BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g90 8/2 págs. 18-20
  • ¿Le cuesta tomar decisiones?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Le cuesta tomar decisiones?
  • ¡Despertad! 1990
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • No se preocupe en demasía
  • Piense de manera sistemática
  • “Pero es que sigo confundido”
  • ¡Apéguese a su decisión!
  • ¿Cómo puedo tomar buenas decisiones?
    Preguntas sobre la Biblia
  • Demostremos fe y tomemos buenas decisiones
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (estudio) 2017
  • Tome decisiones que le agraden a Jehová
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (estudio) 2025
  • “Terminen la labor que empezaron”
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (estudio) 2019
Ver más
¡Despertad! 1990
g90 8/2 págs. 18-20

¿Le cuesta tomar decisiones?

“¿Te gusta? ¿Me la compro?”, preguntó Flora mientras se probaba una chaqueta negra muy bien confeccionada. “A mí me gusta —le dijo su amiga Ana—, pero la que debes decidirlo eres tú.” Totalmente indecisa, Flora volvió a colgar la chaqueta y se marchó de la tienda.

Ni siquiera llevaban quince minutos en casa cuando Flora exclamó: “¡Tenía que haberme comprado aquella chaqueta!”. A la mañana siguiente regresaron a la tienda, pero era demasiado tarde. La chaqueta no estaba, ya la habían vendido.

CUANDO se ve en la obligación de tomar una decisión personal, ¿le cuesta un terrible esfuerzo, da largas al asunto y finalmente le pide a alguien que decida por usted? Y, una vez tomada la decisión, ¿sigue preguntándose si hubiese sido mejor decidir otra cosa? En caso afirmativo, quizás se identifique con la experiencia de Flora. Usted sabe lo difícil que puede ser tomar decisiones.

No obstante, se puede aprender a tomar decisiones sin tanta dificultad y a derivar una mayor satisfacción de hacerlo. ¿Cómo?

No se preocupe en demasía

Cuando se enfrenta a una decisión, ¿se preocupa en demasía por que sea la correcta, como si solo una opción pudiese salir bien? Si es así, le tranquilizará saber que pocas veces hay que preocuparse tanto. El libro Overcoming Indecisiveness (Cómo vencer la indecisión), del doctor Theodore Isaac Rubin, comenta lo siguiente: “Casi siempre es la persona, y no la opción en particular que esta escoja, lo que hace que la decisión salga bien. [...] El fracaso de la decisión tiene poco o nada que ver con la elección. El fracaso está directamente relacionado y es proporcional a la falta de empeño”.

Sí, en la mayoría de los casos una decisión puede resultar bien si se pone empeño en ella. De modo que, apéguese de todo corazón a la decisión que haya tomado. Esto reducirá mucha de la tensión relacionada con tomar decisiones.

No obstante, ¿cómo puede usted llegar a tomar la decisión?

Piense de manera sistemática

Esto es importante, sobre todo si se enfrenta a una decisión que puede tener efectos a largo plazo, como hacer una compra de envergadura o escoger una vivienda, una carrera o un cónyuge. Luche contra cualquier tendencia a dejar que la preocupación haga que la mente salte de una posibilidad a otra. En primer lugar, infórmese bien. Luego, haga una lista por escrito de las opciones que tiene. Anote las ventajas y desventajas de cada opción y compárelas con las necesidades que usted tiene. Si se conoce a sí mismo —sus preferencias personales, valores, prioridades, fuerzas y debilidades—, estará en posición de ver cuál es la opción que satisface sus necesidades más importantes.

A menos que sea urgente tomar una decisión, permítase tiempo para que sus verdaderos sentimientos salgan a flote. Precipitarse únicamente embotará su facultad de decidir. Lo cierto es que puede resultar agradable pasar varios días, semanas o hasta meses viviendo mentalmente con cada una de las opciones. El doctor Harold H. Bloomfield dice: “Muchas personas creen que es inevitable sentir ansiedad, preocupación y tensión al enfrentarse a un problema o a una decisión”. Sin embargo, no tiene que esperar a haber tomado una decisión final para ser feliz, sino que puede optar por disfrutar del proceso de tomar decisiones. Tomar decisiones es una faceta de la vida que da aliciente y es remuneradora.

“Pero es que sigo confundido”

¿Y si después de pensar de manera sistemática en las opciones que tiene usted sigue indeciso? ¿Qué puede hacer? ¿Debería buscar la ayuda de algún amigo?

Algunas personas que no tienen suficiente confianza en sí mismas siempre quieren que otros decidan por ellas. Por supuesto, el que usted buscase el consejo de una persona capacitada al enfrentarse a una situación que se escapa a su conocimiento y experiencia, no significaría que quisiera eludir su responsabilidad. Aquellas personas que hayan tenido éxito en tomar decisiones similares a las suyas podrán sugerirle otras opciones y darle información adicional que le sirva de ayuda. (Proverbios 15:22.) Sin embargo, cuando usted busque la ayuda de otra persona, esta se tomará más en serio su petición si ve que primero usted ya se ha esforzado por estudiar a fondo la situación.

Si le resulta difícil tomar una decisión final, recuerde que las decisiones casi siempre implican cierta medida de riesgo, así es que si no se atreve a escoger un proceder hasta estar absolutamente seguro de que este saldrá bien, seguirá indeciso, pues muchas decisiones envuelven cierto grado de incertidumbre y tienen que tomarse teniendo en cuenta las probabilidades. (Eclesiastés 11:4.) En muchos casos, no hay ninguna opción que reúna todas las ventajas. Sea cual sea su elección, tendrá que sacrificar algo. De modo que escoja aquello que tenga más probabilidades de éxito y luego...

¡Apéguese a su decisión!

Una vez tomada una decisión, no se deje tentar por la idea de reconsiderarla. Tenga presente que cada vez que se diga a sí mismo “quizás debería haber...”, está gastando fuerzas que podría utilizar para apegarse a su decisión y hacer que esta salga bien. Así que no siga mirando atrás, preguntándose cómo hubieran salido las cosas si hubiese tomado otra decisión. A menos que haya pruebas claras que demuestren que es necesario cambiar de opinión, deje a un lado las opciones que rechazó en su día y dedique sus energías a apegarse a su decisión.

En resumen: piense de manera sistemática, escoja la opción que tenga más probabilidades de salir bien y apéguese a esa decisión de todo corazón. Es inevitable que algunas de sus decisiones resulten mejor que otras. Sin embargo, a medida que acepte la responsabilidad de tomar decisiones personales y apegarse a ellas, aumentará su capacidad de decidir y la confianza que usted tiene en sí mismo.

[Recuadro en la página 19]

ALGUNOS PASOS BÁSICOS PARA TOMAR DECISIONES

1: Anote y considere todas las posibilidades y opciones implicadas en la cuestión

2: Examine detenidamente sus sentimientos y pensamientos en relación con cada una de las opciones posibles

3: Relacione las diferentes opciones con prioridades establecidas de antemano

4: Decídase por una de las opciones y empiece a descartar las demás

5: Centre sus sentimientos, pensamientos, tiempo y energías en lo que ha decidido y olvídese de las demás opciones

6: Convierta su decisión en una acción optimista

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir