Ayúdeles a escoger bien su futuro cónyuge
¿SABEN sus hijos qué cualidades buscar en un futuro cónyuge y cómo hacer una buena elección? Es vital que los padres piensen en ello y ayuden a sus hijos a escoger bien, pues de esto dependerá su felicidad futura.
En países donde los jóvenes acostumbran a salir con los del sexo opuesto, existe mucha presión para que se emparejen a una edad cada vez más temprana. “Padres de niños de diez años me dicen que se ven sometidos a intensa presión para dejar salir a sus hijos en parejas —dijo el psicólogo clínico neoyorquino Ronald W. Taffel—. Casi de repente, los padres se ven luchando con cuestiones que no esperaban que surgieran hasta [que sus hijos llegaran a] la adolescencia.”
¿Cuáles serán probablemente las consecuencias de que usted ceda y permita que sus hijos empiecen a salir en parejas a una edad muy temprana? La revista de la Asociación Médica Estadounidense —The Journal of the American Medical Association— comentó: “La costumbre de salir en parejas a una edad muy temprana está estrechamente relacionada con la iniciación de [las relaciones sexuales]”. Sí, usted seguramente ha leído informes acerca del “creciente número de muchachas de entre diez y catorce años que dan a luz”.
Así pues, ¿qué puede hacer usted para ayudar a sus hijos?
Enséñeles desde temprana edad
Los padres han de inculcar en sus hijos cualidades cristianas positivas y deben ayudarles a cultivarlas. También han de ayudarles a identificar estas cualidades en la persona que puede llegar a ser su cónyuge. Cuando su hijo o su hija saque el tema de salir en parejas, explíquele que no está bien que adolescentes muy jóvenes —y mucho menos niños— salgan en parejas como simple pasatiempo. Hágale ver que solo quienes tienen edad suficiente como para pensar seriamente en el matrimonio deben salir en parejas.
Los niños no tienen experiencia en evaluar el carácter de una persona, y deberían reconocerlo. En cierta ocasión, una muchacha de la India explicó lo siguiente a un consejero matrimonial: “Nuestros padres son mayores, saben más y no se dejan engañar tan fácilmente como nosotros. [...] Es muy importante que el hombre con quien me case sea la persona apropiada. Si tuviese que encontrarlo por mí misma, podría cometer fácilmente un error”. Sin duda alguna, los jóvenes pueden beneficiarse mucho de la ayuda de los mayores.
La juventud suele catalogar a los cónyuges en perspectiva según una serie de normas que poco tienen que ver con si serán o no un buen marido o una buena esposa. A los chicos puede que les cautive un rostro hermoso y una bonita figura, pero ¿y después? Los cuerpos y los rostros cambian, y con el tiempo el muchacho seguramente querrá las cualidades de una mujer madura, cualidades como la inteligencia y la capacidad de asumir responsabilidades. Las muchachas, por su parte, muchas veces dan prioridad a el que un chico sea apuesto, agudo y que vista bien, en lugar de buscar cualidades más importantes, tales como la bondad y el amor a Dios y al prójimo.
En vista de esto, ¿qué puede hacer usted? ¿Por qué no hace que sus hijos se fijen en personas conocidas por ellos que sean felices en su matrimonio? Podría indicarles que algunas de estas personas no escogieron necesariamente a la chica más bonita o al joven más apuesto de la ciudad, sino a alguien que tenía cualidades excelentes y los mismos gustos, intereses y metas que ellas.
¿Por qué no hablar de estas cosas con sus hijos? Cuando Ann tenía trece años, su madre le preguntó qué cualidades quería encontrar en un marido. Después de su conversación, Ann hizo una lista de cualidades y dijo que esperaría hasta encontrar a la persona que las reuniese. Su lista era sensata. Puso que quien llegase a ser su marido debería ser una persona a quien pudiera respetar y que tuviera gustos e intereses similares a los de ella. Ann, hoy una abuela feliz, todavía recomienda que los jóvenes sigan su ejemplo.
Para un cristiano, el mandato bíblico de casarse “solo en el Señor” es vital. (1 Corintios 7:39.) Está “en el Señor” aquel cristiano dedicado y bautizado que participa con diligencia en la misma actividad que Jesús llevó a cabo. Los que pasan por alto este mandato de casarse solo en el Señor generalmente sufren las amargas consecuencias. De modo que indique sin falta a sus hijos la importancia de solo ver como posible cónyuge a alguien que acate los mismos principios morales y espirituales que ellos y que, por lo tanto, pueda ayudarles a inculcarlos en los hijos que quizás tengan.
Prepárelos para afrontar problemas
Cuando usted haya decidido que sus hijos tienen la edad suficiente para salir en pareja con alguien, recálqueles lo sensato de familiarizarse con esa persona en lugares públicos, tales como restaurantes, museos, parques zoológicos y galerías de arte, donde pueden hablar y llegar a conocerse el uno al otro sin estar aislados de otras personas. Ayúdeles a comprender por qué es mucho más sensato ese proceder que el de pasar tiempo a solas en un automóvil estacionado o en cualquier otro lugar donde no haya ninguna otra persona cerca. También es importante enseñarles que cuando regresen a casa con su pareja, lo apropiado es despedirse en la puerta y no permitir que pase adentro, a menos, por supuesto, que usted esté levantado y presente.
Advierta a sus hijos de lo que puede pasar. Por ejemplo, en un periódico se publicó la noticia de una estudiante que después de cenar invitó a su pareja a entrar en su habitación para bailar y charlar. Aunque él le hizo ciertas insinuaciones, ella no insistió en que se marchase. Cuando ella protestaba, él simplemente se disculpaba por sus actos, pero intentaba de nuevo seducirla. La noticia dice: “Finalmente, casi al amanecer, consiguió lo que quería” violándola. ¡Qué final tan trágico!
Por eso, procure que sus hijos sepan qué deben hacer si alguien siquiera les propusiese cometer actos inmorales. Deben huir de la situación tal como el joven José huyó de la insistente esposa de Potifar. (Génesis 39:7-12.) Explique a sus hijos que, por lo general, el tan trillado argumento de “si me quieres lo harás” no es más que un pretexto para engañar. El que utiliza este argumento probablemente lo hace por costumbre, para luego abandonar a su víctima e ir a por una nueva conquista. Su hijo —o hija— debería saber que un no firme y categórico es la mejor respuesta a una proposición inmoral.
Enseñe sin falta a su hija a evitar situaciones que pudieran llevar a que la violasen. Enfatícele la necesidad de conocer a fondo al joven con el que salga, y de que usted, como padre o madre de ella, también le conozca bien. Si sus hijos ya no viven cerca de usted, recálqueles la importancia de preguntar a un superintendente cristiano respecto a la persona con la que piensan casarse. Recuerde que, como en el primer siglo, hoy día también hay personas engañosas que se meten disimuladamente en la congregación afirmando ser cristianas. (2 Pedro 2:13-15, 17, 18.)
Además, usted debe enseñar a su hijo que los hombres de verdad no hieren a sabiendas a otras personas; más bien, las cuidan y las protegen. Los hombres de verdad no se dejan llevar por sus impulsos; saben dominarlos. Su hijo debe tratar a las personas del sexo opuesto como si fueran madres o hermanas suyas, con honra y respeto. (1 Timoteo 5:1, 2.)
Nunca deje que sus hijos olviden este principio básico: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”. (1 Corintios 15:33, Serafín de Ausejo.) Por consiguiente, sus hijos deben reconocer la importancia de no aceptar la compañía de nadie que no lleve una vida moralmente limpia. Usted debería dejarles bien claro desde la infancia que, aunque otros quizás no vean lo que ellos hacen, Dios siempre lo ve, y Él pagará a cada uno de nosotros conforme a nuestras obras. (Romanos 2:6.)
Cómo vivir moralmente en un mundo inmoral
Aunque algunas autoridades en el campo de la educación se han lamentado de que “[saben] muy poco sobre cómo disuadir a los adolescentes no casados de empezar a tener relaciones sexuales”, los padres cristianos saben que es posible. Si inculcan en sus hijos amor a Dios y respeto genuino por Sus leyes, les prepararán para resistir las tentaciones de este mundo inmoral y para llevar vidas morales y rectas. Una gran sociedad de millones de testigos de Jehová sobresalen por su adhesión a las elevadas normas morales de la Palabra de Dios. Hasta la New Catholic Encyclopedia (volumen 7, página 864) dice que la “moralidad conyugal y sexual [de este grupo] es muy rígida”.
Los jóvenes testigos de Jehová que viven moralmente saben que no solo son queridos y apreciados por sus padres, sino también por sus compañeros de creencia de todo el mundo. Se sienten a gusto consigo mismos, participan en las reuniones de congregación, desarrollan aptitudes para enseñar a otros y participan en la obra de educación bíblica. Manifiestan cualidades morales piadosas, albergan sentimientos positivos de amor propio y tienen la esperanza de un futuro brillante en el justo nuevo mundo de Dios. (1 Juan 2:17; Revelación 21:3, 4.)
[Fotografía en la página 7]
Un físico atractivo puede llamar la atención, pero lo más importante es tener buenas cualidades internas
[Fotografía en la página 8]
Familiarizarse en lugares públicos es más sabio que pasar tiempo solos en lugares poco concurridos
[Recuadro en la página 9]
¿Con quién te casarás?
El libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticasa ofrece excelentes sugerencias sobre cómo pueden los jóvenes familiarizarse con quien pudieran tener interés en casarse. El libro indica la necesidad de conocer no solo los aspectos más positivos de esa persona, sino también sus debilidades, es decir, saber cómo es realmente esa persona. ¿Cómo lo puedes conseguir?
En primer lugar, observa a la persona. ¿Cómo se comporta? ¿Cómo trata a los demás? ¿Cómo habla a sus padres o a otros miembros de su familia? Esto es importante, pues muestra cómo es posible que te trate a ti con el tiempo.
Por medio de conversaciones informales puedes averiguar si sus intereses y metas son similares a los tuyos. También podrías averiguar lo que otros piensan de esa persona.
Procura descubrir la clase de persona que es, qué piensa, cuáles son sus intenciones y cómo es en su interior. ¿Cómo se comporta cuando está bajo presión? ¿Qué amistades tiene? ¿Cómo es su familia y cómo se tratan unos a otros?
Algo que puede darte una mejor idea de las cualidades de dicha persona es participar con ella en diferentes tareas. Da tiempo para que salgan a relucir cualesquier hábitos desagradables que tenga. El excelente libro Lo que los jóvenes preguntan (capítulos 29-32) dice lo siguiente de quienes han seguido estos sabios consejos: “Con los ojos abiertos, emprenderán la vida matrimonial confiando en que podrán resolver los desacuerdos que surjan. Un buen noviazgo los habrá preparado para un matrimonio que tendrá éxito y será feliz”.
[Nota a pie de página]
a Publicado por la Sociedad Watchtower Bible and Tract de Nueva York, Inc., la misma que publica esta revista.