Armonizando nuestra vida con el propósito de Dios
1 Jehová tiene un propósito para la Tierra y para la humanidad que vive en ella. En ese propósito se incluye una administración para producir una gobernación justa sobre la Tierra por medio de su Administrador Principal, Jesucristo. (Efe. 1:9, 10) En el propósito de Jehová también están incluidas condiciones paradisíacas en la Tierra para que las personas justas, temerosas de Dios, disfruten de ellas con placer y eternamente. Sin embargo, para poder beneficiarnos de estas bendiciones tenemos que armonizar ahora nuestra vida con el propósito de Dios.
2 Noé y su familia pusieron un buen ejemplo para nosotros. Aceptaron con placer el propósito de Dios de destruir a la sociedad impía de su día. Armonizaron su vida con el propósito de Dios por medio de cambiar rápidamente su rutina de vida acostumbrada y ponerse a construir una enorme arca para la supervivencia de la humanidad y los animales. Hoy en día Jehová no nos pide que construyamos un arca, como a Noé. Sin embargo, él ha suministrado un medio para sobrevivir, un arca antitípica... el paraíso espiritual del cual disfrutamos hoy en día. Tenemos que permanecer en él para sobrevivir. Al mismo tiempo tenemos que armonizar nuestra vida con el propósito de Dios en todo lo que hacemos. Esto incluye el vivir diariamente según los principios que Dios ha registrado en Su Palabra. También incluye el hacer la obra que Jesús prescribió para sus seguidores... el predicar las buenas nuevas y hacer discípulos.—Mat. 28:19, 20.
3 El mes de noviembre nos suministrará excelentes oportunidades para mostrar que estamos armonizando nuestra vida con el propósito de Dios. En vez de envolvernos en metas mundanas, llegando a estar enfrascados en ellas, podemos dedicar mucho tiempo a la urgente obra de predicar y hacer discípulos. Para ayudar en esta obra, ofreceremos el libro Verdadera paz y seguridad... ¿de qué fuente? Si lo desean también pueden llevar otras publicaciones de tamaño de bolsillo, y, de hecho, algunos de los libros encuadernados más grandes por si acaso la gente tiene las publicaciones más pequeñas. Las congregaciones también pueden usar el nuevo libro ¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial! Se pueden comenzar estudios bíblicos en cualquiera de estas publicaciones en que el amo de casa muestre interés. Así quizás podamos ayudar a otros a comenzar a armonizar su vida con el propósito de Dios.
4 Jóvenes o viejos, hombres o mujeres pueden participar en esta obra que Jehová nos ha encomendado hacer. A algunos jovencitos les ha sido posible servir como precursores temporeros cuando no tienen que asistir a la escuela debido a los días festivos mundanos. Habla a tus padres y entonces a tu superintendente presidente si es que lo has estado considerando. La Biblia aconseja: “Acuérdate, ahora, de tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad.”—Ecl. 12:1.
5 Pudiera ser, también, que algunos nuevos que ayudaron en la distribución de las revistas especiales durante el mes pasado quizás deseen unirse a nosotros ahora y participar en el servicio del campo con regularidad. Si satisfacen los requisitos, entonces noviembre sería un tiempo excelente para ayudarles a comenzar, usando uno de los libros más pequeños en el servicio del campo. Muchos centenares de miles de personas han estado afluyendo a la organización visible de Jehová en los últimos años, como él indicó que sucedería. Así es que esto significa que una gran responsabilidad recae sobre todos nosotros para ayudar a estos nuevos a aprender lo que Jehová requiere de ellos, incluso la obra de predicar las buenas nuevas.
6 Por lo tanto, en todas las cosas asegurémonos de que el propósito de Dios es la cosa principal que tenemos presente. Como Noé y su familia, amoldemos nuestra vida a fin de cumplir con la asignación que Jehová nos ha dado. A toda costa permanezcamos en el paraíso espiritual... el arca antitípica que sobrevivirá la destrucción de este sistema. Sí, en todo lo que hacemos queremos estar seguros de que nuestra vida armoniza con el propósito de Dios, para la alabanza de Jehová y para nuestra propia salvación.
Armonizando nuestra vida con el propósito de Dios