Nota
b Dios detesta que alguien trame divorciarse de su cónyuge para casarse con otra persona. Para él, eso es una traición. Pero si uno de los dos es infiel, Dios concede al cónyuge inocente el derecho de decidir si se divorcia o no (Malaquías 2:16; Mateo 19:9). Lea el artículo “El punto de vista bíblico: ¿Qué tipo de divorcio es el que Dios odia?”, en la revista ¡Despertad! del 8 de febrero de 1994, publicada por los testigos de Jehová.