BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g91 8/4 págs. 16-18
  • ¿Cómo puedo ser un ejemplo para mis hermanos menores?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Cómo puedo ser un ejemplo para mis hermanos menores?
  • ¡Despertad! 1991
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • En el hogar
  • En la escuela
  • Pon el ejemplo en la adoración
  • ¿Por qué tengo que ser un ejemplo para mis hermanos menores?
    ¡Despertad! 1989
  • ¿Por qué me tocó ser el pequeño de la casa?
    ¡Despertad! 1992
  • ¿Por qué tengo que hacer las paces con mis hermanos?
    Los jóvenes preguntan
  • ¿Cómo puedo llevarme bien con mis hermanos?
    ¡Despertad! 2010
Ver más
¡Despertad! 1991
g91 8/4 págs. 16-18

Los jóvenes preguntan...

¿Cómo puedo ser un ejemplo para mis hermanos menores?

PAUL sabía que a su hermano menor le gustaba mucho ver la televisión. Así que un día se sorprendió cuando le vio apagar el televisor a la mitad de un programa. ¿Por qué lo había hecho? Su hermano le explicó: “No era un programa limpio. Sabía que tú habrías apagado el televisor, así que lo apagué yo mismo”.

Sin siquiera darse cuenta, Paul había puesto un buen ejemplo para que su hermano menor lo siguiera. ¿Tienes tú hermanos menores? Entonces lo que dices y haces también puede influirles. El libro Sibling Rivalry (Rivalidad entre hermanos), de Seymour V. Reit, observa: “El impulso de imitar a un hermano mayor es increíblemente fuerte y dirige gran parte de las acciones de un niño. Los hermanos mayores son dechados naturales”.

De modo que, te guste o no, el que seas mayor que tus hermanos y más responsable probablemente hará que se fijen en ti. Puede que traten de copiar tu forma de decir y hacer las cosas. Hay que reconocer que ser siempre un ejemplo para tus hermanos puede parecer a veces una responsabilidad pesada.a “Yo soy el ejemplo para todos los demás —se queja una adolescente llamada Linda—. Mi madre me dice que por eso tengo que llevar bien mis estudios escolares [...]. Es demasiada responsabilidad.” Y si vives en un hogar monoparental, la presión puede ser aún mayor. “Soy prácticamente su padre”, escribió un muchacho acerca de sus hermanos menores.

Sin embargo, ser el hermano o la hermana mayor tiene sus ventajas pues, en primer lugar, te permite ejercer una buena influencia en la vida de tus hermanos. Veamos cómo.

En el hogar

Un proverbio antiguo dice: “Con sabiduría se edifica la casa, y con discernimiento resulta firmemente establecida”. (Proverbios 24:3.) Por supuesto, la responsabilidad de edificar tu hogar y convertirlo en un lugar donde reine la paz y la cordialidad recae principalmente en tus padres. Pero si tú muestras un poco de sabiduría y discernimiento, puedes contribuir mucho a la felicidad de tu familia.

Por ejemplo, ¿cómo reaccionas cuando mamá o papá te pide que saques la basura u ordenes tu habitación? ¿Cooperas y obedeces? ¿O te rebelas y les contestas con falta de respeto? En ese caso, no te sorprenda que tus hermanos también empiecen pronto a contestar mal. El comportamiento que manifiesta sabiduría y discernimiento es el que señala Proverbios 1:8: “Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la ley de tu madre”.

Por supuesto, es posible que tengas una causa legítima de queja. Una chica de dieciocho años se lamentó: “No creo que mi madre otorgue suficiente responsabilidad a mis dos hermanos. Yo soy la responsable de todo: las tareas de la casa, poner el ejemplo, todo”. Puede que en cierto modo tenga razón. Pero, en lugar de rebelarse, ¿no es mejor hablar del asunto con tus padres de forma calmada y respetuosa? Puedes decirles cómo te sientes y lo que crees que podría mejorar la situación. Si te comunicas con tus padres de forma franca y abierta, no solo haces que la vida te sea más agradable sino que también enseñas a tus hermanos menores cómo zanjar los desacuerdos con madurez.

No obstante, después de hablar con tus padres, ellos son los que tienen la última palabra. De modo que acepta con agrado su decisión y así también pondrás un buen ejemplo a tus hermanos.

Las disputas acaloradas debido a las tareas domésticas con frecuencia se pueden evitar si tomas la iniciativa. En otras palabras, ¿tienen siempre que decirte que no dejes la ropa tirada por el suelo, o colocas todo en su sitio sin que tengan que recordártelo? Tu ejemplo mudo en este aspecto puede contribuir mucho a que un hermano o hermana menor aprenda que en la familia cada uno debe llevar su propia carga de responsabilidad para que todo transcurra sin asperezas. (Compárese con Gálatas 6:5.)

En la escuela

“Odio la escuela.” “No entiendo por qué tengo que ir. No aprendo nada.” “En cuanto pueda, dejo los estudios.” Muchas veces se oye a los jóvenes expresar esos pensamientos negativos sobre la escuela. ¿Te oyen hablar así tus hermanos menores? ¿Ven que haces novillos o te saltas clases? Ese proceder fácilmente podría afectar su actitud hacia la escuela.

Para poner un buen ejemplo has de cultivar una actitud sana y positiva hacia la escuela. Quizás no resulte fácil, pero recuerda: aplicarte en los estudios puede ayudarte en tu desarrollo mental y espiritual. Al mismo tiempo, te ayuda a desplegar habilidades que te permitirán ganarte el sustento cuando seas adulto. El libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas tiene una sección titulada “La escuela y el empleo”b con información útil que puede serte práctica para mejorar tu actitud hacia los estudios.

La actitud positiva que tengas hacia la escuela seguro que se transmite a tus hermanos menores. Además, si muestras interés personal en sus notas y en sus deberes —ofreciéndote para ayudarles de vez en cuando— puedes contribuir mucho a fomentar su desarrollo académico. Pero ¿y tu comportamiento en la escuela? ¿Cómo tratas a los maestros, los consejeros y los administradores escolares? ¿Eres sarcástico y polemista o pones un buen ejemplo por respetar su autoridad? (Compárese con Tito 3:1, 2.)

Tus hermanos también observarán la clase de amigos que escoges. Si empiezas a relacionarte con los que gozan de aceptación en este mundo, pronto puedes descubrir que has perdido la aprobación de Dios. El texto bíblico de 1 Corintios 15:33, citado con mucha frecuencia, advierte: “No se extravíen. Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. Al mismo tiempo, podrías sentar un precedente peligroso para tus hermanos. Un joven que había sido criado por una madre cristiana decidió rechazar los caminos de Dios y empezó a salir con un grupo de jóvenes drogadictos. Pronto él también se hizo drogadicto. Como temía que su hermano menor siguiera sus pasos, le advirtió: “¡No empieces tú a tomar drogas!”. Pero sus acciones influyeron más en su hermano que sus palabras, y este pronto siguió el mismo proceder incorrecto. Seguro que tú no querrías llevar en tu conciencia la carga de saber que has sido una piedra de tropiezo para tu propio hermano o hermana. (Compárese con Mateo 18:7.)

Pon el ejemplo en la adoración

Para los jóvenes cristianos es sumamente importante poner un buen ejemplo en cuestiones relacionadas con la adoración. Tu seriedad, reverencia y habla edificante no solo regocijará el corazón de tu Padre celestial sino que también puede grabar una impresión duradera en tus hermanos menores. (Proverbios 27:11.)

Para ilustrarlo: A algunos jóvenes testigos de Jehová les resulta difícil participar en la predicación pública. (Mateo 24:14; 28:19, 20.) Igual que el Jeremías de la antigüedad, algunos se sienten incapacitados. (Compárese con Jeremías 1:6.) Otros hasta pueden sentirse avergonzados de que sus amigos los vean participar en esta obra salvadora. ¿Pudiera ser que tus hermanos se retraigan de predicar por actitudes negativas como esas? En ese caso, trata de tener tú un punto de vista positivo sobre esta obra y esfuérzate por salir a predicar con tu familia de forma regular. Cuando tus hermanos vean que esta obra te produce felicidad y satisfacción, puede que quieran imitar tu fe. (Compárese con Hebreos 13:7.)

Considera el ejemplo de una adolescente llamada Crystal. Ella explica: “Me he puesto la meta personal de ser precursora auxiliar por lo menos dos meses cada año durante el verano”.c ¿Qué efecto ha tenido su celo en su hermano menor? Crystal dice: “Desde que empecé mi hermano de doce años ha dedicado más tiempo a la obra de predicar”.

La reuniones cristianas te dan otra oportunidad de poner un buen ejemplo. Puesto que la asistencia regular es un requisito bíblico (Hebreos 10:24, 25), ¿por qué no enseñas a tus hermanos a organizarse y disciplinarse para que terminen sus deberes escolares a tiempo de poder asistir a las reuniones? También pueden aprender a disfrutar más de las reuniones si ven que tú siempre estás bien preparado y te esfuerzas por participar.

Vivir de acuerdo con los requisitos de Dios no es fácil. Pero Dios exige que todos los jóvenes cristianos ‘se hagan ejemplos en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad’, sea que tengan hermanos menores o no. (1 Timoteo 4:12.) ¿Por qué no empezar en casa? Esta actitud puede cambiar mucho no solo la vida de tus hermanos sino también la tuya.

[Notas a pie de página]

a Véase el artículo “¿Por qué tengo que ser un ejemplo para mis hermanos menores?” publicado en la revista ¡Despertad! del 22 de octubre de 1989.

b Publicado por la Sociedad Watchtower Bible and Tract de Nueva York, Inc.

c Entre los testigos de Jehová, un precursor auxiliar dedica sesenta horas durante un mes a la obra de evangelizar.

[Ilustración en la página 18]

La forma en que tratas a tus padres puede influir en cómo los tratan tus hermanos menores

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir