1 Samuel
“Mi corazón sí se alboroza en Jehová,+
mi cuerno realmente está ensalzado en Jehová.*+
Mi boca está ensanchada contra mis enemigos,
porque de veras me regocijo en la salvación procedente de ti.+
3 No hablen ustedes muy altivamente tanto,
no salga nada desenfrenado de su boca,+
5 Los saciados tienen que alquilarse por pan,+
pero los hambrientos realmente cesan [de tener hambre].+
Hasta* la estéril ha dado a luz siete,+
pero la que abundaba en hijos se ha marchitado.+
7 Jehová es Uno que empobrece+ y Uno que enriquece,+
Uno que abate, también Uno que ensalza,+
8 Uno que levanta del polvo al de condición humilde;+
del pozo de cenizas alza a un pobre,+
para hacer que se sienten con nobles; y un trono de gloria+ les da como posesión.+
Porque a Jehová pertenecen los apoyos de la tierra,+
y sobre ellos coloca la tierra productiva.*
9 Él guarda los pies de sus leales;*+
en cuanto a los inicuos, son reducidos a silencio en oscuridad,+
10 En cuanto a Jehová, los que contiendan contra él serán aterrorizados;+
contra ellos* él tronará en los cielos.+
Jehová mismo juzgará los cabos de la tierra,+
para dar fuerza a su rey,+
11 Entonces Elqaná se fue a Ramá, a su casa;* y en cuanto al muchacho, él llegó a ser ministro*+ de Jehová delante de Elí el sacerdote.
12 Ahora bien, los hijos de Elí eran hombres que no servían para nada;*+ no reconocían a Jehová.+ 13 En cuanto al debido derecho de los sacerdotes de parte* del pueblo,+ cuando cualquier hombre estaba ofreciendo un sacrificio, venía un servidor del sacerdote con el tenedor de tres puntas en la mano, justamente cuando la carne estaba hirviendo,+ 14 y lo metía de repente en la fuente o en la olla de dos asas o en la caldera o en la olla de un mango. Cualquier cosa que el tenedor sacaba, el sacerdote lo tomaba para sí.* De esa manera solían hacer en Siló a todos los israelitas que venían allí.*+ 15 También, antes que siquiera pudieran hacer humear la grasa,+ venía un servidor del sacerdote y decía al hombre que ofrecía el sacrificio: “Da carne para asarla para el sacerdote, sí, para que él reciba de ti, no carne cocida, sino cruda”.+ 16 Cuando el hombre le decía: “Que estén seguros de hacer humear la grasa primero.+ Entonces toma para ti lo que sea que tu alma desee con vehemencia”,+ él realmente decía: “No,* sino que debes darla ahora; y, si no, ¡tendré que tomarla por la fuerza!”.+ 17 Y el pecado de los servidores* llegó a ser muy grande ante Jehová;+ porque los hombres trataban la ofrenda de Jehová con falta de respeto.+
18 Y Samuel estaba ministrando+ delante de Jehová, como muchacho, y tenía ceñido un efod de lino.+ 19 También, su madre solía hacerle una vestidura pequeña sin mangas, y se la traía de año en año cuando subía con su esposo para sacrificar el sacrificio anual.+ 20 Y Elí bendijo+ a Elqaná y a su esposa y dijo: “Que Jehová te asigne prole de esta esposa en lugar de la cosa prestada, que fue prestada a Jehová”.*+ Y se fueron a su* lugar. 21 En conformidad, Jehová dirigió su atención a Ana,+ de modo que ella tuvo gravidez y dio a luz* tres hijos y dos hijas.+ Y el muchacho Samuel continuó creciendo con Jehová.+
22 Y Elí era muy viejo, y había oído+ de todo lo que sus hijos seguían haciendo+ a todo Israel, y que se acostaban con las mujeres+ que servían* a la entrada de la tienda de reunión.*+ 23 Y solía decirles:+ “¿Por qué siguen haciendo cosas como estas?+ Pues las cosas que estoy oyendo acerca de ustedes de parte de todo el pueblo son malas.*+ 24 No,+ hijos míos, porque no es bueno el informe que estoy oyendo, que el pueblo de Jehová está haciendo circular.+ 25 Si peca un hombre contra un hombre,+ Dios decidirá como árbitro por él;+ pero si es contra Jehová contra quien peca un hombre,+ ¿quién hay que pueda orar por él?”.+ Pero ellos no escuchaban la voz de su padre,+ porque a Jehová ahora le agradaba darles muerte.+ 26 Mientras tanto, el muchacho Samuel iba creciendo y haciéndose más agradable,* tanto desde el punto de vista de Jehová como del de los hombres.+
27 Y un hombre de Dios*+ procedió a venir a Elí y a decirle: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘¿No es un hecho que yo me revelé a la casa de tu antepasado mientras ellos se hallaban en Egipto como esclavos* para la casa de Faraón?+ 28 Y hubo un escogerlo* para mí de todas las tribus de Israel,+ para que hiciera trabajo de sacerdote* y subiera sobre mi altar+ para hacer ascender en espirales el humo de sacrificios,* para que llevara un efod delante de mí, para que yo diera a la casa de tu antepasado todas las ofrendas de los hijos de Israel hechas por fuego.+ 29 ¿Por qué siguen ustedes pateando mi sacrificio+ y mi ofrenda que yo he mandado [hacer en mi] morada,*+ y tú sigues honrando a tus hijos más que a mí, engordándose ustedes*+ de lo mejor de toda ofrenda de Israel mi pueblo?*+
30 ”’Por eso la expresión de Jehová el Dios de Israel es: “De veras dije yo: En cuanto a tu casa y la casa de tu antepasado, andarán delante de mí hasta tiempo indefinido”.+ Pero ahora la expresión de Jehová es: “Es inconcebible, por mi parte, porque a los que me honran+ honraré,+ y los que me desprecian serán de poca monta”.+ 31 ¡Mira! Vienen días en que ciertamente cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu antepasado, de modo que no llegue a haber viejo en tu casa.+ 32 Y realmente mirarás a un adversario [en mi] morada, en medio de todo el bien que se hace a Israel;+ y nunca llegará a haber un viejo en tu casa. 33 Y, sin embargo, hay un hombre tuyo que no cortaré de estar junto a mi altar para hacer fallar tus* ojos y causar languidez a tu* alma; pero, en su mayoría, todos los de tu casa morirán por la espada de los hombres.*+ 34 Y esta es para ti la señal que les vendrá a tus dos hijos, Hofní y Finehás:+ En un mismo día ambos morirán.+ 35 Y yo ciertamente levantaré para mí un sacerdote fiel.+ En armonía con lo que está en mi corazón y en mi alma obrará él; y ciertamente le edificaré una casa duradera,* y él ciertamente andará delante de mi ungido*+ siempre.* 36 Y tiene que suceder que cualquiera que quede+ en tu casa vendrá y se inclinará ante él por el pago de dinero y un pan redondo, y ciertamente dirá: “Agrégame, por favor, a uno de los oficios sacerdotales para comer un pedazo de pan”’”.+