Una notable reunión anual

A MEDIDA que empeora la situación económica mundial, las reuniones anuales de muchas sociedades mercantiles son todo menos alegres. Tocante a las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que se celebraron en Toronto, Canadá, la revista Maclean’s dijo: “La esperanza fue el beneficio menos común de todos en las reuniones anuales”.

Sin embargo, no hace mucho tuvo lugar una reunión anual de otra índole. Todas las sesiones de ésta reflejaron la esperanza cristiana, causaron verdadero gozo a los concurrentes y edificaron el amor fraternal. Los frutos del espíritu de Dios se percibieron fácilmente en esa reunión. (Gálatas 5:22, 23; 1 Corintios 13:13.)

El sábado 2 de octubre de 1982, por primera vez en sus 98 años de historia, la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania celebró fuera de los Estados Unidos de América la reunión anual de la corporación. En esa fecha memorable 119 miembros de la sociedad (la agencia legal que los testigos de Jehová utilizan) y más de 2.000 personas más se reunieron en el Salón de Asambleas de los testigos de Jehová que está cerca de Toronto, Canadá.

También fue digno de ser notado que la mayoría de los miembros del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová pudo asistir a la reunión. Su presencia fue un toque adicional a lo especial de la ocasión, pues creó una oportunidad única para ellos y para otros. ¿En qué sentido?

Bueno, por indicación de la sucursal canadiense, los ancianos de las congregaciones locales del país notificaron a la sucursal los publicadores que habían estado activos en el campo de la predicación del Reino por muchos años. Fue a éstos a quienes la Sociedad lógicamente invitó a asistir, en señal de amor hacia ellos y en reconocimiento por sus años de fidelidad.

De modo que, de todas las provincias del Canadá, alrededor de 1.800 publicadores veteranos (muchos de los cuales tenían 40 años o más de servicio) estuvieron presentes y pudieron conocerse unos a otros. Aunque todos habían sido “colaboradores de Dios” en el campo por varias décadas, la mayoría de ellos nunca antes había tenido la oportunidad de conocerse unos a otros. (1 Corintios 3:9.)

Sesiones del viernes

La gran mayoría de los publicadores veteranos no había visto los nuevos edificios de la sucursal del Canadá, así que se apartaron la mañana y las primeras horas de la tarde del viernes 1 de octubre para que observaran las instalaciones. Los visitantes también disfrutaron de un almuerzo que se les sirvió en el comedor. Después se trasladaron en autobús al Salón de Asambleas, donde tomarían la cena y verían el programa del viernes por la noche. Éste incluyó una reunión anual distinta, la de la International Bible Students Association of Canada, la sociedad canadiense que los testigos de Jehová utilizan. Después de la breve reunión de negocios que celebraron los 20 miembros de esa sociedad, el auditorio en general escuchó tres discursos.

En el primero se relató la historia de la IBSA canadiense (siglas de la susodicha corporación), desde que se constituyó en sociedad en 1925, y se mostró que la predicación del Reino fue el propósito por el cual se instituyó. Luego, L. K. Greenlees, del Cuerpo Gobernante, habló en cuanto a que los cristianos no son parte del mundo, lo cual encierra nuestro punto de vista sobre cómo usamos el mundo, su sistema educativo, sus riquezas y lujos. Por último, F. W. Franz, en calidad de presidente de la corporación canadiense, pronunció un discurso animador sobre el Ciro Mayor, Jesucristo, como el Pastor-Libertador del pueblo de Dios. Basando sus comentarios en los capítulos 44 y 45 de Isaías, el hermano Franz animó a todos los concurrentes a mantenerse unidos como un solo rebaño bajo el que es Pastor sobre el mundo entero.

Sesiones del sábado

El programa del sábado comenzó con una oración y con instrucción oportuna sobre un texto bíblico, a lo cual le siguieron algunas experiencias.

Luego comenzó la reunión de negocios de la Sociedad Watch Tower. El secretario informó que la corporación ahora consta de 464 miembros votantes, y que 455 miembros estaban presentes en persona o mediante poderes, suficientes para proceder con la votación en la que se elegiría, por el siguiente período señalado para su ejercicio, a los que ocuparían dos de los cargos de la junta de directores de la Sociedad. Grant Suiter y J. E. Barr fueron reelegidos unánimemente.

El secretario también anunció que el Departamento de Asuntos Corporativos y de Consumo del Canadá había aprobado, el 22 de julio de 1982, una nueva corporación canadiense de los testigos de Jehová, llamada la Watch Tower Bible and Tract Society of Canada. Esto pondrá fin a parte de la confusión que se causa cuando el nombre de la IBSA se utiliza al tratar con el público. La nueva corporación tendrá hasta un total de 100 miembros y una junta de directores compuesta de 7 miembros.

El hermano Franz entonces hizo algunos comentarios apropiados sobre la palabra “organización”. Mostró que el hecho de que seamos un grupo relativamente pequeño no significa que Jehová no lo utilizaría como Su organización. Uno no debe ‘despreciar el día de cosas pequeñas’ (Zacarías 4:10). El Israel natural empezó como un grupito, tal como en el caso del Israel espiritual, el cual tuvo al principio solo unos 120 miembros. (Deuteronomio 7:7; Hechos 1:15; 2:1-4.)

Por la tarde Lloyd Barry sirvió de presidente del programa, en el que se presentaron cuatro discursos. Karl Klein explicó que el sembrar liberalmente para segar liberalmente aplica a todos los seres inteligentes, incluso Jehová, y resulta cierto en todos los aspectos de la vida del cristiano (2 Corintios 9:6). A. D. Schroeder mostró cómo ha ido adelantando en educación bíblica la organización de Jehová, mientras que el mundo adolece de temor y desesperanza. L. A. Swingle repasó la expansión mundial de los testigos de Jehová, desde los 3.868 publicadores que había en 1918 hasta los más de 2.300.000 que hay hoy día. Explicó que el potencial de crecimiento puede verse en los informes, como el 14 por 100 de aumento que hubo el año pasado en la cantidad de publicadores del Ecuador y la asistencia de más de 536.000 personas a la celebración de la Cena del Señor en México. Theodore Jaracz instó a sus oyentes a “concentrarse en acelerar la obra del Reino”. (2 Tesalonicenses 3:1.)

Al acercarse la conclusión de la reunión, el hermano F. W. Franz anunció que la reunión anual del año siguiente se celebraría en Inglaterra. El aplauso que siguió a ello indicó la aprobación absoluta que los asistentes dieron a la idea de que esta ocasión anual de gozo y compañerismo cristiano pudiera compartirse con hermanos de otros países.

Así terminaron dos días gloriosos de compañerismo que edificó la fe de los concurrentes. “El estar presente cuando nos hablan los miembros del Cuerpo Gobernante es ciertamente una ocasión memorable y provechosa en sentido espiritual”, dijo un veterano publicador del Reino. Sumándose a la ocasión feliz había 128 hermanos que vinieron del Betel de Brooklyn y 28 de las Granjas Watchtower. Hubo comunicación por cable telefónico con doce lugares de Norteamérica, uno de los cuales estaba en California. Esto contribuyó a que la asistencia total ascendiera a 4.059 personas, incluso 70 hermanos de habla francesa que se reunieron en el Salón de Asambleas y disfrutaron de la traducción simultánea del programa.

Todos los concurrentes tuvieron que concordar con el hermano Franz cuando dijo lo siguiente al concluir el primer día: “¡Qué día refrescante ha sido éste para todos nosotros... disfrutar de esta clase de asociación!”. No pudo decirse menos acerca del segundo día. Los preparativos habían requerido muchos planes y trabajo, pero Jehová había bendecido tales esfuerzos.

Los que tuvieron el privilegio de asistir regresaron a casa sumamente animados y refrescados por la asociación que habían disfrutado con viejos y nuevos amigos. Para muchos ésta fue su primera reunión anual, pero para todos fue muy notable.

[Fotografía en la página 11]

El presidente y el secretario de la Sociedad Watch Tower participan en la votación, junto con otros miembros