42 MARÍA
Tuvo el valor de decir que sí
¿CUÁL es la responsabilidad más importante que Jehová le ha encargado a un ser humano imperfecto? Bueno, piense en la tarea que le asignó a María, una joven virgen judía que vivía en Nazaret de Galilea. Un día, mientras estaba en su casa, recibió una visita especial completamente inesperada. Era el ángel Gabriel.
“Te saludo, mujer especialmente favorecida; Jehová está contigo”, le dijo el ángel. Al principio, María se quedó “muy desconcertada”. Sentía que no merecía tantos halagos. Pero Gabriel la tranquilizó y le aseguró que ella tenía “el favor de Dios”. Luego le contó que Jehová quería darle una responsabilidad única, una nunca antes vista. Le dijo: “Quedarás embarazada y darás a luz un hijo”. Y añadió: “Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. Y Jehová Dios le dará el trono de David su padre”. ¡Su hijo sería Rey!
Para entender cómo iba a cumplirse lo que le había dicho el ángel, María se armó de valor y le preguntó: “¿Cómo puede ser eso [...]?”. Ella estaba comprometida pero no se había casado; nunca había tenido relaciones sexuales. Gabriel le explicó: “El poder del Altísimo te envolverá con su sombra”. El espíritu santo de Jehová haría que concibiera un hijo perfecto que sería llamado “santo, Hijo de Dios”. Además, le contó lo que Jehová había hecho por su pariente Elisabet. María no necesitaba saber más, así que le dijo sencillamente: “¡Aquí está la esclava de Jehová! Que me suceda tal como has dicho”. Ella veía a Jehová como un Amo cariñoso y se veía a sí misma como una esclava obediente. Estaba segura de que, si hacía su voluntad, siempre estaría a salvo en sus poderosos brazos. Este enfoque le dio el valor necesario para decir que sí a esta misión tan imponente.
Después de que el ángel se fue, María viajó para visitar a Elisabet. Juntas, pudieron animarse para sus nuevas responsabilidades. María habló con Elisabet de lo que sentía por Jehová, y gracias a sus palabras entendemos por qué era tan valiente. En tan solo una conversación hizo referencia o alusión más de 20 veces a las Escrituras Hebreas. ¡Con razón tenía tanta fe! María reflexionaba a fondo en la Palabra de Dios. Ella conocía bien a Jehová y tenía razones de sobra para confiar en sus promesas. María se quedó unos tres meses con Elisabet y luego se fue a su casa. Una vez allí, tuvo que ser muy valiente para contarle a José que estaba embarazada y explicarle cómo había pasado todo. Al principio a José le costó creerle, pero un ángel de Jehová lo ayudó a estar seguro de que ella le estaba diciendo la verdad.
Al final María y José se casaron. Cuando a María le quedaba poco para dar a luz, el césar emitió un decreto en el que pedía que todo el mundo se registrara en su lugar de nacimiento. Así que José fue a Belén, su ciudad natal, con María. Imagínese lo duro que debió ser este viaje para ella. Estuvo dispuesta a viajar unos 150 kilómetros (93 millas) en burro, y encima embarazada. Terminó dando a luz en un establo y tuvo que acostar al bebé en un comedero para animales. A pesar de las circunstancias, estaba decidida a hacer todo lo que estuviera en su mano para cuidar de este bebé tan especial.
Dios envió un ángel para darle a María una responsabilidad única en la historia
Y eso era solo el principio. María seguiría necesitando valor para enfrentarse a lo que estaba por venir. Lo necesitó cuando huyó con José a Egipto para evitar que el rey Herodes matara a Jesús. Lo necesitó para criar, junto a su esposo, a por lo menos seis hijos más a pesar de ser pobres. Lo necesitó cuando murió su querido esposo, probablemente antes de que Jesús se convirtiera en el Mesías. Lo necesitó cuando Jesús se fue de casa para cumplir con su asignación. Pero, sobre todo, lo necesitó cuando acusaron injustamente a su hijo, lo juzgaron y lo ejecutaron. Y también necesitó valor para hacerse discípula de Jesús y enfrentarse al odio de los judíos.
¡Qué responsabilidad tan grande tuvo María! ¿De dónde sacó el valor necesario para cumplir con ella? La Biblia muestra que, cuando María aprendía algo que fortalecía su fe, lo atesoraba en su corazón. Gracias a eso, logró acumular muchísimas perlas espirituales que formaron un tesoro muy valioso. Varias las encontró en la Palabra de Dios, algunas vinieron de ángeles y de personas que servían a Jehová, y otras las aprendió de su hijo. María tenía la costumbre de meditar en ideas espirituales. Y eso le dio el valor necesario para superar todos los desafíos que encontró en su camino.
Lea el relato bíblico
¿Qué diría?
¿De qué maneras demostró valor María?
Investigue un poco más
1. ¿Qué pruebas confirman lo que dice Lucas 2:1-3? (g 4/11 11 párrs. 4, 5). A
British Library, London, UK, from the British Library archive/Bridgeman Images
Imagen A: Orden del gobernador romano de Egipto para hacer un censo (año 104).
2. ¿Por qué debió ser duro para María viajar hasta Belén? (ia 153-155 párrs. 4-7).
3. Cuando Jesús todavía era un bebé, Simeón le dijo a María: “Una espada larga te atravesará el alma”. ¿Cómo se cumplieron esas palabras? (Luc. 2:35; w08 15/3 31 párr. 1).
4. ¿Por qué podemos llegar a la conclusión de que probablemente María está ahora en el cielo? (w18.07 10 párr. 14). B
Imagen B: María y sus hijos estuvieron en Jerusalén los días anteriores al Pentecostés del año 33.
Piense en las lecciones
Cuando María necesitó ánimo y fuerzas, fue a ver a Elisabet (Luc. 1:39, 40). ¿Por qué debemos pedir ayuda cuando nos enfrentamos a pruebas o tenemos dificultades para cumplir con una asignación? C
Imagen C
Aunque María y José ya estaban comprometidos, Jehová envió a un ángel a hablar primero con María. ¿Qué nos enseña esto sobre la forma en que Jehová ve a las mujeres fieles?
¿De qué maneras puede usted copiar el ejemplo de valor de María?
Vea el cuadro completo
¿Qué me enseña este relato sobre Jehová?
¿Cómo se relaciona este relato con el propósito de Jehová y el tema principal de la Biblia?
¿Cómo se siente al pensar en la posibilidad de que María haya sido elegida para gobernar con Cristo en el cielo, y por qué?
Para saber más
Fíjese en lo diligente y altruista que fue María al criar a sus hijos.
¿Cómo se sintió María cuando Gabriel le dijo que Jehová la había escogido para esta responsabilidad tan especial?