De nuestros lectores
Sarcasmo Agradecí mucho el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Qué hay de malo en ser sarcástico?” (22 de septiembre de 1991). He tenido ese problema durante muchos años. En cierto modo lo hacía por hacer gracia, pero cuando miro atrás me doy cuenta de que también era un mecanismo de defensa que escondía un complejo de inferioridad de hace tiempo. Sin embargo, después de leer este artículo, me he propuesto librarme de este hábito perjudicial y a veces dañino.
C. T., Inglaterra
Prestar atención a los avisos del cuerpo El año pasado permanecí hospitalizada tres meses por problemas de ovarios. Tuve varios avisos a través de los años, pero no hice mucho caso. Cuando finalmente acudí al hospital, me enteré de que tenían que intervenirme de inmediato. Si en aquel entonces hubiera tenido su artículo “Preste atención a los avisos del cuerpo” (8 de octubre de 1991), puede que hubiera tenido el valor de ir al médico antes.
M. U., Japón
Aire acondicionado Me llamó la atención el artículo “¿Necesita usted aire acondicionado?” (22 de junio de 1991), puesto que he trabajado en el mantenimiento de acondicionadores de aire por más de treinta y cinco años. En la década de los cincuenta, cuando tuve que aprender por primera vez mi oficio, estudiamos el tema de los Btu durante varios días. Pero ustedes lo explicaron de modo muy sencillo y entendible en tan solo un párrafo. Me hubiera gustado tener el artículo en aquel entonces.
A. D., Estados Unidos
Controversia respecto a la sangre Acabo de leer el artículo sobre Wyndham Cook titulado “Esta noche estarás muerto” (22 de agosto de 1991). Nunca un artículo me había llegado al corazón de este modo. Oro por que Jehová cuide de sus padres y para que todos sigamos el ejemplo de fe fuerte que ha puesto este joven.
J. T., Estados Unidos
Yo mismo tengo quince años, y es animador saber que jóvenes cristianos han mostrado tal devoción a Dios. Se me saltaron las lágrimas cuando leí acerca de la excelente pelea por la fe que realizó Wyndham Cook, y oro para que me pruebe tan fiel como él si me encuentro en una situación similar.
D. L., Estados Unidos
Trastos Gracias por su artículo “Cuando los trastos se acumulan” (8 de agosto de 1991). He luchado contra los trastos la mayor parte de mis cuarenta y cuatro años, y cualquier ayuda que consiga es útil. Gracias por sugerencias tan prácticas.
C. R., Estados Unidos
Primero leyó el artículo mi esposo, e insinuó que nuestra casa estaba llena de trastos. Hicimos la limpieza de primavera hace poco, y pensaba que nuestra casa nunca había tenido mejor aspecto. Pero entonces llegó mi turno para devorar el artículo. ¡Cuánto me reí cuando me di cuenta de la verdadera condición de mi casa! Su artículo me ayudó a deshacerme de montones de trastos. Gracias.
S. C., Estados Unidos
Desempleo Quiero agradecerles de todo corazón la serie de artículos “Cómo hacer frente a la pérdida del empleo” (8 de agosto de 1991). Mi esposo perdió su empleo de repente hace un año, y aún no ha logrado encontrar otro igual. Todo eso ha supuesto un desafío para nosotros. Gracias por darnos siempre unas palabras de consuelo.
R. S., Brasil
Construcción internacional Nos encantó recibir el artículo “¡Hay que participar!” (22 de abril de 1991). Llegó justo una semana antes de que mi esposa y yo fuéramos a servir de voluntarios a un proyecto de construcción de la Watch Tower en Colombia. El artículo nos dio una vislumbre de lo que nos esperaba. Además, pudimos distribuir muchos ejemplares de la revista entre la familia, los patronos, personas interesadas y estudios bíblicos antes de marchar. Les ayudó a comprender mejor el trabajo en que tenemos el privilegio de participar.
T. G., Estados Unidos