BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w99 15/2 págs. 13-18
  • Dios nos salva mediante el rescate de Cristo

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Dios nos salva mediante el rescate de Cristo
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • La eliminación del pecado y la muerte
  • Se cubre el costo del pecado
  • “Un rescate correspondiente”
  • El valor de la vida humana perfecta
  • Beneficios del sacrificio de Cristo
  • El rescate: una expresión de amor
  • El rescate, el mayor regalo de Dios
    ¿Qué nos enseña la Biblia?
  • El rescate, el mayor regalo de Dios
    ¿Qué enseña realmente la Biblia?
  • Jehová provee un “rescate a cambio de muchas personas”
    Acerquémonos a Jehová
  • ¿Qué rescató Cristo?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1958
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
w99 15/2 págs. 13-18

Dios nos salva mediante el rescate de Cristo

“Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (JUAN 3:16.)

1, 2. Explique por qué se encuentra la especie humana en el estado actual.

IMAGÍNESE que sufre una enfermedad cuya curación requiere una intervención quirúrgica. ¿Cómo se sentiría si el costo de la operación fuera muy superior a lo que usted puede pagar, o incluso a lo que pueden sufragar toda su familia y sus amigos en conjunto? Sería frustrante verse en tal situación de vida o muerte.

2 Este ejemplo ilustra la situación en la que se halla la especie humana. A nuestros primeros padres, Adán y Eva, se les creó perfectos (Deuteronomio 32:4). Tenían la perspectiva de vivir para siempre y cumplir el propósito de Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla” (Génesis 1:28). Sin embargo, se rebelaron contra su Creador (Génesis 3:1-6). Su desobediencia no solo les acarreó el pecado a ellos, sino también a su prole no nacida. El justo Job dijo más tarde: “¿Quién puede producir a alguien limpio de alguien inmundo? No hay ninguno” (Job 14:4).

3. ¿Cómo se extendió la muerte a todos los hombres?

3 De modo que el pecado es como una enfermedad que cada uno de nosotros ha contraído, pues la Biblia dice que “todos han pecado”. Es una enfermedad letal. El apóstol dice: “El salario que el pecado paga es muerte” (Romanos 3:23; 6:23). Nadie puede evadirlo. Todos los hombres pecan, por lo tanto, todos mueren. Como descendientes de Adán, nacimos en este estado (Salmo 51:5). “Por medio de un solo hombre —escribió Pablo—, el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado.” (Romanos 5:12.) Pero eso no significa que no tengamos ninguna esperanza de salvación.

La eliminación del pecado y la muerte

4. ¿Por qué no puede eliminar el ser humano la enfermedad y la muerte por sí mismo?

4 ¿Qué se necesitaría para eliminar el pecado y su secuela, la muerte? Por supuesto, algo superior a lo que el hombre puede suministrar. El salmista se lamentó: “Cuesta mucho comprar la propia vida, no hay riqueza que baste [para] eterno vivir, sin ver la fosa” (Salmo 49:9, 10 [Sl 49:8, 9 NM], Sagrada Biblia, Serafín Ausejo). Podemos alargar la vida unos cuantos años mediante una dieta saludable y atención médica, pero nadie puede curarse de la pecaminosidad heredada. Nadie puede invertir los efectos debilitantes de la vejez y devolver al cuerpo la perfección que Dios se propuso que tuviera en un principio. Pablo no exageraba de ninguna manera cuando escribió que debido al pecado de Adán, la creación humana “fue sujetada a futilidad” o, según la Nueva Versión Internacional, “perdió su verdadera finalidad” (Romanos 8:20). Pero, felizmente, el Creador no nos ha abandonado. Ha hecho posible que el pecado y la muerte sean eliminados de una vez por todas. ¿Cómo?

5. ¿Qué importancia concedió a la justicia la Ley que se dio a Israel?

5 Jehová “es amador de justicia y derecho” (Salmo 33:5). El código de la Ley que dio a Israel concede mucha importancia al equilibrio y a la justicia imparcial. Por ejemplo, en ese código leemos que ‘debía darse vida por vida’. En otras palabras, si un israelita asesinaba a otro, debía entregar su vida en lugar de la que había tomado (Éxodo 21:23; Números 35:21). De este modo se equilibraba la balanza de la justicia divina (compárese con Éxodo 21:30).

6. a) ¿En qué sentido fue homicida Adán? b) ¿Qué clase de vida perdió Adán, y qué clase de sacrificio se necesitaba para equilibrar la balanza de la justicia?

6 Cuando Adán pecó, se convirtió en homicida. ¿Por qué? Porque iba a pasar su estado pecaminoso —y, por tanto, la muerte— a todos sus descendientes. Es debido a la desobediencia de Adán que en este mismo momento nuestros cuerpos están deteriorándose, avanzando sin pausa hacia la sepultura (Salmo 90:10). El pecado de Adán tiene implicaciones todavía más graves. Recordemos que lo que Adán perdió para sí mismo y para su descendencia no fue una vida normal de setenta u ochenta años. Perdió una vida perfecta, esto es, una vida eterna. De modo que si ‘debía darse una vida por otra’, ¿qué tipo de vida tenía que entregarse para satisfacer la justicia en este caso? Lógicamente, debía ser una vida humana perfecta, una vida que, como la de Adán, tuviera la capacidad de producir una descendencia humana perfecta. Una vida humana perfecta ofrecida en sacrificio no solo equilibraría la balanza de la justicia, sino que también haría posible la eliminación completa del pecado y su secuela, la muerte.

Se cubre el costo del pecado

7. Explique el significado de la palabra “rescate”.

7 La Biblia llama “rescate” al precio que se requería para redimirnos del pecado (Salmo 49:7). En español ese término hace referencia al pago que el secuestrador pide a cambio de la persona que ha raptado. Por supuesto, el rescate que Jehová ha provisto no implica ningún secuestro, aunque mantiene el concepto de pagar un precio. De hecho, la forma verbal de la palabra hebrea traducida por “rescate” significa literalmente “cubrir”. Para expiar el pecado, el rescate debe ser equivalente a lo que se supone que cubra: la vida humana perfecta de Adán.

8. a) Explique el principio de la recompra. b) ¿Qué tiene que ver con nosotros, pecadores, el principio de la recompra?

8 Lo anterior concuerda con un principio de la Ley mosaica: el principio de la recompra. Si un israelita empobrecía y se vendía como esclavo a un gentil, podía ser recomprado (o rescatado) por un familiar que pagara el precio equivalente al del esclavo (Levítico 25:47-49). La Biblia dice que como seres humanos imperfectos somos “esclavos del pecado” (Romanos 6:6; 7:14, 25). ¿Qué se necesitaría para recomprarnos? Como hemos visto, la pérdida de una vida humana perfecta requeriría el pago de una vida humana perfecta, nada más ni nada menos.

9. ¿Cómo ha hecho posible Jehová la expiación del pecado?

9 Está claro que todos los seres humanos nacemos imperfectos. Ninguno de nosotros es igual a Adán; ninguno puede pagar el precio de rescate que la justicia demanda. Como se ha dicho al principio, es como si hubiéramos contraído una enfermedad mortal y no pudiéramos pagar la intervención quirúrgica necesaria para curarnos. En una situación como esa, ¿no agradeceríamos que alguien intercediera por nosotros y cubriera los costos? Esto es precisamente lo que Jehová ha hecho. Ha posibilitado nuestra redención del pecado de una vez por todas. Sí, está dispuesto a darnos lo que nunca podríamos conseguir por nosotros mismos. ¿Qué? “El don que Dios da —escribió Pablo— es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.” (Romanos 6:23.) Juan llamó a Jesús “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Veamos cómo Jehová utilizó a su Hijo amado para pagar el precio del rescate.

“Un rescate correspondiente”

10. ¿Cómo llegaron a centrar la atención en José y María las profecías sobre la “descendencia”?

10 Después de la rebelión de Edén, Jehová anunció su propósito de producir una “descendencia” que rescataría a la humanidad del pecado (Génesis 3:15). Mediante una serie de revelaciones, Jehová identificó el linaje que produciría esta descendencia. Con el tiempo, estas revelaciones centraron la atención en José y María, una pareja comprometida que vivía en Palestina. A José se le dijo en un sueño que María estaba encinta por espíritu santo. El ángel dijo: “Dará a luz un hijo, y tienes que ponerle por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:20, 21).

11. a) ¿Qué hizo Jehová para que su Hijo naciera como ser humano perfecto? b) ¿Por qué podía Jesús suministrar “un rescate correspondiente”?

11 Este no fue de ningún modo un embarazo normal, pues Jesús había tenido una existencia prehumana en el cielo (Proverbios 8:22-31; Colosenses 1:15). Jehová transfirió milagrosamente esa vida a la matriz de María para que este amado Hijo de Dios pudiera nacer como ser humano (Juan 1:1-3, 14; Filipenses 2:6, 7). Jehová dirigió el proceso para que Jesús no recibiera la mácula del pecado de Adán, de modo que nació perfecto. Así, él poseía lo que Adán había perdido: una vida humana perfecta. Por fin existía un hombre que podía cubrir el costo del pecado. Y esto es precisamente lo que Jesús hizo el 14 de Nisán del año 33. En ese día histórico permitió que sus opositores le dieran muerte a fin de proveer un “rescate correspondiente” (1 Timoteo 2:6).

El valor de la vida humana perfecta

12. a) Explique la gran diferencia entre la muerte de Jesús y la de Adán. b) ¿Cómo ha llegado a ser Jesús el “Padre Eterno” de la humanidad obediente?

12 Existe una diferencia entre la muerte de Jesús y la de Adán, una diferencia que destaca el valor del rescate. La muerte de Adán fue merecida, pues desobedeció deliberadamente a su Creador (Génesis 2:16, 17). Ahora bien, la muerte de Jesús fue totalmente inmerecida, pues “él no cometió pecado” (1 Pedro 2:22). De modo que cuando Jesús murió, tenía en su poder algo de enorme valor que no poseía el pecador Adán cuando murió: el derecho a la vida humana perfecta. Así, la muerte de Jesús tuvo un valor expiatorio. Al ascender al cielo como ser espiritual, presentó el valor de su sacrificio a Jehová (Hebreos 9:24). De este modo Jesús compró a la humanidad pecadora y se convirtió en su nuevo Padre, en sustitución de Adán (1 Corintios 15:45). Por ello se le llama “Padre Eterno” (Isaías 9:6). Piense en lo que eso significa. Adán, un padre pecador, transmite la muerte a todos sus descendientes. Jesús, un Padre perfecto, usa el valor de su sacrificio para conferir vida eterna a los seres humanos obedientes.

13. a) Ilustre cómo canceló Jesús la deuda en la que incurrió Adán. b) ¿Por qué no cubre el pecado de nuestros primeros padres el sacrificio de Jesús?

13 Pero ¿cómo pudo la muerte de un solo hombre cubrir los pecados de muchos? (Mateo 20:28.) Hace unos años ilustramos en un artículo el rescate de esta manera: “Imagínese una enorme fábrica con centenares de empleados. La falta de honradez del gerente de la fábrica causa la quiebra del negocio; se cierra la fábrica. Ahora centenares de personas quedan desempleadas y no pueden pagar sus deudas. Sus cónyuges, sus hijos y, sí, sus acreedores... ¡todos sufren debido a la corrupción de un solo hombre! Entonces aparece un benefactor acaudalado que paga la deuda de la compañía y abre de nuevo la fábrica. La cancelación de esa deuda, a su vez, trae alivio completo a los muchos empleados, sus familias y los acreedores. Pero ¿participa de la nueva prosperidad el primer gerente? No; ¡él está preso, y por lo tanto desempleado permanentemente! De igual manera, la cancelación de aquella deuda única de Adán trae beneficios a millones de sus descendientes... pero no a Adán”.

14, 15. ¿Por qué puede decirse que Adán y Eva pecaron deliberadamente, y cómo difiere nuestra situación de la suya?

14 Esto es justo. Recordemos que Adán y Eva pecaron deliberadamente. Optaron por desobedecer a Dios. A diferencia de ellos, nosotros nacemos en pecado. No tenemos opción. Sin importar cuánto nos esforcemos, no lo podemos evitar por completo (1 Juan 1:8). Es posible que a veces nos sintamos como Pablo, que escribió: “Cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está presente conmigo. Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro, pero contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Hombre desdichado que soy!” (Romanos 7:21-24).

15 En cualquier caso, gracias al rescate, tenemos esperanza. Jesús es la descendencia mediante la cual, según la promesa de Dios, “ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra” (Génesis 22:18; Romanos 8:20). El sacrificio de Jesús ofrece maravillosas oportunidades a todos aquellos que tienen fe en él. Veamos algunas de ellas.

Beneficios del sacrificio de Cristo

16. ¿De qué bendiciones podemos disfrutar ahora gracias al rescate de Jesús, pese a nuestro estado pecaminoso?

16 El escritor bíblico Santiago reconoce que “todos tropezamos muchas veces” (Santiago 3:2). Sin embargo, gracias al rescate de Cristo, nuestras faltas pueden ser perdonadas. Juan escribe: “Si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo. Y él es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados” (1 Juan 2:1, 2). Claro está que no debemos desestimar la gravedad del pecado (Judas 4; compárese con 1 Corintios 9:27). Sin embargo, si fallamos, podemos derramar nuestro corazón a Jehová con la confianza de que está “listo para perdonar” (Salmo 86:5; 130:3, 4; Isaías 1:18; 55:7; Hechos 3:19). Así, el rescate nos permite servir a Dios con una conciencia limpia y hace posible que nos acerquemos a él mediante la oración en el nombre de Jesucristo (Juan 14:13, 14; Hebreos 9:14).

17. ¿Qué futuras bendiciones hace posible el rescate?

17 El rescate de Cristo hace posible el cumplimiento del propósito de Dios: que los seres humanos obedientes vivan para siempre en el Paraíso en la Tierra (Salmo 37:29). Pablo escribió: “No importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él [Jesús]” (2 Corintios 1:20). Es cierto que ha ‘reinado’ la muerte (Romanos 5:17). Pero el rescate provee la base para que Dios elimine a este “último enemigo” (1 Corintios 15:26; Revelación [Apocalipsis] 21:4). El rescate de Jesús puede incluso beneficiar a los que han muerto. “Viene la hora —dijo él— en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz [la de Jesús] y saldrán.” (Juan 5:28, 29; 1 Corintios 15:20-22.)

18. ¿Qué efecto trágico ha tenido el pecado en el ser humano, y cómo se invertirá este efecto en el nuevo mundo de Dios?

18 Piense en lo agradable que será disfrutar de la vida como se supuso que fuera en un principio: una vida libre de las ansiedades que tanto nos agobian hoy en día. El pecado no solo ha alterado nuestra relación con Dios, sino que también nos ha desajustado mental, emocional y físicamente. Sin embargo, la Biblia promete que en el nuevo mundo de Dios, “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. En efecto, las enfermedades físicas y emocionales ya no plagarán a la humanidad. ¿Por qué? Isaías contesta: “La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error” (Isaías 33:24).

El rescate: una expresión de amor

19. ¿Cómo debemos responder individualmente al rescate de Cristo?

19 El amor motivó a Jehová a enviar a su amado Hijo (Romanos 5:8; 1 Juan 4:9). A su vez, el amor motivó a Jesús a “[gustar] la muerte por todo hombre” (Hebreos 2:9; Juan 15:13). Con buena razón Pablo escribió: “El amor que el Cristo tiene nos obliga [...]; y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos y fue levantado” (2 Corintios 5:14, 15). Si agradecemos lo que Jesús hizo por nosotros, actuaremos en consecuencia, teniendo muy presente que el rescate es lo que hace posible que se nos libre de la muerte. De ningún modo quisiéramos dar a entender por nuestros hechos que consideramos el sacrificio de Jesús como de valor ordinario (Hebreos 10:29).

20. ¿De qué maneras observamos la “palabra” de Jesús?

20 ¿Cómo podemos demostrar que agradecemos de corazón el rescate? Poco antes de su detención, Jesús dijo: “Si alguien me ama, observará mi palabra” (Juan 14:23). La “palabra” de Jesús implica una participación celosa en el cumplimiento de la comisión: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos” (Mateo 28:19). La obediencia a Jesús también requiere que tengamos amor a nuestros hermanos espirituales (Juan 13:34, 35).

21. ¿Por qué debemos asistir a la Conmemoración el 1 de abril?

21 Una de las mejores maneras de demostrar que agradecemos el rescate es asistiendo a la Conmemoración de la muerte de Cristo, que este año tendrá lugar el 1 de abril.a También esto forma parte de la “palabra” de Jesús, pues cuando instituyó esta celebración, mandó a sus discípulos: “Sigan haciendo esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). Al asistir a este acontecimiento de máxima importancia y cumplir fielmente todo lo que Cristo mandó, demostraremos nuestra firme convicción de que Dios nos salva mediante el rescate de Jesús. Ciertamente, “no hay salvación en ningún otro” (Hechos 4:12).

[Nota]

a Este año, el 1 de abril corresponde con el 14 de Nisán del año 33 E.C., el día que murió Jesús. Pregunte a los testigos de Jehová de su localidad la hora y el lugar de la Conmemoración.

¿Recuerda usted?

◻ ¿Por qué no puede expiar el ser humano sus pecados?

◻ ¿De qué manera es Jesús “un rescate correspondiente”?

◻ ¿Cómo utilizó Jesús para nuestro beneficio el derecho que tenía a una vida humana perfecta?

◻ ¿Qué bendiciones obtiene la humanidad gracias al rescate de Cristo?

[Ilustraciones de la página 15]

Solo un ser humano perfecto —el equivalente de Adán— podía equilibrar la balanza de la justicia

[Ilustración de la página 16]

Como Jesús tenía derecho a una vida humana perfecta, su muerte tuvo valor expiatorio

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir