Marcos 1
Video Información sobre Marcos
Evangelio de Marcos: algunos sucesos importantes
El desierto
La ropa y la apariencia de Juan el Bautista
Langostas
Miel silvestre
Sandalias
El río Jordán
Vista panorámica del valle de Jezreel
El desierto de Judea, al oeste del río Jordán
Animales salvajes del desierto
Echar las redes de mano
Peces del mar de Galilea
Sinagoga en Capernaúm
Marcos 4
Candelero de uso doméstico
Barca de pesca del siglo primero
Restos de una barca de pesca galilea
Jesús calma la tormenta
Marcos 5
Peñascos en la orilla oriental del mar de Galilea
Marcos 6
Bastón y bolsa de provisiones
Canastas o cestas
El mercado
Marcos 8
Moneda acuñada por Herodes Antipas
Marcos 9
Monte Hermón
Monte Hermón visto desde la reserva natural del valle de Hula
Piedra superior y piedra inferior de un molino
Valle de Hinón en la actualidad
Sal a la orilla del mar Muerto
Marcos 10
Perea, al este del Jordán
Marcos 11
Betfagué, monte de los Olivos y Jerusalén
Burro
Marcos 12
Lagar
Tiberio César
El mercado
Asientos del frente en la sinagoga
Lugares destacados en las cenas
Las arcas del tesoro y la viuda
Marcos 13
Piedras del monte del templo
Monte de los Olivos
Marcos 14
Frasco de alabastro
Cena de la Pascua
El cuarto de arriba
Vid
Marcos 15
El Sanedrín
Hueso del talón atravesado por un clavo
Tumba
Marcos 16
Códice sinaítico: conclusión del Evangelio de Marcos
Códice vaticano: conclusión del Evangelio de Marcos
Sandalias
Sandalias
En tiempos bíblicos, las sandalias se hacían con suelas de cuero, de madera o de otro material fibroso que se ataban al pie con correas de cuero. A veces se usaban como parte de un gesto simbólico en ciertas transacciones o para ejemplificar alguna idea. Así, de acuerdo con la Ley, una viuda debía quitarle una sandalia al hombre que se negara a realizar el matrimonio de cuñado, y la familia de él pasaba a ser llamada con desprecio La Casa de aquel a quien se le Quitó la Sandalia (Dt 25:9, 10). Para legalizar el traspaso de una propiedad o del derecho de recompra, uno tenía que quitarse una sandalia y dársela a la otra persona (Rut 4:7). Llevarle o desatarle las sandalias a alguien se consideraba una tarea humilde que a menudo realizaban los esclavos. Juan el Bautista se refirió a esta costumbre para indicar que era inferior al Cristo.