El tiempo que queda está reducido
1 El tiempo está pasando rápidamente, ¿verdad? Imagínense, cada día que pasa nos hallamos un día más cerca del fin de este inicuo sistema de cosas y un día más cerca del tiempo en que empezará la paz de mil años. ¡Cuánto apreciamos todos nosotros el hecho de que hemos llegado a conocer estas cosas y sabemos de las provisiones que Jehová ha hecho para la salvación! Y, en el tiempo que queda, deseamos ayudar a otros a llegar a conocer las provisiones de Jehová para la salvación.—1 Cor. 7:29.
2 En un tiempo u otro, al ver que la gente no responde mucho o que no responde favorablemente cuando trabajamos el territorio, es posible que tendamos a pensar: ‘Es inútil. La gente de este territorio ha tenido muchas oportunidades para oír la verdad.’ Aunque la gente no responda, siempre es bueno tener presente que Jehová reconoce nuestros esfuerzos por servirle y agradarlo, y un propósito de nuestra actividad de testificar es el agradar a Jehová, ¿no es verdad? Al hacer eso también participamos en el cumplimiento de hoy día de Mateo 24:14.
3 Enero de 1971 marca el principio de la campaña treinta y tres de La Atalaya. Ciertamente todos queremos usar de modo prudente nuestro tiempo por medio de participar a buen grado en ofrecer suscripciones a la gente que vive en nuestro territorio. Ofreceremos principalmente la suscripción a La Atalaya por un año por la contribución usual, con tres folletos dejados gratis, o también pudiéramos ofrecer suscripciones a las dos revistas La Atalaya y ¡Despertad! por la contribución usual, dejando seis folletos gratis.
4 ¿De dónde vendrá la mayoría de las nuevas suscripciones? En su día Pablo declaró: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa.” Igualmente hoy, “de casa en casa” es principalmente donde hallamos a los que están interesados en la verdad.—Hech. 20:20.
5 Oh, sí, el dar el testimonio a los parientes y amigos también es una manera excelente de obtener suscripciones. Y no queremos olvidar a aquellos con quienes estudiamos, ¿no es así? También puede ser que éstos tengan amigos que quieran suscribirse. ¿Por qué no preguntarles a las personas con quienes estudia?
6 Muchos han obtenido buenos resultados por medio de dar una suscripción de regalo a amistades, patronos y personas con quienes han tenido dificultad en comunicarse. Esta es otra manera excelente de usar sabiamente el tiempo y de ayudar a hacer que las revistas entren en los hogares donde serán leídas. El volver a visitar a las personas con quienes dejamos números sueltos, a aquellos cuyos nombres están en las hojas de suscripción vencida y a los que prometen suscribirse cuando volvemos también resultará en muchas suscripciones nuevas.
7 Además de participar en la actividad de revistas y de ofrecer dos revistas si no se acepta la oferta de la suscripción, muchos de nosotros quizás podamos visitar unos cuantos hogares cada semana en camino al estudio de libro de congregación o a otras reuniones. Sea que caminemos o vayamos en auto, si salimos un poco temprano, tendremos la oportunidad de visitar algunos hogares o de hablar a la gente en las aceras. Si todos hacemos un esfuerzo mayor que el que generalmente hacemos para participar en la obra ministerial, haremos de enero y del resto de la campaña de La Atalaya un período sobresaliente de ayudar a otros en el tiempo que queda.
8 Lo que predomina en la mente de la mayoría de la gente hoy día son todos los problemas del mundo que van aumentando. Lo que predomina en nuestra mente es el hecho de que pronto Jehová acabará con este sistema inicuo, y que será seguido por mil años de paz, dando por resultado la vindicación de Jehová. Enero pasará rápidamente al mantenernos ocupados en gozoso servicio de Jehová. ¡Al fin del mes estaremos treinta y un días más cerca del fin de este inicuo sistema de cosas! Así como dijo Jesús: ‘Mientras todavía hay tiempo, trabajaremos,’ y trabajar en el servicio de Jehová es algo que nos deleita hacer.—Juan 9:4.
Acepte la implantación de la Palabra salvadora de almas.