Martes 11 de noviembre
Les ha revelado su secreto a sus siervos (Amós 3:7).
No sabemos cómo se cumplirán algunas profecías bíblicas (Dan. 12:8, 9). Pero el hecho de que no entendamos por completo cómo se cumplirá una profecía no significa que no se vaya a cumplir. Estamos plenamente convencidos de que Jehová nos irá revelando en el momento preciso lo que necesitemos saber, tal como hizo en el pasado. Las naciones proclamarán “¡Paz y seguridad!” (1 Tes. 5:3). Entonces los gobiernos de este mundo atacarán a las religiones falsas y las destruirán por completo (Apoc. 17:16, 17). Después atacarán al pueblo de Dios (Ezeq. 38:18, 19). Y luego comenzará la batalla final de Armagedón (Apoc. 16:14, 16). Estamos completamente seguros de que todo esto sucederá muy pronto. Mientras tanto, sigamos demostrando nuestra gratitud a nuestro buen Padre celestial estando pendientes de las profecías bíblicas y ayudando a otras personas a hacer lo mismo. w23.08 34:19, 20
Miércoles 12 de noviembre
Sigamos amándonos unos a otros, porque el amor es de Dios (1 Juan 4:7).
Cuando el apóstol Pablo habló de las cualidades de la fe, la esperanza y el amor, concluyó diciendo: “La mayor de todas es el amor” (1 Cor. 13:13). ¿Por qué dijo eso? Porque en el futuro no necesitaremos tener fe en las promesas de Dios sobre el nuevo mundo, ya que nuestra esperanza se habrá hecho realidad. Pero siempre tendremos que amar a Jehová y a las personas. De hecho, ese amor seguirá creciendo por toda la eternidad. Además, al amarnos unos a otros demostramos que somos verdaderos cristianos. Jesús les dijo a sus apóstoles: “De este modo todos sabrán que ustedes son mis discípulos: si se tienen amor unos a otros” (Juan 13:35). Por otro lado, el amor nos mantiene unidos. Con razón Pablo dijo que “es un lazo de unión perfecto” (Col. 3:14). El apóstol Juan les escribió a sus hermanos cristianos: “Que el que ama a Dios ame también a su hermano” (1 Juan 4:21). Así que, al mostrar amor a los hermanos, demostramos también nuestro amor a Jehová. w23.11 47:1, 3
Jueves 13 de noviembre
Quitémonos toda carga (Heb. 12:1).
La Biblia dice que los cristianos estamos en una carrera. Los que cruzan la meta reciben el premio de la vida eterna (2 Tim. 4:7, 8). Tenemos que esforzarnos al máximo por seguir corriendo, pues nunca hemos estado tan cerca del final. El apóstol Pablo mencionó lo que nos puede ayudar a llegar a la meta. Dijo: “Quitémonos también toda carga [...], y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros”. Pablo no estaba diciendo que los cristianos no debamos llevar ninguna carga, sino que debemos deshacernos de cualquier carga innecesaria. Este tipo de cargas nos hacen ir más despacio y nos cansan. Para seguir en la carrera, debemos ver si estamos llevando algún peso extra y soltarlo de inmediato. Pero hay otras cargas que son necesarias y no debemos dejar a un lado. Si lo hiciéramos, quedaríamos eliminados de la carrera (2 Tim. 2:5). w23.08 36:1, 2