La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1956 (en inglés)
COLOMBIA
Número máximo de ministros predicando
1945: 2
1955: 662
Población: 12,000,000
En Colombia los hermanos están rebosando de gozo. Maravillosos aumentos se han logrado en la obra de juntar a las otras ovejas a pesar de la actividad de los religiosos que se han opuesto mucho a la predicación de las buenas nuevas del Reino en ese país. La sociedad del Nuevo Mundo, sin embargo, no ha temido, aunque sus miembros han sido echados de los pueblos, perseguidos y encarcelados. Aun así los hermanos continúan fielmente y obtienen excelentes resultados. La sociedad del Nuevo Mundo en Colombia gozó de un aumento del 28 por ciento en el número de publicadores y nos regocijamos con ellos y con mucho gusto leemos las experiencias que el siervo de sucursal envió, algunas de las cuales se relatan a continuación.
“El primer mes del nuevo año tuvimos un principio excelente, alcanzando nuevos máximos en todos los diferentes detalles del servicio. No obstante, el estímulo mayor aún había de venir con la llegada del hermano Knorr. Esto se efectuó a fines de diciembre y fué una ocasión de gozo doble para todos nosotros, ya que además de la visita del presidente íbamos a tener una asamblea nacional. El entusiasmo fué grande y la concurrencia alcanzó a un nuevo máximo. Durante la visita del presidente se hicieron planes para reorganizar la oficina sucursal y arreglos para servir mejor a los hermanos en el futuro. Todo esto produjo resultados inmediatos, ya que los informes del siguiente mes indicaron nuevos aumentos y diez nuevos precursores de vacaciones. Pronto, también, pudimos aumentar el número de precursores especiales siguiendo las instrucciones del presidente y naturalmente esto ha sido una gran ayuda para 1955.”
“Un siervo de circuito relata unas experiencias interesantes: ‘Cinco precursores entraron en una ciudad para ayudar a una precursora y a dos publicadores nuevos. Dos días más tarde estaban en la cárcel, y los dos hombres tuvieron que quedarse allí por una semana. Fueron puestos en libertad, pero el grupo entero tuvo que salirse del pueblo. Eso acabaría con la obra de los testigos de Jehová en esa ciudad, pensaron las autoridades. Sin ningún publicador dedicado entre ella salvo una niña bautizada de doce años, la gente de buena voluntad venció su temor y siguió reuniéndose. Un domingo por la tarde unos detectives se introdujeron en el estudio de La Atalaya y todo el grupo, incluyendo a los niños pequeños, tuvo que ir a la alcaldía. ¡Qué impulso se dió a la fe de ellos cuando fueron puestos en libertad inmediatamente y los detectives fueron reprendidos severamente por haber molestado a los testigos! Poco después de eso llegué con la película de la Sociedad. La asistencia fué de 170 personas. Un año después que los precursores fueron echados del pueblo hallamos a diez publicadores rindiendo informes y varios esperando ser bautizados. Entre tanto, ¿qué lograron los cinco precursores? Comenzaron a trabajar en la ciudad grande más cercana, a más o menos cien millas de distancia, donde también había un abundante número de opositores. Para residencia temporánea encontraron una pieza grande en un hotel barato ubicado en el centro de la ciudad. El dueño del hotel no se opuso a las reuniones. De modo que éstas se efectuaron en la pieza del hotel con las camas escondidas detrás de cortinas durante las reuniones. Los perseguidores quisieran saber dónde se reúnen los testigos, pero la gente de buena voluntad sabe exactamente adonde ir. Durante mi visita reciente encontré fructífero el trabajo del año. Trece publicadores rendían informes y treinta personas asisten al estudio de La Atalaya. Para mi conferencia pública, que sólo tuvo publicidad verbal, sesenta y cinco personas estuvieron presentes en la pieza del hotel. Así que se organizó una nueva congregación, una de las dos que se organizaron aquí durante el año.’
“Un misionero de Barranquilla tiene excelentes resultados al revisitar su territorio ahora usando cortos sermones bíblicos. Un día, dando el testimonio en un pequeño almacén, encontró a una señora que manifestó interés y dijo que era maravilloso pero que los libros no le servirían a ella, ya que no sabía leer. Se le informó que si ella estaba dispuesta a tomar el tiempo podría recibir instrucción gratuita. Ella ofreció cerrar el almacén por una hora semanalmente para aprender la ‘verdad.’ Después de unas pocas lecciones fué al salón preguntando cómo podría ella ayudar. Puesto que todavía no tenía suficiente conocimiento para predicar, el misionero respondió que podría ayudar por medio de hacer el aseo del salón o dando una contribución para los gastos del salón. Dos lecciones más y repitió la misma pregunta: ¿Cómo pudiera ella ayudar? De manera que se le dijo que podría acompañar al grupo y aprender a predicar a otros. Aceptó gozosamente y aprendió con rapidez. Ahora es publicadora regular, y quiere vender su almacén para tener más tiempo para predicar y espera ser bautizada en la próxima asamblea.
“Una precursora activa productora de frutos vive con su familia entre un convento y un monasterio. Un día una monja vino a la ventana a mediodía diciendo que tenía que hablar con la hermana. Dentro de la casa ella preguntó cómo era posible que, siendo que se crió con las monjas, ahora pudiera ser ‘protestante.’ ¿No sabía ella que estaba haciendo mucho ‘daño’ en la vecindad? Tomando dos versiones católicas de la Biblia de su biblioteca, la hermana mostró que el único ‘daño’ que ella hacía consistía en enseñar la verdad de la Palabra de Dios a los que deseaban escuchar. La monja rechazó la Biblia en toda la conversación respecto a las doctrinas de la iglesia, y finalmente mandó a la hermana que no continuara su trabajo de casa en casa, a lo cual la hermana replicó naturalmente que no iría de casa en casa con mentiras, loterías o estampas de ‘santos’ pero que sí continuaría de casa en casa con la Palabra de Dios. La monja, sintiéndose vencida, se fué furiosa.
“Al terminar el año, otro hogar en Barranquilla se ponía en orden para acomodar la inauguración de la cuarta unidad. Hallamos que se pueden empezar nuevas unidades con cuarenta o cincuenta publicadores y dan mejores resultados. También podemos decir de nuevo que por su empeño en la obra los precursores especiales en regiones aisladas producen frutos. Después de diez meses en una asignación de esta clase un matrimonio ahora tiene ocho publicadores que rinden informes.”
¡Los pueblos te confesarán, oh Dios, todos los pueblos te confesarán! La tierra ya da su fruto; y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá. ¡Dios nos bendecirá, y todos los términos de la tierra le temerán!—Sal. 67:5-7.