El papiro en el primer siglo
● El papiro fue el material en el cual se escribieron las Escrituras Griegas Cristianas. Hecho de la médula blanca del papiro, era resistente y sin embargo relativamente barato. Por esta razón se usaba universalmente en los días de Jesús y sus apóstoles. Camden M. Cobern, en su libro The New Archeological Discoveries, notó algunos hechos interesantes en cuanto al papiro de aquel tiempo. Dijo: “El tamaño ordinario de una hoja de papiro en los días de los apóstoles era de aproximadamente trece por veinticinco centímetros, y el de calidad corriente a menudo se vendía en rollos de quizás veinte hojas; el precio de una hoja era de poco más de veinticinco centavos de dólar. Aunque la anchura del papiro más barato solo era de aproximadamente quince centímetros, uno de mejor calidad que se llamaba Charta Livia . . . era de veinte centímetros o más de anchura; y el de calidad más elevada, llamado Hieratica . . . , medía aproximadamente veinticuatro centímetros de ancho. . . . Se duda que algún escritor del Nuevo Testamento haya usado durante su vida el papiro de calidades superiores, y puede considerarse como un hecho absolutamente establecido que cada libro del Nuevo Testamento se escribió en las calidades medias o inferiores. Pero en todos los años desde que entró en uso común el papel de lino —en el octavo o noveno siglo de nuestra era— nunca ha sido honrado como los humildes papiros de aquél primer siglo que recibieron los autógrafos de los apóstoles y evangelizadores al contar la historia del Hombre de Nazaret, ‘Un hombre pobre que trabajó afanosamente con los pobres.’”