Frankfurt Flughafen... ¿aeropuerto del futuro?
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Alemania Occidental
POR casi ocho años fue el “escenario de la mayor construcción en Europa.” Colosales cantidades de tierra fueron movidas y el hormigón armado echado fue abundante. Allí gradualmente emergió el nuevo Aeropuerto Rhein-Main de Frankfurt.
Conocido como el centro de actividad de Europa, con unos 5.000 vuelos semanales que se extienden a las partes más remotas de la Tierra, el Aeropuerto Frankfurt Rhein-Main o Flughafen es uno de los más grandes del mundo. En Europa ocupa el tercer lugar, después del Heathrow de Londres y el Orly de París. En 1971 más de 10 millones de pasajeros pusieron una tremenda presión sobre los antiguos edificios e instalaciones que entonces se usaban. Así es que fue con considerable alivio que la nueva terminal, proclamada por muchos como el prototipo de diseño de un aeropuerto eficaz y moderno, fue inaugurada en marzo de 1972.
Ventajas y desventajas
De muchas maneras la deslumbrante nueva terminal aérea probablemente hará mucho más fácil las cosas para los viajeros. En vez de extenderse, en una compleja multiterminal, el nuevo Flughafen de Frankfurt está todo bajo un solo techo. ¡La terminal central de cuatro pisos, con aire acondicionado, tiene más de medio kilómetro de largo! Es tan grande que, al caminar por ella, no es raro que un empleado del aeropuerto lo pase en bicicleta. En algunos puntos las “aceras movibles” ayudan a los pasajeros a cubrir las distancias más rápidamente.
Este colosal edificio aloja a las 220 líneas aéreas que sirven a Frankfurt. Del centro de la terminal se extienden cuatro largos embarcaderos como dedos de una mano. Agrupadas alrededor de ellos están las posiciones de estacionamiento para las aeronaves, a fin de que los pasajeros puedan embarcar o desembarcar completamente bajo techo.
Además de los sistemas de apoyo técnico que se requieren para mover las aeronaves sin peligro en el aire y en la tierra, el aeropuerto ofrece muchas de las características de una ciudad de tamaño medio. Hay edificios de oficinas, una oficina postal, departamentos de policía y de bomberos, bancos, casas de baños, peluquería y salones de belleza, salas de conferencias, capillas, un bien equipado hospital con rayos X y quirófano, un supermercado, restaurantes y toda clase de negocios.
El acceso al aeropuerto para los que no tienen automóvil ha sido significativamente mejorado por el nuevo servicio de tren expreso de nueve minutos desde el centro de la ciudad al aeropuerto. El tren puede ser abordado dentro de la terminal aérea a varios pisos debajo de la calle. Sin embargo, el llegar al tren puede ser una tarea formidable cuando las escaleras mecánicas no funcionan, lo cual hasta ahora parece suceder demasiado a menudo.
Para los que llegan al aeropuerto por automóvil, hay un garaje subterráneo de tres pisos, en su mayor parte automatizado, conectado con la terminal. Está construido con capacidad para 6.000 automóviles. Aunque es fácilmente accesible, los motoristas se quejan de que son afectados por los gases nocivos, a pesar del costoso sistema de ventilación.
Además, vastas zonas de esta enorme instalación para estacionamiento están aisladas y sin vigilancia, lo cual contribuye a forzar y robar los automóviles y a cometer otros delitos. Además, los ascensores para llevar a los motoristas sufren su porción de averías, y las escaleras para cuando los ascensores no funcionan con frecuencia están a oscuras debido a luces rotas por actos de vandalismo. Así es que aunque el característico tráfico del aeropuerto y el atascamiento en el estacionamiento han sido aliviados, existen otros inconvenientes.
Dificultades con el equipaje
Las largas hileras se mantienen a un respetable mínimo mediante el uso de más de 240 mostradores para depositar equipajes. Todos están solamente a poca distancia de la entrada de la terminal para facilitar el manejo del equipaje, pero, infortunadamente, no lo eliminan. Todavía se necesitan los mozos de cordel. Además, el aeropuerto provee carritos de autoservicio para el equipaje, pero para el mediodía éstos han sido dispersados por todo el inmenso aeropuerto y hay muy pocos disponibles para servir a los pasajeros que parten.
Aproximadamente el 12 por ciento de los 300 millones de dólares que costó el aeropuerto, (o 36 millones) se gastó para instalar una transportadora de correas de más de 32 kilómetros de largo, operada por computadoras y diseñada para mover un total de 13.000 maletas por hora. Cada maleta debe ser colocada en un trinquete de tamaño uniforme en el mostrador para depositar equipaje. A cada trinquete se le provee una banda que lleva el número clave de su destino. Este número es electrónicamente “leído” por 650 unidades lectoras ubicadas a través del sistema.
En teoría, entonces, los trinquetes portadores del equipaje se mueven a través del sistema, automáticamente, doblando y redoblando, cruzando y entrecruzando, hasta que por fin arriban a los puntos finales de recogida o entrega. En el día de la inauguración del aeropuerto un dignatario gubernamental estuvo presente para hacer los honores de apretar el botón que iba a activar el sistema de equipajes y enviar la primera maleta en su viaje operado por computadoras. Esto fue reportado bajo el despiadado escrutinio de la televisión de todo el país. El momento llegó. El botón fue apretado. Pero, para la gran consternación y bochorno de todos, la maleta no fue a ningún lado. ¡El sistema no funcionó!
Al tiempo de escribir esto, seis meses más tarde, la dificultad aún no ha sido corregida. Sin duda el problema será localizado y por fin el sistema comenzará a funcionar. Mientras tanto, todo el equipaje es despachado por mano; una inversión de 36 millones de dólares yace ociosa; ¡y los pasajeros todavía esperan impacientemente por su equipaje!
Las comunicaciones... fuertes y claras
Al planear el aeropuerto, se dio considerable atención a comunicar instrucciones e información, clara, sencilla y exactamente. Entre otras cosas, se usa un sistema singular de letreros con dibujos que son entendibles (y a veces divertidos) a casi toda persona, prescindiendo de su idioma o de si sabe leer o escribir. Por ejemplo, el letrero para el cuarto de niños es un biberón, y las salidas de emergencia están señaladas con letreros que muestran a un hombre huyendo del fuego. El sistema está basado en una serie de letreros que fueron desarrollados para usarlos en los Juegos Olímpicos de 1972 en Munich, Alemania.
La información sobre la llegada y salida de los vuelos es anunciada en 216 excelentes tableros de información, automatizados, fáciles de leer, esparcidos por toda la terminal. En los salones de salida, se pueden anunciar simultáneamente 120 vuelos. Una unidad central que clasifica la información opera los tableros. Estos despliegues visuales están apropiadamente suplementados por un sistema de audio de 6.000 altavoces especialmente diseñados y estratégicamente ubicados, que pueden ser fácilmente oídos y entendidos.
Por supuesto, el mejor sistema audiovisual del mundo no es consolador para los pasajeros cuando éste anuncia que hay retraso en los vuelos. Algunos retrasos son comprensibles... el tiempo, manutención, la búsqueda para evitar secuestros, y así por el estilo. Pero recientemente los reguladores del tráfico aéreo sometieron las operaciones de vuelo a un “aflojar el paso” debido a una disputa laboral entre los reguladores y el gobierno alemán. Las líneas aéreas e indirectamente el público que viaja llegaron a ser las víctimas.
Tecnología y el factor humano
Hay que reconocer que el Flughafen Rhein-Main ciertamente es nuevo y, como todas las estructuras e instalaciones nuevas, requiere un período de ajuste. Pero parece que este moderno aeropuerto, con tanto para recomendar, está teniendo más que su porción en problemas de ajuste. Y, en vez de ir desapareciendo, tal parece que los problemas van en aumento.
Lo que sí emerge de la experiencia del aeropuerto hasta ahora es que, a pesar de las elevadas esperanzas y planes y de la mera vastedad del proyecto, la tecnología no es y nunca será la respuesta a todo. Esta tiene sus limitaciones y sus fallas, tal como la tienen los 25.000 humanos que se necesitan para proveer de personal al nuevo aeropuerto.
Pero sea que el Flughafen Rhein-Main de Frankfurt sea un éxito o un fracaso, o un poco de ambos, dejaremos que el viajero decida por sí mismo la próxima vez que pase por aquí.