Presentando las buenas nuevas... al hacer revisitas
1 Como ministros de las buenas nuevas, se nos manda a hacer discípulos. (Mat. 28:19, 20.) Por lo tanto, el hacer revisitas es una parte vital de nuestra obra de hacer discípulos. Al hacer revisitas estamos visitando a personas que han mostrado interés en el mensaje del Reino. Estas necesitan más alimento espiritual para poder progresar en la verdad. Es preciso que lleguen a estar más conscientes de su necesidad espiritual. (1 Ped. 2:2; Mat. 5:3.) Las revisitas nos permiten satisfacer esta necesidad a medida que ayudamos a las personas a adquirir la sabiduría procedente de la Palabra de Dios.
2 Haga planes de antemano y aparte tiempo para las revisitas. Muchos hacen revisitas después de trabajar de casa en casa. Además, se pueden hacer otros arreglos para esta actividad cada semana. Algunos hallan que al regresar temprano por la noche tienen más probabilidades de encontrar a las personas en casa y en un estado de ánimo más tranquilo, dispuestas a escuchar. ¿Puede apartar tiempo en su horario para hacer revisitas? Si usted persiste en ello, aumentarán muchísimo las probabilidades de que comience un estudio bíblico.
ENFRÉNTESE AL DESAFÍO
3 Las revisitas podrían presentar un desafío para algunos y hacer que se sientan inseguros. ¿Se siente usted así? En este caso, la preparación de antemano podría ser la solución. Puesto que vamos a visitar a los que han mostrado algún interés en el mensaje, ya tenemos una base para empezar la conversación. Es importante mantener un registro exacto del tema que se consideró en la visita inicial. Es más fácil reavivar el interés de la persona por medio de referirse a la conversación anterior y entonces continuar edificando en torno a esta. Anote cualquier comentario de parte del amo de casa que indique cuáles son sus intereses y metas en la vida. Entonces, con la ayuda del libro Razonamiento, prepare información adicional. Saque a colación estos puntos cuando haga la revisita y comparta con el amo de casa lo que usted ha preparado. Esto le mostrará que verdaderamente está interesado en él y lo animará a responder al mensaje de esperanza.
4 Para otros es un desafío hallar en su hogar a la persona interesada. Cierta hermana le dejó las revistas a un señor, pero por los siguientes dos años no pudo hallarlo en casa. Cuando finalmente lo encontró, él dijo que había disfrutado de las revistas y que deseaba continuar recibiéndolas. Pero su horario de trabajo seguía haciendo difícil hallarlo en casa. Finalmente, después de muchos esfuerzos para ponerse en contacto con él, la hermana lo halló en casa de nuevo, dispuesto a conversar. La recibió preguntándole: “¿Qué tengo que hacer para llegar a ser un Testigo?”. El señor estudió y ahora sirve de anciano. El hallar a tales personas trae verdadero gozo. Hace que todos nuestros esfuerzos valgan la pena. Jehová bendijo el esfuerzo de esta hermana. (Ecl. 11:1.) También prestará atención a nuestro trabajo. Podemos disfrutar de bendiciones similares. Pero ¿de dónde podemos recibir ayuda y estímulo adicionales?
5 El superintendente de servicio puede dar ayuda y llevar la delantera de manera excelente en hacer revisitas. Al visitar a los grupos de estudio de libro, puede presentar un discurso sobre la importancia de las revisitas y demostrar cómo empezar estudios bíblicos. Al trabajar con el grupo en el servicio del campo, puede ayudar personalmente a los publicadores a hacer revisitas y comenzar estudios bíblicos. Si usted necesita ayuda en este rasgo del ministerio, pídasela a su superintendente de servicio.
NUESTRO FRUTO
6 Cada persona que se dedica a Jehová debe sentir la responsabilidad de participar en la obra de hacer discípulos. Si nos preparamos bien y regularmente hacemos revisitas eficaces, segaremos fruto que traerá ricas bendiciones tanto a nosotros como ‘a los que nos escuchan’. (1 Tim. 4:16.)