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“El Dios de todo consuelo” está con nosotrosLa Atalaya 1983 | 15 de mayo
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“El Dios de todo consuelo” está con nosotros
“Bendito sea [...] el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación.” (2 CORINTIOS 1:3, 4.)
1, 2. En 2 Corintios 1:3-7, ¿qué dijo el apóstol Pablo en cuanto al consuelo en tiempos de tribulación?
JEHOVÁ es “el Dios de todo consuelo”. El apóstol Pablo sabía esto por experiencia personal. Por eso, para animar a sus compañeros cristianos, escribió estas palabras alentadoras:
2 “Bendito sea [...] el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación. [...] Ahora bien, sea que estemos en tribulación, es para el consuelo y salvación de ustedes; o sea que se nos esté consolando, es para el consuelo de ustedes, el cual opera para hacerlos aguantar los mismos sufrimientos que nosotros también sufrimos. De modo que nuestra esperanza tocante a ustedes es invariable, ya que sabemos que, así como ustedes son partícipes de los sufrimientos, de la misma manera también participarán del consuelo”. (2 Corintios 1:3-7.)
3. a) ¿Por qué conocía Pablo a Jehová como “el Dios de todo consuelo”? b) ¿Con qué como base pueden otros Testigos recibir consuelo y estímulo para aguantar tribulación?
3 Sí, Pablo sabía que Jehová es “el Dios de todo consuelo”. El apóstol había experimentado los tratos misericordiosos, tiernos y consoladores del Padre, especialmente al sufrir “por causa de la justicia”. (Compare con Mateo 5:10.) Por eso, Pablo podía consolar a otras personas y animarlas a aguantar tribulación. Es patente que, por su ejemplo de fidelidad y sus expresiones de confianza en Jehová, los testigos cristianos de Jehová que han aguantado tribulación proveen estímulo que impele a los compañeros de creencia a mantenerse fieles a Dios. Y en cuanto a aguantar sufrimientos, Pablo fue un ejemplo excelente.
Registro de aguante fiel
4, 5. a) ¿Cuándo escribió Pablo Segunda a los Corintios? b) ¿En qué sentido era Pablo igual a los “apóstoles superfinos” de Corinto, pero en qué sentido era superior a ellos?
4 Alrededor del año 55 de la E.C. Pablo escribió bajo inspiración su segunda carta a los cristianos de la ciudad de Corinto. En esta ciudad había ciertos hombres que se oponían a él, a quienes él llamó sarcásticamente “apóstoles superfinos”. Valerosamente defendió su posición apostólica, no por su propio bien, sino “para Dios”, es decir, para salvar a la congregación que pertenece a Jehová (2 Corintios 11:5, 12-14; 12:11; 5:12, 13). El apóstol explicó que él era igual a sus opositores en lo relacionado con la genealogía, y entonces señaló que era superior a ellos en labores, sufrimientos, viajes, peligros y penalidades como ‘ministro de Cristo’. Escribió:
5 “¿Son [aquellos opositores] ministros de Cristo? Respondo como loco, más sobresalientemente soy yo uno; en labores más abundantemente, en prisiones más abundantemente, en golpes con exceso, a punto de morir, frecuentemente. De los judíos cinco veces recibí cuarenta azotes menos uno, tres veces fui golpeado con varas, una vez fui apedreado, tres veces experimenté naufragio, una noche y un día los he pasado en lo profundo; en viajes a menudo, en peligros de ríos, en peligros por parte de salteadores, en peligros por parte de mi propia raza, en peligros por parte de las naciones, en peligros en la ciudad, en peligros en el desierto, en peligros en el mar, en peligros entre falsos hermanos, en labor y afán, en noches sin dormir a menudo, en hambre y sed, en abstinencia de alimento muchas veces, en frío y desnudez”. (2 Corintios 11:21-27.)
6. a) ¿Dónde podemos hallar un registro de algunos rasgos de la vida cristiana de Pablo antes que él escribiera Segunda a los Corintios? b) ¿Cómo nos beneficiamos de reflexionar sobre el registro de aguante fiel de Pablo?
6 El libro bíblico de Hechos de Apóstoles (desde 9:3 hasta más o menos 20:4) menciona algunos de los rasgos susodichos de la vida de Pablo, desde el tiempo en que llegó a ser cristiano hasta que escribió Segunda a los Corintios. Reflexionemos ahora sobre su registro de aguante fiel. No hay duda de que esto nos animará a aguantar tribulación con la confianza de que “el Dios de todo consuelo” está con nosotros.
‘Labores más abundantes y más veces en prisión’
7. a) ¿A qué obra se refieren las ‘labores más abundantes’ de Pablo? b) De acuerdo con lo que el apóstol dijo a los “ancianos” de la congregación de Éfeso, ¿cómo efectuó Pablo su ministerio? c) ¿Qué estimuló a Pablo a efectuar vigorosamente labores a favor de las buenas nuevas y de los intereses del Reino?
7 En labores más abundantemente: Como proclamador de las “buenas nuevas” Pablo ‘trabajaba más’ que sus opositores (2 Corintios 11:23, Versión Popular). Por supuesto, había participado en la obra de predicar por más tiempo que ellos y a menudo lo hacía en territorio sumamente difícil. Por ejemplo, en Éfeso, donde se adoraba a la diosa pagana Artemis y donde Pablo fue víctima de una chusma, él se esforzó vigorosamente, a veces a grado conmovedor, en el ministerio y a favor de sus compañeros de creencia. Pero el resultado fue fruto espiritual excelente. Más tarde pudo decir apropiadamente a los “ancianos” de la congregación de Éfeso: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Antes, di testimonio cabalmente tanto a judíos como a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús” (Hechos 20:17, 20, 21, 31; 19:1-41). De modo que antes que se hicieran cristianos aquellos hombres que para entonces eran ancianos, el apóstol Pablo les había enseñado las verdades fundamentales del cristianismo en la actividad de predicar de “casa en casa”. Se debió a que la Palabra de Jehová y el espíritu santo obraran en el corazón de Pablo que él fue estimulado a trabajar vigorosamente en esparcir las buenas nuevas y promover los intereses del Reino (Isaías 61:1, 2; Romanos 10:8-10). Al desempeñar aquella actividad vigorosa, el apóstol dio un ejemplo excelente a los cristianos del siglo veinte.
8. a) ¿Por qué podía decir Pablo que había estado “en prisiones más abundantemente” que los “apóstoles superfinos”? b) Sin duda, ¿en qué hallaron consuelo Pablo y Silas cuando estuvieron encarcelados en Filipos, y qué hicieron después de quedar libres debido a un terremoto? c) ¿Qué estímulo podemos derivar de las experiencias de Pablo relacionadas con su encarcelamiento en Filipos?
8 En prisiones más abundantemente: Clemente de Roma, que escribió a fines del primer siglo de la E.C., dice que Pablo fue encarcelado en siete ocasiones. Antes de escribir Segunda a los Corintios, Pablo ya había estado en prisión más veces que los “apóstoles superfinos”. El registro de Hechos relata uno de aquellos encarcelamientos... en la ciudad macedonia de Filipos. Es obvio que Pablo y Silas estaban contentos de sufrir “por causa de la justicia”, pues, mientras estuvieron encarcelados allí, oraron a Dios y lo alabaron con canciones. Hallaron consuelo al reflexionar sobre las Escrituras y también porque se daban cuenta de que Dios oía sus oraciones y las estaba contestando (Salmo 65:2; 119:52). Cuando quedaron libres debido a un terremoto, no se dieron a la fuga, sino, más bien, “hablaron la palabra de Jehová [al carcelero] junto con todos los que estaban en su casa”. ¿Cuál fue el resultado? ¡Pues el carcelero y su casa se hicieron cristianos (Hechos 16:16-40)! ¡Cuánto anima este relato a los testigos de Jehová que están encarcelados hoy día a aceptar la persecución con gozo piadoso, a orar, a meditar en la Palabra de Dios y a hablar con denuedo acerca de ésta! (Hechos 4:29-31.)
Intrépido a pesar de recibir golpes y estar a punto de morir
9. ¿Qué denotan las palabras “golpes con exceso”?
9 En golpes con exceso: Pablo había recibido golpes en exceso. También se declara que con frecuencia estuvo “al borde de la muerte” (2Co 11 versículo 23, Levoratti-Trusso). Esto pudiera indicar que ciertas golpizas fueron tan severas que los golpes prácticamente le causaron la muerte.
10. a) ¿Cómo estuvo Pablo “a punto de morir, frecuentemente”? b) ¿Qué parece haber fortalecido al apóstol cuando estuvo “al borde de la muerte”?
10 A punto de morir, frecuentemente: Esto no necesariamente se refería solo a ciertas golpizas. Pablo había dicho antes en la misma carta: “Siempre aguantamos por todas partes en nuestro cuerpo el tratamiento mortífero que se le dio a Jesús” (2 Corintios 4:10, 11). El apóstol había estado en peligros que le habían amenazado la vida o hasta le habían causado dolor mortífero en Damasco, Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra, Tesalónica y Berea (Hechos 9:23-25; 13:49-51; 14:1-6, 19, 20; 17:1, 5-9, 13, 14). De hecho, puede que haya estado expuesto a los peligros de muerte por causa de los juegos romanos, en vista de la referencia que hizo a ‘pelear con las bestias salvajes en Éfeso’. (1 Corintios 15:32; compare con Hechos 19:23-41; 2 Corintios 1:8-11.) Puesto que su vida había estado en peligro tantas veces, el apóstol podía decir con certeza: “Diariamente me enfrento con la muerte” (1 Corintios 15:31). No hay duda de que la ayuda del espíritu santo de Jehová y la fe que Pablo tenía en las preciosas promesas de Dios lo sostuvieron cuando a menudo estuvo “al borde de la muerte”. (2 Corintios 1:20-22.)
11. ¿En qué consistían las golpizas que Pablo recibió de los judíos?
11 De los judíos cinco veces recibí cuarenta azotes menos uno: Pablo indicó que de las golpizas que sufrió ‘por causa de la justicia’, cinco habían sido a manos de los judíos, posiblemente en sus sinagogas (2Co 11 versículo 24; Mateo 10:17). La Ley Mosaica permitía que se golpeara a alguien con un palo o una vara, y los jueces determinaban la cantidad de azotes de acuerdo con el delito. Pero a manera de mostrar compasión, el castigo se restringía a 40 azotes, y los judíos lo reducían a 39 para no dar por error más azotes de los que legalmente se permitían (Deuteronomio 25:1-3). Aquellas golpizas eran muy dolorosas. Pero “el Dios de todo consuelo” fortaleció a Pablo para que aguantara fielmente tal trato.
12. a) Según parece, ¿a qué trato se refirió el apóstol cuando dijo “tres veces fui golpeado con varas”? b) ¿Qué ayuda hay para aguantar golpizas “por causa de la justicia”?
12 Tres veces fui golpeado con varas: Según parece, oficiales romanos equipados con varas fueron quienes le dieron estas tres golpizas severas (2Co 11 versículo 25). Aquellas golpizas con varas se daban después que a la víctima se le había despojado de sus prendas exteriores. Como ciudadano romano, Pablo estaba legalmente exento de tales golpizas. Sin embargo, en Filipos, aquello no impidió que él y Silas recibieran “golpes con exceso” antes de ir a prisión por ser proclamadores de las buenas nuevas (Hechos 16:19-24, 33, 35-40). Aquellas golpizas podían ser muy brutales, pero, con la ayuda del espíritu de Dios, Pablo aguantó fielmente aquel trato cruel “por causa de la justicia”. Y gracias a ese apoyo divino, muchos cristianos del día moderno han mantenido su integridad a Dios a pesar de sufrir maltrato parecido al que sufrió Pablo.
13. ¿Dónde fue apedreado Pablo? ¿Detuvo aquello su ministerio?
13 Una vez fui apedreado: En Listra, judíos fanáticos “apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, imaginándose que estaba muerto”. Por supuesto, el objetivo de aquel apedreamiento era matar a Pablo. (Compare con Levítico 20:2; Hechos 7:58-60.) Pero “cuando lo cercaron los discípulos, se levantó y entró en la ciudad” para reanudar sus viajes ministeriales al día siguiente mismo. (Hechos 14:19-22.)
Naufragio y peligro en el mar
14. ¿Qué experiencias de naufragio mencionó Pablo, y qué efecto tuvieron éstas en sus viajes a favor de las buenas nuevas?
14 Tres veces experimenté naufragio: El libro de Hechos registra solamente un naufragio, el cual ocurrió después que Pablo escribió a los corintios. Sucedió cuando Pablo iba rumbo a Roma (Hechos, capítulo 27). Sin embargo, antes de aquel naufragio el apóstol hizo muchos viajes en embarcaciones que se hacían a la mar, y no era raro que ocurrieran naufragios durante viajes por las costas. Por eso, aunque las Escrituras no suministran detalles sobre los tres naufragios que él menciona, es patente que los peligros de viajar en el Mediterráneo no hicieron que Pablo emprendiera menos viajes en el interés de las buenas nuevas.
15. a) ¿Qué quiso decir Pablo con las palabras “una noche y un día los he pasado en lo profundo”? b) ¿Cómo ayudó a Pablo en aquel caso “el Dios de todo consuelo”, y, por eso, qué confianza podemos tener al respecto?
15 Una noche y un día los he pasado en lo profundo: Por supuesto el apóstol no dice que milagrosamente aguantó un período de 24 horas debajo del agua. Como víctima de naufragio, puede que durante aquellas horas peligrosas haya pasado parte del tiempo luchando por nadar en aguas turbulentas o agarrado de algún trozo de madera o de escombros de la nave naufragada. Aun si hubiera estado en una balsa, tal experiencia angustiosa (que no se menciona en ninguna otra parte de las Escrituras) hubiera requerido que el apóstol ejerciera aguante valeroso hasta que lo rescataran o lograra llegar a tierra firme. Sin duda Pablo ‘clamó a Jehová en su angustia, y de los apuros en que se halló, Dios lo sacó’. (Compare con Salmo 107:23-31.) Este mismo “Dios de todo consuelo” puede contestar nuestras oraciones también. (Compare con 1 Juan 5:13-15.)
Nuestro Dios provee consuelo seguro
16, 17. ¿Por qué puede decirse que la ayuda del espíritu santo de Jehová es de valor incalculable cuando sufrimos “por causa de la justicia”?
16 Hemos considerado algunas de las fuentes de consuelo que ayudaron a Pablo a permanecer fiel a Jehová a pesar de la tribulación. Éstas merecen énfasis, puesto que pueden ayudar a los testigos de Jehová del día actual a aguantar sufrimientos “por causa de la justicia”.
17 La ayuda del espíritu santo de Jehová es de valor incalculable. Especialmente durante tribulaciones debemos pedir en oración el espíritu, dejar que éste nos guíe y manifestar sus frutos (Lucas 11:13; Salmo 143:10; Gálatas 5:22, 23). Cuando el espíritu de Jehová obra en nuestro corazón nos hace conscientes de Su amor, y esta garantía consoladora nos ayuda a aguantar tribulación. (Romanos 5:3-5; 8:35-39; 2 Tesalonicenses 3:5.)
18. Cuando sufrimos tribulación por ser cristianos, ¿cómo puede consolarnos la fe que tenemos en las preciosas promesas de Dios?
18 El tener fe en las preciosas promesas de Dios, que se exponen en las Escrituras, también nos consuela (Romanos 15:4). Recuerde que “por el gozo que fue puesto delante de él [Jesucristo] aguantó un madero de tormento” (Hebreos 12:1, 2). Aunque sufriéramos hasta el grado de morir, tenemos la maravillosa perspectiva de la resurrección y la vida eterna en el nuevo orden de Dios, sea que tengamos la esperanza de ir al cielo o de vivir en la Tierra (Mateo 10:28; Lucas 23:43; Juan 5:28, 29; 17:3; 1 Corintios 15:53; 2 Pedro 3:13). ¡Qué “momentánea y liviana” es la tribulación cuando tenemos la perspectiva de vivir una eternidad! (2 Corintios 4:16-18.)
19. ¿Cómo nos consuela el orar en medio de tribulaciones?
19 El que Dios nos dé tranquilidad de ánimo y fortaleza, en contestación a nuestras oraciones, también es una magnífica fuente de consuelo durante tribulación. (Vea Lucas 22:32; Hechos 4:23-31; Santiago 5:16-18.) Jesús suplicó y rogó encarecidamente a Jehová, “que podía salvarlo de la muerte, [...] y fue oído favorablemente por su temor piadoso”. Sí, Jehová envió a un ángel para que fortaleciera a Jesús durante un período de prueba (Hebreos 5:7; Lucas 22:43). No hay duda de que recibimos consuelo al ver que Jehová contesta nuestras oraciones cuando sufrimos tribulación.
20. ¿De qué otras maneras superó Pablo a los “apóstoles superfinos” de Corinto, las cuales consideraremos en el siguiente artículo?
20 Si estamos esforzándonos sinceramente por perseverar con fidelidad como testigos cristianos de Jehová, “el Dios de todo consuelo” está con nosotros, tal como lo estuvo con el apóstol Pablo. Hasta ahora hemos considerado las labores y los sufrimientos de Pablo. Pero la defensa que él presentó como ‘ministro de Cristo’ demuestra que también superó a los “apóstoles superfinos” de Corinto en viajes, peligros y penalidades. ¿Qué podemos aprender de aquellas experiencias?
¿Recuerda usted estos puntos?
◻ ¿Por qué sabía el apóstol Pablo que Jehová es “el Dios de todo consuelo”?
◻ ¿Cómo pueden los cristianos que han aguantado tribulación animar a sus compañeros de creencia a mantenerse fieles a Jehová?
◻ ¿Qué obra incluían las ‘labores más abundantes’ del apóstol?
◻ ¿Cómo podemos beneficiarnos de las experiencias que tuvo Pablo cuando estuvo en prisión?
◻ ¿De qué maneras provee Jehová Dios consuelo seguro?
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Podemos ‘perseverar hasta el fin’La Atalaya 1983 | 15 de mayo
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Podemos ‘perseverar hasta el fin’
“El que persevere pacientemente hasta el fin, ese se salvara.” (MATEO 24:13, THE EMPHATIC DIAGLOTT.)
1. a) Para nosotros individualmente, ¿cuál pudiera ser “el fin” que Jesús mencionó, según se registra en Mateo 24:13? b) ¿Qué cosa es vital para la salvación?
EN SU gran profecía acerca de su “presencia”, Jesucristo hizo la siguiente declaración que inspira esperanza: “El que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo” (Mateo 24:3, 13). Para cada uno de nosotros individualmente, “el fin” pudiera ser o “la conclusión del sistema de cosas” o nuestra muerte, tal vez después que hayamos pasado por largas y duras pruebas. Sea como sea, para obtener finalmente la salvación, es vital perseverar fielmente. (1 Pedro 1:8, 9.)
2, 3. a) ¿Por qué podemos estar seguros de que, aunque somos imperfectos, podemos alcanzar la salvación? b) ¿Qué consideraremos ahora?
2 Jesús sirvió de ejemplo perfecto de perseverancia (Hebreos 12:1-3). Pero, como seres humanos imperfectos, podemos ser fieles a Dios a pesar de que experimentemos intenso sufrimiento y persecución “por causa de la justicia” (Mateo 5:10). Sí, gracias a la bondad inmerecida de Jehová podemos alcanzar la salvación y obtener vida eterna mediante el sacrificio redentor de su amado Hijo, Jesucristo. (Juan 3:16; 1 Juan 2:1, 2.)
3 El apóstol Pablo, aunque era un ser humano imperfecto, nos proporciona un excelente ejemplo de alguien que ejerció la clase de perseverancia que lleva a la salvación. Al considerar una porción de su defensa, registrada en 2 Corintios 11:23-27, nos hemos enterado de que en labores y en sufrimientos él fue un ‘ministro de Cristo’ “más sobresalientemente” de lo que lo fueron los “apóstoles superfinos” de Corinto. Como veremos, también los superó como ‘ministro de Cristo’ en viajes, peligros y varios sufrimientos.
Viajes peligrosos para propagar las buenas nuevas
4. ¿A qué viajes se refirió el apóstol Pablo cuando dijo que ‘viajó a menudo’?
4 En viajes a menudo: Pablo viajó frecuentemente para proclamar las buenas nuevas, y sobrepasó por mucho a sus adversarios corintios al respecto (2Co 11 versículos 23, 26). Claro, se enfrentó a peligros que eran comunes para los viajeros del mundo romano. Pero sus viajes fueron muy extensos y muy agotadores. Sus viajes lo llevaron a ciudades como Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra, Derbe, Filipos, Tesalónica, Berea, Atenas y Corinto. (Hechos 13:14–14:26; 16:11–18:17.)
5. ¿A qué se debió el que los viajes de Pablo fueran especialmente agotadores y peligrosos, y cómo pudo él aguantar viajes tan arduos?
5 Los viajes del apóstol eran aún más agotadores y peligrosos debido a que él era ‘objeto de odio por motivo del nombre de Cristo’ (Mateo 10:22). No obstante, Jehová dio a Pablo la vitalidad y el valor que necesitaba para hacer sus arduos viajes (Isaías 40:28-31). Como ministro que trabajaba arduamente, el apóstol ciertamente dio a los testigos de Jehová de la actualidad un excelente ejemplo en lo que tiene que ver con promover los intereses del Reino. (Mateo 6:33.)
Perseverancia fiel a pesar de muchos peligros
6. ¿A qué peligros de ríos pudo haberse referido el apóstol?
6 En peligros de ríos: Puesto que había relativamente pocos puentes, la vida de Pablo probablemente estuvo en peligro muchas veces mientras vadeaba ríos que habían crecido debido a las lluvias. Por ejemplo, durante su primera gira misional y el viaje de regreso, viajó por Pisidia, donde los ríos impetuosos de las montañas presentaban grandes peligros (Hechos 13:13, 14; 14:21, 24). La perseverancia de Pablo bajo tales circunstancias puede dar ánimo a los testigos de Jehová... especialmente a misioneros y a otros ministros que se encuentran en zonas remotas.
7. a) ¿A qué “peligros por parte de salteadores” se enfrentó Pablo? b) ¿Cómo pueden los Testigos de hoy perseverar a pesar de peligros parecidos a aquellos?
7 En peligros por parte de salteadores: La ilustración de Jesús acerca del samaritano bondadoso muestra que el viajero del primer siglo podía ‘caer entre salteadores que le robaran, lo golpearan y lo dejaran medio muerto’ (Lucas 10:25-37). Era común que hubiera ladrones en muchas de las áreas por las cuales viajaba Pablo. Por ejemplo, cuando él y Bernabé viajaron hacia el norte desde Perga a Antioquía de Pisidia, pasaron por un territorio montañoso lleno de salteadores (Hechos 13:13, 14). Tales delincuentes peligrosos solían emboscar a sus víctimas en zonas desoladas y no vacilaban en recurrir a la violencia. Tal vez Pablo mismo fue víctima de salteadores. Los testigos de Jehová del día moderno quizás se enfrenten a peligros parecidos, y, por eso, necesitan ejercer cautela. No obstante, al igual que el apóstol, pueden perseverar fielmente y no ceder al temor, sino confiar en la protección de Jehová. (Compare con Salmo 56:4.)
8. ¿Por qué odiaban a Pablo hasta el punto de querer darle muerte otros que eran judíos como él?
8 En peligros por parte de mi propia raza: Pablo predicaba acerca de un Mesías muerto en un madero y resucitado, que fue rechazado por la mayoría de los de su propia nación (1 Corintios 1:22-24; 2:2). Además, enseñó que las personas serían declaradas justas, no por obras de la Ley Mosaica, sino por fe en Jesucristo (Romanos 3:20; 5:18-21; 6:14). Por eso, otros que eran judíos como Pablo lo consideraban un apóstata, lo odiaban, lo golpeaban y hasta querían darle muerte (Hechos 9:23-25). Parecía que los de su propia raza también estaban perturbados debido a que él estaba convirtiendo al cristianismo a algunos gentiles a quienes los judíos habían procurado hacer prosélitos de su propia religión. (Mateo 23:15; Hechos 17:1-10.)
9. ¿A qué “peligros por parte de las naciones” se enfrentó el apóstol, pero lo hicieron callar tales peligros?
9 En peligros por parte de las naciones: Los gentiles, o gente de las naciones, también persiguieron a Pablo (Hechos 19:11-41). De hecho, sus enemigos judíos a veces incitaban a los gentiles a que obraran violentamente en contra del apóstol (Hechos 14:1-7, 19, 20). Pero los peligros en que lo pusieron los judíos y gentiles nunca acallaron a aquel intrépido proclamador del Reino. Hoy, de igual manera, los testigos cristianos de Jehová que sufren persecución predican valientemente entre personas de su propia raza y entre otras personas. (Hechos 17:30; compare con Salmo 59:1-4.)
10. ¿Cómo se vio Pablo en peligro “en la ciudad”?
10 En peligros en la ciudad: De una manera u otra, Pablo sufrió persecución en ciudades como Damasco, Jerusalén, Listra y Éfeso (Hechos 9:23-30; 14:19; 19:29-31). En Filipos, ciertos adversarios gentiles dijeron que Pablo y Silas estaban ‘turbando su ciudad’. Por consiguiente, aquellos evangelizadores llegaron a ser víctimas de una chusma, y fueron golpeados y encarcelados (Hechos 16:16-24). Pero aquello no hizo que dejaran de proclamar el Reino; de igual modo, hoy día violencia como aquella no ha acallado a los testigos de Jehová.
11. ¿Cuáles posiblemente eran los “peligros en el desierto”?
11 En peligros en el desierto: El apóstol no limitó su actividad a zonas populosas ni se limitó a viajar en caminos muy transitados. Sus viajes también lo llevaron por regiones escasamente habitadas, hasta a “las regiones salvajes” (Today’s English Version). En tales lugares, Pablo se enfrentó con valor a la posibilidad de pasar hambres, estar expuesto a tormentas, extraviarse, ser atacado por bestias salvajes y ser víctima de emboscadas de ladrones.
12. ¿A qué “peligros en el mar” se enfrentó Pablo, y le desanimaron éstos de llevar a cabo su ministerio?
12 En peligros en el mar: Cuando la actividad de esparcir las buenas nuevas o ayudar a compañeros de creencia exigía que Pablo viajara “en la alta mar” (TEV, en inglés), había peligros de tormentas violentas, como también la posibilidad de naufragar. No obstante, Pablo no permitió que aquellos peligros lo desanimaran de llevar a cabo su ministerio, tal como muchos testigos de Jehová de nuestro tiempo valerosamente perseveran ante peligros similares al viajar con el fin de promover los intereses del Reino.
Puesto en peligro por “falsos hermanos”
13, 14. a) ¿Quiénes eran los “falsos hermanos”? b) ¿Por qué eran especialmente peligrosos los “falsos hermanos”? c) ¿Cómo han sido espiritualmente fortalecidos los testigos de Jehová para defenderse de “falsos hermanos” que pudieran infiltrarse en las congregaciones?
13 En peligros entre falsos hermanos: Lo más peligroso de todo, y sin duda lo más penoso para Pablo, eran los “falsos hermanos” traicioneros o “seudo hermanos” (The Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures). Desde el tiempo del traidor Judas Iscariote, ha habido tales personas entre los seguidores de Cristo. Puede ser que en los días de Pablo los “apóstoles superfinos” de Corinto se hallaran entre los “falsos hermanos”. Éstos eran especialmente peligrosos debido a que traidoramente pretendían ser amigos mientras que en realidad eran traicioneros desleales. Aquellos hombres trataban de hallar alguna acusación contra Pablo. (2 Corintios 11:5, 12-14; compare con Daniel 6:4, 5.)
14 Entre los “seudo hermanos” figuraban los que estaban activos en “las congregaciones de Galacia”. Pero Pablo nunca cedió a tales hombres, “para que la verdad de las buenas nuevas continuara con” sus compañeros de creencia (Gálatas 1:1, 2; 2:4, 5; compare con Judas 3, 4). Así como Jehová ayudó a Pablo, Él ha fortalecido espiritualmente a Sus testigos del día actual a fin de que “la verdad de las buenas nuevas” continúe con ellos. En escritos como las cartas que se escribieron bajo inspiración divina a los creyentes de Corinto y Galacia, ellos hallan la ayuda espiritual que necesitan para defenderse de “falsos hermanos” que pudieran infiltrarse en las congregaciones.
Aguantando sufrimientos en el “servicio sagrado”
15. ¿A qué se refirió Pablo cuando dijo que era “más sobresalientemente” ministro de Cristo “en labor y afán”?
15 En labor y afán: Pablo pasa a citar penalidades en virtud de las cuales él fue ‘ministro de Cristo’ “más sobresalientemente” de lo que lo fueron sus adversarios (2Co 11 versículos 23, 27). La “labor” y el “afán” que se mencionan aquí podrían referirse en parte al trabajo manual agotador que Pablo desempeñó para mantenerse mientras participaba en el ministerio (Hechos 18:1-4; 1 Corintios 4:11, 12; 2 Tesalonicenses 3:7, 8). Pero todo lo que el apóstol hacía giraba en torno de su servicio a Jehová. Por eso, la “labor” y el “afán” indudablemente incluían los esfuerzos que él hacía y el cansancio que resultaba de hacer viajes rigurosos, exponerse a los elementos, pasar privaciones y aguantar otras penalidades en el “servicio sagrado” de Jehová. (Romanos 12:1.)
16. ¿A qué se debió que Pablo a menudo pasó “noches sin dormir”?
16 En noches sin dormir: Debido a que no deseaba imponer una carga financiera a las personas a quienes predicaba las buenas nuevas, Pablo hacía trabajo manual “noche y día”, lo cual probablemente le privaba a menudo de mucho sueño (1 Tesalonicenses 2:9). Claro, todo esto estaba relacionado con la actividad del apóstol como ‘ministro de Cristo’. Sus “noches sin dormir” no se debían a que él estuviera preocupado por las cosas materiales que se necesitan para vivir, pues Jehová se encarga de que sus siervos tengan éstas (Mateo 6:25-34). Pero bien puede ser que algunas de las noches sin dormir las pasó orando o sintiéndose intensamente preocupado por sus compañeros de creencia. (Compare con Lucas 6:12-16; 2 Corintios 11:28, 29.) En una ocasión se le hizo necesario hablar “hasta la medianoche” con los hermanos que estaban reunidos, sí, aun toda la noche “hasta el amanecer” (Hechos 20:7-12). Además, muchas de las noches sin dormir quizás se debieron a incomodidad corporal, a peligros y a otras penalidades que el apóstol aguantó mientras desempeñaba su ministerio.
17. ¿Cuándo pudo haber experimentado “hambre y sed” el apóstol?
17 En hambre y sed: Puede que Pablo haya experimentado “hambre y sed” mientras viajaba por regiones desoladas o por desiertos calientes. En ciertos casos, tal vez haya pasado hambre o sed por tener que depender de personas desconocidas o por tener que arreglárselas con lo que pudiera obtener por su propio trabajo en lugares extraños. No obstante, Jehová siempre se encargó de que Pablo sobreviviera, a pesar de que las provisiones a veces eran escasas. De manera comparable, “el Dios de todo consuelo” proporciona el sostén para sus siervos del día presente. (Salmo 37:25; Lucas 11:2, 3.)
18. ¿A qué podría referirse la “abstinencia de alimento muchas veces”?
18 En abstinencia de alimento muchas veces: Aquí (2Co 11 versículo 27) Pablo tal vez quiso establecer un contraste entre el pasar “hambre y sed” involuntariamente y la deliberada “abstinencia de alimento [literalmente, “ayunar”] muchas veces”. En ciertas ocasiones, él quizás haya ayunado voluntariamente, como habría sido el caso cuando se dedicaba a la oración o atendía a asuntos espirituales de mucho peso. (Compare con Hechos 13:3; 14:23.) Pero si en este caso solo se refería a penalidades, entonces el apóstol se refirió a pasárselas sin alimento involuntariamente, tal vez debido a una enfermedad como la disentería, o debido a privaciones que experimentó en el ministerio. (Compare con 2 Corintios 6:5.) Por supuesto, puede ser que al emprender sus viajes ministeriales, Pablo se diera cuenta de que el alimento y el agua escasearían o no estarían disponibles. Pero no dejó que aquello lo hiciera desistir de promover los intereses cristianos. (Filipenses 4:12.)
19. ¿Bajo qué circunstancias pudo haber sufrido Pablo “frío y desnudez”?
19 En frío y desnudez: El apóstol también aguantó las penalidades ocasionadas por el frío y por estar relativamente ‘desnudo’ o ‘expuesto’ (The New English Bible). Pero no estaba ‘ligeramente vestido’ debido a pereza. Pablo trabajaba para satisfacer sus necesidades. (1 Corintios 4:11, 12; compare con Hechos 20:33, 34.) ‘El frío y la desnudez’ fueron penalidades que el apóstol aguantó al estar inadecuadamente vestido en tiempos de persecución, mientras viajaba en tiempo inclemente o mientras efectuaba su ministerio en circunstancias difíciles.
¡‘Persevere hasta el fin’!
20, 21. a) ¿Por qué diría usted que Pablo no era una torre humana de fortaleza? b) ¿Qué comparación hay entre los testigos de Jehová de hoy y el apóstol Pablo?
20 Después de haber considerado algunas de las labores, sufrimientos, viajes, peligros y penalidades de Pablo, uno tal vez lo considere a él una torre humana de fortaleza. Pero, al igual que cada uno de nosotros, él era un ser humano imperfecto (Romanos 7:21-25). De hecho, sus adversarios corintios lo despreciaban, pues decían: “Sus cartas son de peso y enérgicas, pero su presencia en persona es débil y su habla desdeñable” (2 Corintios 10:10). Además, Pablo tenía una “espina en la carne”... posiblemente una enfermedad de los ojos. (2 Corintios 12:7; Hechos 23:1-5; Gálatas 4:15; 6:11.)
21 Así también nosotros, los testigos de Jehová del día moderno, somos imperfectos; pero, como Pablo, sinceramente nos esforzamos por agradar a Dios (1 Corintios 9:24-27). El mundo nos desprecia, como algunos despreciaron a Pablo, a pesar de que desplegamos profundo interés en el bienestar espiritual de otros seres humanos (Mateo 22:39). Al igual que Pablo, muchos de nosotros sufrimos de algún mal. Pero eso resulta en que dependamos más de las fuerzas que Dios nos proporciona, de modo que, en nuestro estado de debilidad, Su poder se hace especialmente manifiesto entre las personas a quienes predicamos. (2 Corintios 12:7-10.)
22. a) Si se requiere que suframos “por causa de la justicia”, ¿cómo nos consuela Jehová? b) ¿De qué única manera podemos ‘perseverar hasta el fin’?
22 No cabe duda de que el poder de arriba sostuvo a Pablo hasta su mismísima muerte como siervo imperfecto, pero fiel, de Jehová (2 Corintios 4:7; 2 Timoteo 4:6-8). De manera parecida, solo se deberá a las fuerzas provenientes de Dios que podremos ‘perseverar hasta el fin’ de este sistema de cosas inicuo, o hasta morir fieles a Dios (Salmo 29:11; Mateo 10:28; 24:3, 13; Marcos 13:13). Si se requiere que suframos “por causa de la justicia”, nos consuelan grandemente el espíritu de Jehová, sus preciosas promesas y el hecho de que él contesta nuestras oraciones. Todo esto nos asegura que “el Dios de todo consuelo” está con nosotros. Al igual que el apóstol Pablo tal vez nos hallemos ‘perplejos, mas no absolutamente sin salida; perseguidos, pero no dejados sin ayuda; derribados, pero no destruidos’ (2 Corintios 4:8, 9). Nuestro Dios nos fortalece para proclamar las buenas nuevas sin temor aunque nos encaremos a persecución y a penalidades. Así, con las fuerzas que nos proporcione Jehová, ciertamente podemos ‘perseverar hasta el fin’.
¿Puede usted ahora contestar las siguientes preguntas?
◻ ¿Qué significa ‘perseverar hasta el fin’?
◻ ¿A qué clase de viajes se refirió el apóstol Pablo al hablar de “viajes a menudo”?
◻ ¿Cómo estuvo el apóstol en peligro de “falsos hermanos”? y ¿cómo han sido fortalecidos espiritualmente los testigos de Jehová del día presente para resistir a tales personas?
◻ ¿Bajo qué circunstancias experimentó Pablo “hambre y sed”, como también “frío y desnudez”?
◻ Aunque somos imperfectos, como lo fue Pablo, ¿cómo es posible que ‘perseveremos hasta el fin’?
[Ilustración en la página 17]
Durante sus viajes ministeriales, Pablo a menudo estuvo en peligro de salteadores
[Ilustración en la página 18]
Pablo estuvo en peligros por parte de las naciones, como en Listra
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“Droga milagrosa” para el desarrollo de los infantes... el amorLa Atalaya 1983 | 15 de mayo
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“Droga milagrosa” para el desarrollo de los infantes... el amor
Con regularidad, en el Hospital Infantil San Cristóbal, de Filadelfia, se admite infantes pequeñísimos que “no desarrollan”. Por lo general son mucho más pequeños y pesan menos que los infantes de término medio y sufren de un grado severo de diarrea y deshidratación. Lloran constantemente para que los tomen en los brazos. Cierto infante varón de seis meses, cuando llegó al hospital, tenía una calva en la parte trasera de la cabeza, lo cual indicaba que sus padres casi nunca lo levantaban.
Por algún tiempo, se sostuvo la teoría de que tales infantes no crecían debidamente porque la glándula pituitaria no producía cierta hormona del crecimiento. Pero los médicos y las enfermeras del Hospital San Cristóbal opinan que “en la mayor parte de los casos falta estímulo, falta un ambiente de amor que fomente el desarrollo sicológico del niño”. Un médico en el Hospital Infantil de Boston informa: “Cuando dejan de ser infantes tristes y enfermizos y llegan a ser niños felices que participan con otros en actividades, entonces empiezan a crecer”.
Si los padres consideraran a sus hijos como “una herencia de parte de Jehová”, como dice la Biblia que lo son, no ‘faltaría un ambiente de amor’ (Salmo 127:3). Ciertamente requiere tiempo y esfuerzo cuidar de cualquier herencia y hacer crecer tales bienes. Queda por ver el papel que desempeña la hormona del crecimiento en el desarrollo del infante. Pero sí hay una “droga milagrosa” que usted puede usar sin peligro para ayudar a su niño a crecer y llegar a ser una persona saludable y normal... EL AMOR.
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