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  • Informe sobre “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción” en Asia y África
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1956
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  • PAKISTÁN E INDONESIA
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1956
w56 1/3 págs. 153-157

Informe sobre “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción” en Asia y África

¿CUÁNTO valen 1,997 pies (608.69 metros) de película cinematográfica? ¿Es el valor de ella sólo su precio de compra? ¿o el costo de filmar lo que está en ella? ¿o la cantidad de dinero que recogerá en los cinematógrafos comerciales? El valor de la película de una hora y veinte minutos “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción,” la cual los testigos de Jehová están exhibiendo gratuitamente alrededor del mundo, se determina por un factor mucho más importante. Su valor tiene que determinarse por el tremendo efecto que ejerce la película en las vidas de un vasto número de sus espectadores. Informamos previamente acerca de experiencias excelentes que se gozaron con esta película cinematográfica tanto en ciudades grandes como en pueblos pequeños de Europa y las Américas. Pero, ¿qué hay de su uso en tales partes del mundo como Asia y África, donde todavía hay mucha gente que ni siquiera ha visto la fotografía cinematográfica, y que no tiene ningún conocimiento verdadero acerca de la actividad mundial que los testigos de Jehová están llevando a cabo en la proclamación de las buenas nuevas del Reino?

Respecto al valor de esta película en su país, el siervo de sucursal de la Watch Tówer en Nigeria informa: “La película ha tenido un impacto tremendo aquí en Nigeria, no sólo en los hermanos y personas de buena voluntad, sino también en personas totalmente desconocidas.” Debido a la falta de edificios adecuados en que mostrar la película, especialmente en la “selva,” la mayoría de las proyecciones en esa tierra del África occidental se han hecho al aire libre. Nunca hay dificultad en conseguir una buena asistencia, y el efecto que la película ha producido es excelente. Pues se nos ha informado desde Nigeria que, habiendo creído por largo tiempo que éramos una pequeña religión local, la gente “se asombra al ver la evidencia de que somos una organización grande de alcance mundial.” Los hermanos locales hallan que ahora se abren a ellos muchas puertas y que hay muchos oídos atentos. Después de una asamblea de circuito en que se mostró la película, se informó: “Tantas personas interesadas están progresando que casi sobrepasan en número a los hermanos en las reuniones.”

Durante los primeros cuatro meses que “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción” estuvo disponible en Nigeria, se mostró veintiocho veces a auditorios que sumaron a 45,979 personas, y su valor ciertamente está viéndose en esa tierra.

Las nuevas hojas sueltas para dar publicidad a la película se usaron en Monrovia, Liberia, donde quinientas personas asistieron para ver este relato de la acción del Nuevo Mundo, el cual se presentó en el salón más grande de la ciudad. Esta exhibición estimuló tanto a los hermanos como a las personas de buena voluntad. Según lo expresó un hermano después de ver la película: “¡Ya es hora de que nosotros hagamos algo!” Cuando se exhibió la película para los hermanos y personas de buena voluntad en la plantación de caucho Firestone, asistió una grande multitud de más de 2,000 bulliciosos caucheros. Muchos expresaron su sorpresa al ver el alcance de la buena obra que hace la organización. Esta reunión seguramente desempeñó su parte en el aumento de 25 por ciento que ha experimentado la congregación local.

Por algún tiempo la gente de Greenville, Liberia, había sabido que la película se exhibiría allí, pero muchos pensaron que sería como la mayoría de las películas religiosas. No obstante, las 400 personas que asistieron un jueves por la noche para verla se quedaron tan impresionadas que algunas de ellas les rogaron a los hermanos que volvieran a exhibirla. Debido a que no eran dueños de un proyector, los misioneros no hicieron ningún otro arreglo para mostrar la película. El viernes y sábado al hablar con la gente seguía surgiendo la pregunta: “¿No van a mostrar la película esta noche?” La noche del sábado, después que los misioneros habían concluído su actividad del día y se habían acomodado para su estudio privado, se oyó que alguien llamaba a la puerta. “Tienen que venir y mostrar la película, toda la gente está allí esperando. Hemos hecho todos los arreglos. ¡Vengan, por favor!” Al llegar, los misioneros hallaron el local apiñado con 517 personas—más de cien personas más que las que habían estado presentes para la primera exhibición. Aumentó el aprecio del auditorio. Se oyó repetir muchas veces: “¡Esta gente no juega, trabaja!” Por lo menos una familia la tomó muy en serio. Ahora asiste a las reuniones de la congregación, el hombre de la casa ha comenzado a publicar, y quiere ser bautizado.

En Rhodesia del Norte a los administradores de salones donde se ha exhibido la película les ha impresionado favorablemente la diferencia notable entre la conducta de los que asisten a “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción” y los que corrientemente concurren a sus funciones. La película ha recibido en varias secciones fuertes aplausos y tras cada exhibición ha habido interés intenso. Se requirieron siete exhibiciones para acomodar la concurrencia tan solamente en Kitwe. Aunque ha sido difícil conseguir salones en algunos lugares de Rhodesia del Norte, se ha recibido excelente cooperación de las autoridades de Kitwe, quienes bien se acuerdan de la asamblea impresionante que se celebró allí hace algún tiempo, la cual se muestra en la película.

Las fotografías del hogar Betel y la fábrica de la Watch Tówer en Brooklyn, y de cómo los hermanos trabajan en unidad y de buena gana, han impresionado grandemente a las multitudes en Rhodesia del Norte. Una carta declaró: “La gente de buena voluntad esperaba ver a un capitao [capataz], uno que sólo señalara y les dijera a otros qué hacer, pero la película mostró a todos trabajando juntos de buena gana para el honor de Jehová Dios.”

PAKISTÁN E INDONESIA

En tierras no cristianas como Pakistán, la gente a menudo considera a los misioneros de la Watch Tówer como sólo otra secta de la cristiandad. Por supuesto, las personas más perspicaces muy pronto se dan cuenta de que hay una diferencia, de que estos misioneros de la Watch Tówer no se portan del mismo modo que los otros, ni dicen las mismas cosas, y por consiguiente se les tiene mayor respeto a ellos. Pero aun así, hasta los que llegan a conocer mejor el mensaje los consideran por algún tiempo como sólo otra secta, y tal vez hasta una que es insignificante.

No obstante, la exhibición de la película “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción” ha cambiado todo esto. En Pakistán todos los que la vieron quedaron sorprendidos; muchos quedaron atónitos. Les impresionó el vasto número de personas que participan en la obra, y también el aumento fenomenal de la Sociedad, la grande y eficiente imprenta, el carácter y la atracción universales del mensaje, la expansión rápida de que se ha disfrutado, la ausencia de barreras nacionales y de raza, el número de personas que se bautiza, y, sobre todas estas cosas, el espíritu totalmente diferente que predomina en todas partes de la sociedad del Nuevo Mundo. De los que han visto la película en Pakistán difícilmente se encuentra a alguno que no se haya expresado favorablemente en cuanto a estas cosas.

A muchas de las personas menos instruídas, que ni siquiera habían visto una película cinematográfica, o a lo más un esfuerzo local mal producido, se les trasladó a un mundo de fantasía de nuevos lugares, personas, costumbres, y a un punto de vista totalmente nuevo. Al oír el relato en su idioma nativo urdú, y ver en realidad la actividad del Nuevo Mundo en la película, han quedado impresionadas a tal grado que requeriría meses lograr lo mismo por algún otro método.

Una persona de buena voluntad expresó su asombro de esta manera: “¿Quieren decir ustedes que el mismo espíritu que prevaleció aquí en nuestra asamblea en Lahore también puede estar difundido en los miles de personas que vimos ahí?” Habiéndosele asegurado que el mismo espíritu que prevalece en las asambleas más pequeñas locales puede penetrar las inmensas multitudes en reuniones internacionales enormes, y que de veras lo hace, y que el espíritu del pueblo de Jehová es idéntico en toda parte de la tierra, esta persona abandonó su previo proceder de indecisión y ahora se ha puesto a estudiar con toda seriedad.

El relato acerca de la actividad de la sociedad del Nuevo Mundo ha reunido a familias divididas. En un caso, únicamente la esposa mostraba interés en el mensaje, y éste sólo era casual; pero desde la asamblea en Quetta y la exhibición de la película ella se ha hecho una apoyadora regular de todas las reuniones de la congregación y es una publicadora en perspectiva, mientras que su marido e hijos ahora participan en los estudios tanto en casa como en el Salón del Reino. En otro caso un marido musulmán y su esposa nominalmente cristiana estudiaban. Prestándosele consideración a los puntos de vista religiosos de él, no se pronunciaba ninguna oración. Desde que vió la película, sin embargo, ella se ha hecho activa en el servicio de Jehová y ahora él, también, inclina su cabeza en oraciones que se ofrecen en el nombre de Jesucristo.

En Indonesia el operador del estreno de la película quedó tan impresionado que pidió literatura y solicitó que se condujera un estudio con él. En unos pocos meses dedicó su vida a Jehová y fué bautizado.

Imagínese esta situación compleja: En Sumatra un capellán protestante del ejército hizo arreglos, usando un proyector y operador provistos por un periodista chino, quien es presidente del Movimiento Católico Juvenil, para mostrar la película en una iglesia protestante ubicada en una comunidad muy islámica. Por medio de mensajeros especiales el capellán logró aumentar la asistencia hasta 160. El secretario de la iglesia envió a la Sociedad una carta de agradecimiento por haber mostrado la película y pidió literatura y más información. También, el maestro indio de la escuela particular inglesa Khalsa, en Medan, Sumatra, concedió bondadosamente el uso de un salón de la escuela. Probablemente se hallaron representados aquí una docena de diferentes grupos religiosos, teosóficos, cristianos e islámicos. El maestro dijo que se sentía honrado al tener proyectada allí una película tan excelente y educativa.

Las ideas tergiversadas que han forjado los que ignoran la verdad, o que tienen prejuicio contra ella, no borrarán de “ojos que ven” ni de “oídos que oyen” la información que esta película transmitió. La gente ha visto, ha oído y ha experimentado un cambio de sentimientos como resultado de ver y oír que hay personas que realmente viven para el nuevo mundo de Jehová. Con un poco de ayuda adicional muchos ciertamente responderán propiamente al mensaje.

JAPÓN, TAIWAN Y OKINAWA

El Japón aprecia el color, y ciertamente ha reaccionado favorablemente a esta película llena de colorido, la cual ya se ha exhibido por lo menos dos veces en la mayoría de las congregaciones del Japón. Naturalmente la gente de aquí se emociona al ver al Japón representado en las escenas del estadio Yanqui, y cuando aparece La Atalaya en el idioma japonés siempre hay un aplauso vigoroso. En 1954 los hermanos japoneses se habrían sentido muy felices con poder mantener el número máximo de 407 publicadores que lograron en abril, un aumento de cuarenta y dos por ciento sobre el año anterior. Sin embargo, al ponerse en marcha las exhibiciones de la película lograron alcanzar un nuevo máximo tras otro: ascendiendo a 410 publicadores en julio, 452 en octubre y 457 en noviembre.

En la isla de Taiwan, o Formosa, la película se exhibió siete veces a un total de 2,864 personas. Durante dieciocho años una serie de proscripciones, primero bajo el gobierno japonés, luego el gobierno chino nacionalista, había impedido que los testigos de Jehová efectuaran asambleas. ¡Cuánto los conmovió poder conseguir aprobación oficial para la exhibición de la película, y que aun la policía ayudara a conseguir salones! Aunque se les prohibía reunirse hasta en grupos de tres personas para estudiar la Biblia, se les permitió reunirse para ver la película.a De hecho, oficiales del gobierno a quienes ésta se exhibió por anticipado declararon que era una de las mejores películas educativas que habían visto.

Para los testigos de Jehová en Taiwan el ver esta película fué lo más grande que habían experimentado hasta la fecha en su actividad del Reino. Casi siempre que pausaba el comentador pudiera haberse oído la caída de un alfiler. Este relato se hizo en un idioma que hasta entonces no había sido escrito, el de la tribu ami del sudeste de Taiwan. Pero la organización de estas proyecciones de cine iba a sobrepasar todo cuanto ofrecía la civilización. La cooperación entre los siervos y el auditorio fué absolutamente maravillosa. Durante hora y media esta gente humilde de la región apartada entró como si fuera en el escenario de la acción mundial de la sociedad del Nuevo Mundo. Su mente retentiva atesorará por largo tiempo lo que vieron a medida que sigan ellos amoldando su vida a las normas del Nuevo Mundo.

En Okinawa se usó la película en conexión con la primera asamblea de circuito que se celebró en esa isla. Antes que empezara la asamblea había diez publicadores allí. Durante la asamblea ocho más empezaron a salir en el servicio, y dos precursores más se alistaron. Este pequeño grupo juntó a 290 personas la noche del sábado para la exhibición de la película en el idioma japonés, y a 80 la noche del domingo para la del idioma inglés, lo que sumó a una asistencia total de 370—una cifra asombrosa cuando se considera el número de publicadores que hay allí. Entre los concurrentes había un ex teniente gobernador que vino la primera noche y luego volvió la segunda para ver la película de nuevo.

Las primeras treinta y nueve exhibiciones de la película en el Japón, Taiwan y Okinawa sirvieron a un total de casi 5,000 personas, manteniendo la organización y la actividad de los testigos de Jehová prominentemente ante la atención de los publicadores y también de las personas de buena voluntad. El siervo de sucursal del Japón expresó los sentimientos de todos los testigos de Jehová que han visto “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción” cuando escribió: “Le damos las gracias a Jehová desde lo más profundo de nuestro corazón por esta maravillosa manera de dar testimonio a su nombre.”

Esta película cinematográfica de ninguna manera reemplaza la actividad del publicador del Reino, pero es una ayuda, un instrumento, que él puede usar para fortalecerse a sí mismo y como ayuda adicional para las personas con quienes él ha hablado del mensaje del Nuevo Mundo. El estudio de la Biblia muestra doctrinalmente que la sociedad del Nuevo Mundo tiene la verdad, mientras que esta película muestra la actividad mundial de esta congregación cristiana y el buen efecto que tiene el mensaje en la vida de los que lo oyen y lo aceptan. ¡Sobresaliente es este logro que se ha alcanzado por poco menos de dos mil pies de película cinematográfica y la bien preparada explicación que la acompaña!

[Notas]

a Esta proscripción ya se ha quitado. Vea la página 10 de La Atalaya del 1 de enero de 1956.

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