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  • Eduque a sus hijos para que sean predicadores de las buenas nuevas
    Ministerio del Reino 1983 | junio
    • Enséñenles por qué predicamos y los objetivos de los varios métodos y rasgos de nuestro ministerio. Además, dediquen tiempo a ayudarlos a comprender lo que significan las diversas respuestas y reacciones de las personas que encontramos. Adiéstrenlos en la obra mediante fijarles metas y ayudarlos a que alcancen cada una de ellas. El repartir las hojas de invitación, leer textos y llevar el registro de casa en casa pueden ser metas sencillas con las cuales pueden comenzar el adiestramiento. Después, ellos deben aprender algunos métodos eficaces de presentar el mensaje y cómo conversar con los amos de casa. Pero antes de pasar de una meta a otra, asegúrense de que su hijo haya desarrollado una medida de destreza en aquello en que se le estaba adiestrando.

      RESULTADOS EXCELENTES

      5 Entre nosotros hay muchos ejemplos excelentes de hermanos y hermanas fieles a quienes se les enseñó desde la juventud a ser discípulos de Cristo, predicadores de las buenas nuevas. Se les halla sirviendo en congregaciones en todas partes del mundo, algunos de precursores y siervos nombrados. Qué agradecidos están de que desde temprana edad se les haya grabado en la mente la importancia del ministerio del campo. En estos casos, el que participaran activamente en el servicio del campo les sirvió de protección y los ayudó a mantenerse en la verdad. El que trabajaran progresivamente por alcanzar ciertas metas de servicio y desarrollaran las destrezas necesarias para predicar, produjo en ellos un sentido de logro y los ayudó a mantener su interés fijo en la verdad. (Ecl. 11:9, 10; 12:1.)

      6 Es mucho el bien que se logra cuando los padres educan y adiestran a los hijos en los caminos de Jehová (Pro. 22:6). Por supuesto, mucha de la educación se efectúa mediante el ejemplo. Nadie debe desestimar este hecho, y es preciso que los padres presten atención especial al ejemplo que están dando. Además, deben comprender que el principio que se expresa en Deuteronomio 6:6, 7 pone sobre ellos el privilegio y la responsabilidad de educar a los hijos en todo momento. Ciertamente, esto incluye el proveer adiestramiento en las actividades de la familia en el servicio del campo. Muchos padres que han adiestrado diligentemente a sus hijos en el servicio de Jehová tienen mucha razón para regocijarse por el excelente trabajo de ‘predicar el Reino y hacer discípulos’ que sus hijos e hijas han efectuado. Esto fortalece a las congregaciones y hace que las buenas nuevas sigan difundiéndose sobre la Tierra para testimonio a todas las naciones; todo para la gloria de Jehová Dios y para honra de Jesucristo. (Pro. 27:11.)

      7 Todos nosotros en las congregaciones del pueblo de Jehová nos interesamos en educar a nuestros hijos para que sean predicadores de las buenas nuevas. Los padres pueden aceptar la ayuda que otros miembros de la congregación se sientan movidos a prestarles —hasta donde los hermanos puedan ayudarlos— en el adiestramiento de los hijos en cierto rasgo del servicio del campo. No obstante, todos deben recordar y respetar el hecho de que Jehová Dios ha dado a los padres el privilegio y la responsabilidad de educar y adiestrar a los hijos. Además, él ayuda a los que efectúan con empeño esta tarea. Por consiguiente, padres, ¡eduquen a sus hijos para que sean predicadores de las buenas nuevas!

  • Presentando las buenas nuevas... cuando se le pregunta: “¿Es usted testigo de Jehová?”
    Ministerio del Reino 1983 | junio
    • Presentando las buenas nuevas... cuando se le pregunta: “¿Es usted testigo de Jehová?”

      1 En algunas regiones se les ha enseñado a las personas a preguntar: “¿Es usted testigo de Jehová?” y a cerrar la puerta si se les contesta: “Sí”. No queremos dar la impresión de que evadimos la pregunta ni que titubeamos en reconocer que sí lo somos. Pero uno tiene solo pocos segundos para decir algo que haga pensar a la persona o que capte su atención. Según las circunstancias, pudiera usar una de las siguientes respuestas. Siempre recuerde: sea lo que sea que diga, debe decirlo de manera bondadosa y con tacto a fin de ayudar a la persona; no debemos ser sarcásticos, ni “hacernos los listos” ni debemos “desquitarnos” con la persona.

      2 En un vecindario “cristiano” se podría contestar: “Eso es lo que Jesucristo fue, así que seguimos el ejemplo de él”, o: “Yo no llevaría ese nombre a no ser porque la Biblia llama a Jesús un testigo de Dios”. Si es preciso dar prueba, pueden leerse Revelación 3:14 y Juan 18:37, o Hebreos 12:1, 2, junto con 1 Pedro 2:21, y así mostrar cuál es la obra que nos sentimos obligados a hacer, y de allí pasar a considerar el tema de conversación, o a mostrar cómo la literatura ayuda a la persona a aprender acerca de Jesús.

      3 En un vecindario judío se podría decir: “La entera nación judía sirvió a Jehová como sus testigos. Eso es lo que deseo ser y estoy seguro de que usted también desea serlo”, o: “Dios llamó a Abrahán, a Moisés y a David sus testigos y, como siervo de Dios, yo lo soy también”. Puede referirse a Isaías 43:10-12.

      4 A veces es bueno plantear una pregunta. Podría preguntar: “¿Me permite que le pregunte por qué hace esa pregunta?” (o: “¿Me permite que le pregunte qué le hizo creer que soy testigo de Jehová?”). Prescindiendo de lo que la persona conteste, al explicar por qué le visita, puede mostrarle que usted tiene razón bíblica para llevar ese nombre y para visitar los hogares.

      5 Hay quienes han hecho frente a la situación por medio de contestar: “¿Me permite que le pregunte por qué muchas personas, cuando ven a alguien que tiene la Biblia en la mano, le preguntan si él o ella es testigo de Jehová? ¿Son ellos los únicos que visitan los hogares para hablar a las personas acerca de la Biblia?”. Se podría plantear esta pregunta como si uno mismo se preguntara si habrá alguna otra religión que haga esta obra. Entonces pase a mostrar que el mensaje del Reino y la advertencia que se está dando cumplen una necesidad vital. “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.” (Col. 4:6.)

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    Ministerio del Reino 1983 | junio
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      ● Oferta de literatura para junio y julio: El libro “Venga tu reino”, por 75c. Si no lo hubiere, se puede colocar cualquier otro libro de 192 páginas. Cuando los publicadores se encuentran con personas que han recibido educación académica limitada, que hablan un idioma extranjero, o con padres que tienen niños pequeños, se puede ofrecer el impreso explicativo ¡Disfrute para siempre de la vida en la Tierra!, por 25c. Para agosto y septiembre: Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra, por $2.50. Si no lo tienen en existencia, puede usarse Mi libro de historias bíblicas, o cualquier otro libro en existencia.

      ● Uno de los dramas que se presentará en la Asamblea de Distrito “Unidad del Reino” se basa en el libro bíblico de Nehemías. En preparación para el drama se sugiere que se lean los Nehemías capítulos 1 al 6 de ese libro.

      ● El superintendente presidente, o alguien nombrado por él, debe intervenir las cuentas de la congregación el 1 de junio, o tan pronto como sea posible después de esta fecha.

      ● Nuevas grabaciones en casetes en existencia:

      Las buenas nuevas según Lucas (juego de 3 casetes; congregación y público: $4.50, precursores: $3.75).—español

      A los hebreos, La carta de Santiago (un solo casete; congregación y público: $2.00, precursores: $1.75).—español

      La primera de Pedro hasta La carta de Judas (un solo casete; congregación y público: $2.00, precursores: $1.75).—español

      Una revelación a Juan (juego de 2 casetes; congregación y público: $3.00, precursores: $2.50).—español

      Los salmos (juego de 5 casetes; congregación y público: $7.50, precursores: $6.25).— inglés

  • Tema de conversación
    Ministerio del Reino 1983 | junio
    • Tema de conversación

      ¿Estamos en los últimos días?

      Luc. 21:10, 11—Lo que Jesús dijo.

      Luc. 21:28—Podemos sobrevivir.

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