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  • ¿Qué nombre personal usa usted para Dios?
    La Atalaya 1984 | 15 de marzo
    • ¿Qué nombre personal usa usted para Dios?

      ¿Sabe usted qué nombre se emplea en la Biblia con mayor frecuencia que cualquier otro nombre? ¿Diría usted que es David?, ¿Abrahán?, o ¿Jesús?

      Si le vino a la mente cualquiera de estos nombres, usted debería hallar muy interesante esta serie de artículos, pues el nombre más importante de la Biblia se emplea en ésta con mayor frecuencia que todos esos nombres en conjunto.

      CIERTA publicación religiosa indica que cuando se dice que se ama a alguien se llama a dicha persona por su nombre. Usted no diría: “Hombre, te amo”. O: “Mujer, te amo”. Más bien, diría: “Juan, te amo”. O: “Margarita, te amo”. Luego dicha publicación plantea la siguiente pregunta: “¿Qué nombre puede usted dar a Dios para que [su relación con él] sea más personal e íntima?”.

      La publicación dedica toda una página a la consideración de esta pregunta, sin mencionar una sola vez el nombre que Dios mismo se ha dado. Concluye diciendo: “El nombre que usted escoja al establecer una relación íntima con Dios debería depender de usted”. Pero ¿no sería mejor usar el nombre que Dios escogió para sí mismo, el cual se emplea miles de veces en la Biblia?

      ¿Realmente tiene Dios un nombre?

      Sí, lo tiene. En el hebreo y el griego, idiomas en los que originalmente se escribió la Biblia, la palabra “dios” no siempre se refiere al Dios verdadero. Como es el caso en español, puede usarse con referencia a dioses falsos e ídolos. Por lo tanto, ¿cómo había de distinguirse de los dioses de hechura humana el Creador y Dios verdadero? Lo haría por medio de usar un nombre personal. Pero pocas personas conocen el nombre de Dios, y aún menos lo emplean hoy día.

      De hecho, quizás usted nunca haya visto el nombre de Dios en su propia Biblia. ¿Por qué no? Porque tal vez lo cambiaron los hombres que tradujeron el ejemplar de la Biblia que usted tiene en español. Puede que éstos no hayan estado de acuerdo con los escritores bíblicos, a quienes Dios inspiró para que usaran el nombre de él miles de veces en las Escrituras Hebreas.

      La Versión Autorizada, que los lectores de habla inglesa han usado por largo tiempo, contiene el nombre de Dios, no casi 7.000 veces, como aparece en el hebreo, sino únicamente cuatro veces por sí solo... en Éxodo 6:3; Salmo 83:18 e Isaías 12:2; 26:4. Hay otras traducciones en las que no se usa el nombre de Dios en absoluto. ¡Han omitido el nombre de Dios de Su propio libro!

      Obviamente, este NOMBRE era más importante que las palabras que los traductores usaron para reemplazarlo, y por eso algunas traducciones al inglés tienen impresas en mayúsculas las palabras sustitutivas, para que los lectores bien informados sepan dónde aparece el nombre de Dios en el texto original. Cierta enciclopedia bien conocida explica: “Debe tenerse presente que el nombre hebreo Jehová generalmente se traduce, en la versión inglesa, Señor (a veces Dios), y que la palabra se escribe con letras mayúsculas pequeñas”. Así, cuando los lectores de habla inglesa ven la palabra “Señor” escrita de esa manera, pueden saber que el traductor les está diciendo que en el lenguaje original se usa el propio nombre de Dios, JEHOVÁ. (Cyclopedia de McClintock y Strong, 1981, tomo IV, página 811.)

      Sea que usted lo haya visto en su propia Biblia o no, ese nombre sí apareció en el texto hebreo original. Los eruditos alemanes Keil y Delitzsch indican que la expresión “Jehová Elohim” (Jehová Dios) aparece 20 veces en menos de 50 versículos de los capítulos 2 y 3 de Génesis. Dicen que “se lo usa con un énfasis especial, para hacer resaltar el hecho de que Jehová verdaderamente es Elohim”, o Dios. (Commentary on the Old Testament, por Keil y Delitzsch, 1973, tomo I, páginas 72, 73.)

      De hecho, el propio nombre de Jesús significa “Salvación de Jah [Jehová]”. Y usted pronuncia una forma poética abreviada del nombre Jehová cuando dice la palabra “Aleluya”. Usted puede consultar la palabra Aleluya en un diccionario y comprobar por sí mismo que significa ‘Alabad a Jah’, o ‘Alabad a Jehová’.

      Recuerde que Jehová es el nombre personal de Dios. Es el nombre que ÉL escogió para ser identificado. ¿Quisiera usted saber cómo puede hacer que usted aprecie más plenamente a Dios y sus propósitos el emplear ese nombre? Éste es el tema de los siguientes artículos.

  • ¿Se debe utilizar el Nombre?
    La Atalaya 1984 | 15 de marzo
    • ¿Se debe utilizar el Nombre?

      MUCHAS personas no se sienten cómodas al usar el nombre sagrado de Dios. Los judíos devotos ven este nombre en su Biblia, pero les parece que no se debería pronunciar. Muchas otras personas religiosas vacilan en usarlo.

      No obstante, en cierta ocasión la entera nación de Israel oyó a Dios pronunciar Su nombre. Oyeron la pronunciación correcta. En el monte Sinaí lo oyeron ocho veces en las Diez Palabras, o los Diez Mandamientos, que se pronunciaron desde el cielo. (Éxodo 20:2-17.)

      Si el traductor del ejemplar de la Biblia que usted tiene usó el nombre de Dios donde aparece en el texto hebreo original, usted verá que dichos mandamientos empiezan con la siguiente declaración: “Yo soy Jehová tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos. No debes tener otros dioses contra mi rostro”. La Biblia al Día vierte ese texto como sigue: “Yo soy Jehová tu Dios [...] No adorarás otros dioses” (Éxodo 20:2, 3). Si los traductores de su ejemplar de la Biblia en español no usaron el nombre de Dios, tal vez hayan usado la palabra “Señor” para mostrar que El Nombre aparece en el pasaje original.

      No hay nada en las Escrituras que diga que este nombre no debería usarse. Dios dijo que no se tomara su nombre “en vano”, o “de manera indigna”. Pero esto no significa que no debemos usar el nombre. Más bien, significa que los siervos de Jehová no deberían comportarse de manera que desacredite Su nombre. (Éxodo 20:7.)

      Moisés, a quien se empleó para registrar este mandato en la Biblia, no interpretó el mandato como una prohibición en contra de usar el nombre de Dios, pues escribió dicho nombre centenares de veces en el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia. En vez de no usar el nombre, Moisés dijo: “Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová. Y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma y toda tu fuerza vital”. (Deuteronomio 6:4, 5.)

      La Biblia no muestra que ese nombre haya permanecido oculto o que no se haya pronunciado. Más bien, muestra que por muchos siglos fue común usarlo. En la Biblia, al citar las palabras de Eva, se muestra que ella lo usó (Génesis 4:1). Moisés dice que el justo Abrahán lo usó, que Abrahán “invocó [...] el nombre de Jehová el Dios indefinidamente duradero”, pero en muchas traducciones modernas de la Biblia no se encuentra este hecho. (Génesis 21:33.)

      Abrahán usó el nombre de Jehová al hablar con el rey de Sodoma. Sara lo usó al conversar con Abrahán. El siervo de Abrahán lo usó con regularidad. Jacob, su esposa Raquel y el padre de ésta, Labán, usaron el nombre de Dios. (Génesis 14:22; 16:2; 24:35, 42, 44; 28:16; 30:24, 27, 30.)

      A Moisés se le mandó usar el nombre de Dios. Moisés y Aarón lo usaron al hablar con el Faraón incrédulo, y Faraón lo usó al contestarles. Él dijo: “¿Quién es Jehová, para que yo obedezca su voz y envíe a Israel?”. (Éxodo 5:1-3; 3:15.)

      Siglos después, a las personas aún no les parecía que el nombre de Jehová no debiera pronunciarse. Lo usaron al hablar con Samuel, y él lo usó al responder (1 Samuel 12:19, 20). El justo rey David cantó acerca del nombre públicamente, diciendo: “Declararé tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré. ¡Ustedes los que temen a Jehová, alábenlo!”. (Salmo 22:22, 23.)

      Al gran profeta Isaías no le pareció que se debía pasar por alto dicho nombre. Lo usó más de 400 veces en el libro bíblico que lleva su nombre.

      Isaías no dijo a sus lectores judíos que no usaran el nombre de Dios. Más bien, dijo: “¡Den gracias a Jehová! Invoquen su nombre. Den a conocer entre los pueblos sus tratos. Hagan mención de que su nombre está puesto en alto. Celebren a Jehová con melodía, porque ha obrado de manera sobresaliente. Esto se da a conocer en toda la tierra”. (Isaías 12:4, 5.)

      ¿Hay algo en todo esto que nos dé a entender que este poderoso nombre se debía ocultar?, ¿que no se debía usar?, ¿que debía ser reemplazado con alguna otra palabra? Los traductores que omiten de Su propio libro el nombre de Jehová obviamente no aprecian este nombre al mismo grado que lo apreciaban personas piadosas como Abrahán, Sara, Jacob, Moisés, Aarón, Samuel, David e Isaías.

      Los profetas posteriores no ocultaron ese nombre tampoco, ni consideraron que fuera demasiado sagrado para usarlo, ni opinaron que los primeros escritores de la Biblia habían estado equivocados y que este nombre debía ser reemplazado por alguna otra palabra. Los mensajes de ellos estaban llenos de expresiones como las siguientes: “Oigan la palabra de Jehová.” “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel.” “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová”. (Jeremías 2:4; 19:15; Ezequiel 21:28.)

      Además, el uso de ese nombre no se limitaba a asuntos religiosos. No solo lo usaban los maestros, sino que la gente común también usaba el nombre de Dios en sus conversaciones corrientes. La Biblia dice que Booz decía a sus segadores: “Jehová esté con ustedes”. Y ellos solían responder: “Jehová te bendiga”. (Rut 2:4.)

      Los arqueólogos han hallado pruebas que confirman las declaraciones bíblicas de que la gente usaba ese nombre. En la década de los treinta descubrieron las Cartas de Laquis, fragmentos de cerámica que, según se cree, datan de la conquista babilónica del siglo VII a. de la E.C. En éstas se usan repetidas veces expresiones como: “¡Que YHWH [Yahweh, o Jehová] haga que mi señor oiga este mismísimo día noticias de bien!”.

      Hasta personas no israelitas conocían y usaban el nombre de Dios. Los gabaonitas dijeron a Josué: “Han venido tus siervos respecto del nombre de Jehová tu Dios, porque hemos oído de su fama y de todo lo que hizo en Egipto” (Josué 9:9). En el siglo X antes de la Era común, Mesa, rey de Moab y enemigo de Israel, hizo que se escribiera el nombre sobre la Estela Moabita, que se volvió a descubrir en 1868 y que ahora se exhibe en el museo del Louvre, de París.

      Esos hechos no deberían sorprendernos. En vez de dar a entender que se trataba de un nombre privado y secreto que no debía usarse, Moisés había dicho al pueblo: “Y todos los pueblos de la tierra tendrán que ver que el nombre de Jehová ha sido llamado sobre ti” (Deuteronomio 28:10). ¿Cómo hubiera sido posible realizar esto, si ni siquiera los adoradores hubieran usado Su nombre?

      En vez de ser un nombre que no debía pronunciarse, era uno que se honraba, amaba y respetaba. Se usaba al dar nombres a los lugares y hasta a las personas. Abrahán llamó el lugar adonde él fue a sacrificar a Isaac “Jehová-yiré” (Génesis 22:14). Además, hay nombres bíblicos bien conocidos, cuyo significado tiene que ver con Jehová, o Jah, forma poética abreviada del nombre Jehová: Ezequías, Isaías, Josías, Nehemías, Abdías, Zacarías y Sofonías. Las personas hasta usan el nombre de Dios al dar nombres a sus hijos hoy. De hecho, ¡el maravilloso nombre de Dios tal vez esté incluido en el propio nombre de usted! ¿Conoce usted a alguien que se llame Joel? Ese nombre significa “Jehová es Dios”. ¿Qué hay del nombre Jonatán? Éste significa “Jehová ha dado”. Josué significa “Jehová es salvación”. Y cualquiera que tenga el nombre común de Juan tiene un nombre que significa “Jehová ha sido bondadoso”.

      Así, a pesar de que algunas personas crean que el nombre de Dios es demasiado sagrado para que se pronuncie, y que otras personas crean que ese nombre se debería pasar por alto, no hay manera de omitirlo en la Biblia. Está incorporado en todos esos nombres bíblicos, que se usaron durante los muchos siglos en los que las personas no solo conocían el nombre sagrado de Dios, JEHOVÁ, sino que también lo usaban al orar, al adorar y al conversar.

      Pero ¿qué hay de las Escrituras Cristianas, a las que frecuentemente se llama el Nuevo Testamento? El nombre de Jehová está incorporado en el nombre de Jesús y de Juan, y en la palabra “Aleluya”, pero ¿por qué no aparece más a menudo? La respuesta a esta pregunta importante se considera en el artículo que sigue.

      [Ilustración en la página 6]

      LLAMARON A DIOS POR NOMBRE

      Abrahán

      Sara

      Raquel

      David

      Samuel

      [Recuadro en la página 5]

      ¿Cómo se pronuncia el nombre?

      Debido a que la palabra hebrea יּהּוּהּ ha caído en desuso en círculos religiosos, la pronunciación original de esta palabra se ha perdido. Algunos eruditos prefieren decir “Yahweh” o “Ya[h]vé[h]”, pero no hay manera de saber cuál es la pronunciación correcta.

      Sin embargo, a menudo los nombres se pronuncian de diferentes maneras en diferentes idiomas. En español llamamos Esteban al primer cristiano que murió por su fe, pero en francés se le llama Étienne. A Jesús se le llamó Yeshúa, o Yehohshúa, en hebreo; Iesóus, en griego.

      El hecho de que no pronunciemos el nombre de Jesús —o el nombre de cualquier otra persona— exactamente como se pronunciaba en el idioma original no nos hace dejar de usar dicho nombre. Simplemente lo decimos tal como se pronuncia en nuestro idioma.

      Por eso, el libro Aid to Bible Understanding dice que, puesto que actualmente no es posible llegar a tener la certeza en cuanto a la pronunciación, no parece haber razón alguna para abandonar la muy conocida pronunciación de ‘Jehovah’ en inglés a favor de alguna otra pronunciación que se sugiera. En inglés, el nombre ‘Jehovah’ identifica al Dios verdadero y comunica hoy dicha idea de manera más satisfactoria que cualquiera de las formas sustitutivas que se sugieren. (Página 885.)

  • El nombre de Dios en las Escrituras Cristianas
    La Atalaya 1984 | 15 de marzo
    • El nombre de Dios en las Escrituras Cristianas

      CUANDO Jesús se refirió a Dios como su Padre, sus oyentes judíos conocían a Aquel de quien él hablaba. Veían el nombre de Dios en los rollos hebreos de la Biblia, que estaban disponibles en sus sinagogas. Jesús recibió uno de estos rollos en la sinagoga del pueblo donde él se crió, Nazaret. Leyó un pasaje de Isaías en el que se menciona el nombre de Jehová dos veces. (Lucas 4:16-21.)

      Los primeros discípulos de Jesús también veían el nombre de Dios en la Septuaginta o Versión de los Setenta... traducción de la Biblia en griego que los cristianos primitivos usaban al enseñar y escribir. Es cierto que en un tiempo se creía que el nombre de Dios no aparecía en la Septuaginta, pero ahora se sabe definitivamente que este nombre se respetaba tanto que el Tetragrámaton (término que los escriturarios emplean para referirse a las cuatro letras con las que se escribe el nombre de Dios en hebreo) se copiaba en letras hebreas, directamente en el texto griego.

      Hasta en el siglo segundo Aquila escribió el nombre de Dios en letras hebreas en su texto griego. En el siglo tercero, Orígenes escribió que “en los manuscritos más fieles el nombre se escribe en caracteres hebreos”. En el siglo cuarto, Jerónimo, traductor de la Biblia, escribió: “Aun hasta el día de hoy hallamos el nombre de Dios, que consiste en cuatro letras (es decir, יהוה), expresado en las letras antiguas en ciertos volúmenes griegos”.

      El Dr. Paul E. Kahle escribe: “Ahora sabemos que en el texto griego de la Biblia [la Septuaginta], puesto que fue escrito por judíos para judíos, no se usó la palabra kyrios [Señor] para traducir el nombre Divino, sino que en dichos Mss. [manuscritos] se conservó el Tetragrámaton, escrito en letras hebreas o griegas”. (The Cairo Geniza, páginas 222, 224.)

      ¿Qué significa esto? Significa que, sea que hablaran hebreo o griego, los oyentes de Jesús, al leer las Escrituras, veían el nombre de Dios en ellas. Por eso, es solo razonable que al citar estos textos siguieran la costumbre que habían observado... poner las cuatro letras hebreas del nombre de Jehová en el texto de sus escritos de las Escrituras Griegas Cristianas.

      En el Journal of Biblical Literature, George Howard, profesor asociado de religión de la Universidad de Georgia, escribió: “Puesto que el Tetragrámaton todavía se escribía en los ejemplares de la Biblia en griego que componen las Escrituras de la iglesia primitiva, es razonable creer que los escritores del N[uevo] T[estamento], al citar las Escrituras, hayan conservado el Tetragrámaton en el texto bíblico”. (1977, tomo 96, núm. 1, página 77.)

      Se reemplaza el nombre de Dios

      Parece que más tarde se fue omitiendo el nombre divino tanto en la Septuaginta como en el “Nuevo Testamento” cuando los cristianos no judíos ya no podían entender ni comprender las letras hebreas. Así, el Dr. Kahle escribe: “Los cristianos fueron quienes reemplazaron el Tetragrámaton por kyrios [Señor], cuando ya no se entendía el nombre divino escrito en letras hebreas”. (The Cairo Geniza, página 224.)

      ¿Cuán seria fue esa pérdida? El profesor Howard dice: “La supresión del Tetragrámaton, según nuestro parecer, creó confusión en la mente de los cristianos gentiles primitivos respecto a la relación entre el ‘Señor Dios’ y el ‘Señor Cristo’”. (Página 63 del artículo supracitado.)

      Por ejemplo, Salmo 110:1 dice: “La expresión de Jehová a mi Señor es”. Esto se cita en Mateo 22:44, donde la mayor parte de las traducciones modernas, después de eliminar el nombre de Jehová, vierten el texto como sigue: “El Señor dijo a mi Señor”. Así, la mayoría de los miembros de las iglesias de la cristiandad perdieron de vista la distinción clara entre Jehová (”el Señor”) y Jesús (”mi Señor”).

      El seguir el ejemplo bíblico de usar el nombre de Dios ofrece grandes ventajas: 1) Nos ayuda a considerar a Dios como una persona, y no simplemente como una fuerza. 2) Nos ayuda a acercarnos más a él. 3) Elimina la confusión, a la vez que aclara nuestros pensamientos acerca de él, y hace que éstos estén en mayor armonía con lo que la Biblia realmente enseña.

      [Ilustración en la página 8]

      El Nombre Divino, en caracteres hebreos, apareció en las traducciones griegas primitivas de las Escrituras Hebreas

  • El nombre más grandioso de todos
    La Atalaya 1984 | 15 de marzo
    • El nombre más grandioso de todos

      “Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; este es mi memorial por todos los siglos.” (ÉXODO 3:15, Versión Reina-Valera.)

      1. ¿Cuán valioso es un nombre en comparación con otros vocablos que se pudieran usar para identificar a alguien?

      CADA uno de nosotros tiene su nombre. Nuestro nombre nos identifica como persona. La mención del nombre de alguien a quien usted tiene mucha aversión provoca sentimientos negativos en usted, mientras que el nombre de alguien a quien usted ama profundamente le inspira pensamientos agradables y que le causan felicidad. Además del nombre suyo, hay otros vocablos que describen aspectos específicos de su vida. Puede que a la misma persona se le llame profesor, jefe, papá o abuelito, según las circunstancias. Cada uno de estos vocablos puede evocar diferentes pensamientos acerca de esa persona y señalar a algún aspecto diferente de la vida de ella. Pero el nombre nos recuerda a toda la persona... todos sus rasgos, todo lo que sabemos acerca de ella.

      2, 3. ¿Qué efecto pudieran tener en nuestro modo de pensar acerca de Dios los vocablos que usamos para identificarlo?

      2 ¿Aplica el mismo principio a la manera como pensamos acerca de Dios? ¿Tiene por lo menos algún efecto en su modo de ver al Creador lo que usted lo llame?

      3 Los vocablos “Creador” y “Todopoderoso” llaman atención a ciertos aspectos de la actividad de él. “Señor” se refiere a su autoridad. “Dios” lo describe como alguien que tiene atributos y poder sobrehumanos. La persona que lee la traducción francesa de Segond y Darby, que ve que el nombre de Dios ha sido cambiado a l’Éternel (el Eterno), tal vez se imagine a Dios de manera diferente a como lo ve la que lee las Biblias en español cuyos traductores han cambiado el nombre de Dios por “el Señor”. Por eso, un escritor religioso dijo: “La introducción del nombre personal de Dios en la adoración y teología cristiana pudiera tener resultados sorprendentes y creativos”.

      4. a) ¿Qué se puede decir acerca de los varios términos que se usan para referirse a Dios? b) ¿Cuán extensamente se usa Su nombre en las Escrituras?

      4 Son términos correctos los varios vocablos que describen a Dios: Señor, Todopoderoso y el Creador. Se usan en la Biblia. Sin embargo, hay un vocablo que la Biblia utiliza con mayor frecuencia que todos éstos. Es el NOMBRE personal de Dios, y ese nombre debe recordarnos todas las cosas que sabemos acerca de él. Ese nombre, que hoy día se pronuncia comúnmente Jehová o Yavé (escrito a veces Yahweh o Yahvé[h]) aparece en el texto original de la Biblia mucho más a menudo que cualquier otra palabra para Dios. La Comprehensive Concordance of the New World Translation of the Holy Scriptures (una concordancia de la edición en inglés de la Traducción del Nuevo Mundo) toma 43 columnas para alistar cada vez que se utiliza en la Biblia el término “Dios” o la expresión “de Dios”, pero tiene 77 columnas para alistar cada vez que aparece “Jehová” o “de Jehová”.

      5. a) ¿Qué nos dice Éxodo 3:15 acerca del nombre de Dios? b) ¿Qué se puede decir acerca de la pronunciación “Jehová”?

      5 Este nombre no fue escogido por humanos. La Biblia dice que Dios lo escogió, y que él dijo que debemos usarlo. Él dijo: “Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; este es mi memorial por todos los siglos” (Éxodo 3:15, VRV). ¿A qué se debe que esta traducción moderna de amplia aceptación use el nombre Jehová en este texto? A que así se acostumbra pronunciar en español el nombre de Dios, el cual aparece miles de veces en la Biblia original en hebreo.

      6. ¿Qué otra ventaja tiene el usar el nombre de Dios?

      6 Cuando la Biblia usa un nombre para referirse a Dios nos ayuda a considerar a Dios no sencillamente como una fuerza, sino como una persona. Nos ayuda a acercarnos más a él. Para muchas personas Dios es alguien muy distanciado de ellas. Sin embargo, el apóstol Pablo escribió: “De hecho, no está muy lejos de cada uno de nosotros”. (Hechos 17:27.)

      La reacción suya al nombre

      7, 8. ¿Cómo reacciona usted al oír el nombre Jehová? ¿Por qué?

      7 ¿Cómo reacciona usted cuando oye este nombre que la Biblia utiliza para Dios? ¿Le provoca ese nombre pensamientos negativos, o le inspira pensamientos agradables y que le causan felicidad? ¿Se le ha enseñado a reaccionar de manera negativa respecto al nombre por el cual Dios dice que se le debe conocer, o produce ese nombre en usted un sentimiento de aprecio sincero, como la Biblia muestra que debería suceder?

      8 El oír el nombre Jehová debe llevarnos a pensar en el Creador del cielo y de la Tierra. En el hebreo original la Biblia dice: “Hizo Jehová Dios [Jehová Elohim] tierra y cielo”. Dice también: “Y procedió Jehová Dios a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente” (Génesis 2:4, 7). Así, debemos nuestra vida a Él. El que él creara hizo posible la mismísima existencia de usted. ¿Influye este hecho en su manera de reaccionar al oír el nombre de Dios?

      9. ¿Qué otro hecho debe recordarnos este nombre?

      9 Más que ser el Creador, él es el Dios de Propósito. Se cree que el nombre Jehová significa “Él causa que llegue a ser”. Él causa o hace que él mismo llegue a ser lo que sea preciso para que, sin falta, se cumplan sus propósitos y promesas.

      10. Explique el significado de Éxodo 6:3.

      10 Jehová dijo a Moisés: “Yo solía aparecerme a Abrahán, Isaac y Jacob como Dios Todopoderoso, pero en cuanto a mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos” (Éxodo 6:3). ¿Significaba esto que Abrahán, Isaac y Jacob nunca habían oído este nombre? No, esto no podría ser así, porque antes Jehová había dicho a Moisés que él era el Dios de aquellos tres hombres (Éxodo 3:15). Además, como muestra el artículo anterior “¿Se debe utilizar el Nombre?” (página 4), estos siervos fieles usaron constantemente ese nombre. Pero el nombre estaba por ser revelado de una manera nueva. Lo que ellos no habían conocido era el significado adicional que este nombre asumiría una vez que la gente hubiera visto hasta qué punto llegaría Jehová Dios en hacer que Sus promesas y propósitos se cumplieran.

      11. ¿De qué manera estaban los israelitas a punto de conocer a Jehová de un modo más significativo que como lo habían conocido sus antepasados?

      11 ¿Qué propósitos? El pueblo estaba a punto de ver las tremendamente impresionantes Diez Plagas. Estaban a punto de ser llevados a pie enjuto a través del mar Rojo. Recibirían la Ley en medio de circunstancias impresionantes en el monte Sinaí. Recibirían protección en su viaje por el “desierto grande e inspirador de temor” y serían introducidos en la Tierra Prometida. (Deuteronomio 1:19; Éxodo 6:7, 8; 14:21-25; 19:16-19.)

      Los actos amorosos de él

      12, 13. ¿Cuáles son algunas de las cosas que la Biblia nos dice acerca de los actos amorosos de Jehová?

      12 Todo el relato bíblico nos explica cómo es el Creador. Relata acerca de la fidelidad, rectitud y justicia de él. La Biblia dice: “Bueno y recto es Jehová”. Declara: “¡Oh cuán grande es su bondad!”, “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él”. (Salmo 25:8; Zacarías 9:17; Deuteronomio 32:4.)

      13 La Biblia presenta a Jehová como Rey (Salmo 10:16; Daniel 4:34), Juez (Salmo 50:6; 98:9), Padre (Isaías 64:8; Mateo 6:6-9), Esposo (Isaías 54:5; Jeremías 3:14), Maestro (Salmo 71:17; Isaías 50:4; 54:13) y Ayudante (Salmo 30:2; 115:9-13; 121:2). Su nombre debe recordarnos los actos amorosos de él, que él ha establecido principios rectos y que tiene derecho a exigir obediencia y devoción de sus hijos terrestres. Las Escrituras dicen: “Jehová es conocido por el juicio que ha ejecutado”. “Jehová está guardando a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará”. (Salmo 9:16; 145:20.)

      14. a) ¿Cómo mostraron su confianza en Jehová los escritores y cantantes de los Salmos? b) ¿Qué nos muestran los Proverbios acerca de él?

      14 Este nombre aparece 749 veces en todo el libro bíblico de los Salmos. Los salmos, o cánticos de alabanza, eran cantados por alabadores gozosos que daban “gracias al nombre de Jehová” en el templo en Jerusalén (Salmo 122:1-4). Los escritores y cantantes de los salmos conocían el nombre de Jehová (Salmo 9:10), confiaban en su nombre (Sl 33:21), invocaban su nombre (Sl 80:18; 105:1), daban gracias a su santo nombre (Sl 106:47), buscaban ayuda en su nombre (Sl 124:8) y alababan continuamente su nombre (Sl 68:4; 135:3). El nombre de él no era un nombre escondido, sino un nombre amado (Salmo 89:1; 92:1-5). Jehová no solo ejecutó los actos amorosos que se alaban en los Salmos, sino que inspiró la sabiduría que se registra en el libro bíblico de Proverbios. Éste dice: “Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento” (Proverbios 2:6). Si la traducción de la Biblia que usted tiene usa “Señor” en estos pasajes, usted puede estar seguro de que en el hebreo original el nombre de Dios aparecía en cada uno de estos casos.

      15. a) ¿Qué acontecimientos trascendentales debe recordarnos el nombre de Jehová? b) De acuerdo con Daniel 2:20, 21 y Da 4:17, ¿qué nos provee una base para bendecir el nombre de Jehová?

      15 El nombre debe recordarnos todo el conjunto de la historia, la profecía, las leyes y la sabiduría que se delinean en la Biblia. Debe recordarnos las asombrosas profecías que tienen que ver con lo principal en el desarrollo de la historia mundial. Jehová causó o hizo que sucedieran acontecimientos históricos de tal manera que sus profecías se cumplieron sobre Egipto, Asiria, Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma, y en adelante hasta nuestro turbulento siglo XX y más allá. (Daniel, capítulos 2, 7, 8a.)

      Jesús y el nombre del Padre

      16. a) ¿Cómo debería afectar nuestro aprecio del Padre de Jesús, Jehová Dios, lo que Jesús hizo mientras estuvo en la Tierra? b) ¿De qué manera en particular dio a conocer Jesús el nombre de su Padre?

      16 El afectuoso sentimiento de aprecio que debe producir en nuestro corazón el nombre divino Jehová debe incluir un hecho aún más importante... el hecho de que él enviara a la Tierra, milagrosamente, a su “Primogénito”, “la Palabra”, quien llegó a ser Jesucristo (Hebreos 1:6; Juan 1:1-3; Romanos 5:6-8). En oración a su Padre celestial, Jesús dijo: “He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo. [...] Y yo les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer” (Juan 17:6, 26). No se trataba de que sus seguidores no conocieran todavía el nombre de Dios. Como se mostró en el artículo “El nombre de Dios en las Escrituras Cristianas” (página 7), ellos veían este nombre tanto en sus rollos de la Biblia en hebreo como en la traducción griega de la Biblia que leían. Pero como resultado de la obra docente de Jesús, este nombre adquirió significado adicional... tal como había sucedido como resultado de los actos de Jehová allá en los días de Moisés. De manera maravillosa, Jesús aumentó nuestro conocimiento y nuestro aprecio de Jehová, de su personalidad y de sus propósitos. Conocemos el nombre de Jehová de una manera mucho más grandiosa gracias a Jesús, quien dijo: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me envió”. Jesús proveyó el rescate y el camino que nos permite acercarnos al Padre. Por consiguiente, Jesús dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. (Juan 7:16; 14:6.)

      17. ¿Qué se predijo en el libro de Revelación en cuanto al uso del nombre de Dios en los cielos?

      17 En el libro bíblico de Revelación, que registra la visión que Juan recibió de los acontecimientos de nuestros días, se continúa alabando el nombre de Jehová. Cuando se destruye a Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, una gran muchedumbre en el cielo da la exclamación jubilosa: “¡Aleluya! ¡La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios!”. Entonces “cayeron los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes, y adoraron a Dios, que estaba sentado sobre el trono, diciendo: ¡Amén! ¡Aleluya!” (Revelación 19:1, 4, Versión Moderna). ¿Qué significa “Aleluya”? Ya hemos visto —en la página 4— que “Jah” (también “Yah”) es una forma poética abreviada de “Jehová”. Por consiguiente, el Diccionario de uso del español, de María Moliner, dice que “Aleluya” es una voz hebrea que significa “Alabad a Jehová”. De modo que en el cielo se adora a Dios con la exclamación: “¡Alaben a Jehová!”.

      Obras maravillosas

      18. ¿Qué nos ayuda a reconocer con aprecio el que sepamos de cosas que Jehová ha hecho “por causa de su nombre”?

      18 El nombre de Dios debe usarse. Éste debe recordarnos las obras y la bondad amorosa de él. La Biblia nos dice que Dios hizo estas cosas maravillosas “por causa de su nombre, para dar a conocer su poderío” (Salmo 106:8). Las obras maravillosas que él ejecutó “por causa de su nombre” no las hizo por egotismo, sino para ayudarnos a entender que él es Dios, que tiene derecho a decirnos qué hacer, y que podemos tener confianza absoluta en el cumplimiento de sus promesas (1 Samuel 12:22). Así, pues, él dijo: “Acuérdense de las primeras cosas de mucho tiempo atrás, que yo soy el Divino y no hay otro Dios, ni nadie semejante a mí; Aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho; Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré’; [...] Hasta lo he hablado; también lo haré venir. Lo he formado, también lo haré”. (Isaías 46:9-11.)

      19. ¿Qué declaración, que inspira confianza, hizo Josué acerca de la fiabilidad de la Palabra de Dios?

      19 Siglos antes Josué había recordado a los israelitas lo siguiente: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado”. (Josué 23:14.)

      20. ¿Qué cosas le recuerda a usted el nombre Jehová?

      20 ¿Son todos estos asuntos parte de la impresión que usted tiene de Jehová? Cuando oye Su nombre, ¿recuerda usted las obras, el poderío, la omnipotencia, la fiabilidad de él y la veracidad de Sus promesas? ¿Asocia usted Su nombre con El Dios que causa o hace que él mismo llegue a ser lo que se precise para que se cumplan Sus propósitos? ¿Piensa usted en el hecho de que Jehová envió a Jesús a la Tierra para vindicar el nombre de Dios, para enseñarnos acerca de su Padre y para proveer el rescate a todos los que quieran aceptarlo? ¿Y hay entre los sentimientos suyos para con Jehová gratitud por las promesas de él acerca de un futuro justo para una Tierra que habrá sido limpiada? (2 Pedro 3:13.)

      21. ¿Cómo podemos tener una actitud semejante a la del justo rey David?

      21 El conocimiento acerca de lo que Jehová ha hecho genera fe. La fe nos mueve a entrar en acción. Usamos el nombre de él, hablamos acerca de sus hechos, nos ofrecemos voluntariamente como sus siervos y esperamos con anhelo el cumplimiento de su gran e infalible propósito de erradicar de la Tierra la iniquidad y establecer nuevas condiciones de justicia para la humanidad obediente. Con tal fe, y obrando en armonía con ella, podemos decir como dijo el justo rey David: “La alabanza de Jehová hablará mi boca; y bendiga toda carne el santo nombre de él hasta tiempo indefinido, aun para siempre”. (Salmo 145:21.)

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