Ayudando a otros a hacerse espiritualmente fuertes
UN MINISTRO viajero de los testigos de Jehová de Colorado tuvo el privilegio de ayudar a una persona interesada a hacerse fuerte espiritualmente. ¿Cómo lo logró? Considere lo que dice en la siguiente experiencia:
“En una congregación el ministro presidente y yo volvimos a visitar a una señora que estaba muy interesada en la Biblia. Comenzamos un estudio bíblico con ella y progresó rápidamente. Pronto ella y toda su familia comenzaron a asistir a las reuniones del Salón del Reino. Su hijo Juan parecía especialmente deseoso de progresar rápidamente hacia la madurez espiritual.
“Juan quería comentar en las reuniones, pero no sabía bien cómo hacerlo. Le mostré cómo estudiaba yo la lección de La Atalaya y el método de subrayar los puntos claves que contestaban las preguntas impresas al pie de la página. Le entusiasmó la idea. Cuando regresé para mi siguiente visita, me alborocé al ver que Juan participaba de lleno en las reuniones.
“Luego, deseé ayudar a Juan a participar de todo corazón en la obra de predicación y desarrollar la actitud correcta en cuanto a ello. Di énfasis a ciertas cosas que tenía que recordar. Una era que Jehová está dirigiendo esta obra y que no debemos desanimarnos si hay poca respuesta a ella. Estamos publicando el nombre y el propósito de Jehová y sirviendo de testigos suyos. Ilustré esto diciéndole lo que pasa con un mensajero de telégrafos. Sea que la gente aprecie lo que contenga el telegrama o no, él ha efectuado su trabajo al entregarlo.
“En mi siguiente visita, pude ayudar a Juan a volver a visitar a los que demuestran interés en la Biblia. Expliqué el valor de prepararse para estas visitas y el principal propósito de ellas, a saber, empezar a estudiar la Biblia con estas personas. Respondió bien a esta ayuda, porque cuando regresé a su congregación Juan estaba conduciendo tres estudios bíblicos.
“Aproximadamente un año después de haber comenzado Juan a asistir a las reuniones dio el paso valeroso del bautismo. Le recalqué la necesidad de adherirse estrechamente a Jehová y a su organización y de estudiar su Palabra preciosa, la Biblia, con regularidad. También le dije a Juan que esperara oposición y que tendría que trabajar continuamente para mantenerse espiritualmente fuerte y para crecer a la madurez espiritual.
“Más tarde tuve el placer inefable de oír a Juan contar algunas de sus experiencias en el programa de la asamblea de circuito. Sí, había avanzado mucho hacia el hacerse fuerte espiritualmente. Quizás lo más asombroso y conmovedor en cuanto a esta experiencia es que Juan solo tenía diez años de edad.”
Otra Testigo nos dice cómo ayudó a una persona que mostró interés en la Biblia a hacerse fuerte rápidamente en lo espiritual: “Comencé un estudio con una joven que mostró interés vivo en aprender la Biblia. A medida que estudiábamos, ella escribía notas extensas en una libretita, anotando puntos claves y los textos que los apoyaban. Después de su segunda lección, le dijo a una vieja amiga suya todas las cosas que estaba aprendiendo. Impresionada, su amiga le pidió que se las enseñara todas. Entonces ella dijo que no estaba capacitada porque simplemente estaba aprendiendo, de modo que enviaría a otra persona. ‘No,’ contestó su amiga, ‘yo quiero que solo tú lo hagas. ¿Cuánto tiempo se necesitará para que estés capacitada?’ La nueva estudiante le dijo que no sabía pero que me preguntaría.
“En nuestro siguiente estudio esta joven expresó que no sabía qué hacer en cuanto a atender la necesidad espiritual de su amiga. Alegaba que no podía enseñarle nada a nadie. Le pregunté por qué no y le expliqué que Jehová mediante su espíritu lo capacita a uno a enseñar. Además le dije que no es cuánto sabe uno sino cuánto ama uno lo que sabe y está dispuesto a usarlo lo que trae la bendición de Jehová. Expliqué que mientras más usamos las cosas que aprendemos, realmente más aprendemos nosotros mismos.
“La animé a usar el mismo folleto que estábamos estudiando y la misma materia que habíamos abarcado las semanas previas Concordó en seguir este método. En poco tiempo empezó otro estudio además del que tenía con su vieja amiga. Las dos personas con quienes está estudiando han venido a las reuniones del Salón del Reino y una hasta vino a la asamblea de distrito. Esta joven celosa ha dicho que Jehová la ha bendecido más allá de todo lo que esperaba, de modo que se ha dedicado a hacer su voluntad. Después de solo cinco meses fue sumergida en agua, simbolizando públicamente su dedicación por bautismo. Ahora espera con deleite pasar todo su tiempo en el servicio de Dios.”