que estar dispuestos a dejar atrás sus hogares y sus negocios. Así que, refiriéndose a la ciudad de Jerusalén, Pablo escribió: “Aquí no tenemos una ciudad que sea permanente, sino que buscamos con empeño la que va a venir” (Heb. 13:14).

3. ¿Bima shka bʉgui kuaga nakʉnka? ¿Inzhué sakurra?

3 Es probable que la gente se burlara de los cristianos que decidieron huir de la ciudad de Jerusalén y la región de Judea, pero esa decisión les salvó la vida. Hoy en día también nos ridiculizan porque no ponemos nuestra confianza en el dinero ni en las soluciones que ofrece ningún ser humano. ¿Por qué no lo hacemos? Porque sabemos que este sistema es temporal y estamos buscando “la ciudad que tiene fundamentos verdaderos”, “la que va a venir”. Esa ciudad es el Reino de Dios (Heb. 11:10; Mat. 6:33).a En este artículo, analizaremos algunos de los consejos que Pablo dio en su carta a los cristianos hebreos. En cada caso, veremos cómo esos consejos los ayudaron a seguir buscando “la [ciudad] que va a venir”, cómo los prepararon para la destrucción de Jerusalén y qué lecciones podemos sacar de ellos para nuestros días.

WE UGUNGUZHI BUIENGUA JEHOVÁ NAIMASHÚN NANTKA

4. ¿Inzhué Jerusalén bʉgui anzhʉnga nanantka Kunkujshina ugungandzinanzhe?

4 Jerusalén era importante para los cristianos. ¿Por qué? Porque la primera congregación fue fundada allí en el año 33. Además, el cuerpo gobernante estaba en esa ciudad. Por otro lado, muchos cristianos tenían allí sus hogares y una gran cantidad de posesiones materiales. Sin embargo, Jesús les dijo a sus seguidores que tendrían que huir de Jerusalén y hasta de Judea (Mat. 24:16).

5. ¿Inzhina nekantka Pablo angunekega Kunkujshina ugunga nunkuandzina shezhingontka dzinukuega?

5 Pablo quería que los cristianos estuvieran preparados para huir de Jerusalén. Por eso los ayudó a ver la ciudad tal como la veía Jehová. Les recordó que para Jehová ya no eran sagrados el templo, el sacerdocio y los sacrificios que allí se ofrecían (Heb. 8:13). La mayoría de los habitantes de la ciudad había rechazado al Mesías. El templo de Jerusalén ya no era el centro de la adoración pura, y sería destruido (Luc. 13:34, 35).

6. ¿Inzhué zumé nanantka zhigʉntunshega Pablunzhe sʉgashkurra Hebreos 13:5, 6?

6 Cuando Pablo les escribió a los hebreos, Jerusalén era una ciudad próspera. Un escritor romano de esa época llamado Plinio dijo que Jerusalén era “la más famosa ciudad del Oriente” (Historia Natural, libro V, traducción de Gerónimo de Huerta). Cada año viajaban a ella judíos de muchos lugares para celebrar las fiestas religiosas, y eso generaba muchos ingresos para la ciudad. Sin duda, esto hacía que a algunos cristianos les fuera bien económicamente. Tal vez por eso Pablo les dijo: “Que su modo de vivir esté libre del amor al dinero, y estén contentos con las cosas que tienen”. Y luego les citó de las Escrituras para recordarles una promesa que había hecho el propio Jehová: “Nunca te dejaré y jamás te abandonaré” (lea Hebreos 13:5, 6; Deut. 31:6; Sal. 118:6). Ese recordatorio fue muy oportuno para los cristianos de Jerusalén y Judea. ¿Por qué? Porque poco después de recibir esa carta tendrían que dejar atrás sus hogares, sus negocios y la mayoría de sus bienes. Tendrían que empezar de cero en otro lugar, y eso no sería fácil.

7. ¿Inzhué iwangui we nawimtʉjka jinsha awakuaga Jehovámba?

7 Lección para nuestros días: Al igual que los cristianos del primer siglo, debemos mantenernos despiertos y estar preparados (Luc. 21:34-36). ¿Preparados para qué? Para la “gran tribulación”, que acabará con este sistema malvado (Mat. 24:21). Durante ese periodo, quizás tengamos que dejar atrás algunas de nuestras pertenencias, o incluso todas, con la total confianza de que Jehová jamás nos abandonará. Pero aun ahora, que todavía no ha comenzado la gran tribulación, podemos demostrar cuánto confiamos en Jehová. Preguntémonos: “¿Reflejan mis metas y mis decisiones que no confío en el dinero, sino en la promesa que ha hecho Dios de cuidarme?” (1 Tim. 6:17). Como vemos, lo que sucedió en el siglo primero nos permite sacar lecciones valiosas para el futuro. Aun así, sabemos que durante la gran tribulación tendremos que enfrentarnos a situaciones sin precedentes en la historia. Así que, cuando empiece ese periodo, ¿cómo sabremos exactamente qué hacer?

TUJKUA UKUZHI NAWI NAISHANUKANDZINA

8. ¿Inzhina Jesúga ashanukua awantka namba inzhú nekandzina nunkua?

8 Pocos años después de que Pablo les enviara su carta a los hebreos, los ejércitos romanos rodearon la ciudad de Jerusalén. Entonces los cristianos supieron que era el momento de huir; Jerusalén sería destruida (Mat. 24:3; Luc. 21:20, 24). Pero ¿adónde iban a huir? Jesús solo había dicho: “Los que estén en Judea, que huyan a las montañas” (Luc. 21:21). Ahora bien, había muchas montañas en la región. Así que ¿a cuál de todas tenían que ir?

9. ¿Inzhué Kunkujshina ugungandzina dzazhishizha awazhʉnga bimʉna dzinzhuazhʉnka? (Tua ushi mapa).

9 Los cristianos tenían ante ellos muchos lugares a los que huir: por ejemplo, las montañas de Samaria, las montañas de Galilea, el monte Hermón y las montañas del Líbano, y las montañas que quedaban al otro lado del río Jordán (vea el mapa). Algunas de las ciudades ubicadas en esas zonas montañosas eran aparentemente muy seguras. Una de ellas era Gamala, una ciudad de difícil acceso que quedaba en lo alto de una montaña muy escarpada. Algunos judíos pensaron que era un sitio ideal para refugiarse. Pero los romanos atacaron y destruyeron Gamala, y muchos de sus habitantes murieron.b

Un mapa que marca algunas montañas y ciudades de Israel en el siglo primero. Al norte de Jerusalén están las montañas del Líbano, las de Galilea, las de Samaria y las de Galaad, el monte Hermón y el monte Tabor, y también las ciudades de Gamala, Cesarea y Pela. Al sur de Jerusalén están las montañas de Judea y de Abarim, y la ciudad de Masada. En el mapa también se muestran las rutas que siguieron los romanos en sus campañas militares y las zonas que perdieron los judíos entre los años 67 y 73.

Los cristianos podían haber huido a muchas montañas, pero no todas resultaron ser seguras. (Vea el párrafo 9).


10, 11. a) ¿Bimé nekuashkʉ Jehovága ashanukua awantka nanzhe shkandzina? (Hebreos 13:7, 17). b) ¿Inzhina dzinaiantka zhintujkua ukuandzina? (Tua shetamorra).

10 Entonces, ¿cómo supieron los cristianos adónde huir? Parece ser que Jehová guio a los cristianos por medio de los que dirigían la congregación. Tiempo después, el historiador Eusebio escribió que, por medio de una “revelación a los notables de aquel lugar”, la congregación de Jerusalén “recibió el mandato de cambiar de ciudad antes de la guerra y de vivir en otra ciudad de Perea (la que llaman Pella)” (Historia eclesiástica, tomo I, traducción de George Grayling). Pella o Pela parecía una opción ideal. Por un lado, no quedaba lejos de Jerusalén, por lo que el viaje era relativamente fácil. Por otro, la mayoría de sus habitantes no eran judíos y no estaban envueltos en las luchas de los fanáticos judíos por liberarse del dominio romano (vea el mapa).

11 Pablo les había escrito a los cristianos: “Sean obedientes [...] a los que los dirigen” (lea Hebreos 13:7, 17). Los que siguieron ese consejo huyeron a aquellas montañas. Como fueron obedientes, sobrevivieron. La historia confirma que Dios no abandonó a los que esperaban “la ciudad que tiene fundamentos verdaderos”, el Reino de Dios (Heb. 11:10).

Un grupo de cristianos del siglo primero atraviesa una región montañosa con sus pertenencias.

Pela era una opción cercana y segura. (Vea los párrafos 10 y 11).


12, 13. ¿Inzhina Jehovága ashanukua awantka nanzhe shkandzina bʉgui bʉnguingʉma kakʉzhanekuashkʉ?

12 Lección para nuestros días: Jehová utiliza a quienes nos dirigen para darnos instrucciones específicas. En la Biblia hay muchos relatos que muestran que Jehová usó a hombres fieles para guiar a su pueblo en momentos especialmente difíciles (Deut. 31:23; Sal. 77:20). Y hoy en día vemos claramente que Jehová sigue usando a quienes nos dirigen para guiarnos.

13 Por ejemplo, justo cuando empezó la pandemia del COVID-19, los que dirigen la obra nos dieron las instrucciones que necesitábamos. Los ancianos recibieron pautas para que se encargaran de que los hermanos estuvieran bien atendidos espiritualmente. Pocos meses después celebramos una asamblea regional que fue histórica, pues se transmitió por internet, televisión y radio en más de 500 idiomas. Durante toda la pandemia estuvimos bien alimentados espiritualmente, y gracias a eso permanecimos unidos. Pase lo que pase en el futuro, podemos estar seguros de que Jehová seguirá ayudando a quienes nos dirigen para que tomen decisiones sabias. Ahora bien, además de confiar en Jehová y obedecer sus mandatos, ¿qué más tenemos que hacer para estar preparados y saber cómo actuar durante la gran tribulación?

ZHATUJSHISHA UKUZHI UGUANA KAWANDZINA INGUI ZUMÉ ZHISOZEGA

14. Hebreos 13:1-3 guʉgai, ¿ñi zhinkʉjtujshishʉnka ijkʉnanguanzi Kunkujshina zhagungandzina Jerusalén zhishenʉnka kinkumʉmpana ukuashkʉ?

14 Cuando comience la gran tribulación, tendremos que mostrarnos amor como nunca antes. Tendremos que seguir el ejemplo de los cristianos que vivían en Jerusalén y Judea. Siempre se habían mostrado amor (Heb. 10:32-34). Pero, a medida que se fue acercando la destrucción de Jerusalén, tuvieron que mostrar “amor fraternal” y “hospitalidad” como nunca antes (lea Hebreos 13:1-3).c Y lo mismo tendremos que hacer nosotros durante la gran tribulación.

15. ¿Inzhué kawandzina zhaguanama ingui zumé zhiso ijkʉnanguanzi zhinkʉjtujshisha hebreondzina Kunkujshina zhagunga?

15 Cuando los ejércitos romanos rodearon Jerusalén y de repente se retiraron, los cristianos aprovecharon para huir. Pero solo pudieron llevarse con ellos unas pocas pertenencias (Mat. 24:17, 18). Al viajar hacia las montañas y al instalarse en su nuevo hogar, tuvieron que depender unos de otros. De seguro hubo muchos “casos de necesidad urgente”, que les dieron a los cristianos la oportunidad de mostrarse auténtico amor fraternal y hospitalidad al apoyarse y compartir lo que tenían (Tito 3:14).

16. ¿Inzhina kʉjtujshisha aunkurra kawandzina ugungurra? (Tua shetamorra).

16 Lección para nuestros días: El amor nos motiva a ayudar a los hermanos siempre que lo necesitan. Muchos siervos de Jehová han estado dispuestos a atender las necesidades espirituales y materiales de los hermanos que han tenido que abandonar sus hogares por culpa de guerras o desastres naturales. Una hermana que huyó de Ucrania por la guerra dijo: “Hemos sentido cómo Jehová nos ha guiado y cómo nos ha ayudado por medio de los hermanos. Es increíble lo bien que nos han recibido y lo mucho que nos han ayudado en Ucrania, Hungría..., ¡y ahora en Alemania!”. Cuando somos hospitalarios, llegamos a ser como herramientas que Jehová usa para cuidar a los hermanos (Prov. 19:17; 2 Cor. 1:3, 4).

Un matrimonio mayor recibe con cariño en su casa a una familia de hermanos que ha tenido que dejar su hogar. La familia lleva una sola maleta y unas pocas bolsas.

Los cristianos que tienen que dejar sus hogares necesitan de nuestra ayuda. (Vea el párrafo 16).


17. ¿Inzhué bʉgui anzhʉnga iwa tujshishʉmpana kawanguanzi zhigungurra ingui zhisozega zumé?

17 Ahora es importante que nos ayudemos unos a otros, pero en el futuro lo será todavía más (Hab. 3:16-18). Por eso es que Jehová nos está enseñando a desarrollar amor fraternal y hospitalidad, cualidades que serán imprescindibles durante la gran tribulación.

INZHINA ZHANEKɄNKA AWEMDZI

18. ¿Inzhina hebreondzina dzinekanaiengui nekazhingurra?

18 La historia confirma que los cristianos que huyeron a las montañas lograron salvarse de la destrucción de Jerusalén. Abandonaron la ciudad, pero Jehová no los abandonó a ellos. ¿Cómo podemos imitar su ejemplo? Nosotros tampoco tenemos todos los detalles de lo que va a pasar en el futuro. Pero, al igual que ellos, contamos con el consejo que dio Jesús de estar preparados para actuar (Luc. 12:40). También tenemos la carta que Pablo les escribió, que sigue siendo igual de útil en nuestros días. Además está la promesa que el propio Jehová hizo de que nunca nos dejará ni abandonará (Heb. 13:5, 6). Así que sigamos buscando con empeño la ciudad que sí será permanente, el Reino de Dios. Si lo hacemos, disfrutaremos de maravillosas bendiciones por toda la eternidad (Mat. 25:34).

¿ÑI GɄGASOSKA?

  • ¿Inzhué iwa we ugungurra jina awakuaga Jehovámba?

  • ¿Inzhué bʉgui anzhanekʉnka zhakʉjtsha bʉnguingʉma zhanekuwanshkʉ nawi tujkua awega?

  • ¿Inzhué iwa nawi zhatujshishʉmpana awakuaga kawandzina uguanama ingui zumé zhiso?

MAIAKUAGA 157 Solo paz

a En tiempos bíblicos, había ciudades que eran gobernadas por un rey, por lo que se podían considerar un reino (Gén. 14:2).

b Esto ocurrió en el año 67, poco después de que los cristianos huyeran de Judea y Jerusalén.

c En griego, la expresión “amor fraternal” normalmente se usaba para describir el amor entre miembros de una familia literal, pero en este caso Pablo la usó para describir el profundo amor que hay dentro de la congregación.

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