Presentando las buenas nuevas... con las revistas
1 Eclesiastés 12:12 dice: “El hacer muchos libros no tiene fin”. Esas palabras resultan verdaderas en nuestros días cuando las rotativas de alta velocidad producen la página impresa por millones con el propósito de captar la atención de los lectores. La disponibilidad de tanta información impresa presenta un problema para los publicadores de las buenas nuevas del Reino. ¿Cómo convencer a la gente de que La Atalaya y ¡Despertad! son las revistas de mayor beneficio que se publican hoy?
REVISTAS VALIOSAS
2 Es bueno examinar nuestra actitud personal para con La Atalaya y ¡Despertad! ¿Considera usted estas revistas de gran valor y espera con anhelo cada nuevo número? ¿Aparta tiempo para leer todos los artículos? Si personalmente apreciamos las revistas, nuestro entusiasmo genuino y nuestra convicción sincera nos ayudarán a tener éxito al ofrecerlas a otros.
3 Al igual que nosotros, la gente del territorio necesita la valiosa información que se halla en La Atalaya y ¡Despertad! Nos beneficiamos de los artículos que desenmascararon completamente la iniquidad del clero de la religión falsa y explicaron las advertencias proféticas sobre la inminente destrucción de Babilonia la Grande. El tema “Lo que tenemos que hacer para salvarnos”, de La Atalaya del 15 de septiembre de 1989, dio estímulo práctico sobre nuestra conducta y derrotero en la vida. Artículos recientes en ¡Despertad! han dirigido la atención a la mala administración del medio ambiente por parte del hombre y a las promesas de Dios de hacer de la Tierra un paraíso. ¡Qué abundante suministro de alimento espiritual proveen estas revistas para ayudar a la gente a darse cuenta de su necesidad espiritual!
FAMILIARÍCESE CON LAS REVISTAS
4 ¿Cómo podemos convencer a alguien de que se beneficiará de leer las revistas La Atalaya y ¡Despertad!? Para lograr eso lo mejor es mostrarle un punto específico que sea pertinente y que le interese a la persona. Para hacer eso con eficacia hay que estar bien familiarizado con las revistas y prepararse de antemano. Dicha preparación comienza con la lectura personal de las revistas antes de usarlas en el campo. A medida que lee, esté pendiente de los puntos que pudieran usarse en el ministerio. ¿Por qué no marca esos puntos en su ejemplar personal y entonces repasa sus notas cuando se prepara para el servicio del campo con ese número?
5 A medida que efectúa su lectura personal de La Atalaya y ¡Despertad! sería bueno pensar en los artículos que serán de interés especial para ciertas personas del territorio. ¿Hay temas que quizás interesen a médicos, abogados o maestros? A este respecto, examine los anuncios sobre los artículos en el próximo número de las revistas para que pueda hacer planes por adelantado y pedir ejemplares adicionales que quizás necesite. Algo que también puede ser muy útil es hacer una lista de las personas a quienes desea ofrecer estas revistas.
6 Después de hablar sobre el hacer muchos libros, Eclesiastés 12:12 dice que “el aplicarse mucho a ellos es fatigoso a la carne”. El leer publicaciones mundanas puede ser fatigoso, pues no provee refrigerio espiritual. En contraste, ¡qué agradecidos estamos de poder participar plenamente en distribuir las revistas La Atalaya y ¡Despertad!, las cuales dan honra a Jehová y proclaman su nombre y su Reino! (Pro. 3:9.)