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Ayude a otros a progresar en el ministerioMinisterio del Reino 1985 | julio
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avanzada y los que tienen cónyuges incrédulos. ¿Puede apartar tiempo para trabajar con ellos en el servicio del campo? (1 Ped. 1:13; Ecl. 4:9, 10.) Se presenta una excelente oportunidad para hacerlo al participar en la actividad con las revistas el segundo y cuarto sábados del mes.
4 Ustedes, los precursores, están en posición excelente de prestar ayuda. Sus experiencias animadoras pueden influir positivamente en otros (Hech. 15:3). ¿Por qué no hace arreglos para que un publicador le acompañe a un estudio bíblico o a una revisita? Al hacer estos arreglos, asegúrese de hacer saber al publicador qué punto espera considerar para que él pueda tomar parte en la conversación. Su actividad celosa relacionada con la predicación de las buenas nuevas del Reino de Dios animará a otros a hacer lo mismo.
5 Los ancianos no solo tienen el privilegio de dar un ejemplo de celo al proclamar el Reino, sino también de ayudar a sus hermanos y hermanas a mejorar sus aptitudes en este servicio. Los conductores de Estudio de Libro de Congregación y el superintendente de servicio pueden repasar de vez en cuando las tarjetas de Registro de Publicador de la Congregación para enterarse de cualesquier tendencias que estén desarrollándose con respecto al servicio del campo de la persona. Así, estarán en buenas condiciones de ayudar a adiestrar a los proclamadores del Reino para que se hagan expertos en varias facetas del servicio. Pueden ayudar a los miembros del rebaño a combatir el desánimo que se debe a trabajar en territorio difícil o a problemas de la vida que quizás interfieran con su servicio. Deben programarse reuniones regulares para el servicio del campo que sean convenientes para los publicadores, y pueden hacerse arreglos especiales de servicio para los días de fiesta. Los ancianos deben estar alerta a las necesidades de la congregación a este respecto.
EL AYUDAR A OTROS PRODUCE GOZO
6 Da mucha satisfacción y gozo ayudar a alguien a participar de lleno en la predicación del Reino (Neh. 8:10). ¡En estos últimos días, aproveche toda oportunidad para ayudar a otros a experimentar con usted el gozo de trabajar hombro a hombro en unidad cristiana! (Sof. 3:9.)
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Efectúese una distribución más extensa de ¡Despertad!Ministerio del Reino 1985 | julio
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Efectúese una distribución más extensa de ¡Despertad!
1 De vez en cuando ¡Despertad! presenta artículos que tratan sobre temas de interés especial para ciertos grupos de personas. Aunque no se haya organizado la distribución extensa de estos números en particular, si usted está alerta al posible interés que estos pueden suscitar en su territorio, podría efectuar una distribución más amplia de la información valiosa.
2 Por ejemplo, el número del 8 de agosto de 1985 de ¡Despertad! tiene una serie de artículos sobre el delito, las causas de este y la solución. Estos artículos deberían ser de interés especial a los policías, los abogados, los jueces, el personal de los tribunales, los oficiales de las cárceles, los oficiales judiciales encargados de vigilar a los delincuentes bajo libertad condicional y otros funcionarios encargados de hacer que se cumpla la ley.
3 El número del 8 de septiembre de 1985 de ¡Despertad! presentará una serie de artículos sobre los problemas con la lectura, y dará sugerencias en cuanto a cómo mejorar la aptitud de uno para leer. Tal vez se presenten oportunidades para distribuir esta revista a los maestros y otras personas especialmente interesadas en la educación. Quizás los Testigos jóvenes que son estudiantes deseen participar en la distribución de este número.
4 Muchos han tenido buen éxito en colocar en manos de la gente los números sueltos de ¡Despertad!, pues han estado alerta para ofrecer artículos seleccionados a grupos específicos de personas a quienes más probablemente les interesaba esa información en particular. Esperamos que este recordatorio le ayude a efectuar una distribución más extensa de ¡Despertad! en su territorio personal.
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Presentando las buenas nuevas... con discernimientoMinisterio del Reino 1985 | julio
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Presentando las buenas nuevas... con discernimiento
1 “Un hombre de discernimiento es sereno de espíritu” (Pro. 17:27). A menudo, cuando participamos en nuestra actividad de predicar, se confirma la sabiduría contenida en estas palabras. Por ejemplo, puede que nos topemos con un letrero que diga en inglés: “No Soliciting”. O quizás se nos pida que salgamos de un edificio en que hemos estado predicando. En otros lugares, tal vez un portero o un administrador rehúse concedernos entrada en un edificio. ¿Qué podemos hacer en estos casos?
2 “No Soliciting.” Nuestra obra de predicar las buenas nuevas y dejar literatura en manos de la gente por una contribución voluntaria para sufragar el costo de impresión no constituye venta ni recaudación de fondos. Sin embargo, algunas personas se oponen a nuestra predicación y la llaman petición de dinero o venta. Si esto sucede, amablemente podemos explicar que nuestra obra no es comercial, que es una obra misional y evangelizadora, y que somos ministros. Al explicar esto, nuestra habla debe ser ‘siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepamos cómo debemos dar una respuesta a cada uno’ (Col. 4:6). Si se hace valer lo que dice tal letrero o personas autorizadas insisten en que no se desea nuestra presencia en el edificio, debemos abandonarlo tranquilamente y tal vez procurar predicar allí en otra ocasión.
3 “Se le pide que salga del edificio.” Si se pide a un publicador que salga de un edificio donde ha estado predicando, prudentemente puede mostrar que su obra es de índole religiosa, sumamente importante y que es un servicio al público. Si a lo que se objeta es a que se visite durante el domingo, procure hacer arreglos para volver otro día. Si, después de hablar con calma a la persona, se le manda salir, debe hacerlo. No es sensato insistir en los derechos de uno y crear más conmoción o hasta contribuir a que se le arreste innecesariamente. El publicador puede volver en otra ocasión, si le parece prudente, o escribir una carta personal que dé un testimonio a los que viven allí. Si vuelve, el discernimiento quizás dicte que solo llame a unas cuantas puertas o casas. Entonces, que vuelva después a visitar a unas cuantas más. Si guarda un registro exacto de todos los residentes, puede que con el tiempo llegue a testificar a todos.
4 “Se niega la entrada a un edificio.” El discernimiento exige que se preste atención a las palabras de Proverbios 15:1: “Una respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero una palabra que causa dolor hace subir la cólera”. Así que, como ya se ha mencionado, por lo general, lo mejor es no insistir en los derechos de uno. No obstante, en algunos lugares en los que se nos niega entrada, si se hace una cita para hablar con el encargado del edificio y se le explica nuestra obra, quizás se nos otorgue el permiso para predicar en él. También, tal vez sea posible entrar en el edificio o en la zona valiéndonos de algún medio normal y legal, y visitar a una familia o más a la vez de un modo que no llame la atención de los que se oponen. Por supuesto, esto debe hacerse de manera discreta. En todo tiempo debe mantenerse la dignidad de nuestra obra para que se “hagan todas las cosas para la gloria de Dios”. (1 Cor. 10:31.)
5 “Tienen que predicarse las buenas nuevas” (Mar. 13:10). A medida que nos acercamos al fin de este sistema, es de esperar que Satanás siga haciendo que nos sea más difícil llegar a las personas que son mansas como ovejas. Seamos discernidores cuando predicamos para que podamos llevar a tantas personas como sea posible la esperanza que ofrece la Palabra de Dios.
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