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  • La actividad ministerial de los testigos de Jehová

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  • La actividad ministerial de los testigos de Jehová
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1954
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  • NICARAGUA
  • PANAMÁ
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1954
w54 15/5 págs. 316-318

La actividad ministerial de los testigos de Jehová

Informe tomado del “Yearbook” para 1954 (en inglés)

NICARAGUA

1942 1947 1952 1953

Publicadores predicando 2 65 142 139

Los hermanos en Nicaragua bien saben que la Iglesia católica siempre se ha opuesto a nuestra obra. Cuando abrimos una nueva casa misionera durante el año, fué hasta el extremo en su esfuerzo por suprimir la obra. Distribuyó volantes, publicó artículos en los periódicos y acusó falsamente a nuestros hermanos de ser comunistas. La constitución de Nicaragua garantiza libertad de adoración y libre ejercicio de religión que no sea contrario a la moralidad cristiana y el buen orden público. Los testigos de Jehová seguramente que no violan esta ley. Sin embargo, los religiosos pudieron maniobrar los asuntos, y empleando premura religiosa lograron tramar agravio en forma de ley. El asunto tuvo que llevarse al tribunal, porque se impuso un entredicho contra la obra, prohibiendo el ejercicio de libre adoración por parte de los testigos de Jehová. Ahora la obra prosigue grandiosamente otra vez en Nicaragua, y esperamos aumentos. El siervo de sucursal nos da un breve informe de lo que ha sucedido.

“Mucho tiempo y esfuerzo se usaron al luchar por que se levantara el entredicho por medios pacíficos, pero en vano. La única cosa que quedaba por hacer era llevar el asunto al Tribunal Supremo y tratar de conseguir una prohibición contra la orden. A mediados de mayo, seis meses después que se dió la orden, los cinco jueces del Tribunal Supremo unánimemente fallaron a favor nuestro. Por esta victoria estamos verdaderamente agradecidos a Jehová y oramos por que los hermanos fieles, habiendo pasado esta prueba de su fe, celosamente continúen sembrando la Palabra y cosechen su fruto.

“Es muy agradable visitar una congregación donde se ve la buena conducta de los niños. Durante las reuniones de congregación se sientan calladamente con sus padres y escuchan la instrucción que se da. Quizás no lo entienden todo, pero aprenden algunas verdades buenas. Por ejemplo, verdaderamente emociona a uno oír a uno de éstos, una niñita de cinco años, decir a su abuela incrédula quién es Jehová, y por qué las imágenes de ella que no hablan, no ven y no oyen son inútiles. Y al acompañar a su papá en la testificación en grupo hace turno con él en ir a las puertas y ofrece las revistas, colocando varias durante el trabajo de una mañana. Seguramente éste es un buen ejemplo de los padres que dan a sus hijos un fundamento sólido para vida en la sociedad del Nuevo Mundo.

“Aunque la prohibición hizo que algunos se retiraran, sirvió para abrir los ojos de otros de buena voluntad. Una de las misioneras tuvo que descontinuar un estudio con una suscriptora debido a la falta de interés; ella era bautista y quería seguir siéndolo. Pero la misionera mantuvo contacto con ella mediante la entrega de sus ejemplares de la suscripción a ¡Despertad! En una de estas ocasiones la señora bautista preguntó en cuanto al por qué era que de todas las muchas religiones los testigos de Jehová eran escogidos para ser perseguidos. Esto permitió una defensa adicional de las buenas nuevas y la sugestión de que un estudio contestaría plenamente sus preguntas. Desde ese tiempo la señora ha estudiado regularmente. Dejó de ir a la iglesia y recientemente declaró que ahora ella ve que es hora de cambiar su religión.”

PANAMÁ

1944 1947 1952 1953

Publicadores predicando 43 215 562 668

El introducir las ideas correctas en la mente de los publicadores es una cosa grande. Tantos que llegan a un conocimiento de la verdad están convencidos de que no pueden ir de casa en casa—ése es un trabajo que algún otro tendrá que hacer. Creen que les falta conocimiento y entendimiento. Sin embargo, la manera de conseguir conocimiento y entendimiento es conversar acerca del mensaje uno mismo, sí, predicar, dar a conocer las buenas nuevas. Reconociendo esto se pudo lograr el aumento de 31 por ciento en el promedio de publicadores en Panamá al encargarse los siervos de circuito y siervos de congregación de ver que todos los publicadores irregulares se hicieran publicadores regulares. Se necesitó trabajo, pero por causa del Reino valió la pena. El siervo de sucursal nos clienta algunas experiencias muy interesantes que tuvieron en Panamá, y dichas experiencias han de esperarse en la Sociedad del Nuevo Mundo.

“Al comienzo del año las debilidades sobresalientes que tuvimos fueron el gran número de publicadores irregulares, y que muchos de los publicadores no participan en la obra de casa en casa. Para vencer estas dos debilidades dimos continuo ánimo y consuelo a los hermanos sobre estos puntos. El siervo de circuito en sus visitas recalcó la consistencia en el servicio y que ‘cada publicador debe tratar de ser un publicador regular de las buenas nuevas de casa en casa.’ Los siervos de las congregaciones hicieron arreglos definidos y regulares para ayudar a los publicadores irregulares. Y en nuestras circulares mensuales a todos los publicadores, mes tras mes, animamos a todos a llegar a ser más maduros haciéndose predicadores regulares de casa en casa. ¿Cuáles fueron los resultados de esto? Estos: El número de nuestros publicadores irregulares disminuyó por más del 50 por ciento. Muchos más ahora han llegado a ser predicadores de las buenas nuevas de casa en casa. Más horas se han dedicado al servicio y más colocaciones se han hecho (nuestra campaña de La Atalaya y nuestra campaña de folletos por mucho fueron las mejores que hemos tenido).

“Jesús dijo: ‘Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.’ Un buen ejemplo de esto se demuestra en la siguiente experiencia relatada por uno de los siervos de congregación. ‘Un día hace aproximadamente un año una persona interesada asistió a uno de nuestros discursos públicos. Después del discurso fué saludado por los publicadores, y después de una discusión concerniente a doctrinas bíblicas pareció confuso sobre la trinidad, defendiendo esta doctrina como enseñanza bíblica. Durante un año aproximadamente nada se vió o se oyó de él. Luego un domingo apareció para otro discurso público. Después que terminó se acercó a un publicador y dijo: “¡Pues, ahora soy uno de ustedes! He ido a casi todas las organizaciones religiosas preguntando acerca de la trinidad y no he conseguido ninguna satisfacción. He leído ‘Sea Dios veraz’ varias veces, y estoy convencido de que ustedes tienen la verdad.” Ahora es un publicador regular y quiere bautizarse en la próxima asamblea.’

“Una de las nuevas misioneras, después de estar en el país por un corto tiempo, contó la siguiente experiencia interesante. ‘Hallé que el no poder hablar con facilidad y conversar en español era un obstáculo. Sin embargo, con estudio diligente y el espíritu de Jehová, aprendí de memoria mi testimonio y comencé a cubrir mi territorio. En todo lugar que coloqué literatura concluí que las personas estaban interesadas, pues no importaba lo que decían al recibirla, yo no podía entender. Un día en el trabajo de puerta en puerta, la señora de la casa, una dama de habla hispana, me invitó a pasar y me ofreció una silla. Ante tal bondad, comencé a repetir mi testimonio, esto a pesar de que ella me dijo enfáticamente que no estaba interesada. Porque continué mi testificación me comenzó a insultar con epítetos ofensivos; no obstante yo continué predicando. No deseando admitir que ignoraba lo que significaban las palabras que me decía, empecé a mover la cabeza en señal de afirmación, y al estallar ella en ira empecé a decir “Sí, sí.” Le dejé un folleto e hice arreglos para volver, lo cual hice. Cuando volví todavía no había leído el folleto, pero me dijo que tenía una Biblia y uno de nuestros libros. Otra vez me insultó diciéndome que yo era “una bruja vieja” y diciéndome que mi poder sobre ella era más fuerte que el de ella sobre mí, ya que ella era espiritista. Todavía tratando de ocultar mi ignorancia, dije “Sí, sí” a su andanada de insultos, tomándolos equivocadamente por expresiones de gozo e interés. Leí unos cuantos versículos de la Biblia sobre el tema la Tierra nueva. Esto verdaderamente pareció gustarle, y comenzó a manifestar interés. Tres semanas después comenzamos nuestro estudio bíblico. Después de cinco meses de estudio diligente y regular esta señora asiste a todas las reuniones regularmente, participa en toda actividad del servicio y conduce estudios bíblicos con otras personas de buena voluntad. El idioma puede ser un obstáculo, pero esta vez el entenderlo bien pudiera haber sido el obstáculo. Jehová de nuevo ha demostrado sus bendiciones sobre sus esclavos en los esfuerzos que hacen por predicar las buenas nuevas. Seguramente el espíritu de Jehová dirigió tanto a la publicadora como a la otra oveja. Ahora ambas entendemos el lenguaje puro y hay gran regocijo.’”

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