Si una hermana tiene que dirigir la reunión
La hermana deberá cubrirse la cabeza cuando dirija la reunión y, por lo general, estará sentada. Tratará la misma información en la reunión que si un hermano la dirigiera. Aunque no dará la apariencia de estar enseñando, podrá iniciar el análisis de un tema entre los asistentes. Si le pide a otra hermana bautizada que haga la oración, esta también tendrá que cubrirse la cabeza. En el caso de que llegue un hermano bautizado mientras la hermana lleva a cabo la reunión, ella le pedirá al hermano que continúe. Es responsabilidad del superintendente de servicio prever situaciones incómodas y dar las debidas instrucciones para evitarlas. Por ejemplo, puede darse el caso de que un jovencito que esté bautizado asista a una reunión para el servicio del campo y una hermana la esté dirigiendo. Si los ancianos opinan que el joven no está preparado para encargarse de la reunión pero sí para orar en público, el superintendente de servicio hablará de antemano con ambos para que ella lleve a cabo la reunión y él haga la oración. O puede que haya un hermano bautizado que no deba dirigir las reuniones o hacer la oración por razones que los ancianos conocen. Sin revelar detalles confidenciales, los ancianos deberían informar a la hermana que dirige la reunión que es ella quien debe encargarse y hacer la oración aunque el hermano esté presente. A su vez, los ancianos deben informar al hermano de los días en que habrá hermanas encargadas de dirigir las reuniones para predicar.