BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¿Cuán importante le es a usted la buena asociación?
    La Atalaya 1968 | 1 de febrero
    • rara vez deja de asistir a las reuniones de la congregación, aunque tiene que andar a pie unos tres kilómetros de ida y vuelta. Y un matrimonio viaja a pie un poco más de seis kilómetros hasta el Salón del Reino. Después de cada reunión emprenden el viaje a casa a través de territorio semejante a selva en la oscuridad, llegando a casa muy a menudo a la una o las dos de la mañana. No obstante, nunca pensarían en perder una de esas sesiones edificantes con compañeros cristianos.

      OTRAS DIFICULTADES VENCIDAS

      Quizás la fatiga después de un día de trabajo les parezca a algunos buena razón para quedarse en casa la noche de reunión. No sucede así con el padre de dos niñitos en Honduras Británica. Trabaja desde el amanecer hasta el anochecer, a veces tan tarde como las siete de la noche. Pero ha organizado a su casa para que no pierdan los muchos beneficios de las reuniones semanales. Su esposa prepara a los hijos con anticipación y sale temprano para el Salón del Reino, puesto que el paso de los niños es lento y tienen que andar a pie unos tres kilómetros. Antes de salir ella se encarga de que todo esté listo para que su esposo se cambie de ropa rápidamente y se apresure tras ella a lo largo del camino.

      Y a menudo hay necesidad de que él acompañe a la familia, pues las lluvias fuertes a veces hacen salir culebras al camino. De modo que tiene que estar vigilante entonces para proteger a la familia. No obstante, el llegar a la asamblea de los hermanos en la fe es la meta fija. Él sabe cuán ricos son los banquetes espirituales de los que se participa en esas ocasiones.

      Piense, también, en el caso de una señora en Venezuela. Ella vive a diecinueve kilómetros del Salón del Reino más cercano. Cuando llueve las carreteras llegan a ser intransitables para los autos, los ríos se desbordan y en lugares ella tiene que vadear casi con el agua hasta las axilas. Hay otros peligros también. En una ocasión mientras se abría paso hasta el Salón del Reino, ubicado en una región de matorrales, sintió una punzada en la pierna, pero no se preocupó por eso pensando que era una ramita aguda que la rozó. Después de un rato comenzó a sentir una sensación de adormecimiento. Buscó tratamiento para una picadura de culebra en el Puesto de Socorro local. Ahora está bastante bien y no está desanimada en lo más mínimo de seguir como de costumbre su horario de asistir a las reuniones.

      El tener una familia grande quizás tienda a estorbar a algunos de asistir con regularidad a las reuniones semanales de la congregación. Sin embargo, en la América Central y en la América del Sur hay muchas familias grandes, y no obstante esto no presenta ningún problema insuperable. En un pueblo de Venezuela, por ejemplo, el grupo de familia de seis vive a una hora de caminar a pie del Salón del Reino más cercano, no obstante siempre están presentes en las reuniones. Otro grupo de familia camina ocho kilómetros hasta las reuniones de la congregación cristiana tres veces a la semana, la mitad de esa distancia por terreno escabroso.

      Aun la barrera del idioma no basta para desanimar a los que aprecian el valor de asociarse con otros que aman a Dios. En México sucede a menudo que los indígenas que vienen a las reuniones no entienden español. No obstante vienen regularmente y se sientan en la reunión de idioma español hasta que llega el tiempo para que los puntos sobresalientes del programa sean interpretados en su propia lengua. Es satisfactorio notar su placer evidente de estar presentes, aunque no entienden todo lo que se está diciendo. ¡Y cuán ávidamente absorben la explicación del intérprete!

      En la República Dominicana durante los recientes disturbios políticos los Testigos continuaron asociándose a pesar de grandes dificultades. A veces tenían que hacer largas desviaciones para llegar al Salón del Reino a causa de las barricadas. Luego, cuando la capital fue dividida en dos por las fuerzas contrarias, a muchos Testigos se les impidió acceso a los Salones del Reino. ¿Se rindieron? No. Se reunieron en casas particulares, reduciendo al mínimo así la pérdida de asociación edificante.

      En algunos países a los cristianos hasta se les prohíbe leer la Biblia y reunirse con otros para estudiarla. ¿Los llena eso de temor al grado de abandonar la asociación con otros de la misma fe? Ni pensarlo. A pesar de las disposiciones humanas a lo contrario, cumplen con el derrotero que aconsejó el inspirado apóstol de Jesucristo: ‘No abandonen el reunirse.’ (Heb. 10:25) Los desenvolvimientos subsecuentes prueban que están emprendiendo el derrotero correcto, porque Jehová los protege y los bendice, y aunque son aprehendidos y castigados injustamente, él les da fortaleza y esperanza para vencer y sobrepujar los sufrimientos mentales y físicos por los que quizás tengan que pasar.

      Con tan inspirador conjunto de testimonio acerca del amor duradero de los compañeros cristianos, como se ve en su evaluación de la asociación con regularidad, ¿no es apropiado el que cada uno analice su propio punto de vista del reunirse semanalmente con la congregación cristiana? Hay peligro de dar este asunto por sentado. Hay peligro de que la comodidad de uno pudiera hacernos retraer de las incomodidades, considerando nuestros deseos materiales más bien que nuestro bienestar espiritual. ¿Se necesita el que se nos niegue el derecho de reunirnos con los compañeros cristianos para despertarnos al aprecio más pleno del privilegio? Ciertamente que no.

      Es obvio que si deseamos algo con bastante avidez haremos el esfuerzo por alcanzarlo. Pues, hasta personas enfermizas, fatigadas, ancianas, sí, inválidas y ciegas llegan con regularidad a las reuniones de la congregación cristiana. ¿A qué se debe esto, a pesar de sus desventajas? Se debe a que están convencidos de su necesidad de la asociación y de la fuerza espiritual que ha de obtenerse del intercambio de expresión en cuanto a la voluntad de Dios. (Rom. 1:12) Sin falta, entonces, edifique el buen hábito de la asociación sana. Sea una bendición para los compañeros cristianos, y ellos serán una bendición para usted.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1968 | 1 de febrero
    • Preguntas de los lectores

      ● Si la Biblia enseña que el cielo está ‘arriba’ (Hech. 1:9), ¿no transmite una ignorancia de la rotación de la Tierra y la estructura del universo?—C. P., EE. UU.

      El relato bíblico de la ascensión de Jesús dice que “estando ellos [sus discípulos] mirando, fue elevado y una nube se lo llevó de la vista de ellos.” Continuaron mirando al cielo hasta que los ángeles les notificaron otra cosa, hasta que les informaron que “Jesús que fue recibido de entre ustedes arriba en el cielo vendrá así de la misma manera que lo han contemplado irse al cielo.” (Hech. 1:9-11) Algunos han suscitado objeciones al relato de la ascensión, diciendo que transmite el concepto primitivo de que el cielo está “arriba” de la Tierra. Sin embargo, para satisfacer a tales críticos, en efecto, se requeriría la eliminación virtual de las palabras “arriba,” “encima,” etc., del idioma humano. Aun en esta era espacial, todavía leemos en cuanto a que los astronautas que han estado en órbita alrededor de la Tierra han “ascendido a 739 millas náuticas” por encima de la Tierra (Times de Nueva York del 16 de septiembre de 1966), mientras que sabemos que técnicamente “se movieron hacia afuera o lejos” de la superficie de la Tierra por esa distancia.

      Es interesante que el relato de la delegación angelical que coreó el anuncio del nacimiento de Jesús informa que, cuando se terminó su misión, “los ángeles hubieron partido de ellos al cielo.” (Luc. 2:15; compare con Hechos 12:10.) Por eso la ascensión de Jesús, aunque comenzó con un movimiento hacia arriba, relacionado con la localidad terrestre donde estaban sus discípulos, es posible que después haya emprendido alguna dirección requerida para llevarlo a la presencia celestial de su Padre. Fue una ascensión,

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir