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  • “BODAS Y FUNERALES”
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1950
w50 15/2 págs. 59-60

Carta

“BODAS Y FUNERALES”

15 de septiembre de 1949

Estimada hermana:

Contestando su carta del 31 de agosto:

El asistir a bodas y funerales es un asunto individual que cada persona a quien le concierne debe determinar por sí misma. Cuando Jesús fué invitado con su madre y discípulos a que asistieran a la fiesta de bodas en Caná de Galilea, todos fueron y Jesús hizo la ocasión más notable haciendo vino del agua. Varias veces en sus discursos se refirió a fiestas de bodas para ilustrar verdades acerca del Reino, y ciertamente él no lo habría hecho si hubiera estado opuesto a las festividades de bodas y al aceptar invitaciones a ellas. En el Apocalipsis 19:7-9, por ejemplo, leemos: “¡Bienaventurados aquellos que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero!” La parábola de la cena de las bodas del rey, en Mateo 22:1-14, indica que depende de su propia voluntad si el individuo quiere asistir o no, ya sea que tenga otros intereses que considere de más o de menos importancia.

Lo mismo es verdad acerca de los funerales. Jesús fué a la casa de Jairo donde se llevaba a cabo la ceremonia funeral para su hija muerta. También se acercó a la procesión funeral del hijo muerto de la viuda de Naín y resucitó al niño de la muerte. Pedro fué al funeral de Dorcas de Lida, donde la resucitó de la muerte. Estas ocasiones funerales proveyeron grandes oportunidades para un testimonio acerca del Reino y el Mesías, y es para eso que muchos de los testigos de Jehová usan estas ocasiones funerales hoy en día, y se da un testimonio extensivo tanto por el que pronuncia el discurso funeral como por los otros hermanos que asisten al funeral. Por eso es que la Sociedad Watch Tówer responde a las peticiones de los hermanos y gente de buena voluntad para suplir representantes de la Sociedad para que pronuncien discursos funerales. Por supuesto, el que un miembro de la congregación local desee o tenga tiempo para asistir al servicio funeral o no es algo que ese individuo tendrá que determinar por sí mismo y actuar de acuerdo. Mas nadie debe ser censurado por sus hermanos si él ve que le conviene asistir a un servicio funeral o a una celebración de bodas, pues las Escrituras mismas no censuran a la persona que lo haga.

Fielmente de usted en el servicio del Reino,

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