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  • Sobreviviendo a un mundo ‘sin gratitud’
    La Atalaya 1958 | 15 de julio
    • Sobreviviendo a un mundo ‘sin gratitud’

      “Pero conoce esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos y difíciles de manejar. Porque los hombres serán amantes de sí mismos, amantes del dinero, presuntuosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a sus padres, sin gratitud”—2 Tim. 3:1, 2.

      1. ¿Quién predijo qué falta de aprecio en nuestro día?

      JEHOVÁ Dios previó la plaga mortífera de ingratitud que recorre la tierra en estos últimos días críticos antes del Armagedón. Él inspiró al apóstol Pablo para que advirtiera tocante a ello hace 1,900 años, para que los hombres que tuviesen aprecio sobrevivieran al fin de un mundo sin gratitud. “Pero conoce esto,” escribió Pablo, “que en los últimos días se presentarán tiempos críticos y difíciles de manejar. Porque los hombres serán amantes de sí mismos, amantes del dinero, presuntuosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a sus padres, sin gratitud, sin bondad amorosa, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores sin dominio de sí mismos, feroces, sin amor de la bondad, traicioneros, porfiados, hinchados de estimación propia, amantes de placeres más bien que amantes de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa pero mostrándose falsos a su poder; y de éstos aléjate.” (2 Tim. 3:1-5) La ingratitud es lo diametralmente opuesto al aprecio. La profecía muestra a los hombres tal como los hallamos hoy día, faltos de aprecio a Dios, a la adoración pura, al amor verdadero y a la obediencia a los padres y, contrariamente, recalcando en sumo grado el valor de ellos mismos los placeres y el dinero. ¡Cuán acertadamente predijo la Biblia con su historia escrita de antemano los hechos presentes! Ahora los hombres honrados tienen que alejarse del mundo sin gratitud con el fin de sobrevivir a su fin próximo.

      2. (a) ¿Qué es aprecio? (b) Para expresarlo, ¿qué se requiere?

      2 Para alejarse de un mundo de ingratos hay que cultivar aprecio a todo lo que es bueno, recto y que le agrada a Dios. Aprecio verdadero es mucho más que sólo gratitud. La palabra “apreciar” tiene como segunda acepción “reconocer y estimar el mérito de las personas o de las cosas,” ‘tenerlas por buenas y dignas de afecto y alabaza.’ Pero su primera acepción es la de “poner precio o tasa a las cosas vendibles.” (Diccionarios Academia Real y PAL-Las) El apreciar algo es estimar hasta el cabo su valor; tener un sentimiento confortante de satisfacción y aprobación en cuanto a ello. El aprecio implica el reconocer una cosa o estar informado de ella por medio de la percepción de los sentidos. A menudo la delicadeza de percepción está implicada en el aprecio. La expresión “apreciación musical” o “aprecio a las bellas artes” adquiere ahora un significado más cabal. Pensamos también que cuando un banco envía a un tasador para fijar un valor justo a ciertos bienes raíces el tasador tiene la responsabilidad de decidir cuánto aprecio financiero debe mostrársele a la propiedad; el tasador es un “preciador.” Cuando el valor de los bienes raíces baja se dice que “deprecian”; cuando sube el precio de las cosas se dice que “encarecen.” De esto se desprende que si hemos de mostrar aprecio a las cosas más elevadas que implican a Dios y a la adoración verdadera tenemos que llegar a ser hábiles en tasar, preciar, justipreciar. Es necesario tener conocimiento, entendimiento, experiencia, pero, ante todo, tener la sana guía de la Biblia en cuanto a lo que verdaderamente vale la pena. El mundo sin gratitud se está muriendo por falta de aprecio verdadero; su percepción por sentido de todo lo que es piadoso y bueno está casi muerta, así como él mismo lo estará pronto.

      3. La parábola de Jesús de las ovejas y las cabras hace oportunas ¿qué preguntas?

      3 Cristo Jesús predijo nuestros días en el capítulo 25 de Mateo, donde describió dos clases de personas que estarían viviendo al tiempo del fin del mundo. A su mano derecha están las “ovejas” apreciadoras, que aman a Dios y a Cristo el Rey reinante y que aprecian al resto de los hermanos del Rey que predica por todas partes las buenas nuevas del reino de Dios. A la mano izquierda del Rey se hallan las “cabras” condenadas a destrucción, faltas de aprecio, que afirman amar a Dios y a Cristo, pero que carecen totalmente de cualquier sentimiento personalmente confortante y agradable de aprobación y satisfacción por la obra de testificación del Reino que están efectuando los hermanos terrestres de Jesús. Las cabras no perciben que el Rey está presente en poder del Reino y que todas las naciones vienen ante su trono para juicio. ¿Dónde se halla usted en esta lucha entre el aprecio y la ingratitud? ¿Qué valor le fija usted a la Palabra de Dios? ¿Al mensaje del Reino que se está predicando? ¿A su tiempo? ¿A su vida? Posiblemente resulte en salvarle la vida el que examine la historia bíblica de esta lucha y se resuelva a hallarse entre la minoría que ha mostrado aprecio que le ha asegurado la salvación.

      4. ¿Cómo fué el aprecio un punto en cuestión de vida o muerte en el día de Jesús?

      4 En el día de Jesús una generación sumamente privilegiada tuvo la ventaja de ver al propio Hijo de Dios ejecutar grandes milagros en prueba de su declaración de que era el Mesías esperado por largo tiempo. La embotada percepción de los sentidos dañó su justipreciación de las credenciales de él, aunque él cumplió todas las profecías que aseguraban su autenticidad. Puesto que ella no apreció sus privilegios, esa generación condenada a ruina estimó en poco su proclamación del reino y no la apreció como digna de lealtad y apoyo sinceros. Jesús lloró por la falta de discernimiento que demostraban los de esa generación. En menos tiempo que el que les tomó a sus antepasados hacer la jornada de cuarenta años en el desierto, esa generación desagradecida segó lo que había sembrado mediante las semillas de la ingratitud. Los ejércitos romanos invadieron a Jerusalén y Judea en 70 d. de J.C., bañando la tierra en sangre, así como predijo Jesús. La ingratitud que mostraron en lo que tocaba a la presencia del Rey del reino de Dios y los privilegios de ellos en conexión con servirle les acarreó la muerte violenta. En fiel cumplimiento de la advertencia del bautista Juan, cuya justipreciación del valor de Cristo hizo que Juan se sintiera indigno de desatarle la sandalia, esa generación fué bautizada con destrucción ardiente. Pero los hombres y mujeres apreciadores que apreciaron correctamente el papel de Cristo recibieron el derramamiento del espíritu santo de Dios con poder y vida. (Mat. 3:7-12) El tener aprecio resultó en sobrevivir al fin de aquel sistema de cosas.

      5. ¿Qué situación semejante existió en el día de Noé?

      5 La enfermedad de la ingratitud, por supuesto, se remonta a un tiempo mucho más lejano que el día de Jesús. En Hebreos 12:16 Pablo advirtió a los cristianos de entonces que tuvieran cuidado para que no hubiese ninguno entre ellos que ‘no apreciara las cosas sagradas, como Esaú, quien a cambio de una comida dió sus derechos de primogénito.’ Pero aun antes de los días del desagradecido Esaú y del apreciador Jacob un mundo entero fué fatalmente asaltado por la plaga de la ingratitud. Fué el mundo del día de Noé. Noé y su familia de testigos de Jehová apreciaron lo necesario que era obedecer los mandamientos de Dios. Predicaron y edificaron el arca de seguridad delante de los mismísimos ojos de otra generación que no apreciaba. Las preocupaciones de la vida y el amor a los placeres carnales cerraron la mente del mundo prediluviano a la seriedad de su tiempo. Las embravecidas aguas inundadoras que habían de sumergir hasta la cúspide de la montaña más elevada probablemente hicieron que multitudes de repente preciaran de nuevo el valor que le habían asignado o fijado a la amonestación de Noé, pero una vez que se les mojaron los pies fué demasiado tarde. Los ingratos no siguieron viviendo, de modo que no pudieron corregir su error. Su preciar erróneo murió con ellos. Los arqueólogos que excavan entre las ruinas prediluvianas hallan evidencia de que Dios aniquiló a un mundo religioso. Los testigos de Jehová aprecian por qué: Tenía la religión incorrecta. Obviamente la religión falsa puede lisiar el aprecio y destruir la percepción sensible de lo que es adoración correcta a los ojos de Dios.—Génesis, capítulos 6-8; Mat. 15:3.

      6. ¿Quién fué el primer ingrato? ¿A qué ha conducido su ingratitud?

      6 Pero la historia de la ingratitud es más antigua que el Diluvio. Data aun desde el jardín de Edén, donde el principio del género humano fué arrojado en el pecado y la muerte por la falta de aprecio que Adán y Eva le mostraron a la adoración pura de Jehová Dios y a la necesidad de ser leales. El primer ingrato fué Satanás el Diablo mismo, quien influyó en la primera pareja de modo que ésta preció mal el valor de la Palabra de Dios y sus mandamientos. Jesús reveló la falta fatal que hubo en conexión con el aprecio en el caso de Satanás. Fué el no tener la verdad en alta estima. “Ese era un asesino cuando principió,” dijo Jesús, “y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, él habla de acuerdo con su propia disposición, porque él es un mentiroso y el padre de la mentira.” (Juan 8:44) Jehová no había creado a Satanás eso, porque, si lo hubiese hecho, entonces Jehová sería en realidad el Padre de la mentira y el mentiroso, pero es imposible que Dios mienta. La culpa estuvo en la falta de aprecio por Satanás a la verdad y a la justicia. Entre los hijos espíritus de Dios él estaba altamente favorecido. Pudo haber seguido el proceder sabio del Hijo unigénito de Dios, la Palabra, pero el que a sí mismo se hizo ingrato no experimentaba ningún sentimiento personalmente confortante y agradable de satisfacción y aprobación por el consejo amoroso de Jehová. Tampoco tenía en alta estima Satanás la asociación con los leales hijos angelicales espíritus de Dios. La senda de la ingratitud condujo a la traición en el cielo y en la tierra, y aun ahora sólo nos estamos acercando al punto culminante de la larga controversia sobre la soberanía universal de Jehová, una controversia que pronto será decidida para honra de Jehová y para bendición de toda persona apreciadora. Mientras tanto, la falta de aprecio había de conducir a Satanás a establecer un record sin precedente en cuanto a ingratitud que culminaría con asesinar a Jesús en el Calvario. Con aprecio a la integridad de Jesús, Jehová lo levantó y lo ensalzó a su diestra, donde ahora finalmente ha recibido su glorioso trono del Reino en este día de juicio. Produce sobriedad en uno el considerar la sentencia de muerte de Satanás y ver que se basa en su falta de aprecio. En el Armagedón Jesús obrará con aprecio a la soberanía de Jehová y destruirá velozmente al rebelde príncipe de los ingratos.

      7. ¿Por medio de imitar qué ejemplos podemos esperar sobrevivir al fin del mundo?

      7 No toda la historia bíblica es un registro de ingratitud. También brilla con ejemplos de amantes de la justicia que sabían apreciar. Aunque ahora un mundo de más de dos mil millones de almas está por morir por falta de aprecio, usted puede sobrevivir a su fin si imita la vida de los muchos expertos o peritos en el arte de apreciar los favores divinos. Abel fué uno. Él preció correctamente el favor de Jehová Dios y comprendió que su adoración del Dios verdadero tenía que efectuarse en conformidad con las normas divinas, no con ritos hechos por los hombres como las ofrendas de Caín del fruto del suelo. (Gén. 4:2-7) Abel será recordado en la resurrección porque apreció el valor de servir a Dios de la manera correcta. Otro preciador perito fué Noé, al que ya se mencionó por el aprecio que le tuvo a las instrucciones de Dios. Abrahán y Sara preciaron correctamente el privilegio de abandonar su hogar en Ur para servir a Jehová en tierras extranjeras, al estilo misional típico. Abrahán siempre apoyó el modo de vivir que Jehová señalaba y obtuvo el favor de Dios como “padre de los fieles.” En Jericó, la mujer Rahab apreció sabiamente su recién hallada relación con la organización teocrática de Jehová como de más valor que cualesquier vínculos de comunidad con la ciudad condenada. Expertamente ella apreció la necesidad de ponerse de parte de las huestes victoriosas de Jehová y de activamente demostrar su lealtad. Su aprecio y su muy sensitiva percepción del sentido de las cosas la capacitaron a ella y a los de su casa a sobrevivir a la caída de Jericó.—Jos. 6:22-25.

      8. (a) Dé los nombres de otros hombres y mujeres ricos en aprecio. (b) ¿Cómo preció Moisés sus privilegios?

      8 El libro bíblico de Jueces es un registro monumental de un grupo de hombres y mujeres que apreciaron celosamente la llamada de Jehová a ponerse en acción en defensa de su pueblo escogido, un pueblo que a menudo se había metido en aprietos por falta de aprecio a su gran Rey invisible. Testigos de Jehová, como Sansón, Gedeón, Jehú, Barac, Débora y otros, consideraron que era un gran privilegio el pelear por el nombre de Jehová, por su adoración verdadera y por su pueblo. Tan confiados estaban en que habían preciado correctamente este privilegio que arriesgaron la vida para ejercerlo. Los profetas de Jehová no fueron menos apreciadores de sus privilegios para con Dios. Reyes e imperios a menudo se enfurecieron contra hombres como Moisés, Samuel, Daniel, Jeremías, Ezequiel, Miqueas y muchos otros. Para estos hombres apreciadores el privilegio de ser voceros de Jehová era un tesoro sin igual. Fijaron el valor más elevado a la llamada a declarar las profecías, verdades y juicios de Jehová, fuera que éstos se declararan a amigos o a enemigos. Estos profetas temerosos de Dios fueron peritos en preciar los privilegios. Un ejemplo típico es el de Moisés, de quien Pablo escribe en Hebreos 11:24-26: “Por fe Moisés, cuando ya era crecido, rehusó ser llamado el hijo de la hija de Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que tener el gozo temporáneo del pecado, porque estimó [es decir, avaluó, preció, apreció] el vituperio del Cristo como riquezas más grandes que los tesoros de Egipto, porque miraba resueltamente hacia el pago del galardón.” En la mente y corazón de Moisés se alcanzó una decisión, se ejecutó un preciar, que fijó el valor más elevado a las bendiciones que Jehová prometía, y esta esperanza fácilmente compensó por cualquier cosa que el mundo egipcio pudiese ofrecer a modo de atracción materialista. Durante su vida su modo de apreciar las cosas le trajo muchas bendiciones y privilegios como mediador entre Jehová e Israel, prefigurando el papel de Cristo Jesús mismo. Lo que es más, en el capítulo 11 de Hebreos se incluye a Moisés en la lista de testigos fieles y apreciadores de Jehová que volverán en la resurrección de después del Armagedón. Si Moisés hubiese preciado sus privilegios imprudentemente pudiera haber llevado una vida de gozo temporáneo y luego hubiese muerto sin esperanza.

      9. ¿Quién es el más grande apreciador de la benignidad de Jehová? Contraste lo que le resulta a él con lo que le resulta a Satanás.

      9 De todos los hombres y mujeres fieles que obtuvieron el favor de Dios y apoyaron su soberanía, Cristo Jesús se destaca como el que más aprecio le tuvo a los dones y privilegios de Jehová. Él es el ejemplo perfecto de aprecio. Su vida de gratitud a Jehová por la vida eterna y todas sus bendiciones es la mismísima antítesis de la carrera desagradecida y malograda de Satanás. Desde su creación el Hijo de Dios ha apreciado encarecidamente la verdad de que todo lo que él es y todo lo que él tiene es un don de su Padre Jehová. Jesús jamás meditó una desagradecida usurpación del lugar de Dios. Apreció el privilegio de estar entre la familia universal de Dios y siempre ha trabajado con aprecio en el interés de la vindicación del nombre de Jehová, siendo “obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento.” (Fili. 2:5-8) Pero considere el estado contrastante de estos dos hijos angelicales de Dios que en otro tiempo gozaron de compañerismo juntos en la familia celestial de Jehová. Satanás el ingrato arrogante ha sido divorciado de la organización de Jehová y ahora ha sido arrojado en las cercanías de la tierra, donde guerrea airadamente contra el resto de herederos del Reino, y sabe que el tiempo que le queda es corto. Cristo Jesús, el apreciador humilde, ha sido ensalzado a un puesto superior a aquel en que comenzó. Se le ha concedido el don de la inmortalidad. Terminada la guerra próxima del Armagedón le espera una eternidad de servicio con aprecio a su Dios y Padre. ¿Quién de los dos cree usted que preció sabiamente la benignidad de Jehová? ¿Qué pasos está usted dando para imitar el ejemplo de Jesús?

      10. ¿Cómo predicó y practicó el aprecio Jesús?

      10 Pablo nos asegura que debemos imitar el ejemplo de Jesús cuando escribe: “Corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros, mientras miramos atentamente al caudillo y perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fué puesto delante de él aguantó el madero de tormento, despreciando [note su justipreciación] la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Sí, consideren atentamente a aquel que ha aguantado tal habla contraria de pecadores en contra de los intereses de ellos mismos, para que no se vayan a cansar y se rindan en su alma.” (Heb. 12:1-3) Mirando atentamente al excelente aprecio que Jesús le tenía a lo que vale la pena, aprendemos correctamente a justipreciar las cosas. También podemos despreciar el oprobio de parte de parientes, amigos o vecinos que se oponen a nuestro proceder cristiano. El gozo de servir a Jehová para siempre será la cosa de valor en la vida de uno. Uno imitará el ejemplo de Jesús y gozosamente venderá su interés en cualquier cosa que le impidiese conseguir el Reino. Jesús nos proveyó una lección valiosa sobre cómo apreciar el tesoro del servicio del Reino cuando dió las siguientes ilustraciones: “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que un hombre halló y escondió, y por el gozo que tiene va y vende las cosas que tiene y compra aquel campo. Otra vez, el reino de los cielos es semejante a un comerciante viajero que busca perlas finas. Hallando una perla de gran valor, se fué y prontamente vendió todo lo que tenía y la compró.” (Mat. 13:44-46) Jesús hizo eso. Tuvo aprecio, la habilidad de reconocer el verdadero valor de servir a Jehová y vender todos los otros intereses, aun entregando su vida terrestre para obtener la perla de gran valor. Satanás puso a prueba el aprecio de Jesús mediante ofertas de ganancia política y material, pero nada en el sistema de cosas de Satanás pudo atraer a Jesús e influir en él para que volviera a preciar el gran valor que le dió al privilegio de vindicar el nombre de Jehová. Su tesoro de servicio del Reino no depreció con el tiempo; creció en el aprecio que recibía y sin duda todavía está creciendo. Ese es el ejemplo que Pablo nos invita a imitar.

      11. ¿Cuál fué la actitud de los apóstoles en lo que toca al asunto del aprecio?

      11 Bajo instrucción perfecta de Jesús todos menos uno de los apóstoles llegaron a ser como su Maestro. (Luc. 6:40) La única excepción preció mal el valor de la ganancia material y más tarde confesó, al arrojar el dinero de la traición en el templo y retirarse para suicidarse, que su preciar insensato había sido un error. (Mat. 27:3; Zac. 11:12, 13, Mod) Los otros once y Pablo, el que llenó el puesto que Judas dejó vacío, todos probaron que eran hombres de aprecio en todo sentido de la palabra. Sufrieron mucho por la verdad y por causa de las buenas nuevas, pero ¿ahogó la tribulación su gratitud a Jehová? Cuando el tribunal supremo judío azotó a los apóstoles y los dejó libres con el mandato de que dejaran de predicar, ¿volvieron a preciar su privilegio restándole valor? El registro de Hechos 5:41, 42 da la respuesta: “Estos, por lo tanto, salieron de delante del Sinedrio, regocijándose porque habían sido tenidos por dignos de ser afrentados por causa de su nombre. Y todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin parar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.” No hay duda, los apóstoles tuvieron verdadero aprecio. No se preciaron en demasía; tampoco avaluaron en exceso el dinero o los placeres. Tuvieron gratitud a Dios, a Cristo, al valor de la verdadera devoción piadosa, y demostraron ser leales al poder de ésta. Siempre podemos dirigirnos a estos ejemplos con provecho, especialmente cuando un mundo moderno sin gratitud nos insta a suspender el testimonio final que se está dando acerca del reino de Dios.

      12. ¿Qué grandioso privilegio fué predicho para nuestro día, y cómo se está extendiendo?

      12 Desterrado a la isla de Patmos por causa de las buenas nuevas, el apóstol Juan predijo impulsado por inspiración que a hombres y a mujeres de este presente día de juicio les sería ofrecido el privilegio de emprender la obra de testificar acerca del Reino que Jesús dijo que sería ‘predicado en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendría el fin cabal.’ (Mat. 24:14) Juan escribió acerca de su visión inspirada: “Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que habitan en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo, diciendo en voz alta: ‘Teman a Dios y denle gloria, porque ha venido la hora del juicio mediante él, y por eso adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y los manantiales de aguas.’” (Apo. 14:6, 7) Cuando los testigos de Jehová tocan a la puerta de usted por el motivo impulsor que les da la fuerza activa de Jehová Dios, ese privilegio de dar activamente gloria a Dios como testigo de Su reino se le está extendiendo a usted. A cada hora hombres y mujeres apreciadores procedentes de todas las naciones están respondiendo gustosamente, experimentando un sentimiento personalmente confortante de satisfacción y aprobación al participar en el testimonio final.

      13. (a) ¿Qué nos puso en claro nuestro repaso de los que fueron pobres y los que fueron ricos en aprecio? (b) Por consiguiente, ¿qué preguntas nos interesan ahora?

      13 Por medio de repasar la historia bíblica de los que fueron ricos en aprecio, ¿no se hace patente que el aprecio es más que agradecimiento ordinario o gratitud sencilla, aunque aún de esto carece funestamente el mundo actual? Sí, ciertamente es un asunto de vida o muerte en que está envuelto su corazón, su percepción del sentido de las cosas, su entendimiento, su alma y fuerza. Usted ha visto lo que otros han hecho; algunos sabiamente, algunos insensatamente. Ahora, ¿cuál será su manera de proceder tocante al reino de Jehová? ¿Será impulsado por aprecio o por ingratitud? La casa que usted está edificando, ¿resistirá el torbellino del Armagedón? ¿Cómo puede usted cultivar más del aprecio que lo capacitará a usted a sobrevivir al fin de este presente mundo que carece de gratitud? El siguiente artículo se ofrece para que usted lo considere meditativamente. Léalo con aprecio.

  • Apreciando sus privilegios al tiempo del fin del mundo
    La Atalaya 1958 | 15 de julio
    • Apreciando sus privilegios al tiempo del fin del mundo

      “Trabajando junto con él, nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y pasen por alto su propósito. Porque él dice: ‘En un tiempo aceptable yo te oí, y en el día para salvación yo vine en tu ayuda.’ ¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente aceptable. ¡Miren! Ahora es el día para la salvación.”—2 Cor. 6:1, 2.

      1. En 2 Corintios 6:1, 2, Pablo nos insta a que apreciemos ¿qué?

      ¿APRECIA usted la bondad inmerecida de Jehová por medio de Cristo Jesús? ¿Aprecia usted que ahora al tiempo del fin del mundo es el tiempo especialmente aceptable para que usted muestre aprecio por la salvación? Así como se invitó a los cristianos primitivos de Corinto, a usted se le invita a que ‘mire’ a los hechos con entendimiento y entonces actúe.

      2. Al justipreciar sus privilegios, ¿a qué conclusión llegó Pablo?

      2 Al fin del sistema de cosas judío, Pablo manifestó profundo aprecio por el privilegio de conocer a Cristo y rendir servicio activamente en conexión con los intereses de su reino. Como lo expresó a los filipenses: “Si algún otro hombre cree que tiene base para tener confianza en la carne, yo con más razón: circuncidado al octavo día, del linaje familiar de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo nacido de hebreos; respecto a ley, fariseo; respecto a celo, persiguiendo a la congregación; respecto a la justicia que es por medio de ley, uno que se probó sin tacha. No obstante, las cosas que fueran ganancias para mí, éstas las he considerado pérdida a causa del Cristo. Pues, en cuanto a eso, verdaderamente considero también que todas las cosas son pérdida a causa del valor sobresaliente del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he aceptado la pérdida de todas las cosas y las considero un montón de basura, para que pueda ganar a Cristo y ser hallado en unión con él, teniendo, no mi propia justicia que resulta de ley, sino la que es mediante fe en Cristo, la justicia que procede de Dios basada en la fe, para conocerle a él y el poder de su resurrección y una participación en sus sufrimientos, sometiéndome a su clase de muerte, para ver si de alguna manera pueda alcanzar a la resurrección más temprana de entre los muertos.” (Fili. 3:4-11) Este escritor lleno de apreciación invita a todos: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” (1 Cor. 11:1) ¿Es el aprecio que usted le tiene a Dios y a Cristo suficientemente rico como para permitirle considerar todo lo demás pérdida—aun su familia, medio ambiente, trabajo, amigos, si es necesario para conseguir la vida eterna? Si no, ¿qué le sirve de estorbo? Puede que sea una cosa o quizás sean muchas.

      3. (a) Cite algunas cosas que impiden el que se tenga aprecio ahora. (b) ¿Qué ha provisto Jehová como ayuda para que se tenga aprecio?

      3 En la parábola del sembrador Jesús indicó cosas que le sirven de impedimento mortal al aprecio. (Mar. 4:15-19) Satanás, naturalmente, como el dios influyente de este sistema de cosas, es un impedimento. La tribulación o la persecución es otro. El aprecio al privilegio de servir al reino de Dios también es extinguido por las ansiedades o preocupaciones de este sistema de cosas, el poder engañoso de la riqueza y los deseos de cosas materiales. Las semillas que cayeron en la tierra buena son aquellos que escuchan la Palabra y la reciben, dando fruto del Reino. El escuchar la Palabra de Jehová y el percibir el sentido de ella le ayuda mucho a uno a tener el aprecio que consigue la vida. Jesús confirmó esto en Juan 17:3: “Esto significa vida eterna, el que ellos adquieran conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú has enviado, Jesucristo.” El valor vital de este conocimiento recibió énfasis otra vez por lo que Jesús dijo en el sermón del monte: “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual, puesto que el reino de los cielos pertenece a ellos.” (Mat. 5:3) La falta de aprecio brota de no reconocer la necesidad espiritual, porque no se puede amar ni apreciar a Dios en el sentido más cabal hasta que se llega a conocer, por medio de estudio bíblico, quién es Él, lo que representa, cómo piensa, cuál es su propósito amoroso tocante a sus criaturas. Cuando se comienza a aprender eso con entendimiento, entonces se comienza a cultivar aprecio verdadero para Dios.

      4. ¿Cómo desarrollará nuestro aprecio el que estudiemos más la Biblia?

      4 Combata la plaga de ingratitud combatiendo la ignorancia de la Palabra de Dios. Emplee más tiempo estudiando la Palabra de Dios, aprendiendo lo que Dios considera que vale la pena y lo que considera que es trivial. Los testigos de Jehová están conduciendo millares y millares de estudios bíblicos gratis en las casas de los que están conscientes de su necesidad espiritual. Esté consciente de su necesidad y déles una buena acogida para que estudien con usted. Ellos aprecian el privilegio. A medida que usted aprenda más acerca de la benignidad de Jehová y de su nuevo mundo de justicia que se ha acercado, aumentará su aprecio al espíritu, la Palabra y la organización de EL Semejante al apreciador Job, que descansa con la esperanza de la resurrección, usted podrá decir: “Más que mi porción diaria he apreciado los dichos de su boca.” (Job 23:12, Mod) La habilidad en justipreciar la necesidad de adquirir los pensamientos de Dios le permitirá a usted cumplir con su programa de estudio bíblico en el hogar a pesar de cualquier conflicto con cosas relativamente triviales tales como una comida literal. Usted está aprendiendo que el hombre no vive realmente sólo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová. (Mat. 4:4) Ahora su aprecio llega a ser como el de Jesús.

      5. ¿Por qué es éste especialmente un tiempo en que tener gratitud?

      5 Más que en cualquier otro tiempo, ahora tenemos tanto de que estar agradecidos. El gobierno del Reino esperado por tanto tiempo ha sido instalado en puesto celestial y ya ha comenzado a gobernar en medio de sus enemigos. Crecerá y crecerá hasta que llene toda la tierra. Aprecie ese hecho. El Reino ha llegado para quedarse. Usted también puede quedarse si reconoce y aprecia la necesidad de apoyarlo con lealtad y devoción, buscando primero el Reino en su vida. Conozca también que la presencia invisible del Rey convierte este día en un día de juicio. Igual que en el día de Noé y en el día de Jesús, los hombres tienen que escoger ser obedientes o sufrir las consecuencias. La prueba de lealtad más escrutadora de la historia está en progreso. La pregunta no es: ¿Es usted leal a la democracia? La pregunta es: ¿Es usted leal a La Teocracia, el gobierno de Dios? Está por conquistar al mundo tan fácilmente como Josué y su ejército conquistaron a Jericó. ¿Aprecia usted la necesidad de obrar tan sabiamente como Rahab obró y de alinearse con los vencedores seguros? El Tribunal Supremo del cielo se halla en sesión ahora. ¿Por qué pasar por alto el poder que tiene de condenar a todas las naciones y hombres rebeldes a la espada del Armagedón?

      6. (a) ¿Cómo debe asemejarse nuestro comportamiento al de un hombre al que se le está celebrando juicio? (b) ¿Cómo se demuestra el valor que los testigos de Jehová le asignan a la vida?

      6 El hombre que se halla ante un tribunal en defensa de su vida hace todo esfuerzo por convencer al tribunal de que merece vivir. Durante su defensa no clava la mirada anhelantemente en los flamantes nuevos automóviles estacionados fuera del tribunal, ni en la ropa de moda que se exhibe al otro lado de la calle. Él está absorto en hacer una defensa que le salve la vida. ¿Por qué debería usted mostrar menos aprecio a la hoja de servicios que usted está haciendo delante del Tribunal Supremo del cielo en este día de juicio? Los testigos de Jehová están ocupados haciendo una defensa delante de todos los que piden una razón por la esperanza del nuevo mundo que hay en ellos. (1 Ped. 3:15) No están ansiosos debido a las preocupaciones de esta vida. Tienen ansias de convencer a Jehová Dios de que son inocentes del crimen universal de ingratitud, crimen que se castiga con la muerte. La sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová no está de acuerdo con la teoría de que la vida es de “ínfimo valor.” La vida en el nuevo mundo de Jehová será inapreciable, y los testigos de Jehová muestran que le tienen ese aprecio ahora por su testificación fiel. Los que adoptan la teoría del viejo mundo se enterarán con el tiempo de que Jehová les reembolsará exactamente el precio que pusieron a la vida de ellos. Considere su vida de “ínfimo valor,” y en el Armagedón usted será vuelto al polvo de ínfimo valor. Pero aprecie la vida por el don que es, y su Dador jamás se la quitará a usted.

      7. ¿Qué mandamiento positivo nos ayuda a justipreciar las cosas materiales?

      7 Si el materialismo lo está distrayendo a usted hasta el punto de estarle costando la vida, comprenda que usted no morirá por falta de lujos; pero sí morirá por falta de aprecio. Si usted considera la riqueza material de este sistema de cosas como cosa de más valor que las verdades preciosas de la Palabra de Dios usted es mal preciador o tasador de lo que verdaderamente es inapreciable. (Pro. 3:13-18) Cultive aprecio por medio de obedecer el mandamiento positivo de Jesús: “Dejen de almacenar para ustedes tesoros sobre la tierra donde consumen la polilla y el moho, y donde ladrones entran y roban. Más bien, almacenen para ustedes tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran y roban. Porque donde su tesoro está, allí también estará su corazón.” (Mat. 6:19-21) Aquello en que tenga puesto su corazón es lo que usted aprecia encarecidamente. Ponga su corazón en los “tesoros” de este mundo condenado a destrucción y su corazón se hundirá con ellos en el Armagedón. Ponga su corazón y alma y fuerza en el reino de Jehová y su corazón vivirá tanto tiempo como viva el Reino—para siempre. (Dan. 2:44, Mod) Acepte la justipreciación de Jesús de los dos tipos de tesoro y busque la clase que dura. Si usted trata de probar que él se equivocó acerca del materialismo, prepárese para probar que Jehová Dios se equivocó también, porque Jesús dijo que su enseñanza no era suya, sino del Padre que lo había enviado.

      8. ¿Cómo ahoga el temor nuestro aprecio? ¿Cuál es el remedio?

      8 “Pero,” dice usted, “no es el amor al dinero. He ido al Salón del Reino local, a sus discursos públicos, a sus asambleas. He leído su revista ¡Despertad!, así como estoy leyendo este número de La Atalaya. Los testigos de Jehová tienen la verdad. Lo sé, pero tengo miedo. Reconozco que necesitamos el nuevo mundo de Dios, pero la religión de ustedes no es popular. En todas partes se habla en contra de ustedes. Si estuviese con ustedes—” ¡Cuántos han estrangulado el aprecio con temores semejantes! Pero ¿por qué? Porque el aprecio es asunto del corazón y el corazón tiene que ver con la pregunta de qué cosa amamos verdaderamente, Y.se requiere amor perfecto para echar fuera el temor. En este caso, es el temor lo que está restringiendo al amor a Dios y a su reino y a nuestros semejantes, con quienes deberíamos estar activamente hablando acerca del reino. El apóstol Juan nos explica eso en 1 Juan 4:17, 18: “Es así que el amor ha sido perfeccionado con nosotros, para que tengamos libertad de palabra en el día de juicio, porque, así como es ése, así somos nosotros en este mundo.” Conozca a Dios mejor por medio de su Palabra, la Biblia, y el amor que le tiene aumentará. El aprecio crecerá junto con el amor y usted se hará como Jesús, el apreciador modelo. Mientras usted sostiene este ejemplar de La Atalaya en la mano en este instante, probablemente algún cristiano perseguido en un campamento para esclavos ruso o detrás de las rejas de prisión en la República Dominicana o en alguna otra parte esté haciendo lo mismo. Pero quizás su ejemplar le haya llegado de contrabando. Pero mientras usted teme el oprobio que pueda sobrevenirle a usted, él no teme la persecución que ya le está sobreviniendo a él. La respuesta es sencilla: él tiene amor y aprecio y con ello el espíritu santo y la bendición de Jehová. El aprecio verdaderamente crea una diferencia.

      9. ¿Siguiendo qué consejo podemos aguantar con aprecio?

      9 Jehová inspiró a los escritores de la Biblia a registrar por escrito consejos edificadores de aprecio como éstos: “Como un soldado de Cristo Jesús de la clase correcta toma tu parte en el sufrimiento del mal.” (2 Tim. 2:3) “Pero pórtense de una manera digna de las buenas nuevas acerca del Cristo, a fin de que, ya sea que venga y los vea o esté ausente, oiga acerca de las cosas que atañen a ustedes, que ustedes se mantienen firmes en un mismo espíritu, con una misma alma luchando lado a lado por la fe de las buenas nuevas, y en nada amedrentados por sus opositores. Esta misma cosa es prueba de destrucción para ellos, pero de salvación para ustedes; y esta indicación procede de Dios, porque a ustedes se les dió el privilegio a favor de Cristo, no sólo de poner su fe en él, sino también de sufrir a favor de él.” (Fili. 1:27-29) Nuestros hermanos que se encuentran en prisiones y campamentos para esclavos aprecian las palabras de Pablo. Saben que su aguante bajo esas circunstancias es una indicación procedente de Jehová Dios de que él está con ellos y de que la salvación será su recompensa. Pueden convenir con Pablo: tienen el privilegio de sufrir a favor de Jesús. El Señor mismo infundió confianza en los discípulos cuando dijo: “¿No se venden dos gorriones por una moneda de poco valor? Sin embargo ni uno solo de ellos caerá al suelo sin que lo sepa el Padre de ustedes. Empero, los mismísimos cabellos de su cabeza están todos contados. Por lo tanto no teman: ustedes valen más que muchos gorriones.”—Mat. 10:29-31.

      10. ¿Qué privilegio extendió Jesús a todos?

      10 Dado que Jehová Dios puede apreciarlo a usted y está dispuesto a hacerlo, usted debería estar dispuesto a apreciar los privilegios de servicio que él extiende ahora al tiempo del fin del mundo. Las siguientes palabras de Jesús requieren que uno se ponga en acción: “De todo aquel, entonces, que reconozca su creencia en mí delante de los hombres, yo también reconoceré mi creencia en él delante de mi Padre que está en los cielos; pero a cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (Mat. 10:32, 33) Esté preparado para resistir la oposición y determinado a hablar a favor del reino de Dios; entonces el Rey lo defenderá y hablará a favor de usted, para bendición eterna de usted.

      11. ¿Qué privilegio ha aceptado la sociedad del nuevo mundo al tiempo del fin del mundo?

      11 Hoy a todos los estudiantes sinceros de la Palabra de Dios se les extiende el privilegio y deber de dedicar su vida a Jehová, para cualquier trabajo que él quiera que se haga al tiempo designado que sea. Igual que Jesús, el cristiano simboliza esta dedicación mediante el bautismo en agua. (Heb. 10:5-9) En el país de usted y por lo menos en 163 otros países, la sociedad del nuevo mundo está compuesta de hombres, mujeres y jóvenes apreciadores que se han hecho discípulos verdaderos de Jesús al tiempo del fin del mundo. ¿Ha llegado usted a apreciar la necesidad de actuar en cuanto a este privilegio? Un discípulo es “una persona que acepta las doctrinas de su maestro y ayuda a esparcirlas.” El mandamiento que Jesús dió a sus compañeros testigos es: “Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Prescindiendo del idioma en que usted esté leyendo la cita que esta revista hace de esas palabras, el significado es el mismo. Reconozca y aprecie el hecho de que usted tiene que llegar a ser un hacedor de la Palabra, no quedarse como sólo un oidor o un lector.—Sant. 1:22.

      12. (a) Apocalipsis 7 muestra a los cristianos haciendo ¿qué, ahora? (b) ¿Qué ejemplo de dedicación es digno de atención?

      12 El privilegio de aclamar públicamente el reino establecido de Dios y su Rey regio es un privilegio que se les ofrece a todos los que esperan sobrevivir al Armagedón y vivir bajo el gobierno de ese reino justo. Pero la protección de ese gobierno justo en el Armagedón sólo se dará a los hombres, mujeres y jóvenes dedicados, responsables, que aclaman públicamente al Rey ahora, diciendo, en las palabras de Apocalipsis 7:10: “La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.” El ondear las palmas significa que usted es un testigo vivo del reino reinante. Mientras el tiempo de la angustia del Armagedón todavía esté siendo detenido, salga usted de este inicuo sistema de cosas. Póngase su manto blanco de identificación como cristiano dedicado, con apariencia limpia y aceptable delante de Dios y del Cordero. En esta condición dedicada usted estará listo para rendir servicio sagrado día y noche en el santo templo de Jehová. Con aprecio, el Cordero de Jehová lo pastoreará y guiará a usted a las fuentes de aguas de vida. Gozosamente usted andará con la sociedad del nuevo mundo que ya está gozando de la promesa cumplida de que “Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.” (Apo. 7:14-17) Si esta felicidad y esperanza inapreciable tienen algún valor a la vista de usted, muéstrelo haciendo una dedicación oportuna. Jehová ama a un dador alegre. Aprecie el privilegio maravilloso de darse usted mismo alegre y voluntariamente. Imite el proceder de aprecio del etíope del capítulo 8 de los Hechos. Como tesorero de su reina, Cándace, él sabía el valor de las cosas materiales. Pero al oír predicadas las buenas nuevas acerca de Cristo, él apreció esto como tesoro de mayor valor. Prontamente mostró su aprecio por medio de dedicarse y bautizarse.—Hech. 8:36-38.

      13. (a) ¿De qué privilegios puede usted gozar con la sociedad del nuevo mundo ahora? (b) ¿Qué se puede hacer para fortalecer el aprecio vacilante?

      13 Entre la sociedad del nuevo mundo usted hallará muchos ricos privilegios, cada uno de gran valor a la vista de Dios. Habrá discursos bíblicos públicos a los cuales asistir, estudios de La Atalaya, instrucción sobre oratoria pública en la escuela del ministerio teocrático, así como una reunión de servicio semanal para ayudarlo a cumplir bien con sus privilegios ministeriales. Usted se asociará con cristianos verdaderos de toda clase social a quienes podrá identificar claramente como discípulos de Jesús, porque se tienen amor los unos a los otros. (Juan 13:35) Si usted ya ha probado estas bendiciones, pero ha permitido que las preocupaciones de este sistema de cosas asfixien su aprecio, rápidamente tome la espada del espíritu y úsela para escaparse de los embrollos. Deje que el consejo inspirado de ésta le muestre a usted exactamente lo que Jehová espera de usted; luego pida la ayuda de él en oración para que su espíritu santo y la verdad de la Biblia lo libren a usted. Las personas maduras en la sociedad del nuevo mundo harán cuanto puedan para ayudarlo a mostrar aprecio a Jehová. La actitud de ellos será igual a la que Pablo expresó: “Mas nosotros deseamos que cada uno de ustedes manifieste la misma diligencia para que tengan la plena seguridad de la esperanza hasta el fin, para que no se vayan a hacer indolentes, sino que sean imitadores de aquellos que por medio de la fe y la paciencia heredan las promesas.”—Heb. 6:11, 12.

      14. ¿Qué debe hacerse para vencer la apatía y la complacencia?

      14 Si la complacencia o la apatía lo ha expuesto a usted a la influencia de la plaga de ingratitud que paraliza lamente y las manos y debilita los pies que deben estar trabajando y andando a las reuniones y saliendo al servicio del Reino de casa en casa, apresúrese para tomar medidas correctivas: “Por lo tanto alcen las manos que cuelgan y fortalezcan las rodillas debilitadas, y sigan haciendo sendas rectas para sus pies, para que lo que esté lisiado no sea descoyuntado, sino que más bien sea sanado.” (Heb. 12:12, 13) Evite el error que Demas cometió y no precie encarecidamente el valor de cosa alguna que este mundo pueda ofrecer. Aunque en un tiempo disfrutó del privilegio de colaborar con un apóstol, Demas perdió su aprecio. Tenía el corazón en algo diferente, de modo que Pablo escribió a Timoteo: “Demas me ha abandonado porque amó el presente sistema de cosas.” ¿Dónde está aquel sistema de cosas ahora? ¿Dónde estará este sistema después del Armagedón?

      15. ¿Qué lección potente se aprende del caso de Giezi?

      15 El materialismo dañó el aprecio que tenía Giezi, quien en un tiempo gozó del privilegio de colaborar con Eliseo, el profeta de Jehová. Él preció mal el valor de las cosas materiales hasta el grado de mentir para conseguirlas de Naamán, jefe del ejército sirio. “¿Es tiempo de aceptar plata o de aceptar ropa u olivares o viñedos u ovejas o ganado o criados o criadas?,” preguntó Eliseo. Inmediatamente la lepra de Naamán se le pegó a Giezi y él salió de la presencia de Eliseo, “leproso y blanco como la nieve.” Ciertamente este leproso ya no podía disfrutar del privilegio de servir a Jehová con Eliseo. Cuídese usted de que el materialismo ahora en el tiempo del fin del mundo no lo lleve a estar en una condición inadecuada por la cual ya no pueda usted servir a Dios de modo aceptable. Esta es la época especialmente aceptable para buscar primero el Reino y la justicia de Jehová. Hágalo y el Rey de Jehová lo buscará a usted y se interesará en su bienestar en el Armagedón.

      16. ¿Cómo justiprecia Jehová a este mundo, a pesar de sus logros científicos?

      16 La religión, la política, el comercio y las diversiones de este mundo son tenidas como cosas valiosas. La Palabra de Dios correctamente las justiprecia como sin valor en lo que toca a ayudarle a usted a conseguir la vida eterna. Si parte alguna de este mundo fuese verdaderamente valiosa, digna del sentimiento confortante y agradable de satisfacción y aprobación que tantos aparentemente hallan en él, ¿estaría por destruirlo Jehová? El hecho de que está por destruirlo nos lo asegura Juan: “El mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:17) La llegada de la edad atómica y el nacimiento de las “lunas” hechas por el hombre no significan que un mundo desagradecido se halla en el umbral de una nueva era de paz y prosperidad. El valor del viejo mundo no ha subido debido a que la ciencia piense llegar al cielo. Los edificadores del mundo pensaron lo mismo en el día de la torre de Babel y nunca se han recuperado del golpe que Jehová les asestó. Este mundo nunca se recuperará de su derrota aplastante en el Armagedón.

      17. ¿Dónde se halla la felicidad verdadera?

      17 Usted quiere felicidad ahora y usted quiere seguridad. Usted considera estas cosas, junto con el bienestar y la esperanza, como cosas preciosas. Entonces reconozca y aprecie que la única manera de hallarlas es examinando la Palabra de Jehová, la Biblia, y aprendiendo cuál es la voluntad de él para usted en este tiempo del fin del mundo. La Palabra de Dios promete que usted encontrará allí lo que ha estado buscando: “El que atisba dentro de la ley perfecta que pertenece a la libertad y quien persiste en ella este hombre, debido a que no se ha hecho un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacerla.”—Sant. 1:25.

      18. Al preciar nuestros privilegios ahora, ¿qué expectativas debemos considerar?

      18 Su felicidad aumentará con el gozo creciente de la sociedad del nuevo mundo a medida que se ensanche su visión del nuevo mundo de después del Armagedón. Pese la lobreguez de tristeza y el temor del presente sistema contra el gozo y las expectativas de tranquilidad y paz que se encuentran precisamente en el cercano futuro. Al justipreciar el valor del reino de Dios para usted, piense en la vida deleitable de que usted podrá disfrutar ayudando a restaurar la tierra al descanso paradisíaco. Quizás usted ayude a hermosearla con árboles, arbustos, flores, etc., haciéndola una gloria para Jehová. Sus hijos entrarán en un mundo donde no habrá cosa que dañe ni destruya. Usted estará allí para dar la bienvenida a los hombres y mujeres apreciadores que reciban su resurrección prometida. ¡Qué emoción causará el hablar con Juan el Bautista y oírle describir a Jesús! Piense en conocer a Abel, Noé y su familia, Abrahán y Sara, David y Débora, Jefté y su hija y muchos otros siervos apreciadores de Jehová que regresarán para disfrutar del nuevo mundo de Dios con usted.

      19. ¿En qué sentido son los privilegios de servicio como postes de señales e indicaciones?

      19 Si usted considera los gozos colocados delante de usted, usted imitará el ejemplo de Jesús y “venderá” todo lo que tiene para conseguir ese nuevo mundo. (Mat. 13:44, 45) Cada privilegio que se le conceda a usted en la congregación cristiana es semejante a un poste de señales e indicaciones en una carretera para tránsito veloz. Le asegura a usted que usted se encuentra en el camino correcto y que va en la dirección correcta. (Mat. 7:14) Este camino no es el camino ancho, espacioso de la ingratitud. Ese camino está conduciendo a la destrucción segura. El camino que conduce a la vida es el camino del aprecio. Hállese entre los relativamente pocos que lo hallan. Usted puede hallarlo apreciando sus privilegios al tiempo del fin del mundo.

      20. (a) ¿De qué manera, según exhorta Pablo, deben todos tratar sus privilegios? (b) ¿A quiénes mostrará aprecio el Rey de Jehová al tiempo del fin cabal del mundo?

      20 Cualesquier dones y privilegios que Jehová le extiende a usted, précielos encarecidamente y úselos fielmente para honra de él. “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres, porque ustedes saben que es de Jehová que recibirán la debida recompensa de la herencia.” (Col. 3:23, 24) “Entonces, puesto que tenemos dones que difieren de acuerdo con la bondad inmerecida que se nos ha dado, si es profecía, profeticemos de acuerdo con la fe que se nos ha proporcionado; o un ministerio, ejecutemos este ministerio; o el que enseña, desempeñe su enseñanza; o el que exhorta, efectúe su exhortación; el que distribuye, que lo haga con liberalidad; el que preside, que lo haga con verdadero ahinco; el que muestra misericordia, que lo haga con alegría. Que su amor sea sin hipocresía. Aborrezcan lo que es inicuo, adhiéranse a lo que es bueno. En amor fraternal ténganse cariño tierno unos a otros. En mostrarse honor unos a otros lleven la delantera. No sean holgazanes en su trabajo. Fulguren con el espíritu. Sean esclavos de Jehová. Regocíjense en la esperanza que está delante. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración.” (Rom. 12:6-12) A todos los hombres de buena voluntad que ahora aprecian sus privilegios, el Rey dirá al tiempo del fin del mundo: “Vengan, ustedes que tienen la bendición de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.” (Mat. 25:34) ¿Apreciaría usted una herencia como ésa? Entonces aprecie sus privilegios ahora al tiempo del fin del viejo mundo.

  • La actividad ministerial de los testigos de Jehová
    La Atalaya 1958 | 15 de julio
    • La actividad ministerial de los testigos de Jehová

      Informe tomado del “Yearbook” para 1958 (en inglés)

      PARAGUAY

      A veces personas que pretenden estar dedicadas a Jehová Dios quieren escoger cuáles mandamientos seguir. Pero Jesús no hizo provisión alguna para que hiciéramos selecciones e hiciésemos las cosas a nuestro propio modo. Él sí dijo: “Si observan mis mandamientos, permanecerán en mi amor.” (Juan 15:10) De manera que si queremos tener el amor y favor de Cristo Jesús y dar a Jehová Dios devoción exclusiva, entonces tenemos que vivir de acuerdo con lo que está escrito en su Palabra; y eso quiere decir predicar las buenas nuevas en tiempos buenos y en tiempos malos a todo el que nos dé la oportunidad. Nuestros hermanos en el Paraguay se esfuerzan por hacer esto, junto con los testigos de Jehová

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