Póngase metas personales para el nuevo año de servicio
1 ¿Está contento con sus logros espirituales? Es bueno seguir progresando espiritualmente, pero esto requiere esfuerzo. El poner metas para sí mismo y para la familia es de gran ayuda. Una meta es el fin u objetivo hacia el cual se dirigen nuestros esfuerzos. Para agradar a Jehová, nuestras metas deben armonizar con Su voluntad. Por lo tanto, hacemos que nuestro modo de pensar sea como el de Jehová, y seguimos tras metas teocráticas, como lo hizo Jesús. (Juan 17:4.) Así hallaremos mayor gozo y satisfacción en la vida al servir a Jehová. (Juan 15:10, 11.)
2 ¿Qué metas ha podido alcanzar al promover los intereses del Reino durante el pasado año de servicio? El hecho de que muchos alcanzaron las metas que se habían puesto se puede notar por la cantidad de los que se bautizaron. Además, decenas de miles de hermanos participaron en el servicio de precursor auxiliar y regular. Muchos hicieron arreglos para servir donde hay mayor necesidad de ayuda. Algunos alcanzaron una meta personal al ser invitados a la Escuela de Galaad, a Betel o a la Escuela de Entrenamiento Ministerial.
METAS QUE PUEDE CONSIDERAR
3 ¿Hay metas apropiadas que quizás pueda alcanzar? Algunas metas excelentes que los nuevos podrían fijarse para progresar espiritualmente son el asistir con regularidad a las reuniones y matricularse en la Escuela del Ministerio Teocrático. Si usted no comenta regularmente en las reuniones, ¿por qué no se pone esa meta? Otros pueden beneficiarse del estudio y la investigación que haga, y la verdad se arraigará más profundamente en usted. (Heb. 10:24, 25.)
4 ¿Llena los requisitos para participar en el ministerio del campo? ¿Lo hace con regularidad? ¿Lee las nuevas publicaciones cuando las recibe, a fin de mantenerse al día con la excelente instrucción que recibimos del esclavo fiel? Si ya ha logrado estas metas, entonces ¿no serían la dedicación y el bautismo metas apropiadas que debería considerar?
5 ¿Conduce usted un estudio bíblico? ¿Ha orado por ayuda para comenzar uno? ¿Ha sido diligente en visitar y ofrecer un estudio bíblico a las personas que han mostrado interés? Si estudia con alguien que llena los requisitos para participar en el servicio del campo, ¿lo está adiestrando en el ministerio?
6 ¿Se ha puesto una meta de horas en el servicio del campo para cada mes? ¿O ha participado en el servicio de precursor auxiliar? Es posible que hasta esté en condiciones de servir de precursor regular y dedicar 90 horas al mes a compartir las buenas nuevas con otras personas. Con el tiempo tal vez tenga el gozo de recibir los beneficios de la instrucción especial que suministra la Escuela del Servicio de Precursor. Los hermanos deberían esforzarse por alcanzar el privilegio de servir como siervos ministeriales o ancianos. (1 Tim. 3:1.)
7 Las metas personales que nos ponemos deberían acercarnos más a Jehová y permitirnos participar más plenamente en hacer su voluntad. Pablo dijo que estaba ‘olvidando las cosas que quedaban atrás y extendiéndose hacia adelante a las cosas más allá’. Nos animó a tener una actitud mental positiva respecto a las metas teocráticas para que “hasta donde hayamos progresado”, sigamos “andando ordenadamente en esta misma rutina”. (Fili. 3:13, 16.)